UNA DIADA CON BUENA CARA

Música, comitiva, aglomeración y sobre todo, festividad. El ambiente era festivo y el pueblo estaba presente. Por primera vez en mis cuarenta y tantos, aterricé un día de Sant Antoni por tierras ciudadelanas. Más que ciudadelanas, menorquinas. Allí, entre tanto bullicio, había representación de cada rincón de Menorca. De cada rincón de a pié, me refiero.

Eché en falta más entusiasmo a la salida de la Catedral, repique de campanas, y sobre todo más música…., pero incluso sin todo ello, bien valía la instantánea. Aunque la misma pareciera pretérita. Una visión a la que sólo le faltaba el palio bajo en que cobijarse nuestros mandatarios. Y es que por sólo ver la alegría que se desbordaba en sus rostros, bien valía aquella espera, aquella ida, aquel retorno.

El almanaque lo señalaba en rojo y las corbatas sustituían a aquellas panas que en pocos meses saldrán de los más recónditos lugares. La Catedral, por unas horas, aglutinaba a los devotos y a las autoridades. Y tras la imagen del Santo Patrón, todos juntos en unión. Cara sonriente -casi todos- y de a dos.

La comitiva inicia el recorrido. En su interior se encuentra representada la mayoría de aquella Menorca que a su vez, les espera al final del recorrido. Llega el segundo momento clave de aquella mañana. La alocución es escuchada hasta que los “tres tocs” rompen en aplausos. Y punto final. La alocución sigue su parlamento, la representación trajeada sigue su recorrido de retorno, el gentío rompe filas y la fiesta se dispersa. Los rostros mantienen su gesto. La mayoría –no todos- mantiene su simpática faz. Y uno, duda de tanta alegría.

¿Festividad u orgullo? ¿Sincera o postiza? Sin duda, la respuesta será diversa y variable. Tanto, como personalidades había en la misma. Un estudio descubriría tal vez, los motivos y las causas, las verdades y las no verdades.

Me imagino la encomienda de un estudio para tal menester. Me imagino la institución pertinente desprendiéndose de cinco, diez o treinta mil euros para la confección de tal estudio. Me imagino un pleno extraordinario dando lectura del mismo. Me imagino más caras serias que las actuales. Me imagino …., que todo ha sido un sueño.

Me preparo para el retorno. De momento me sale más rentable el uso del turismo que pagar los billetes de ida y vuelta desde Ciutadella. Y el aeropuerto, con el cinco por ciento de descuento, aún no sale a cuenta, aunque primero tienen que construirlo y después gestionarlo. Y mientras, nuestros impuestos sufragan el AVE, las autovías y demás primeras necesidades de nuestros compatriotas ultramarinos.

De vuelta, tu sentimiento menorquín va ganando enteros. Aunque hayas echado en falta más ruido, más música, más entusiasmo y menos sonrisas.
PUBLICADO EL 22 ENERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

AL PAN , PAN Y AL HUMO , CAÑA.

A uno no se le caen los anillos decir que Zapatero ha acertado en una decisión política. También es cierto de que seguramente habrá acertado en más ocasiones durante el tiempo de su mandato, aunque sólo fuera por pura coincidencia. Pero donde sí los ha puesto sobre la mesa, ha sido ahora con el tema del tabaco. Del tabaco, del humo y del fumar, sobretodo.

También es cierto que quien esto opina no es fumador ni lo ha sido nunca, y de haber reductos de nicotina en mi interior, ha sido contra la voluntad de uno. Pasivamente, vamos. Como ante tantas otras cuestiones en que nos encontramos pasivos y de las que nadie se digna protegernos. Y por eso mismo se alegra uno de que aquella tibieza con la que hace algunos años se legisló al respecto, con el paso del tiempo se haya vuelto más beligerante.

Y si esta vez Zapatero, o Pajín, o ambos, o quien sabe quien, ha entendido que antes que unos votos, se encontraba la salud y el derecho de los no fumadores, también es cierto que muchos otros decepcionaron al populacho con su oposición a esta ley. Ahora sólo restará esperar a que también se nos proteja de los humos de muchos vehículos a motor, de muchas chimeneas de industrias y asimiladas, de muchos alimentos sospechosos, de muchas otras sustancias vigilantes…

Vigilantes estamos los españolitos de a pié y asimilados. Y no basta. Cada uno de nosotros asiste perplejito ante el bombardeo diario a nuestros correos electrónicos. No falla día en que algún e-mail no nos devuelva a la realidad. A falta de comunicación oficial al respeto, a falta de alguna conferencia o rueda de prensa, el populacho, cautivo y arruinado, da sus últimos coletazos antes de finiquitar su colectivo.

Diez mil millones de las antiguas pesetas van navegando de e-mail en e-mail. Son las que nos ahorraríamos como mínimo, con sólo eliminar el Senado, que como segunda lectura viene demostrando que ni dice ni le dejan decir. Si en vez de ser el Senado, fuera el Congreso el eliminado, la cifra se duplicaría. También es verdad que aumentaría el número de parados o al menos, el número de quienes engrosarían las próximas listas electorales. Pero en este caso, no crearía alarma social. Siempre hay algún cargo de confianza, algún consejero vacante, algún asesor energético….

Navegan también las cifras de lo que cobran los Consejeros vitalicios de Estado –aquí la jubilación no les alcanza- y los nombres de los últimos llegados a las poltronas. ¿Aterrizará también Zapatero en una de estas poltronas o buscará algún destino exterior, por aquello de repetir secretas vacaciones en EE.UU?

Y de todo lo anterior, no tiene la culpa ni Zapatero, ni Rodríguez, ni el nieto del capitán Lozano. O al menos no la tiene toda. O todo lo contrario. ¡Que la crisis no la creó ZP –aunque tampoco hizo nada para menguarla-!. Aquí la culpa la tienen la mayoría de nuestros votados, llámense de un extremo o de otro. E incluso los nacionalistas que se vendieron en cada momento al mejor negocio. ¡Que si hay que ir a la cárcel, que vayan todos!.
Pero de ir, no irán. Y con los jueces que hay, menos aún. Las últimas cifras nos advierten que faltan jueces. Crisis, corruptelas y más crisis hacen que el número de jueces se vean incapaces de enjuiciar tanto presunto en el tiempo debido. Y las cárceles ya no admiten más entradas. Y no lo dice quien opina, sino el mismísimo código penal, o al menos la última reforma del mismo: ¡Los extranjeros sobran!. ¡Quien delinca, a casa!. Y del narcotraficante, mejor no hablar.

Y es que somos demasiado sensibles con el dolor ajeno.
Y por eso mismo, por tanta sensibilidad ajena, sigo perplejo de que la víctima de tanto humo, de tanta pasividad de unos y otros, esta vez, haya ganado la batalla, la contienda, y un poco más.

Gracias ZP.
Un pasivo, te lo agradece.
PUBLICADO EL 16 ENERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

2011 : UN AÑO DE FÁCIL AUGURIO

El año que acabamos de iniciar no nos traerá sorpresa alguna. Va a ser el resultado aplazado del anterior, y si no el resultado, al menos la continuación de la anualidad pasada.

En el 2011, ni las pitonisas se librarán de aportar su particular granito de arena en cuanto a la mítica cifra de los cinco millones. O al menos en cuanto al devenir global, que otra cosa va a ser el individual. Porque cuando más mareada está la perdiz, más va el cazador al monte. Pitonisas, loterías, curanderos, astrólogos, prestamistas, casas de empeños…., son recetas sustitutas de entidades bancarias, sicólogos e incluso de las oficinas de empleo, a las que se acude cuando uno se encuentra con una puerta cerrada tras otra y la voluntad ya no se levanta por las mañanas.

En lo colectivo la cosa cambia, y más teniendo en cuenta nuestros antecedentes grupales. Año tras año, por estas fechas nos invaden páginas y horas en prensa y televisión, sobre el devenir patrio y de los patriotas. Este año, la desaceleración en este espectáculo se ha hecho notar. Y no es que la crisis influya, es que ya está todo dicho.

Qué decir de Zapatero, nuestro invicto presidente…., que lo tiene crudo lo saben todos menos él. O incluso con él incluido. Que Rajoy se la juega…, también lo sabemos y lo sabe él más que ninguno. Pero Zapatero tiene una ventaja sobre Rajoy. Tiene unas elecciones locales por en medio, y en éstas no se vota a Zapatero ni a la crisis que ha creado. En las locales se vota al vecino, al hombre o a la mujer que se conoce. Y esta es la baza con la que cuenta el invicto. ¿Y cómo se ganan las locales? ¿Se cuentan por autonomías, por el número de concejalías, o simplemente por la cantidad de votos emitidos?

Pero a Zapatero no le asusta tener a Rajoy ni a la crisis en su contra. Lo que si le dañará será tener en contra suya a quienes le auparon indirectamente al poder y ahora, le firman su finiquito. Y no hace falta ser pitonisa para observar su agonía política. Dos factores faltan pero, para que se den las condiciones de su suicidio político. Una, la interpretación de los resultados autonómicos y locales; la otra, la búsqueda de un destino dorado para su jubilación.

Y los augurios siguen teniendo fácil explicación. La monarquía seguirá siendo noticia bien por temas de salud, bien como chivo expiatorio de tanto alboroto político. El relevo generacional seguirá con sus pasos firmes, comedidos y sin pausa. Incluso se habla ya de un nuevo embarazo en busca del varón…, y todo por no ser capaces de cambiar unas insignificantes palabras constitucionales.

Y en la zona del pueblo, qué decir….., que la Belén y su pareja volverán a ser noticia, y repetirán aventuras y desencuentros, tampoco debe asombrar ni faltar. Mientras haya adictos a los culebrones y prensa rosa, no habrá crisis vespertina. Lo asombroso o ya no tanto, sería que la Belén se presentara en las elecciones…..

Me imagino pitonisa por un día, y pronostico que Belén se presenta a las elecciones y accede a un gobierno local. Me imagino que en las venideras se presenta en las listas del Congreso y también consigue escaño. Me la imagino pasando revista a las tropas destinadas en el Líbano y ….., y que Rodríguez nos cuenta sus avatares en algún espacio televisivo vespertino.

Esto ya no son augurios, son simplemente……, malos augurios.
PUBLICADO EL 12 ENERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

CARTA A LOS REYES MAGOS

Uno, por sus años, ya es escéptico a estas cartas a sus majestades. Y más, cuando el poder de la letra castellana los ha dejado en minúscula. Lo que no podrán –de momento- ni políticos ni académicos, es erradicar aquella ilusión que, aún a día de hoy, invade la fantasía de los más pequeños.

Otra cosa será que la tan cacareada educación por la ciudadanía, obligue a desmontar tanta fantasía fabricada en creencias religiosas. También es cierto, que en este tema, la asignatura de marras se verá contrarrestaba y combatida, ya no por temas ni creencias religiosas, sino por el más puro y elemental sentido del mercantilismo y consumismo, y en este campo, ni gobiernos ni educaciones para la ciudadanía, tienen poco margen que recorrer.

Y amparado en esta tierra de nadie, en la que la tradición sigue manteniendo costumbre, me dirijo a estas majestades ya en minúsculas. Mi carta, pública y sin estampa, es muy sencilla. Tan sencilla como los tiempos que corren. Sin grandes esperanzas, sin frustraciones si no llegan, sin rencores y sobre todo, con pocas pretensiones materiales.

Y el problema actual es el material. También es verdad que sin “material” el consumismo sería otro. O ninguno. Y sin consumismo no existirían muchas cosas. Incluso ustedes mismos, majestades, habrían sucumbido a la modernidad. Y sin intereses no habría movimiento humano, y por supuesto, entidades bancarias. Tal vez, incluso habría menos corrupción, menos crisis, menos frustración. O tal vez, todo sería crisis, desconocida sí, pero crisis al fin y al cabo. Y habrá que buscar el equilibrio, el ralentí, la desaceleración si cabe, para encuadrar la fotografía del momento al marco prediseñado.

Al menos, preparados ya estamos, o este parece ser el sentir de los últimos días. Se nota en el ambiente que el ciudadano de a pié, e incluso el de monopatín, sus deseos para el 2011 son mucho más contenidos, muy al contrario que el del político de turno y del aspirante a serlo.

En dos palabras, el ciudadano de a pié e incluso el de monopatín, resume todas las necesidades habidas y por haber: trabajo y salud. Incluso la salud pasa a un segundo plano. Atrás quedaron las ilusiones de comprar un piso, un coche nuevo, un televisor o una play station, Borradas quedaron aquellas compras aplazadas y en los hogares se han instituido los comités económicos en crisis que en nada se asemejan a los llamados gabinetes de crisis ni otras parecidas chorradas lingüístico-políticas.

Trabajo y salud, salud y trabajo, son fáciles de escribir y pedir. Tan fácil pedir como difícil otorgar. Y en vuestras manos, majestades, en minúscula por decreto de las autoridades lingüísticas, está el que la llama de la ilusión, al menos por una noche, también alumbre a estos siempre niños, aunque ya mayores, que forman los comités económicos en crisis de cada uno de los hogares.

Y este es mi deseo, y el de muchos otros. Que esta llama encendida durante la noche mágica, perdure en el tiempo, que se mantenga encendida durante el año 2011, y que las frustraciones no alcancen invadir nuestras mentes.

Y ya puestos a pedir, un reto personal: inspiración. A quien esto escribe -quien también de tanto en tanto se mueve por intereses personales- no le vendría nada mal, un regalo de inspiración. Por acopio, nada más. Por aquello de si suena la flauta y el tal Rodríguez que rige y decreta sobre nuestros designios, decide marcharse de nuestras vidas, de nuestras pesadillas, de nuestra crisis.

Y si no, con un simple trozo de carbón, me conformo. Con venderlo a las eléctricas, seguro que me ahorro la subida de la luz. Y si es dulce, mucho mejor. Al menos la tradición se mantiene. Y eso, ya empieza a ser difícil en una sociedad como la nuestra.
enero 2011

LAS BOMBILLAS Y EL GASTO ENERGÉTICO.

No hay vez que el gobierno de turno nos haga un regalo, que detrás no venga algún varapalo. La cosa empezó cuando de tanto en tanto, el gobierno autónomo de turno nos regalaba un cheque de ochenta euros si comprábamos un electrodoméstico de los llamados de bajo consumo. Lo último ha sido ya más generalizado y aparece en escena cuando pocas fechas antes de la periódica subida de la electricidad, el ministro del ramo nos regala una bombilla.

Una cosa venía relacionada con la otra. Recibías un vale para recoger una bombilla, y a los pocos meses, subida inminente de la electricidad. Lo que nunca has entendido es el porqué el consumo de la electricidad la cobra la empresa eléctrica y las bombillas las suministra el ministerio de Industria, a través del Instituto de la Diversificación y ahorro de la Energía.

Y claro, la respuesta también era fácil. El gobierno autoriza la subida, y para acallar comentarios, nos soborna con una bombilla. ¡Con lo fácil que sería sobornarnos con la no subida de la electricidad!.

Pero el negocio es el negocio. La electricidad tiene un coste, y más si ésta se la compramos a Francia, por ejemplo. Y es que en España no producimos por aquello de los impactos visuales y ecológicos. Y uno vuelve a preguntarse, sin parar a pensar en las centrales nucleares por aquello del qué dirán, pero sin en otras más renovables o sostenibles al más puro estilo de Rodríguez, ¿porqué no sembramos el campo de placas solares y aerogeneradores? ¿Quién puede oponerse a una energía limpia, barata y sin impacto para nuestro futuro?.

Y lo bueno del caso es que de haberlos, hailos. Y esto es algo que nunca nos lo han explicado ni las eléctricas, ni los gobiernos ni mucho menos los ecologistas. Y mientras unos hacen el negocio, los otros legislan subidas y los últimos cobran subvenciones, los españolitos de a pié e incluso los subidos en monopatín, pagamos las subidas para que presuntamente haya negocio para unos, para que presuntamente se subvencionen a otros, y para que presuntamente los ex – ministros del ramo, de tanto en tanto sean nombrados consejeros en alguna que otra empresa del sector.

Pero dejemos las presunciones y vayamos al grano. El gobierno de turno nos sube la luz que nos cobrarán en el primer recibo de 2011, y lo bueno del caso es que pagaremos con el precio nuevo lo gastado en los últimos meses del año 2010, eso sí, con el consentimiento del también gobierno de turno y del ministro del ramo. Y para más INRI, lo de las bombillas.

Y es que las bombillas se las han traído esta vez. El ministerio de Industria, Turismo y Comercio o la compañía eléctrica, quien sabe, te envía junto al recibo de la electricidad un vale para canjearlo por una bombilla, de las llamadas de bajo consumo, o lo que viene a pronosticar que pagarás igual, consumiendo menos. Vas a Correos y la recoges o simplemente no han llegado o se han terminado.

Y la anécdota aparece cuando la fecha de caducidad del canje está próxima y te manifiestan que puedes despedirte del vale de marras. Tu empecinamiento hace que te pongas en comunicación con el ministerio del sector y que desde allí te deriven al IDAE. Y tú que eras más sumiso que una monja de clausura, harto de que las incidencias se resuelvan por la intensidad de las protestas, te comunicas también con IDAE y éste te remite de nuevo a Correos. Y vuelta a empezar. En Correos te comunican que ¡eureka!, las bombillas ya han llegado. Aunque en la oficina nieguen que se encuentren en la misma.

Y te empecinas de nuevo, dejas la sumisión para otros, te armas de incidencias y sube la intensidad del momento. Al final, la profesionalidad y el buen hacer de la jefatura del servicio hace que el servicio público siga siendo lo que es, un ejemplo de servicio al ciudadano.

Consigues la bombilla de marras, y esperas ya más sumiso que los próximos recibos de la luz, sirvan para sufragar algunos gastos extras de nuestros mandatarios y algunas primas de los consejeros de las eléctricas.
PUBLICADO EL 2 ENERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA

PLANES DE PENSIONES

Hacer planes para el futuro a estas alturas de la crisis, es una cuestión que se presenta bastante difícil. Así y todo, siempre hay quienes saben sacar provecho en estas condiciones. Hace ya años, que el gobierno de turno nos empezó a bombardear con los parabienes de hacernos con un plan de pensiones para “adornar” nuestras futuras pensiones. Casi nadie leyó la letra pequeña ni nadie, por supuesto, se molestó en explicarnos en qué consistía un plan de pensiones.

Quienes pecamos de prevenidos iniciamos nuestras aportaciones periódicas para el día de mañana. Un día aún lejano, y que posibilitaría que nuestras pensiones –que poco después quedarían aseguradas por el Pacto de Toledo- ¡ i un be negre!, se verían aumentadas según la aportación de cada uno. Pasa el tiempo y te enteras que el dinero que uno va aportando no está garantizado, sino que depende del valor del punto en el momento y de otros tantos etcéteras que manejan los mercados. O sea, que de asegurado, nada de nada.

Te enteras también que hasta la edad de jubilación que se encuentre en vigor en el momento, uno no puede sacar ni un céntimo de aquella caja a tu nombre. Y si te aumentan la edad de jubilación….., pues eso, mayor tiempo en caja. ¡Ah!, y todas estas deducciones y aportaciones extraordinarias para pagar menos a Hacienda, pues tranquilo, que al finiquitarlo, te pasan factura. ¡Y todo lo que Hacienda te ha perdonado, pues después se lo devuelves!. ¡Vaya chollo de planes de pensiones!.

Y ahora te enteras de las confabulaciones habidas y por haber del gobierno con los bancos, de las aportaciones de miles de euros mensuales que hacen los parlamentarios a sus planes de pensiones y de la ridiculez de los poco más de sesenta euros de tu aportación mensual, de la inseguridad del cobro de las pensiones y de la defensa a ultranza que hacen los parlamentarios de su sistema de pensiones garantizados con menos de una década sentados en la poltrona, de tantas injusticias habidas y tantas por haber excusadas en una crisis y ejecutadas por imperativo de una ley.

Y cuando la crisis aumenta, aumenta el ingenio de uno. Cuando en el bolsillo empieza a escasear el dinero, pues hay que sacarlo de otro sitio. ¿Y qué mejor sitio que del propio dinero de uno?

¿Quién nos garantiza que el día de mañana la entidad financiera donde tengamos el dinero de los planes de pensiones aún exista? ¿Quién nos garantiza que el gobierno de turno decrete al estilo de Chávez y aumente a ochenta los años para jubilarse uno? ¿Quién nos garantiza que el valor del punto no sea cero o negativo, y nos quedemos sin planes?.

Ante todas estas cuestiones cabe tomar decisiones:

a) Primeramente paralizar las aportaciones a los planes de pensiones. Ello nos permitirá el poder ahorrar una cierta cantidad de dinero mensual, lo que repercutirá en nuestra economía doméstica. Además, al poseer una cantidad extra de dinero en mano, revitalizaremos el comercio con nuestras compras y contribuiremos a reducir el número de desempleados.

b) Aseguraremos nuestros planes de pensiones trasladándolos a un plan a ser posible con una rentabilidad asegurada.

c) Y ahora viene lo mejor de la casuística. Hoy en día puedes trasladar los planes de pensiones de una entidad a otra, casi sin penalización alguna. Y las entidades de destino te estarán por ello muy agradecidas. Tan agradecidas que actualmente son varias las entidades que te lo agradecen con un cheque regalo por el valor del tres por ciento del valor que portes hacia sus entidades. ¿Y quien es capaz de negarse a un regalo de tales características?

d) Y una vez cumplida la permanencia, vuelta a negociar.

Al menos así, parte de los beneficio que los bancos hacen con nuestras aportaciones, irán a nuestros bolsillos. Porque de no tener beneficios con nuestros planes de pensiones, estén seguros que no nos agradecerían nuestros traslados, ni intentarían recuperar los huidos.

Y el siguiente punto es hacer un ahorro en casa, sin comisión de apertura ni penalización por anticipación, bajo la baldosa que se mueve desde hace siglos, y el día de mañana, sin contribuir de nuevo con Hacienda, tengamos un añadido a nuestro iluso retiro.

Y aquí está nuestra fuerza, colectiva, claro: paralizar los planes de pensiones, y movilizarlos. Aunque siempre habrá la posibilidad que el gobierno decrete el estado de alarma, militarice nuestros planes y les imponga un toque de queda bancario.

¡Que todo es posible con amigos de Chávez !.
PUBLICADO EL 27 DICIEMBRE 2010, EN EL DIARIO MENORCA.

CARTA AL PAPÁ NOEL

Para empezar, confesarle que su presencia me produce una serie de conflictos en el intelecto de los que no se si seré capaz de expresárselo. Verá, mis recuerdos lo sitúan a usted colgado como una figurita más en el árbol, que de forma secundaria daba cobijo y sombra al Nacimiento. Y de eso ya hace años…

Cuarenta y más años, sí. Y durante estos cuarenta y tantos años, muchas cosas han cambiado. Y mientras los niños de entonces se volvían adultos, su presencia se hacía cada vez más cercana. Empezó a entrar en nuestros domicilios mediante la televisión, y acabó sentado a nuestra mesa.

También es verdad que no entró de pronto por la televisión y al año siguiente ya se quedara a compartir plato, pero todo ha tenido un proceso. Todo empezó con las películas emitidas en televisión, su cada vez mayor presencia en los grandes comercios, y de allí, a la calle. Y no precisamente a un ERE, sino que a la mismísima calle, al más puro estilo del apatrullando la ciudad de Torrente.

Y en la calle, y sobre todo de los centros comerciales de las ciudades, es donde se le encuentra en estas fechas. Cargado con sus bolsas repletas de caramelos y golosinas, y con su siempre presente campana, usted parece el Hamelin de nuestros días, guiándonos al consumo tan superfluo de estas fechas.

Hace más de una década que usted entró en mi hogar. Fue casi por necesidad o por imperativo legal como diríamos hoy en día. Lo cierto es que desde aquellas fechas no ha habido año en el que usted hubiera faltado a su cita anual. También es cierto que en todas sus visitas –excepto en una- siempre ha aprovechado el momento en que me había ausentado de mi domicilio para venir a visitarnos. Y siempre -hay que decirlo-, se ha mostrado generoso para con los míos.

No sé si habrá sido casualidad o premeditadas sus venidas en mis ausencias, pero este año le quería proponer que se ahorrara su venida. La crisis nos ha igualado a todos quienes vivimos de un sueldo y no vivimos de la política. Y aunque los pobres somos los más desfavorecidos de la sociedad, al ser ya muchos, pocos ricos se fijan ya en nosotros.

Y a eso iba. Mis recuerdos me devuelven a la realidad. O al revés. La actualidad me devuelve a los recuerdos de cuando era niño. Una sociedad pobre, de la que diríamos ahora que era en blanco y negro. Una sociedad en el que el consumismo no existía y sólo existía la alegría de aquella ilusión por el mero hecho de ser Navidad, del reencuentro del ausente, de comidas de familias, de…. tener un Papá Noel colgado en el árbol de Navidad….

Pero eso tampoco sería solidario, lo reconozco. Uno, que es solidario por decreto, entiende que los comercios necesitan de su presencia. Los comercios y sobre todo los trabajadores que trabajan en ellos. Y aquí empiezan mis conflictos con el intelecto. ¿Por qué para ser solidarios con los trabajadores, antes debemos serlo con sus patronos?
Otra cosa que me produce conflicto es el color de su traje. Unos dicen que el original era verde, otros mantienen que su color es de Navidad. Y de su color, su origen. Muchos lo trasladan a las frías tierras de Laponia, aunque yo sigo pensando que viene de Estados Unidos y todo lo que ello significa. También es verdad que en los papeles filtrados por Wikileaks aún no ha salido publicado nada de ello, pero ….

Y ya que estamos, ¿por qué no hace una UTE con los Reyes Magos?. ¡Ah!, claro, lo de la solidaridad con los comerciantes…, perdón, con los trabajadores….

Bueno, y si a pesar de lo que le he dicho, aún insiste, pues bienvenido será, y ¡si viene cargado, pues mejor!.
PUBLICADO EL 22 DICIEMBRE 2010, EN EL DIARIO MENORCA.