El título de hoy es la fecha del día después. Podría ser cualquier fecha de aniversario, una cita con la ITV, con el seguro del hogar, o vaya usted a saber, pero no. Lo cierto es que a día de hoy, seguirá siendo la del día después de estos comicios que todos esperamos. No obstante, dentro de unas semanas, esta fecha ya no representará nada. Ni tan siquiera el del júbilo o el de la ansiedad en busca de empleo.
El motivo de la elección –del título, no de los comicios- ha sido por el factor de la numerología. Numerología que nada tiene que ver con los extraordinarios de la ONCE. El hecho es que si sumamos las cifras de la fecha de marras nos da el número nueve. Y el nueve, en la numerología es mágico. El nueve representa el inicio y fin de las cosas, el cambio, la vuelta a empezar. ¿Se acuerdan de la prueba del nueve? ¿Será esta una premonición?.
Habrá argumentos a favor, y en contra. Aunque también es verdad que en estos comicios lo que he echado de menos han sido aquellos anuncios de centenares de electores que daban su firma y apoyo a una determinada formación política. Electores con nombres y apellidos y sin ningún rubor de manifestar públicamente su simpatía política. Este año el apoyo no es el mismo. O al menos, muchos son los que prefieren escudarse bajo el manto constitucional que ampara el secreto del voto. Y como menos, esto puede ser interpretado como una predisposición al cambio. O al menos, a una no confrontación. ¡Y eso ya es mucho!.
Hace unos días, Alfredo Pérez me mandaba una misiva – me doy cuenta que también sabe escribir en catalán e incluso conoce donde vivo- y en ella me comenta su preocupación por el desempleo y lo mucho que va a trabajar para arreglarlo. No me dice pero, como pretende hacerlo. Nos asegura eso sí, la educación, la sanidad y una prestación para quienes no la tienen. Y yo me pregunto, ¿acaso no fueron ellos los que quitaron las ayudas de los subsidios? ¿Acaso la educación y la sanidad no es pública y gratuita?.
Pelea por lo que quieres, me insinúa en el título de la misiva. Es como si me incitara a rebelarme por tantas injusticias y abusos que desde el poder legalmente instituido recibimos los trabajadores, pensionistas y desempleados, a diario. Pelea por lo que quieres ¿ y ?. ¿Por qué no nos incitó a luchar contra los abusos de poder al inicio de la legislatura? No me convence, la verdad. Y eso que esta vez no ha salido Guerra con lo de las pensiones que nos quitarán si la derecha gana…. ¡Que ya no hay pensiones….!. Y es que la hucha –no la lucha- con tanta pelea y guerra, se ha quedado vacía.
Al mismo tiempo otra misiva llega a mi domicilio. Es la de Mariano. Esta en castellano de siempre. Me doy cuenta que también sabe mi dirección. Ya no hay intimidad. Y muy por seguro que sabe si voté en las pasadas y de hacerlo, a quien voté. Y es que con los sobres, pocos son los que se quedan en el anonimato.
Y Mariano me dice que hay que trabajar. No me comenta pero, ni precio ni condiciones. Al mismo tiempo, se publica que IBSALUT hace recorte de personal, y eso que hay que trabajar… Otros claman por el recorte salarial, o sea, abaratamiento del precio de la hora, mientras todos los productos y servicios aumentan. Y tu que estás en peores condiciones que otros trabajadores, te ves impotente en recortar en tabaco, café ni alcohol. Ni en pasatiempos, ni en ropa, ni en calzado. Ni tan siquiera en los turrones navideños. Ni en loterías ni primitivas, ni quinielas, ni…. Estás en clara desventaja con el resto de los humanos afectados por la crisis. Y me propone que trabaje. ¿dónde, cómo, por cuánto?
Pero Mariano me da una consigna: que me sume al cambio. ¿A qué cambio se refiere? ¿Económico, social, educativo, constitucional, ….?
Uno queda dubitativo. No podemos quedarnos tal como estamos. Hay que cambiar, sí. Pero hacia donde. Uno ya empieza a dudar. ¿A la derecha o a la izquierda? ¿Quién es derecha? ¿Quién es izquierda?.
Mariano me ha convencido. Voy a cambiar. A partir del próximo lunes voy a empezar a tomar café, a comprarme caprichos, ropa, zapatos.... Así, cuando tenga que apretarme más el cinturón, podré prescindir de ellos.
¡Socorro!
El motivo de la elección –del título, no de los comicios- ha sido por el factor de la numerología. Numerología que nada tiene que ver con los extraordinarios de la ONCE. El hecho es que si sumamos las cifras de la fecha de marras nos da el número nueve. Y el nueve, en la numerología es mágico. El nueve representa el inicio y fin de las cosas, el cambio, la vuelta a empezar. ¿Se acuerdan de la prueba del nueve? ¿Será esta una premonición?.
Habrá argumentos a favor, y en contra. Aunque también es verdad que en estos comicios lo que he echado de menos han sido aquellos anuncios de centenares de electores que daban su firma y apoyo a una determinada formación política. Electores con nombres y apellidos y sin ningún rubor de manifestar públicamente su simpatía política. Este año el apoyo no es el mismo. O al menos, muchos son los que prefieren escudarse bajo el manto constitucional que ampara el secreto del voto. Y como menos, esto puede ser interpretado como una predisposición al cambio. O al menos, a una no confrontación. ¡Y eso ya es mucho!.
Hace unos días, Alfredo Pérez me mandaba una misiva – me doy cuenta que también sabe escribir en catalán e incluso conoce donde vivo- y en ella me comenta su preocupación por el desempleo y lo mucho que va a trabajar para arreglarlo. No me dice pero, como pretende hacerlo. Nos asegura eso sí, la educación, la sanidad y una prestación para quienes no la tienen. Y yo me pregunto, ¿acaso no fueron ellos los que quitaron las ayudas de los subsidios? ¿Acaso la educación y la sanidad no es pública y gratuita?.
Pelea por lo que quieres, me insinúa en el título de la misiva. Es como si me incitara a rebelarme por tantas injusticias y abusos que desde el poder legalmente instituido recibimos los trabajadores, pensionistas y desempleados, a diario. Pelea por lo que quieres ¿ y ?. ¿Por qué no nos incitó a luchar contra los abusos de poder al inicio de la legislatura? No me convence, la verdad. Y eso que esta vez no ha salido Guerra con lo de las pensiones que nos quitarán si la derecha gana…. ¡Que ya no hay pensiones….!. Y es que la hucha –no la lucha- con tanta pelea y guerra, se ha quedado vacía.
Al mismo tiempo otra misiva llega a mi domicilio. Es la de Mariano. Esta en castellano de siempre. Me doy cuenta que también sabe mi dirección. Ya no hay intimidad. Y muy por seguro que sabe si voté en las pasadas y de hacerlo, a quien voté. Y es que con los sobres, pocos son los que se quedan en el anonimato.
Y Mariano me dice que hay que trabajar. No me comenta pero, ni precio ni condiciones. Al mismo tiempo, se publica que IBSALUT hace recorte de personal, y eso que hay que trabajar… Otros claman por el recorte salarial, o sea, abaratamiento del precio de la hora, mientras todos los productos y servicios aumentan. Y tu que estás en peores condiciones que otros trabajadores, te ves impotente en recortar en tabaco, café ni alcohol. Ni en pasatiempos, ni en ropa, ni en calzado. Ni tan siquiera en los turrones navideños. Ni en loterías ni primitivas, ni quinielas, ni…. Estás en clara desventaja con el resto de los humanos afectados por la crisis. Y me propone que trabaje. ¿dónde, cómo, por cuánto?
Pero Mariano me da una consigna: que me sume al cambio. ¿A qué cambio se refiere? ¿Económico, social, educativo, constitucional, ….?
Uno queda dubitativo. No podemos quedarnos tal como estamos. Hay que cambiar, sí. Pero hacia donde. Uno ya empieza a dudar. ¿A la derecha o a la izquierda? ¿Quién es derecha? ¿Quién es izquierda?.
Mariano me ha convencido. Voy a cambiar. A partir del próximo lunes voy a empezar a tomar café, a comprarme caprichos, ropa, zapatos.... Así, cuando tenga que apretarme más el cinturón, podré prescindir de ellos.
¡Socorro!
noviembre 2011