Federico y Mô estarán de nuevo ausentes. Son ya varias las citas con el electorado en que aquella agrupación de electores ha declinado presentarse. En cierta manera es un seguro contra el desgaste y contra la impotencia. Y más en ésta. El bipartidismo está al orden del día. Los problemas en difícil solución. Y la indignación ni sabe ni contesta.
Y es que la indignación se prepara a posteriori. Los sindicatos liman sus garras por si la derecha gana los comicios. Y los conflictos colectivos se preparan ante la cruda realidad. Más parados y menos sueldos serán el resultado de aplicar recortes, ajustes y aumento de la fiscalidad.
Nadie habla de combatir el fraude fiscal, aunque reconocen que ronda sobre el veinte por ciento. Nadie habla de combatir la delincuencia, aunque los verdaderos recortes aparezcan en las páginas de los periódicos cuando se publican los acuerdos beneficiosos para con los enjuiciados. Nadie habla de combatir el paro con el reflotamiento de la economía sumergida. Nadie habla y todos dicen. Nadie escucha y todos oyen.
Federico y Mô estuvieron ausentes de los careos, monólogos, llámesele entrevistas, que los dos principales artistas de este evento dieron por las cámaras de televisión. Y como Federico y Mô muchos otros. ¿Acaso podemos creer en la palabra de un candidato? El uno por maquiavélico. El otro por no destapar el saco sin fondo. El saco … , y las cloacas.
Eso, por no hablar de algún alto cargo ministerial en el punto de mira de la investigación, que no imputación. Y es que lo mejor es estar ausente. Ausente de la carretera, de la gasolinera, del primo de Zumosol, diría Pepiño si se atreviera. Y es que de atreverse uno sabe, otra cosa es que se considere oportuno. O inoportuno, como suelen ser algunas citas judiciales cuando se avistan los comicios.
Y Federico sigue ausente. Su numerología ya lo vaticina. Su onomástica un dieciocho de julio. Los comicios dos fechas de recordatorio. El Ausente primero y Presente después, en uno. La democracia orgánica en el otro. El trío se finiquita con Rodríguez, Zapatero para más señas. Sus credenciales, un abuelo republicano y otro sirviendo a Franco en la represión de Asturias. Y mucha memoria…., la histórica, porque de la reciente, sin historia, sin crédito, sin vía de solución.
Mô no sabe no contesta. No quiere que la identifiquen con posición en nomenclatura alguna. Tiempo al tiempo. Sin prisa, sin pausa. Sigue ausente.
Ha sido –es- una campaña corta o larga. Llevan años con ella y ya llegan a la recta final. Luego faltará cuadrar estadillos, remplazar sillas y poltronas. Crear asesores y chóferes. Y el primo del asesor. Y el primo del chófer. Y el hermano. Y el sobrino. ¡Que pena de país!.
Y la justicia vuelve a investigar. Y esta vez a un miembro de la cúpula. De la familia….. política, claro. Y es que la palabra misma está envenenada. Del griego “politikói” que eran los asuntos que concernían a todos los ciudadanos, obtuvo su antagonista en el “idiótikós” o privados, que eran los temas que concernían a los intereses de cada uno. Y de ahí, el idiota actual. Del que nadie quiere ser reconocido.
¡El día que llamemos a cada cosa por su nombre, pocos serán los que se atrevan a presentarse a unas elecciones!. Por si acaso, Federico y Mô, permanecen ausentes.
Y es que la indignación se prepara a posteriori. Los sindicatos liman sus garras por si la derecha gana los comicios. Y los conflictos colectivos se preparan ante la cruda realidad. Más parados y menos sueldos serán el resultado de aplicar recortes, ajustes y aumento de la fiscalidad.
Nadie habla de combatir el fraude fiscal, aunque reconocen que ronda sobre el veinte por ciento. Nadie habla de combatir la delincuencia, aunque los verdaderos recortes aparezcan en las páginas de los periódicos cuando se publican los acuerdos beneficiosos para con los enjuiciados. Nadie habla de combatir el paro con el reflotamiento de la economía sumergida. Nadie habla y todos dicen. Nadie escucha y todos oyen.
Federico y Mô estuvieron ausentes de los careos, monólogos, llámesele entrevistas, que los dos principales artistas de este evento dieron por las cámaras de televisión. Y como Federico y Mô muchos otros. ¿Acaso podemos creer en la palabra de un candidato? El uno por maquiavélico. El otro por no destapar el saco sin fondo. El saco … , y las cloacas.
Eso, por no hablar de algún alto cargo ministerial en el punto de mira de la investigación, que no imputación. Y es que lo mejor es estar ausente. Ausente de la carretera, de la gasolinera, del primo de Zumosol, diría Pepiño si se atreviera. Y es que de atreverse uno sabe, otra cosa es que se considere oportuno. O inoportuno, como suelen ser algunas citas judiciales cuando se avistan los comicios.
Y Federico sigue ausente. Su numerología ya lo vaticina. Su onomástica un dieciocho de julio. Los comicios dos fechas de recordatorio. El Ausente primero y Presente después, en uno. La democracia orgánica en el otro. El trío se finiquita con Rodríguez, Zapatero para más señas. Sus credenciales, un abuelo republicano y otro sirviendo a Franco en la represión de Asturias. Y mucha memoria…., la histórica, porque de la reciente, sin historia, sin crédito, sin vía de solución.
Mô no sabe no contesta. No quiere que la identifiquen con posición en nomenclatura alguna. Tiempo al tiempo. Sin prisa, sin pausa. Sigue ausente.
Ha sido –es- una campaña corta o larga. Llevan años con ella y ya llegan a la recta final. Luego faltará cuadrar estadillos, remplazar sillas y poltronas. Crear asesores y chóferes. Y el primo del asesor. Y el primo del chófer. Y el hermano. Y el sobrino. ¡Que pena de país!.
Y la justicia vuelve a investigar. Y esta vez a un miembro de la cúpula. De la familia….. política, claro. Y es que la palabra misma está envenenada. Del griego “politikói” que eran los asuntos que concernían a todos los ciudadanos, obtuvo su antagonista en el “idiótikós” o privados, que eran los temas que concernían a los intereses de cada uno. Y de ahí, el idiota actual. Del que nadie quiere ser reconocido.
¡El día que llamemos a cada cosa por su nombre, pocos serán los que se atrevan a presentarse a unas elecciones!. Por si acaso, Federico y Mô, permanecen ausentes.
PUBLICADO EL 12 NOVIEMBRE 2011, EN EL DIARIO MENORCA.