La tecnología también ayuda a que esta información de siempre, se
acelere. Ejemplos como la concentración
ante la sede del PP en jornada de reflexión mediante convocatoria por sms y los
llamamientos de mayo en la plaza Mayor, son clara demostración que con escasa
información, sólo con pulsar una tecla,
un ejército humano se moviliza.
Además, es una información unidireccional. Dictada.
Otra llegará a ser pluridireccional, aunque la virtualidad gane velocidad
ante el razonamiento. Y en esta
estamos. Los corrillos desaparecen y los
grupos ocupan sus lugares. La prisa
societal nos imponen otros ritmos. Y los
psicólogos nos aconsejan a no perder el tren innovador. El resultado ya será trabajo del sociólogo.
Hace poco, una misiva aterriza
sobre tu mesa. Sin firma, sin membrete, como una octavilla en tiempos
que la libertad empezaba a gestarse. Sólo una mano inocente la transporta desde
la mochila a tu mesa. En ella te aconsejan que los padres no hagamos mal uso de
los whatsapps, y sobre todo en los grupos de padres. Y nos recuerdan de que
somos padres, no amigos de otros padres. Que no hagamos de “secretarias de
nuestros hijos”, sí, pero que tampoco hagamos crítica sobre los profesores,
sobre el entorno escolar, sobre...
Retrocedo y me posiciono años atrás cuando nadie se atrevía a comentar o
discutir una sentencia judicial.
¿Tampoco podremos cambiar impresiones sobre el trabajo de tal o cual?
¿Acaso prohibieron el contacto de padres
a la hora de entrada y salida de los colegios? ¿O será sólo al chismorreo?
Llega el momento que te identifican como la maruja del cuarto en un patio
de vecinos. Y no se acuerdan cuando
recibías sms y emails tanto del colegio como de la Consellería informándote de
las jornadas de huelgas unos, y de tus derechos y de los de tus hijos, en el
otro.
Llamada a la responsabilidad, de acuerdo.
Y la responsabilidad también debe ser bi-direccional. Después de leer la misiva, me arrepiento no
tener whatsapps y de no pertenecer a un grupo de padres. Sería una forma de desmontar un nuevo estilo de ghetto.
PUBLICADO EL 9 DE ABRIL 2015, EN EL DIARIO MENORCA.