DOBLE NACIONALIDAD


Cuando  leí aquello de que en el hipotético caso de que Cataluña consiguiera la independencia, brindaría a los valencianos y a los baleares que quisieran, el que pudieran tener la nacionalidad catalana, o al menos la doble nacionalidad, lo primero que me vino en mente fue aquello de que “Cataluña nos roba”.
En un primer momento piensas que todo se encarecerá al menos un tres por ciento.  Luego te tranquilizas.  Relees la noticia y de momento no dice nada de anexionarse el territorio balear ni el valenciano, de momento, claro.  Solo habla de la nacionalidad.  Y uno lo ve simbólico y…., necesario.
Simbólico para todo aquel que juega a navegar en medias tintas.  Porque si uno de verdad se siente nacionalista menorquín, querrá la independencia plena, menorquina, nada de pertenecer a otro yugo como podría ser Mallorca o simplemente Cataluña.  Otra cosa es que lo que el idioma sea igual o parecido, que no la cultura.  El ejemplo más claro lo tenemos en Sudamérica, que no por hablar en castellano –o español- tengan que ser anexionados a Castilla o a España. O al revés.
Necesario para todo aquel que tenga intereses en Cataluña.  Quien tuviera mucho dinero en entidades bancarias catalanas, le interesará una doble nacionalidad.  De lo contrario, no crea que el gobierno español le avale -en caso de quiebra de la entidad- la restitución de las cantidades depositadas en un banco extranjero. También, quienes quieran cursar sus estudios en universidades catalanas perderán opciones si son considerados extranjeros.  Y no digamos de los descuentos de residente…
Pero el presunto chantaje catalán no debe inmutarnos lo más mínimo.  Primero porque primero deberán conseguir esta tan cacareada independencia. Segundo porque una doble nacionalidad no depende sólo de ellos sino del gobierno español. Tercero porque también los baleares y valencianos deberíamos poder opinar al respecto.  ¿O acaso en la hipotética constitución del hipotético estado independiente catalán no se respetará la opinión de los ciudadanos de otras tierras?
Pero también me asusta. Me asustan los últimos acontecimientos en que ves una presunta provocación de elementos catalanistas en la isla. La memoria me retrocede a la década de los ochenta cuando las carreteras y playas menorquinas estaban invadidas de pintadas y mochileros respectivamente. 
Me asalta la duda.  ¿Aquellos mochileros de entonces serán los mismos que ahora  van con corbata y llaut oficial?

No lleguemos al slogan de “si no te l'ha fet, te la farà”.

PUBLICADO EL 3 SEPTIEMBRE 2015 , EN EL DIARIO MENORCA.