¡La que se ha armado por un bote
de gomina de quince euros! Lo cierto es
que entiendo al alcalde de Zaragoza -¿o debería decir excelentísimo señor
alcalde?- Cualquiera se arriesga a tropezarse por la calle con doña Celia y que le
arme un pollo por aquello de que el pelo, limpio y sin piojos. Vamos, ¡presentable y decente!, como Dios
manda.
También puedo entender que se fuera -con los gastos
pagados por el erario público-, a Galicia para reunirse con los de Marea y los
de Barcelona en Comú. Al fin y al cabo,
novecientos euros es una cantidad irrisoria para un ayuntamiento con más de ochocientos millones de
euros en números rojos. ¿O debería decir morados? Y no digamos si además lo comparamos con los casos
de corrupción que, día sí y día también, se destapan por los puntos cardinales patrios.
Ahora, lo lógico sería que se
presupuestara el tema del traje con corbata y el de un par de zapatos a juego. El uniforme del cargo, vamos. Menos el sombrero, que estropea el pelo, todo
entra -bueno, la ropa interior, mejor que sea propia-. Que uno, tiene que vestir a imagen y
semejanza de su jefe de filas en los Premios Goya. Que una cosa es campaña y otra muy distinta
el día a día de un salvador patrio. Aunque
sea chica, la patria, claro.
Hay que reconocer también que el hecho en sí, no hubiera tenido mayor trascendencia si Pedro
Santisteve no fuera de la marca blanca de Podemos. Eso sí, en Zaragoza. Pero lo es.
Y ni dimite ni le hacen dimitir.
Ya no por la gomina, sino por el viaje a Galicia. Ya que lo segundo es al menos, más caro, aunque
irrisorio si lo comparamos con el resto de tramas habidas y por haber.
Pero claro ¿quién está libre de
pecado para indicarle que debe aportar el dinero y no repetir la hazaña? Juan Carlos lleva demasiado trajín como para
darle consejos de disculpas. La oposición, ni está ni se la espera. Y los siete
mil y pico de detenidos y otros tantos de investigados, menos aún. ¡Más dinero nos costó cada uno de los
carteles del famoso Plan E de ZP!, por decir algo. O por obviar todo lo demás.
Lo dicho, señor alcalde: /
sobre
el tema de la gomina /
aprovéchela usted, que sí puede /
que uno ya no podría.
/
Y que la próxima no se la pague /
su gabinete de alcaldía.
Y ya que habló en su descargo /
del
papel higiénico pagar /
mantenga la boca a cal y canto, /
no cunda el ejemplo de abonar /
con
mayor o menor descaro /
la tasa de ir a evacuar.
PUBLICADO EL 25 FEBRERO 2016, EN EL DIARIO MENORCA.