DESDE MI IGNORANCIA….. POLÍTICA

Hoy me noto nostálgico y en el momento de escribir me remonto a aquellos años de niñez, cuando los problemas no existían y la dieta era mediterránea. ¡Vaya si era mediterránea!. Muchas enfermedades eran desconocidas y el estrés, este dichoso estrés, aún no debía estar en el diccionario. Y en aquellos tiempos uno ya iba contra el sistema. ¡Y eso que el sistema era otro!. Mientras otros críos de mi edad vestían el uniforme de la OJE, quien esto suscribe permanecía ajeno a los mismos. Y permanecía ajeno porque ya en aquellos tiempos no le gustaba la chulería y prepotencia con que lo llevaban algunos.

Pasaron los años, y seguí en el bando de los perdedores. Llegaron años en los que quienes ocupaban la calle eran los héroes del momento. Empezaron las asambleas en el Instituto y aquellas melenas e incipientes barbas empujaban a una masa muy moldeable. Permanecí ajeno a todo aquel movimiento porque ni entendía ni te explicaban el porqué de tanto ruido. Si aquellos buenos profesores que tenías te enseñaban a razonar y meditar, a hacerse libre uno a sí mismo, ¿por qué había que dejarse uno maniobrar por las conveniencias poco disimuladas, de otros ?.

Terminó la adolescencia y aquellos métodos aprendidos para llegar al razonamiento alcanzaron el máximo esplendor. Cuando todo el mundo hablaba de lo justo y de lo injusto, de lo legal y de lo contrario, uno se daba cuenta de que el poder, siempre el dichoso poder, iba en contra de la razón. Y el poder iba cambiando de manos, de colores y de tendencias o talentos, pero seguía siendo poder. Seguía engañando y prometiendo. Y los usuarios, los benefactores de aquel poder, seguían siendo los mismos. Eran tal vez, nuevas caras, nuevos espíritus, pero aquellas caras, aquellos espíritus, para mí seguían vistiendo aquellos uniformes de la OJE, aquellas prepotencias, aquellas chulerías. Y seguían marcando el paso de nuestras vidas. Y como no, seguía yendo en contra del sistema.

Ahora, cuando estamos en la recta final, cuando los sondeos ya no podrán hinchar el voto y la jornada del mutismo oficial se acerca, uno echa de menos aquellos tiempos en que el político se lo curraba. Ni presencié el primer “debate” ni el segundo. Se han perdido las siglas y la ideología. Ahora sólo se vota a la cara bonita de un gobierno, y el feo se queda descompuesto y sin novia. El debate se sigue con el marketing, con los focos y las ojeras, que si las sombras o el tartamudeo, que si los sudores o la marca del bolígrafo que está bailando entre manos. Poco importan ya las condiciones, capacidades y aptitudes de uno. Queremos dar una imagen de artista, de espectáculo, de captador y embalsamador de masas. Y en esto nos hemos convertido.

Hemos dejado de ser ciudadanos y nos hemos socializado. Dejamos de ser ciudadanos y nos convertimos en masa. Masa, voto, contribuyente. Ni más ni menos. Y no dudo de que aquellos uniformes, que aquellas prepotencias y chulerías son las mismas, en lo que si empiezo a dudar es en la enseñanza que se nos impartió. Aquel arte de la meditación y razonamiento, no hay duda, ha sido vencido. Me imagino a Unamuno con su “vencerán, más no convencerán” dirigidas a un mutilado legionario. Me imagino a Unamuno dirigiéndose a estos políticos de pacotilla de hoy en día.

Y desde mi ignorancia política, aún me asombro de las ineptitudes públicas de estos personajes pagados por el erario público. Ineptitudes y menoscabos. Los unos aguardan a terminar la legislatura para, sacando el dinero del futuro de las pensiones, comprar los votos de toda la masa que se mueve por dinero y no por principios. Los otros, por ser incapaces de organizarse con tiempo, por ser incapaces de proponer un programa y convencer. Unos por atacar en vez de proponer, y los otros por no defenderse con un buen ataque. ¿Acaso pretenden vivir de la política sin currar durante cuatro años? ¿Acaso pretenden que las cosas sigan igual durante cuatro años más, para así tener tiempo a reconducirse y que sean otros quienes se autodestruyan? ¿Acaso se ven de nuevo en el poder, y sólo pretenden seguir engañando al electorado?. ¿Acaso poco les importan a ambos, el futuro del ciudadano, perdón, de la masa?.

Y desde mi ignorancia, desde esta masa que se resiste a ser masa, y pretende seguir siendo ciudadano, creo sinceramente que cualquiera de los súbditos ciudadanos de a pié, hubiéramos hecho mejor papel en esta campaña, y no digamos ya en un debate, que quienes pretenden gobernar esta piel de toro. Seguramente no habríamos vencido, pero al menos, a alguno habríamos convencido, aunque para ustedes, señores Zapatero y Rajoy, eso no parece importarles. Tampoco hubiéramos necesitado que salieran jubilados a apoyarnos con insultos de imbécil y demás. Ello sólo demuestra el talante nunca olvidado de unos.

Y desde mi ignorancia, mi apoyo. Mi apoyo al señor Caparrós Muñoz, si lo que relata en su carta es cierto. Para algunos su pecado no es otro que ser sevillano, ser español y venir a trabajar a Menorca. Si hubiera venido a hacer turismo, esté convencido de que este trato no lo hubiera usted recibido. Si hubiera venido de otros lugares, seguramente tampoco. Pero por favor, no nos identifique a todos por igual. La mayoría, sí, la mayoría somos personas normales, como usted, como el vecino, como sus amigos. Ni más, ni menos. La mayoría somos tolerantes, abiertos, amables, acogedores y aunque somos los que menos ruido hacemos, somos los que en última instancia, damos el voto a quienes queremos que nos gobiernen. Algunas veces, erramos. Es cierto. Pero, bueno, rectificar es de sabios, como bien dijo Felipe González, quien por cierto está en un “comité de sabios”. ¿Qué será de los otros?.....

Su caso es digno de estudio. Algunos hubieran tildado su episodio de racista, pero usted, es español, y esto no vende. Otros lo tildarían de actitud fascista, pero al no atacar a la derecha oficial, tampoco vende. Entonces, su episodio, será un acto más para la normalización lingüística, cosa que siempre vende, y que a usted le ha perjudicado. ¡Cosas de la vida, amigo!. No obstante, somos muchos quienes, pública o calladamente nos solidarizamos con usted. Tranquilo, que no está sólo.
PUBLICADO EL 4 MARZO 2008 EN EL DIARIO MENORCA