Septiembre es el noveno mes del año. Aunque etimológicamente sea el séptimo, actualmente hace de noveno, y en ésta que el noveno, por aquello de la numeristica, es época de cambios, de finalizar etapas y empezar de nuevas. Sin duda, este año Menorca se va sobrada. Nuestro Obispo Joan , la presidenta del Consell, y ahora nuestro alcalde.
Los cambios, no tendrían porqué significar más que simples relevos en las personas y no entrar en cambios de envergadura. Pero los cambios también significan despedidas. Significan decir adiós a personas que de una u otra forma –amistad, trabajo, empatía…..- han permanecido cercanas a uno. Y aunque parezca extraño, también duele despedirse de este tipo de cercanía, de empatía, con quien trabaja para y por el pueblo.
Muchos han sido los jóvenes de este Mò que sólo conocen y han tenido de alcalde a Arturo Bagur. Son muchos años en la alcaldía y esto marca historia. Esta vez, voy a romper las formas y me atreveré a tutear a nuestro aún alcalde. El tuteo no implica perderle el respeto, ni será nunca mi intención. Personalmente creo que Arturo Bagur es ante todo –ya lo dije públicamente en otra ocasión- una buena -añadiría , buenísima – persona. Su trato con todos, es digno de mencionar.
Los años en la alcaldía no le han cambiado en la esencia de todos quienes lo conocíamos como aquel joven ayudante de farmacia. Y su talante en la faceta política, ha sido sin duda, aquel que en su día muchos esperaban que viniera de las consignas de Madrid y que en la mayoría de las ocasiones, ha brillado por su ausencia.
Desconozco los motivos, el funcionamiento y demás entresijos internos de los partidos, y por tanto desconozco porqué de algunas decisiones políticas. La versión oficial dirá que hemos perdido un gran alcalde, pero que con ello habremos ganado a un senador. Es verdad. Pero a modo particular, con la parte egoísta que todos poseemos, hubiera preferido quedarme con la faceta de un Arturo , como alcalde. Un alcalde que lo ha sido de todos y para todos. Un alcalde con talento y con talante. Un alcalde próximo.
Y esta proximidad es la que quedará en el recuerdo de muchos jóvenes mahoneses. Y también de los ya no jóvenes. Un alcalde que siempre supo estar. Un alcalde solemne cuando su papel se lo exigió y festivo cuando la situación también se lo pedía. Un alcalde próximo, cómplice y servicial cuando la sociedad también se lo demandaba. No en vano, los actuales servicios sociales municipales, tuvieron en él a un gran precursor.
Saldrás sin duda por la puerta grande que te mereces como persona Y te lo habrás ganado día a día, problema tras problema. ¡Cuántos no habrán suspirado cuando han conocido que tú mismo intervenías en alguna resolución de conflictos! . De todos modos, quienes a parte de las ideas, reconocen el buen hacer cotidiano, el saber escuchar , el tener la palabra adecuada para cada momento, te valorarán por lo que hiciste, por la moderación entre los tuyos, y como no, por ser lo que siempre has sido, una gran persona.
Y era hora también que proyectaras tu futuro, tu merecedor futuro. Y tienes todo el derecho de planificarlo. Además, ha sido Menorca entera, quien te lo ha brindado, reconocido, otorgado. En cierta manera, has dejado de ser el Alcalde de Mô para proclamarte embajador de todos los menorquines ante el resto del Estado. De un Estado que tiene mucho que hacer en cuanto a su definición territorial, de su organización y de su futuro como pueblo de pueblos. Sin duda, tu talante, tu talento y tu peculiaridad, raíz de un carácter propio, debe hacerse oír en cuanto se hable de Menorca, en aquellas tierras, aún lejanas hacia nosotros.
Suerte, Alcalde. Te la mereces.
Sort i Ventura! , como dirían los ciudadelanos.
P.D. Mis recuerdos me plantean una pregunta. ¿Quién podrá suplirte con tanta brillantez en la lectura de “El profeta” de Kalhil Gibran, en “Del matrimoni, mestre, que ens has de dir”?.
Los cambios, no tendrían porqué significar más que simples relevos en las personas y no entrar en cambios de envergadura. Pero los cambios también significan despedidas. Significan decir adiós a personas que de una u otra forma –amistad, trabajo, empatía…..- han permanecido cercanas a uno. Y aunque parezca extraño, también duele despedirse de este tipo de cercanía, de empatía, con quien trabaja para y por el pueblo.
Muchos han sido los jóvenes de este Mò que sólo conocen y han tenido de alcalde a Arturo Bagur. Son muchos años en la alcaldía y esto marca historia. Esta vez, voy a romper las formas y me atreveré a tutear a nuestro aún alcalde. El tuteo no implica perderle el respeto, ni será nunca mi intención. Personalmente creo que Arturo Bagur es ante todo –ya lo dije públicamente en otra ocasión- una buena -añadiría , buenísima – persona. Su trato con todos, es digno de mencionar.
Los años en la alcaldía no le han cambiado en la esencia de todos quienes lo conocíamos como aquel joven ayudante de farmacia. Y su talante en la faceta política, ha sido sin duda, aquel que en su día muchos esperaban que viniera de las consignas de Madrid y que en la mayoría de las ocasiones, ha brillado por su ausencia.
Desconozco los motivos, el funcionamiento y demás entresijos internos de los partidos, y por tanto desconozco porqué de algunas decisiones políticas. La versión oficial dirá que hemos perdido un gran alcalde, pero que con ello habremos ganado a un senador. Es verdad. Pero a modo particular, con la parte egoísta que todos poseemos, hubiera preferido quedarme con la faceta de un Arturo , como alcalde. Un alcalde que lo ha sido de todos y para todos. Un alcalde con talento y con talante. Un alcalde próximo.
Y esta proximidad es la que quedará en el recuerdo de muchos jóvenes mahoneses. Y también de los ya no jóvenes. Un alcalde que siempre supo estar. Un alcalde solemne cuando su papel se lo exigió y festivo cuando la situación también se lo pedía. Un alcalde próximo, cómplice y servicial cuando la sociedad también se lo demandaba. No en vano, los actuales servicios sociales municipales, tuvieron en él a un gran precursor.
Saldrás sin duda por la puerta grande que te mereces como persona Y te lo habrás ganado día a día, problema tras problema. ¡Cuántos no habrán suspirado cuando han conocido que tú mismo intervenías en alguna resolución de conflictos! . De todos modos, quienes a parte de las ideas, reconocen el buen hacer cotidiano, el saber escuchar , el tener la palabra adecuada para cada momento, te valorarán por lo que hiciste, por la moderación entre los tuyos, y como no, por ser lo que siempre has sido, una gran persona.
Y era hora también que proyectaras tu futuro, tu merecedor futuro. Y tienes todo el derecho de planificarlo. Además, ha sido Menorca entera, quien te lo ha brindado, reconocido, otorgado. En cierta manera, has dejado de ser el Alcalde de Mô para proclamarte embajador de todos los menorquines ante el resto del Estado. De un Estado que tiene mucho que hacer en cuanto a su definición territorial, de su organización y de su futuro como pueblo de pueblos. Sin duda, tu talante, tu talento y tu peculiaridad, raíz de un carácter propio, debe hacerse oír en cuanto se hable de Menorca, en aquellas tierras, aún lejanas hacia nosotros.
Suerte, Alcalde. Te la mereces.
Sort i Ventura! , como dirían los ciudadelanos.
P.D. Mis recuerdos me plantean una pregunta. ¿Quién podrá suplirte con tanta brillantez en la lectura de “El profeta” de Kalhil Gibran, en “Del matrimoni, mestre, que ens has de dir”?.
PUBLICADO EL 25 SETIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.