LEER O NO LEER. LO IMPORTANTE ES PAGAR

Se dice que en España no se lee. También se añade que se va poco al cine. Lo que nadie duda es que al futbol y no digamos en Menorca al baloncesto, sí se va. Y como lo que importa, no es que se lea o se vaya al cine, sino que se pague por ello, o sea, comprando libros o viendo películas, aunque no se lean o sean un bodrio, terminen rellenando huecos en la estantería o como excusa de una reunión entre amigos, se empieza a mover la liebre de que se prepara un nuevo impuesto sobre lo poco que se lee.

Y es que si antes era el precio, ahora es la crisis. Si antes era la falta de tiempo, ahora es la calidad de entendimiento, o de expresión, vamos. Si antes se trabajaba o se estudiaba, ahora es el llamado fracaso escolar. Y es que ni todos somos iguales, ni necesidad que tenemos de serlo. Otra cosa muy distinta es que se nos trate como tales, aunque no se nos imponga el serlo.

Acabo de recibir un power-point de estos que circulan por el espacio virtual. Un power-point de los que podríamos llamarlo de protesta. Y según esta misiva de alerta, tal como ocurriera con el impuesto que se sacó el Gobierno en su momento con que gravar los cds y dvds vírgenes –¿será por aquello de la virginidad?- esta vez se nos recarga por el hecho del préstamo. Según la misiva, las bibliotecas públicas deberán pagar una tasa –que seguramente recaerá en el usuario final- de veinte céntimos por cada vez que un libro sale prestado de sus dependencias. Y el chollo, me suena a repetición.

Hace años, mas de veinte, en algunos ayuntamientos se aplicaron , con la excusa de poner suelo urbano en construcción, una penalización en progresión geométrica, que gravaba el tener un solar sin urbanizar. Así, lo que tuvieron que hacer miles y miles de pequeños propietarios de huertos urbanos fue la de endeudarse y empezar a construir. Pero poco importarían aquellos pequeños propietarios, lo que se quería eran grandes terrenos donde poder edificar bloques y más bloques. Y ahí empezó toda aquella burbuja que se le ha calificado de inmobiliaria.

Y no se lo pierdan, por decreto de quien fuera, aquel gravamen, al cabo de pocos años, cuando el pequeño propietario ya se había endeudado por años, y el mediano había vendido a la mejora constructora que se le apareció por arte del enredo, desapareció. De la noche a la mañana, aquel impuesto sobre solares desapareció de las ordenanzas fiscales y poco a poco, empezaron a gravarse las construcciones. Así, la nueva valoración del catastro y los tipos de imposición, dieron un revolcón a las economías domésticas que en muchas de ellas han perdido la noción constitución sobre el estado social.

Y aquí estamos. Poco importa si los libros son buenos o no. O si fulanito vende o deja de vender. También es verdad que no se aclara lo suficiente si el reparto de estos cánones se distribuirán según sea su autor o simplemente irán al fondo común. Si seguimos el ejemplo de las virginidades del cds y de los dvds, suena más a fondo común que otra cosa.
El escrito José Luis Sampedro ha escrito un manifiesto en contra de este préstamo de pago en bibliotecas, que se encabeza “por la lectura”. Entre todas las verdades y ejemplos que expone en defensa al préstamo gratuito, manifiesta que “personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra”. Y añadiría yo ¿acaso no es una solución para quienes sin talento ni beneficio, se beneficien del trabajo y esfuerzo de otros muchos? ¿a quien beneficia este canon, al mediocre escritor o al reconocido talento?

¿Es esta la igualdad que pretende imponernos un gobierno que cada vez cede ante la presión de los mediáticos? ¿Es esta la política del gobierno para fomentar la lectura?. Si es capaz un gobierno de ceder ante cuatro literatos que se mueven, ¿qué hará con otros poderes más fácticos que maniobran a nivel internacional?

Y hasta aquí lo imaginable con la misiva. Luego, malintencionadamente, claro está, podremos crearnos complots y demás neuras con las que bonificar a ciertos autores, títulos y tendencias, o todo lo contrario, por aquello del espíritu al estilo de una educación para la ciudadanía.....

Mejor callarse uno, no sea que alguien afín al Gobierno lo lea, se lo haga como propio y sin copyright ni ocho cuartos, lo enmiende en los presupuestos generales, y allí estará, currículo sellado y patentado. Por los siglos de los siglos.....
PUBLICADO EL 26 MARZO 2009, EN EL DIARIO MENORCA