Hacía tiempo que no sabía nada de Mô ni de Federico, y eso en época electoral daba que pensar. Federico siempre está dispuesto a meter el dedo en la llaga, y ahora, tal como está el patio, se hacía extraño. ¿Lo habrán secuestrado, imputado o lavado el cerebro? O mucho peor aún ¿lo habrán reclutado para las filas de algún partido político, sobornándole para que mantuviera el pico cerrado? ¿Qué dirección insular, consellería, ministerio, habrá pedido a cambio?.
Cuando logré conectar con él, todas estas dudas se vinieron abajo. No había forma de librarnos de sus comentarios, aunque eso sí, lo encontré desmotivado en eso de la política. Por fin nuestros gobernantes habían incidido en la mente de los votantes y eso de pasar del voto, ya iba funcionando entre algunos de los llamados a las urnas. Mô lo tenía crudo para ir a votar. Necesita ayuda para su movilidad y con tanta máquina abriendo y cerrando zanjas, no creía que hubiera alguna dispuesta para su traslado. Hacerlo por correo también tenía sus inconvenientes, no fuera que su voto llegara a la urna en las próximas municipales. Y Federico, ausente.
Ausente y eufórico. Acababa de recibir una carta de ZP y estaba contrariado. En la carta, ZP le estaba pidiendo el voto para el PP, en las europeas. Sí, sí, no hay error. ZP pedía el voto para el Partido Popular, para Mayor Oreja, vamos.
.-¿no se habrá equivocado en leerlo?, le sugiero, como si tal cosa…
.-No, no. Mira, aquí lo dice bien claro. “Si gana el PP no tendréis pensiones, ni trabajo, ni subsidio del paro. Trabajaréis 65 horas y os bajarán el sueldo”. ¿Acaso no es lo que está ocurriendo ahora mismo con el gobierno de ZP?
.-Ya, el timo de las pensiones, no, como en los buenos tiempos aquellos de Alfonso Guerra y Felipe González. ¿acaso no tienen otro argumento, que repetir el de hace treinta años?.
.-No, no, lo que dice es que votemos al PP.
.-¿Pero dónde lo ve usted?
.-A ver. Piensa un poco. ¿Quién se cree hoy en día la palabra de ZP?
.-Puesssss, nadie.
.-Entonces, lo que nos está diciendo en la carta, es todo lo contrario. O sea, voten al PP, que ellos sí les darán las pensiones, les darán trabajo, no les harán trabajar las 65 horas semanales, etc.etc.
.-Ah!, ya. Ya entiendo. O sea, todo lo contrario.
.-Exactamente.
.-Pero, ¿quiere usted decir, que ZP no tiene ningún argumento creíble para poder hacer una campaña electoral?
.-¿Cuál sino, la del avión?
.-Bueno, no empecemos a poner el dedo en la llaga.
.-¿Llaga? Otra cosa le diría yo. No es raro que así ganen los votos.
.-Oiga, que los votos se ganan en la urna, no en un avión.
.-Mejor me callo.
.-Mejor, y dígame, ¿no se presenta a la elecciones?
.-Estoy decepcionado de la política, ahora voy a dedicarme al pensamiento.
.-Esto no está reñido con la política.
.-Con la que conocemos sí. Ahora voy a dedicarme a asesoría, conferencias, escribir un libro….
.-¿Cómo Aznar?
.-Mejor. Mis ideas van encaminadas a poner freno al despilfarro. Y he descubierto la fórmula.
.-¿Qué fórmula?
.-La que hará posible que las arcas, al menos la de los fondos con los que pagar las pensiones de los trabajadores, se llenen en poco tiempo. ¡Y aún podrán seguir gastando con los planes E, P, D, etc.!.
.-¿Y qué propone para ahorrar?
.-Suprimir muchos cargos públicos.
.-Así suprimirá usted también la democracia.
.-Ni pensarlo. Las instituciones seguirán tal como están, pero sólo habrá un representante de cada partido, y cada uno de ellos tendrá su coeficiente de participación.
.-¿De donde ha sacado tal idea? ¡Esto es imposible!.
.-No creas. La idea me vino el pasado febrero, el jueves lardero. Acudí a un programa de radio llamado La Comunidad de IB3, invitado por el Sr. Riera, y allí, entre comentario de uno, comentario de otro, fui maquinando la idea.
Imaginemos una comunidad de vecinos y cada cual con su coeficiente de participación y por ende, de decisión. Y con dos, tres, como máximo cuatro participantes o sea, cuatro sueldazos, se decide lo mismo que con veintiuno, noventa o incluso trescientos cincuenta sueldazos. Imaginemos el montante total de los ocho mil municipios, los cabildos, los consells, las comunidades, las diputaciones, el senado, el congreso…… miles y miles de cargos electos, y miles y miles de millones de las antiguas pesetas que se ahorrarían…….
.-Ya pero esto es una utopía. Nunca conseguirá que los políticos se autoliquiden.
.-Bueno, de momento ya he recibido aviso del Consell que quieren hablar conmigo.
.-¿Con usted? ¿Y qué les ha respondido?
.-Bueno, hemos quedado en que nos reuniríamos en una comida de trabajo para cambiar impresiones.
,.Ja, ja. ¿Comida de trabajo? ¿Langosta o raons?
.- Por lo menos, se evitarán los dos cafés.
.- Pero dígame… ¿langosta o raons?
.-Lorito, galán, pánpano.
.-Veo que siempre tiene alguna argucia para evadir los controles.
.-Lo menorquín, también se puede vender en castellano.
.-Y cuesta lo mismo…..
Cuando logré conectar con él, todas estas dudas se vinieron abajo. No había forma de librarnos de sus comentarios, aunque eso sí, lo encontré desmotivado en eso de la política. Por fin nuestros gobernantes habían incidido en la mente de los votantes y eso de pasar del voto, ya iba funcionando entre algunos de los llamados a las urnas. Mô lo tenía crudo para ir a votar. Necesita ayuda para su movilidad y con tanta máquina abriendo y cerrando zanjas, no creía que hubiera alguna dispuesta para su traslado. Hacerlo por correo también tenía sus inconvenientes, no fuera que su voto llegara a la urna en las próximas municipales. Y Federico, ausente.
Ausente y eufórico. Acababa de recibir una carta de ZP y estaba contrariado. En la carta, ZP le estaba pidiendo el voto para el PP, en las europeas. Sí, sí, no hay error. ZP pedía el voto para el Partido Popular, para Mayor Oreja, vamos.
.-¿no se habrá equivocado en leerlo?, le sugiero, como si tal cosa…
.-No, no. Mira, aquí lo dice bien claro. “Si gana el PP no tendréis pensiones, ni trabajo, ni subsidio del paro. Trabajaréis 65 horas y os bajarán el sueldo”. ¿Acaso no es lo que está ocurriendo ahora mismo con el gobierno de ZP?
.-Ya, el timo de las pensiones, no, como en los buenos tiempos aquellos de Alfonso Guerra y Felipe González. ¿acaso no tienen otro argumento, que repetir el de hace treinta años?.
.-No, no, lo que dice es que votemos al PP.
.-¿Pero dónde lo ve usted?
.-A ver. Piensa un poco. ¿Quién se cree hoy en día la palabra de ZP?
.-Puesssss, nadie.
.-Entonces, lo que nos está diciendo en la carta, es todo lo contrario. O sea, voten al PP, que ellos sí les darán las pensiones, les darán trabajo, no les harán trabajar las 65 horas semanales, etc.etc.
.-Ah!, ya. Ya entiendo. O sea, todo lo contrario.
.-Exactamente.
.-Pero, ¿quiere usted decir, que ZP no tiene ningún argumento creíble para poder hacer una campaña electoral?
.-¿Cuál sino, la del avión?
.-Bueno, no empecemos a poner el dedo en la llaga.
.-¿Llaga? Otra cosa le diría yo. No es raro que así ganen los votos.
.-Oiga, que los votos se ganan en la urna, no en un avión.
.-Mejor me callo.
.-Mejor, y dígame, ¿no se presenta a la elecciones?
.-Estoy decepcionado de la política, ahora voy a dedicarme al pensamiento.
.-Esto no está reñido con la política.
.-Con la que conocemos sí. Ahora voy a dedicarme a asesoría, conferencias, escribir un libro….
.-¿Cómo Aznar?
.-Mejor. Mis ideas van encaminadas a poner freno al despilfarro. Y he descubierto la fórmula.
.-¿Qué fórmula?
.-La que hará posible que las arcas, al menos la de los fondos con los que pagar las pensiones de los trabajadores, se llenen en poco tiempo. ¡Y aún podrán seguir gastando con los planes E, P, D, etc.!.
.-¿Y qué propone para ahorrar?
.-Suprimir muchos cargos públicos.
.-Así suprimirá usted también la democracia.
.-Ni pensarlo. Las instituciones seguirán tal como están, pero sólo habrá un representante de cada partido, y cada uno de ellos tendrá su coeficiente de participación.
.-¿De donde ha sacado tal idea? ¡Esto es imposible!.
.-No creas. La idea me vino el pasado febrero, el jueves lardero. Acudí a un programa de radio llamado La Comunidad de IB3, invitado por el Sr. Riera, y allí, entre comentario de uno, comentario de otro, fui maquinando la idea.
Imaginemos una comunidad de vecinos y cada cual con su coeficiente de participación y por ende, de decisión. Y con dos, tres, como máximo cuatro participantes o sea, cuatro sueldazos, se decide lo mismo que con veintiuno, noventa o incluso trescientos cincuenta sueldazos. Imaginemos el montante total de los ocho mil municipios, los cabildos, los consells, las comunidades, las diputaciones, el senado, el congreso…… miles y miles de cargos electos, y miles y miles de millones de las antiguas pesetas que se ahorrarían…….
.-Ya pero esto es una utopía. Nunca conseguirá que los políticos se autoliquiden.
.-Bueno, de momento ya he recibido aviso del Consell que quieren hablar conmigo.
.-¿Con usted? ¿Y qué les ha respondido?
.-Bueno, hemos quedado en que nos reuniríamos en una comida de trabajo para cambiar impresiones.
,.Ja, ja. ¿Comida de trabajo? ¿Langosta o raons?
.- Por lo menos, se evitarán los dos cafés.
.- Pero dígame… ¿langosta o raons?
.-Lorito, galán, pánpano.
.-Veo que siempre tiene alguna argucia para evadir los controles.
.-Lo menorquín, también se puede vender en castellano.
.-Y cuesta lo mismo…..
PUBLICADO EL 8 JUNIO 2009, EN EL DIARIO MENORCA.