Este año me quedé sin carbón. Lo anunciaron los Reyes Magos desde Dalt la Sala y se cumplió. Lo que venía siendo una tradición desde la infancia, esta vez la crisis me la ha jugado. Y no es que me haya portado mejor que otros años, no, simplemente igual. Ni más ni menos. Tampoco me creo una mayor benevolencia en cuanto a los castigos, simplemente es la consigna dada. Y de consignas, muchas.
Pero si de carbón cero zapatero, de trabajos forzados dos días y medio. Y lo que me queda. Sin pedirlo en carta alguna, van y me dejan cinco bidones de pintura, a eso de veinte y tantos kilogramos. Y con rodillo incluido. ¿Cómo no va a aumentar el paro?.
Y en esta que estaba con los preparativos que se acerca Federico. Buscaba ítems sobre los que instrumentar marcadores a fin de realizar un estudio sobre la incidencia de la crisis en Menorca. Le sugiero que se olvide de declaraciones públicas y que se traslade a los mismísimos centros neurálgicos de la crisis-no crisis –versus establecimientos-. También le sugiero que observe los contenedores de basuras y los días de recogidas de enseres. Allí están los verdaderos marcadores de la crisis. Si se recicla, mal. Si se renueva, mejor. Y luego como no, que se traslade al CIMe, y que pregunte por los precios de los informes….., que si tomates, que si conductores a la izquierda….
Y con Federico llegó el escrito. La cabalgata de Reyes fue el detonante. IB3 el punto final. La noticia de que se retransmitiera en directo por IB3 la cabalgata de Reyes desde Maó, chapeau!. El resto, fatal. Y al decir el resto no me refiero a la cabalgata, ni mucho menos, que ella se engalanó para la ocasión. Lo de fatal se refiere a la transmisión en sí.
Directo si que lo era, pero ¿dónde estaba la cabalgata? ¿dónde estaba la llegada y la recepción de las autoridades en el puerto? ¿por qué enfocar la plaza cuando estaba vacía y poner publicidad cuando hablaban los Reyes?. Dio la sensación como si a alguien le interesara que la cabalgata de Maó no tuviera el realce que se merece, que tiene, que se ha ganado durante años y años con el esfuerzo de tanto trabajo desinteresado. ¿Para qué tantos camiones, cámaras y jirafas o como se llamen aquellos artilugios articulados si al final, tuvo más realce en los informativos posteriores que en la retransmisión misma?.
Y las ocasiones perdidas se multiplican. Al menos algo no decrece. Y esto lo sabemos por los comentarios que se hacen de quienes viven lejos. Sin necesidad de informe que lo avale. Ni pago que lo justifique. La culpa, nuestra. Y no es de ahora, no. De cuando la opulencia.
El turismo no viene porque no se le cuida. No hay suficientes profesionales, el resto, aficionados. Como en todo. El boom nos hizo ascender de aprendiz a técnico, y de técnico a empresario. Y así nos va. Sin retroceso, sin vuelta a nuestros verdaderos orígenes, a nuestro verdadero estatus y posibilidades.
Aquella misma mañana la Pascua militar nos retrocedía a otra época, a una época en la que Menorca tenía cierta importancia. Y la tradición manda que al menos, una vez al año, así se nos lo reconozca, aunque el resto del año seamos ninguneados por nosotros mismos.
Quien no quiere perder su vez, es Zapatero, el presi. El de Europa unida, claro. Y el de España, desunida. Busca apoyo económico y se lo pide a quien dicen que dimitió por no hacerle caso. Pero Europa no es España. ¿Qué deben pensar los europeos de nosotros que aún vamos cayendo en picado? ¿Cómo confiar en nuestras políticas económicas si vamos a la cola de Europa?
Perdimos muchas ocasiones, y no aprendimos. Seguimos perdiendo, y no aprendemos. No sabemos vendernos al exterior. Y cuando podemos, no nos dejan.
Pero si de carbón cero zapatero, de trabajos forzados dos días y medio. Y lo que me queda. Sin pedirlo en carta alguna, van y me dejan cinco bidones de pintura, a eso de veinte y tantos kilogramos. Y con rodillo incluido. ¿Cómo no va a aumentar el paro?.
Y en esta que estaba con los preparativos que se acerca Federico. Buscaba ítems sobre los que instrumentar marcadores a fin de realizar un estudio sobre la incidencia de la crisis en Menorca. Le sugiero que se olvide de declaraciones públicas y que se traslade a los mismísimos centros neurálgicos de la crisis-no crisis –versus establecimientos-. También le sugiero que observe los contenedores de basuras y los días de recogidas de enseres. Allí están los verdaderos marcadores de la crisis. Si se recicla, mal. Si se renueva, mejor. Y luego como no, que se traslade al CIMe, y que pregunte por los precios de los informes….., que si tomates, que si conductores a la izquierda….
Y con Federico llegó el escrito. La cabalgata de Reyes fue el detonante. IB3 el punto final. La noticia de que se retransmitiera en directo por IB3 la cabalgata de Reyes desde Maó, chapeau!. El resto, fatal. Y al decir el resto no me refiero a la cabalgata, ni mucho menos, que ella se engalanó para la ocasión. Lo de fatal se refiere a la transmisión en sí.
Directo si que lo era, pero ¿dónde estaba la cabalgata? ¿dónde estaba la llegada y la recepción de las autoridades en el puerto? ¿por qué enfocar la plaza cuando estaba vacía y poner publicidad cuando hablaban los Reyes?. Dio la sensación como si a alguien le interesara que la cabalgata de Maó no tuviera el realce que se merece, que tiene, que se ha ganado durante años y años con el esfuerzo de tanto trabajo desinteresado. ¿Para qué tantos camiones, cámaras y jirafas o como se llamen aquellos artilugios articulados si al final, tuvo más realce en los informativos posteriores que en la retransmisión misma?.
Y las ocasiones perdidas se multiplican. Al menos algo no decrece. Y esto lo sabemos por los comentarios que se hacen de quienes viven lejos. Sin necesidad de informe que lo avale. Ni pago que lo justifique. La culpa, nuestra. Y no es de ahora, no. De cuando la opulencia.
El turismo no viene porque no se le cuida. No hay suficientes profesionales, el resto, aficionados. Como en todo. El boom nos hizo ascender de aprendiz a técnico, y de técnico a empresario. Y así nos va. Sin retroceso, sin vuelta a nuestros verdaderos orígenes, a nuestro verdadero estatus y posibilidades.
Aquella misma mañana la Pascua militar nos retrocedía a otra época, a una época en la que Menorca tenía cierta importancia. Y la tradición manda que al menos, una vez al año, así se nos lo reconozca, aunque el resto del año seamos ninguneados por nosotros mismos.
Quien no quiere perder su vez, es Zapatero, el presi. El de Europa unida, claro. Y el de España, desunida. Busca apoyo económico y se lo pide a quien dicen que dimitió por no hacerle caso. Pero Europa no es España. ¿Qué deben pensar los europeos de nosotros que aún vamos cayendo en picado? ¿Cómo confiar en nuestras políticas económicas si vamos a la cola de Europa?
Perdimos muchas ocasiones, y no aprendimos. Seguimos perdiendo, y no aprendemos. No sabemos vendernos al exterior. Y cuando podemos, no nos dejan.
PUBLICADO EL 9 ENERO 2010 EN EL DIARIO MENORCA