MECANISMO UNIFORMEMENTE ACELERADO

Cuenta atrás y …..movidas…, haylas. No voy a referirme a todo lo visto y por ver en este tiempo de campaña y precampaña. Habrá tiempo de sobra para referirnos a tantas prepotencias de unos, de otros y de más otros. Habrá tiempo para echar de menos a algunos nombres de las listas electorales y de alegrarte por la no inclusión de otros. Como lo habrá para que no te gusten rellenos o incluso te alegres por nuevos fichajes. Pero eso es el juego. Y son muchos quienes juegan al mismo. Los enlistados y los listos, diríamos. Los que muestran rostro y nombre y quienes desde el anonimato del voto se hacen notar en los círculos más íntimos del poder.

Pero hoy no voy a posicionarme. Tal vez no me posicione nunca. O tal vez, incluso sin saberlo, me posicione en cada escrito. O peor aún, tal vez me posicionen otros, que será peor. Pero hoy la culpa es de Federico. Federico tiene un instinto peculiar cara a las elecciones. Al menos, cuando se acerca el periodo de movidas, aparece como el Ave Fénix, y más moderno incluso, vía e-mail.

Y me preocupa Federico. O Mô. O ambos. Y es que en los últimos acercamientos, he notado como Mô estaba siempre ausente de sus comentarios, y no dudé en interrogarlo al respecto.
.-Tengo miedo, me respondió un austero Federico.
.-¿Miedo? ¿miedo de qué?
.-De la Ley Sinde.
.-¿¡!?. Se hizo un silencio. Por un momento pensé que los efectos de la edad, o el alemán de marras había empezado a declararse en Federico. Pero él, interpretó aquel silencio y quiso matizar sus palabras.
.-Mô tiene autor.
.-Tranquilo Federico, que Mô existía mucho antes que alguien se inventara el Maó oficial. Mô viene de padres a hijos, como de abuelos a nietos. Y eso nadie podrá evitarlo, por mucho copyright que se le ponga, y mientras aparezca sin foto….. Además, si es imagen corporativa, no hay porqué preocuparse. ¡Qué entre todos hacemos Mô!
.-Ya, pero unos más que otros…, como hacienda, vamos.
.-Como las pensiones diría yo. ¿Y que se le ofrece para la cita de mayo?
.-Un cambio.
.-A un cambio político, se referirá, no?
.-A un cambio. Un cambio de todo. Antes que cambiar políticas, podríamos hablar de cambiar personas. Por allí ya ganaríamos enteros, luego con buen entendimiento, bastaría.
.-Un poco iluso, no?. ¿Acaso cree que habría entendimiento si se cambiaran las personas?
.-Dependiendo de qué personas, si. Ni los unos son tan buenos, ni los otros son tan malos. Buscar el equilibrio es la solución. Ganaríamos en confianza, y por supuesto la clase política ganaría en credibilidad. El problema está en la misma confección de los partidos, de las listas, de las familias internas y sobre todo, en el apego a las poltronas de ciertos individuos que sólo pensar en volver a la vida “civil”, a las colas del paro, a los subsidios o simplemente a levantarse a las seis de la mañana, ya se apegan más a la silla y a los chanchullos.
.-Debería existir un periodo máximo en la ocupación de los cargos públicos.
.-Un periodo máximo y sin posibilidad de enchufe en la cosa pública, ni en las empresas ni en los sucedáneos. Y después de ello, vuelta a lo primario. Y así el reparto de la responsabilidad se iría repartiendo y sobre todo, pocos serían los que se enriquecerían con el erario público. Actualmente pocos son los que, habiendo saboreado la administración, no se retiren de ello.
.-¿Y lo ve usted factible?
.-Con el paro que hay, con la posibilidad de trabajar hasta los setenta años, con lo bien pagado que están los políticos……..
.-Vamos, cuesta abajo y acelerando.
.-Por eso necesitamos un cambio. Cambio de personas…., al menos.
.-Ya, usted sin posicionarse.
.-Y eso que siempre ganan los míos…
.-O los nuestros.
.-O ambos, vaya uno a saber.
PUBLICADO EL 28 FEBRERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

DIT I FET

Dicho y hecho. Así reza la campaña que ha lanzado el Govern de las Illes Balears en su página web. Me sorprende y no me sorprende, porque los contribuyentes y votantes de a pié, ya estamos de sobra acostumbrados de que los mecanismos propagandísticos de la administración están siempre al servicio del partido en el poder y de que las precampañas electorales son un claro ejemplo de que los presupuestos públicos están más al servicio de unos que de otros.

Y no es nuevo, no. Inauguraciones, fotos de familia y visitas de primeras, segundas o terceras piedras, suelen ser noticia cotidiana en los medios de comunicación. Cambios de imagen, firmas de convenios y ruedas de prensa serán armas de doble filo durante estos últimos meses. Por un lado, intensificarán el efecto de la propaganda subliminal, por el otro, rescatarán del baúl proyectos y peticiones que durmieron el sueño de los justos a la espera de que alguien, por el motivo que fuera, decidiera rescatarlo y ponerle el sello de salida.

Se nota a faltar una legislación que impida estos claros abusos por parte de los jerifajes de la administración, e impedir que pudieran aprovecharse de los medios técnicos y personales de la misma en beneficio propio o de su partido. Y hay muchas formas y modos. Incluso el uso de aviones militares para asistencia a mítines y encuentros con militantes. Incluso el uso de los billetes subvencionados como miembro del Congreso o del Senado para las mismas asistencias. Y no digamos los gastos de protocolo en los que se incluyen regalos, flores, dietas y estancias.

Y será difícil su erradicación. Como difícil es conseguir acuerdos sobre segundas vueltas o sobre el chantaje de los llamados partidos bisagras. Y será difícil, porque todos, por distinto credo que profesen, tienen un denominador común. Un gen común. Un virus, más bien. Un virus que los mantiene unidos en las causas comunes. ¿Acaso no se avinieron con el tema de sus pensiones?

Últimamente van apareciendo noticias sobre algunos personajes y personajillos que han vivido y hecho la transición española. Y observamos lo fácil que es que por un comentario, aquel idolatrado personajillo pueda caer del pedestal que muchos de sus allegados lo colocaran. Y así debería escribirse la historia. Una historia con treinta, cuarenta y más años de distancia, escrita desde allegados y alejados, desde profesionales y observadores de la misma. Escrita desde una lejanía que permita acercarnos aún a sus obras y desdichas, pero con la siempre segura no intervención o injerencia del poder establecido.

Encontraríamos gran cantidad de gira-camisados, incultos últimos eslabones de promociones, fracasados empresarios y quien sabe si algún que otro suplantador de títulos e identidades. También podríamos seguir los edictos y anuncios en los boletines oficiales con las deudas y exhortos hacia ellos dirigidos. Podríamos seguir con la recopilación, al más puro estilo, de las historias de la mili, y que decir si a todo ello, añadiéramos algún que otro estudio médico. Y nos sorprendería, y mucho.

Dicho y hecho, dit i fet, como reza la propaganda en la web del Govern. Llegamos a confundir el partido con la administración. Llegamos a confundir los despachos y los favores. Llegamos incluso a confundir al amigo, al votante y al administrado.

Es una confusión que por suerte o por desgracia, dura poco. Lo suficiente para que podamos decidirnos en cuestión de voto. Lo suficiente para que podamos obtener nuestra recompensa si sabemos manejar bien las cartas. Lo suficiente para que podamos hundirnos por cuatro años, si las acciones se depositan en bolsa equivocada.

PUBLICADO EL 22 FEBRERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

LAS COSAS DE PALACIO…….

Van despacio. O nunca es tarde, cuando la dicha es buena. O más vale tarde, que nunca. Y seguro que encontraríamos más refranes y dichos populares para añadir a esta lista, pero no es mi intención el aburrir al lector con ellas. El motivo del título es la aparición en dos fachadas de sendos edificios educativos, de las placas conmemorativas de la inauguración del curso escolar 2008-09 por sus majestades los reyes.

Dos placas nuevas, por supuesto. Y a escasos metros de donde hace casi dos años y medio fueron descubiertas. Descubiertas y casi al unísono hechas desaparecer. Pero no crea el lector que desaparecieron por aquello de un acto incívico, gamberrada o similar, no. Simplemente por decisión de unos y de otros. Digo de unos, porque alguien debió de dar la orden. Y digo de otros, porque según parece, el nombre en catalán no gustó y así se hizo saber.

El problema no es ni lo uno –la desaparición- ni lo otro –la aparición-. El problema son ambos. O ninguno. O todo lo contrario. La rumorología, la radio macuto o el boca a boca, dejó claro que presuntamente a su majestad no le gustó la catalanización de su nombre, y que por ello se retiraron las placas conmemorativas para rectificarlas. Lo que uno ya no entiende es que para rectificar dos letras, o lo que es lo mismo, para hacer dos nuevas placas, hayan tenido que tardar dos años y cinco meses.

Uno ya sabe que el problema del transporte es un tema serio, que el tema del trabajo es aún más serio, y que a la administración le cuesta y mucho el pagar a sus proveedores y trabajadores, también. Todo esto puede, como no, ayudar a retrasar la restitución de aquellas dos placas…., pero tardar casi dos años y medio en reponerlas ya es difícil de creer.

Y eso que en el año dos mil ocho, la crisis aún no había llegado al discurso de nuestro invicto presidente. Ni en el de sus socios catalanes, vascos y canarios. Y es de entender que quienes programaron tal evento, con tanta autoridad, tanto vuelo y tanto coche oficial, debían tener cierto conocimiento de protocolo y formas. A no ser, claro, que algún iluminado quisiera dejar su huella lingüística para la posterioridad.

Joan Ramis dejó escrito que los primeros pobladores de la isla llegaron motivados por su audacia, su mucha curiosidad y el deseo de mejorar su suerte. Desde entonces, han sido muchos quienes se han acercado hacia nosotros motivados de igual forma. Ahora, tras la recolocación de estas placas, la duda sobrevuela sobre la motivación de quien en un momento la pifió y por supuesto, la causa-motivo de tal aparición con la tardanza establecida.

Dos años y medio ya dan para el olvido. Con dos años y medio, bien pudiera haber quedado sin colocar. O por la misma razón, sin rectificar. ¿Quién se impuso a quién?. Sin duda, el desgaste es la mejor forma de ganar en política. Se promete el cambio, pero se ralentiza su realización.

Son promesas estériles. Democráticas, eso sí.

Y durante estos dos años y medio, a estas placas le han crecido faltas ortográficas. O al menos, a las actuales. En su última aparición pública, la Real Academia de la Lengua nos recomienda que su majestad el rey se escriba en minúscula si el tratamiento y cargo van seguidos del nombre.

Sobraría por tanto en dichas placas, tanta mayúscula, a no ser, claro que por aquello de la catalanización de la misma, que el catalán –como regla gramatical- discrepe.

Y aquí entra en juego el lema del Instituto Joan Ramis : “Tradición e Innovación”.
Regla catalana, tratamiento catalán, nombre castellano.


PUBLICADO EL 14 FEBRERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

LAS EPIDEMIAS DEL SIGLO XXI

Cuando el año pasado nos alarmaron con la pandemia de la gripe A (virus H1N1) lo único que consiguieron los artífices locales de tal alarma ciudadana, fue que la población –incluido parte de la médica- cuestionara la alarma y los motivos de la misma.

Al final, fue una gripe en términos estadísticos más benévola que las anteriores cepas de gripe y lo único que se consiguió -a nivel mundial- fue sacar al mercado una gran parte o la totalidad de la partida de un medicamento próximo a su caducidad.

La OMS también apareció en la lista de los cuestionados, así como también hubo alguna sospecha, presunta siempre, sobre las conexiones y presiones de algunas industrias farmacéuticas con la misma y con algunos gobiernos nacionales.

Se vivieron ejemplos cotidianos de diagnósticos de dicha enfermedad sin realización de análisis identificativos alguno, a la vez que no se procedió con el protocolo de aislar a todo el núcleo o entorno familiar que hubiera estado en contacto con el “diagnosticado” de haber sido un diagnóstico positivo. Así, de esta forma y no de otra, se iba transmitiendo la pandemia. Por un lado, las cifras estadísticas iban en aumento, la mayoría de procesos fueron leves, muchos pasaron desapercibidos, y la mortalidad en números estadísticos era baja.

Y la pandemia, en el caso español significó varias cosas: Por una parte, la crisis pasó a segundo término. Por otra, la política gubernamental en cuanto a la prevención y el protocolo de profilaxis decretado por activa y pasiva dieron sus frutos y las medallas se impusieron de palabra, pensamiento y obra. Y no digamos del negocio de las industrias farmacéuticas y de la industria colateral. Y por último, las directrices externas fueron cumplidas.

La única buena inversión fue, además de la que tuvo la industria farmacéutica y colateral, el aplazamiento durante de un año más de la alarma sobre la aparición –ahora sí- de la crisis económica. A la vez que iban cayendo en cama nuevos portadores del virus, iban cayendo de sus empleos más trabajadores de la construcción, de la industria y del sector hotelero.

Nada más se habló de la pandemia de la gripe A. Entró pero con fuerza la realidad de la crisis económica que, amparada con la cita electoral de mayo, se difumina con la siempre presencia de las dos Españas que nadie interesa unir, so pena de perder crédito, prestigio y excusa bananera. Nuestro inconsciente se deja avasallar por unos estúpidos slogans dictados en la época de Alfonso Guerra y sus camaradas mitineros.

A pesar de las elecciones, de las pensiones y todo lo inventado y por inventar, lo que si es una realidad es que este año es diferente. Este año, sin psicosis, sin alarmas, y sin nada que incite a ello, la gente va cayendo como moscas y sólo con observar la cantidad de usuarios de los servicios de urgencias de los centros de salud y las dispensaciones farmacéuticas de antitérmicos, antibióticos y jarabes, está todo dicho.
Pero este año, la pandemia no vende. Ni la pandemia, ni la epidemia, ni hay stock de medicamento de próxima caducidad. Y por eso no se habla. O porque no se quiere alarmar. O porque simplemente las directrices externas son otras.

La pandemia ahora está en el Norte de África. Es una pandemia benigna. O al menos no se alarma ni se vacuna en Occidente. O simplemente no hay vacuna que la inmunice, vaya uno a saber. Y la pandemia se le llama de muchos nombres: democracia, libertad, reformismo….

Y Occidente está al tanto. Si, pero no. No, pero si. El dilema es claro. Prefieren a una dictadura a la que poder maniobrar, que a un parlamento a los que no puedan doblegar. ¿Qué hay tras este efecto dominó? ¿Qué hay tras esta pandemia que en pocas fechas ha traspasado las fronteras a la velocidad de un bólido temerario?

¿Acaso la subida de los precios puede provocar un cambio de sistema político? ¿Cuántas veces no habríamos cambiado de sistema político de haber estado infectados por el virus de la pandemia 2011?... Electricidad, sueldos, gasolina, pensiones, IRPF,….Se ve que estamos hechos de otra pasta, de otro molde…., de otras ignorancias.
PUBLICADO EL 8 FEBRERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

OTRO AÑO, MÁS O MENOS.

Aunque ya estemos en el mes de febrero, será éste el primer encuentro con nuestra revista –y con nuestros lectores- en este nuevo año que un mes atrás, empezamos. El mes de enero, nos lo hemos tomado de vacaciones. Merecidas, necesarias, deseadas, dirán unos y otros. Lo cierto es que un paréntesis bien nos viene y más si unas fiestas, las navideñas, están por en medio.

Se han acabado las vacaciones para los menores de la casa y para algunos de los mayores. Otros muchos las seguirán disfrutando por aquello del descanso ganado tras años de trabajo y cotización, y otros muchos también, seguirán con la expectativa de abandonar la lista interminable de afectados por la crisis. Entre todos pero, hacemos el conjunto de la sociedad, con la que disfrutamos y con la que padecemos.

Los regalos, las rebajas - el gasto - y la consabida cuesta de enero, ya son tiempos pretéritos. Ya no hay excusa para mirar atrás. Los malos humos -no los hay de buenos- van desapareciendo y algún esbozo de la primavera ya se atreve a despuntar algunas mañanas.

Y este es el presente en el que nos encontramos. Y el futuro. Más o menos. Como cada año, más o menos. O menos que más, que también es posible. O todo lo contrario. Quien sabe.

Febrero, San Valentín. Marzo, Carnaval…., y no paramos de darnos excusas y propósitos para olvidarnos del pretérito y estar siempre activos. Todo ello, a pesar de los recibos de las Visas aplazadas y de las comunicaciones de las entidades bancarias que nos irán recordando todo lo que hicimos en un pasado aún próximo. Pero nuestra huída hacia el futuro será sinónimo de fuerza, de valentía, de osadía si cabe.

Y tras la primavera vendrá el verano. Otra buena excusa para hacer de nuevo un paréntesis en nuestra cotidiana vivencia, reponer pilas, fiestas patronales y preparación para el otoño. Y tras éste, otra vez la preparación de la Navidad. Mes tras mes, año tras año, la vida discurre igual. Más o menos igual. O menos que más. O todo lo contrario.

Este año no necesitaremos ni pitonisas ni magazines que nos auguren buenos o regulares presagios. Las cartas hace tiempo que se echaron y aún hoy andan revueltas las aguas.

Turbulentas. Tranquilas. Estancadas. Con nitratos y sin ellos. Depende de cada uno, de cada historia de uno. Como siempre. Con su pasado a cuestas. Con su presente actualizado según las circunstancias propias y ajenas. Con su futuro condicionado por nosotros mismos y por las circunstancias de los demás.

¿Somos una unidad? ¿Somos parte de un todo? La duda vuelve a presentarse. ¿Unidad o parte de un todo? O todo lo contrario. ¿Un todo en mayúscula o simplemente en minúscula? Dependerá de quien lo escriba, de lo que digan los gestores de la Academia y del interés con que lo escribamos. Al menos, pequeños o grandes, libres o esclavos,…, somos.

Somos, que ya es mucho. Somos, que es todo. Más o menos. Más más que menos. Y sin contrarios.

Somos día a día, mes a mes, año tras año, más o menos.
PUBLICADO en el número del mes de FEBRERO de 2011, en EL BULLETÍ DEL CENTRE DE PERSONES MAJORS. Area de Acció Social. Consell Insular de Menorca

DERECHO Y DEBER

Fumata gris. Gris, por no decir negra, la fumata que salió desde el Ministerio de Trabajo tras la reunión con los sindicatos. O tras el encuentro a manteles con Zapatero, quien sabe. Y es que cuando ambos, tanto Zapatero como los sindicatos, salen contentos de un acuerdo, algo no va bien. No va bien para el resto, me refiero.

Y en verdad, ambos han ganado. Zapatero gana enteros antes de su defenestración, ya no por las urnas, sino por sus propios correligionarios. Y los sindicatos, al no verse obligados a la movilización de sus masas, con el aún en mente fracaso de la convocatoria –y seguimiento- en su última mal llamada huelga general.

Y es un acuerdo a tres bandas -Gobierno-patronal-sindicatos- del que pocos deben fiarse. Al menos, quien esto escribe no se fía… y por varios motivos: principalmente porque aparece en campaña preelectoral y por quien la presenta. ¿Qué credibilidad tiene hoy en día cualquier palabra dada por parte del gobierno de la administración?

Cuando una administración peca de prepotencia, de burla continua y de eliminación de los derechos adquiridos por parte de la masa trabajadora durante años, cuando retrasa los haberes de proveedores y de incluso el de sus propios trabajadores, y en cambio sigue el juego de las grandes fortunas y entidades bancarias, lo único que fomenta es la desconfianza por parte del administrado e incluso de sus propios productores.
¿Qué credibilidad nos ofrecen unos sindicatos que son incapaces de poner sobre la mesa de negociación sobre el futuro de las pensiones, los retiros dorados de diputados y senadores? ¿Por qué no exigen también la supresión de los cargos vitalicios en el Consejo de Estado, las pagas de los ex presidentes de Gobierno, el regreso de las tropas españolas en el exterior, la persecución del fraude fiscal, la no condonación de la deuda a dictadores amigos y tantos otras formas de ahorro económico, antes que perjudicar al trabajador?.

¿Por qué en vez de jugar a la política del parcheo no se dedican a efectuar una seria reforma del estado de bienestar? ¿Por qué cada uno no se hace un fondo con su aportación y cada cual cobre según lo que ha aportado y no sobre lo que las futuras generaciones puedan aportar?

¿Por qué el Gobierno vuelve atrás en su política formativa? ¿Por qué atiende a volver a pagar los cuatrocientos euros sin exigir una presencia, una formación? ¿No se da cuenta de que está fomentando una economía sumergida? ¿No se da cuenta el Gobierno de que el pueblo empieza a darse cuenta de que está fomentando la economía sumergida? ¿Se preguntan ustedes por qué protestaron lo sindicatos a la propuesta del Gobierno de condicionar el subsidio a la realización de una formación, o lo que es lo mismo, a la presencia física de subsidiado durante un tiempo, en el que no se podría ejercer la economía sumergida? ¿Acaso temían que la subvenciones que hace el Gobierno, el Estado , los españoles contribuyentes al fin y al cabo, a los sindicatos se vieran recortadas?

Y el engaño. Todo este movimiento, todo este globo sonda, no es más que una cortina de humo. Nada tiene que ver con la crisis actual. Los efectos no son ni para hoy ni para mañana. Incluso tal vez ni se lleven a realizarse. Toda esta movida, foto o fumata, lo único que amaga es una inseguridad jurídica para el pueblo y una incerteza en la toma de decisiones por parte del poder instituido, todo ello acompasado con el mismo denominador común durante toda la etapa de Zapatero, que es simplemente la de falta de rumbo, falta de política y de criterio, y la subordinación a los dictados de países como EEUU y Alemania.

¿Y por qué no se dedican entre tanta reunión, entre tanto despilfarro, a fomentar el derecho y el deber constitucional al trabajo?. Derecho y deber.

Derecho y deber. Dos palabras, que seguramente no constan en el libro gordo del Gobierno actual.
PUBLICADO EL 2 FEBRERO 2011, EN EL DIARIO MENORCA

ALGO SE ESTÁ COCINANDO….

Cuando el Gobierno reunió a los sindicatos y les propuso una moratoria en el cierre de las centrales nucleares a cambio de la paz social, uno ya duda de tanta lección de Barrio Sésamo o del libro gordo de Petete. ¿Es dentro lo contrario de afuera, o todo lo contrario ?. ¿Hemos perdido el norte, o alguien ha perdido los cuatro puntos cardinales al unísono ?. Y lo curioso es que, después de ello, los sindicatos y Gobierno manifiestan que las negociaciones van por buen camino…..

Quien sí tiene un buen camino trazado es el representante de los artistas, quien con tanto canon y tasa, cobra más que un ex presidente y que muchos ex ministros y diputados jubilados. Y ahora que Rajoy levanta el estandarte contra las pensiones doradas de diputados y senadores, todos juntos en unión se adhieren a la propuesta. ¿Porqué no lo dijo fuera de precampaña y en una proposición de ley en el Congreso de los Diputados?. De momento, los ex presidentes quedan blindados. ¡Y los demás también! ¡Que carajo!.

Y Rajoy ya se ve como futuro inquilino de la Moncloa. Y son muchos quienes ya lo dan por hecho. Y eso que queda año y pico… En Menorca, dos hechos lo ponen en evidencia. La reactivación de la Mesa por el Transporte que tácitamente había desaparecido con el ascenso al poder de los socialistas, y el auge electoral del sindicato UGT en las últimas elecciones sindicales que han tenido lugar en la administración.

Pero hay más ingredientes para esta cocina elaborada. Ingredientes y manos que elaboran. El cocinero es catalán y el pinche, un conocido nieto de militar franquista. Pero en la cocina maniobran más manos. No debemos olvidarnos del friegaplatos vasco y el aprendiz de pinche canario. Si hubo un tiempo en que todo lo que oliera a tradición y costumbre era sinónimo de facha, ahora, es todo lo contrario. Sobran autonomías y faltan dineros. Sobran diputados y faltan dineros. Sobran administraciones y faltan dineros. Sobran parados y faltan dineros. O al menos así nos lo cocinan.

Y en estas que las autonomías están bajo sospecha. Como las pensiones y sus planes. Como las inversiones y los contratos. Como los políticos y sus sueldos. Como los sindicatos y sus centrales….. nucleares.

El Govern Balear ofrece duros a cuatro pesetas, o al menos así nos lo intenta vender con la emisión de esta deuda pública. Y uno, ignorante donde los haya, se cuestiona, ¿si los bancos no dan crédito al Govern, cómo podrán devolver a su vencimiento el capital más los intereses? ¿Quién se atreve a colocar en manos del Govern un dinero, sabiendo las cantidades que debe a día de hoy a tantos proveedores?

Lo que si ofrecen las entidades bancarias al Govern es su stock de pisos a los que hasta ahora no le encontraban salida. Así, por arte del birlibirloque, el cielo se les abierto y se les ha iluminado con una bombillas de bajo consumo, de las que regala el ministro del ramo antes de cada subida del coste eléctrico. Primero niegan el crédito para la construcción de más viviendas de protección oficial, para luego negociar, ofrecer ….., la venta del stock de sus grupos inmobiliarios.

¡Y el Govern acepta gustoso tal ofrecimiento!. Para que luego vengan a hablar de crear puestos de trabajo, de formación y todo lo demás…. ¿Cómo van a crear puestos de trabajo si ya compran las viviendas construidas? ¿Acaso sólo pretenden dar trabajo a quienes se encargan del mantenimiento y de los remiendos de los tan conocidos “vicios ocultos”?

Y de las pensiones, mejor no hablar. Mientras no se cambie el sistema, el chip, lo políticamente correcto, no habrá seguridad en el tema de las pensiones. Ni seguridad ni justicia. El café para todos peligra en las autonomías. Y peligra gracias a los nacionalistas que se dicen históricos. En cambio, pretendemos asegurar el mismo café que negamos a los autogobiernos, para los ciudadanos, trabajadores y asimilados. E igualando a lo mínimo.

Y bajo mínimos, hace tiempo que ya estamos. De moral, de confianza…
febrero 2011