PROPUESTAS CONTRA EL PARO

Mientras todos hablan sobre cómo crear empleo, Federico –a quien el gusanillo de la política no le ha abandonado nunca- discurre en el campo opuesto. O el mismo, vaya usted a saber. Federico aboga no por crear empleo, sino simplemente por disminuir el paro. Además, si uno lo analiza, el problema de los daños colaterales de esta crisis vino acentuado por la creación de empleo, no al contrario. Además, si disminuimos el paro, no habrá que pagar subsidios y las arcas del papá Estado no se vaciarán –al menos a causa de los subsidios…...

¿Y qué propone Federico?. Federico no se propone como titular de ninguna cartera ministerial, por supuesto. Además, dado que Rajoy no le ha llamado para tantearle, es de suponer que tampoco piensan en él como posible sucesor de Valeriano. Pero Federico nunca ha actuado por precio ni recompensa, sino por el servicio a la ciudadanía, y por ende, para salvaguardar su futura pensión y sus impuestos presentes. Así las cosas, erradicar el paro juvenil es fácil. Al menos, para él.

Propone Federico que se vuelva a instituir el Servicio Militar Obligatorio. La añorada “mili” implicaría que muchos de estos jóvenes sin oficio ni beneficio que actualmente están en el paro, saldrían del mismo durante doce, catorce, veinte meses. ¿Se imaginan cuantos jóvenes abandonarían las colas del INEM? ¿Se imaginan el dato porcentual que bajarían las estadísticas en cuanto al paro en España? Y es más. Ello implicaría además, que las tareas que realizan nuestras fuerzas armadas en el exterior, en misiones de paz, tendrían que finiquitarse y regresar a nuestro suelo patrio, para la formación e instrucción de tal contingente. ¿Saben cuanto dinero nos cuesta mantener las tropas en misiones humanitarias? ¡Mejor que sigamos ignorándolo!

Y más propuestas. Los presos cumplirían la integridad de las penas. ¡Y sin posible acuerdo entre la acusación y la defensa!. Y es que mientras los presos estuvieran en la cárcel, ya no habría reincidentes. Y si no hay reincidentes, menos colapso en los juzgados. Y si hay menos saturación en los juzgados, los juicios irían más rápidos. Y si los juicios van más rápidos, los juicios son más justos. Y si los juicios son más justos, los ciudadanos volverán a creer en la justicia. Y si la gente cree en la justicia, se denunciarán más abusos. Y si se denuncian los abusos, habrá menos corrupción en la política. Y si hay menos corrupción en la política ¡habrá más dinero en las arcas del papá Estado!.

Y siguen las propuestas. Ahora toca el turno de las empresas. Las empresas que reciban subvenciones del papá Estado, deberán retornar parte de los beneficios al papá Estado. Y si fracasan en el empeño, será el mismo papá Estado quien se haga con la totalidad de la empresa, garantizando el empleo de los trabajadores y por ende, alentando a que el empresario trabaje para el reflotamiento de su empresa y no en buscas de fallidas interesadas.

Y de las extranjeras, ni hablar. Ni hablar de incentivos ni subvenciones, ni condonaciones a las empresas extranjeras que se instalen en España. O al menos, considerar beneficios y puestos de trabajos, no globalizando el mercado. Que mientras las extranjeras no pagan impuestos durante años prorrogables, las de aquí pasan por caja so pena de embargo.
Y de bancos y banqueros igual. ¿Por qué indultar a un banquero que ni siquiera entraría en la cárcel? ¿Por qué reflotar a un banco con dinero público y no reflotar a una industria, a una empresa, a un autónomo? Si el banco quiebra, se nacionaliza. Y los beneficios y dividendos, para el papá Estado. Y qué decir de las compañías de telefonía, de las eléctricas, de las compañías petroleras… ¿Acaso no sería más barata la factura del consumidor final si las empresas fueran públicas?

También podríamos hablar de las farmacéuticas, de reducir costes en las embajadas y consulados, en representantes internacionales y como no, en las ayudas internacionales. ¡Que aquí también somos pobres!. Y las propuestas, seguirían y seguirían… contra el paro, contra el abuso, contra el despilfarro…..

En contra y a favor. A favor del empleo, de la confianza, de los mercados, de las inversiones, …. El ying y el yang, pero esta vez, en la misma dirección ¡Y en el mismo sentido!.
Aunque lo más fácil, será sin duda recortar derechos, recortar nóminas y subir impuestos. Los ricos más ricos. Los pobres más pobres. Al menos, todos seremos más.


PUBLICADO EL 1 DICIEMBRE 2011, EN EL DIARIO MENORCA.