RECORTES, SI. PODAS, NO.

Se fue a dormir sin que el sueño le hubiera dado señales de acercamiento.  La televisión haría el resto.  Por si acaso, sólo dos canales estaban presintonizados.  No quería sorpresas de última hora. Si acaso, la mañana ya traería las nuevas. La noche al menos, tenía que ser tranquila.  Con Xplora y  Discovery Max no había problemas de que la programación se interrumpiera para comunicarnos que estábamos rescatados.  Atrás quedaban aquellos especiales informativos que durante tantos años nos daban sobresaltos cada dos por tres.

El horizonte no era demasiado halagüeño. La semana había sido volátil, según los mercados.  Tan volátil que el mismísimo Rajoy y de Guindos habían volado hacia el Norte, eso sí, con aviones y destinos distintos.  Parecía que la llegada del mes de agosto amenazaba con adelantar acontecimientos y no dejar el rescate para octubre.  No era viernes y no se esperaba que la portavocía nos diera malas nuevas.  Al menos, esta semana, ya eran viejas.  Pero no por ello, menos peligrosas.

Tocados y …… hundidos.  Ésta parecía ser la noticia esperada. Pero no.  La  noticia posterior fue todo lo contrario, al menos la oficial.  Todos con el euro. Y España levanta alas y huye de la prima alemana.  Federico no tenía germana alguna en su árbol genealógico, pero esta prima que nos ronda desde que Rajoy aparcó el discurso de su niña, se las trae. 

La publicación de los datos de  población activa, era la única sombra que aparecía sobre el horizonte ante tanto pronóstico de entradas y salidas de tanto viajero.  Sólo Castellón permanecía ajeno a tanto avión sobrevolando suelo patrio. Y la población crecía. Cinco millones diría el Gobierno.  Seis la oposición.  Un millón y bastantes más familias sin ningún preceptor.  Mientras, el fraude se regula. El fiscal general no lo ve claro.

Quienes si parecían tenerlo claro fueron los últimos mandatarios del Banco de España y de Bankia en su comparecencia ante el parlamento.  Tan claro, que pocos serán quienes se hayan enterado de los pormenores.  Uno desvía la atención en el otro. Y los dos, dignos de ser condecorados por si mismos.  Salgado también lo tiene claro.  Ninguno de los tres coinciden, pero. 

Más claro lo ha tenido el recién “dimitido” presidente del Poder Judicial quien se embolsa una nada despreciable cantidad en momentos de recortes y austeridades.  Y con  el beneplácito de la mayoría del Poder.  También claro lo han tenido los catalanes para llenar la bolsa, la barretina  y hasta donde alcance.  O lo uno o lo otro.  O el rescate catalán o la Hacienda para ellos.  Y los entiendo.

Es el precio de la unidad.  A veces, uno estaría por hacer otro tipo de recortes.  Recortables o puzzles de autonomías, regiones o como quiera llamárseles.   Es el precio de las cosas mal hechas.  Un título octavo y un café para todos que  no asume la realidad propia.  Un descafeinado que dura treinta y tantos años, y que de tanto en tanto, nos impone una vuelta de tuerca.

Y nos la seguirá imponiendo mientras no seamos capaces de depositar lo políticamente correcto en una caja de seguridad de cualquier entidad bancaria y a pecho descubierto decidamos legislar sobre lo que somos y lo que queremos ser.  No necesitamos ni Elefantes blancos ni cazadores de ellos. 

El día ya ha amanecido y la pesadilla de aquella noche de verano, no ha sido tal.  Las noticias marcan el revuelo de las bolsas y a la prima germana  por una vez también  la han recortado. ¿Será funcionaria también?.  Más bien, un alto cargo de la administración o un miembro del Govern.  A estas alturas aún se cotiza muy por encima de lo que cotizaba a principios de año.

Y no es lo mismo un recorte, que una poda.  No  es lo mismo recortar el césped al que todos pisan, que podar los árboles que tanto protegemos.  Pero mal jardinero será, quien no se de cuenta de que a los árboles, por muy protegidos y por mucha inmunidad que les otorguemos, una buena poda también les es beneficiosa.

Y necesaria.

PUBLICADO EL 2 AGOSTO 2012, EN EL DIARIO MENORCA.