Seis euros es la
cantidad que simboliza el ahorro en la economía doméstica por el cambio de hora. Al menos así lo cuantifica una de las
eléctricas que operan en nuestro país.
Seis euros, anuales, claro.
Hay que decir también,
que uno ya no sabe si esta cantidad de ahorro va con IVA incluido o sin
incluir. Lo que sí sabemos es que estamos
hablando de cincuenta céntimos
mensuales. Menos de dos céntimos diarios.
Y por este ahorro debemos alterar nuestro organismo dos veces al
año. Pero seguro que las cuentas tienen
otra lectura.
Uno se pregunta, de no
habernos devuelto la hora “birlada” en
primavera ¿Cuánto dinero habríamos ahorrado?
Las matemáticas nos señalarán un porcentaje del cincuenta por ciento,
pero uno es incrédulo con las matemáticas cuando las calculadoras las manipulan
ciertos sectores económicos.
Que en Navidad a las
cinco de la tarde haya oscurecido y que las luces domésticas estén encendidas,
no representa ningún ahorro. Como
tampoco lo será para los comercios, ya que el alumbrado va ligado con la
apertura de éstos y ya no digamos de los
escaparates fuera del horario comercial.
También habrá costes y ganancias, para el día de
autos. Costes,
el de las empresas que tuvieran empleados trabajando en la madrugada del domingo, que
tendrán que abonar la hora a sus
trabajadores, y ganancias, las de las empresas dedicadas al ocio nocturno, que
vieron ampliado el horario de cierre y por ende la entrada de capital en sus
cajas registradoras.
Y pérdidas, como
no. Las de los clientes de este ocio
nocturno, que en menos de una hora, habrán ya liquidado los seis euros de
marras.
“Más luz, más color,
más vida” es la propuesta lanzada en Facebook por un mallorquín que lidera en Baleares la propuesta
de adaptar un horario lógico, racional y natural. Un horario natural y no político.
Baleares es la
comunidad española con menos horas de sol, cuando somos la comunidad que más
vivimos del Sol.
La Constitución no contempla
el tema horario, y nuestra independencia
en cuestiones horarias, no nos llevaría
ante el TC. O sí.
Incluso los viajes
aéreos, ya que no se abaratan, al menos
acortarían su duración. Llegaríamos en
muchos casos, antes de despegar.
Lo que si provocaría
es un mayor distanciamiento con las
decisiones de Madrid. Sería el
contrapunto a la Comunidad Canaria. Si
Canarias en su día, cuando el 23-F, tuvo conocimiento del mismo una hora antes
que en la península, en nuestro caso,
hubiéramos sido los últimos en enterarnos.
Como siempre.
PUBLICADO EL 29 OCTUBRE 2015, EN EL DIARIO MENORCA.