BALANCE DE UN RECICLAJE SOLIDARIO

Hacer balance solía ser término usual en estas épocas. Hacer balance, inventario, de lo andado en el año recién acabado. Hoy en día, por aquello de la crisis, tal vez será conveniente obviar hacer balance o inventario. Tal vez incluso, alguno tendrá alguna sorpresa y verá cómo las cosas no le han ido tan mal, pero bueno, seguro que sólo los bancos lo traducen a la opinión pública.

Y para no ser menos, voy a intentar hacer balance de lo propio. Y lo propio es sin duda esta página y no otra. No será la del banco, aunque no haya quedado con números rojos -porque desde aquello de la pre-memoria histórica, desaparecieron tales colores-, pero sí con sólo tres dígitos. Tampoco será en el Debe-Haber, porque de debe haber sólo hay lo que hay. Y esta página a la que me refiero, es simple y llanamente la que están leyendo. En el año 2008, setenta y dos fueron los escritos. Un promedio de seis veces por mes he entrado en sus hogares. Y también más de mil han sido las visitas que por Internet ha recibido mi blog. Y aquí es donde vamos a hacer el balance.

Gracias a los buscadores, el mentado blog ha sido abierto desde países iberoamericanos e incluso por las comunidades hispanas de EEUU. Y no digamos por la zona levantina de la península ibérica…. Que desde que Federico emprendió la aventura por la Avenida del País Valencià y por la zona de Catarroja, descubrió bastantes anécdotas de aquellas tierras. Pero eso ahora es lo de menos. Lo importante en el balance es conocer lo que buscan los lectores y como no, los internautas. Empieza eso a parecerse a un marketing donde la política empresarial es fabricar un producto que se pueda comercializar. Y en esta estamos.

En cuanto al lector isleño, no hay problema. Uno escribe como piensa, de lo que piensa, y de lo que cree oportuno tratar en la ocasión. De los lectores -ustedes mismos- también habrá quienes piensan como uno, en uno o varios temas, o por lo menos, no declarados opuestamente a priori, de lo contrario, a no ser que tengan la mirada puesta en las erradas para el fusilamiento verbal de uno, no lo leerían. Puede que también los haya declarados indeterminados, y serán quienes mejor ejercerán la crítica constructiva. Y con todos, con el bagaje cultural que nos ofrece una diversidad de miras, es como podemos fabricar una nueva verdad, de las tantas que hacemos circular.

En cuanto al lector ocasional exterior, la estadística demuestra que está interesado en el mundo del reciclaje. Mejor aún, en cuanto a los escritos publicados, se decanta en la búsqueda del tema del reciclaje. Y por la crisis, vamos. Y por ambas. Pero las encuestas hay que sopesarlas. Como a las críticas. Y uno se pregunta, de haberse tratado otros temas en las opiniones, seguiría el reciclaje encabezando la lista, o por el contrario sería otro el titular elegido. Y este será uno de los planteamientos para el 2009.

Más de mil visitas en un año es algo a tener en cuenta por quien lo empezó como una especie de archivo en abierto. Y por mucho que algún malintencionado se quiera atribuir mérito alguno, gracias a Dios, los lectores por Internet se guían por sus intereses, culturales o puntuales, y no como seguidores sectarios de una doctrina minoritaria.
Y de estas visitas, vas aprendiendo. Y para ellas, te propones subir al blog escritos anteriores a fin de que un mayor número de opiniones estén al abasto de un mayor número de lectores. Y como no, para que el universo del campo estadístico pueda conocer cuales serán las inquietudes que nos deparará las futuras visitas en este recién empezado 2009.

Para aprender no importa irnos lejos, no. En nuestra propia isla, en nuestra propia Roqueta, podemos encontrar mayor bagaje cultural que en el exterior. Así, vas aprendiendo la importancia del reciclaje. Y reciclaje en varios sentidos de la misma palabra. Empezamos en conocer –en reconocer más bien-, el reciclaje con la decantación o separación de nuestras basuras…., que si vidrio, que si cartón, que si orgánica…., y así pasamos años y años, hasta que poco a poco, la ciudadanía va cogiendo partido y conciencia de que debe ser así y no otra, la forma de actuar.

Y hay más. Se empezará a hablar ya seriamente, y no con sólo cuatro aerogeneradores, de las energías renovables, de costes energéticos y demás. Y ahora, con aquello de la crisis económica, más virtual y de papel, que muchos quieren hacernos creer con el fin de alcanzar mayores rendimientos económicos, tenemos buena excusa para ponerla en práctica. Economizar y rentabilizar toda la energía, es algo que, mediante canon y penalización económica, también llevaremos a buen término.

Y la educación empieza en casa, y no al revés. Aunque eso sí, debe seguirse en todos los demás estamentos de la sociedad, y con el ejemplo institucional. En un programa televisivo insular, una persona interviniente, dejó muy clara la forma de actuar en su ámbito familiar. Con su ejemplo y decisión, es de esperar que aquellos hijos, nazcan con una conciencia solidaria de la que muy pocos gozan actualmente. No basta con predicar con dineros públicos, ni de tantos por cientos solidarios, no. Hay que practicarlo, ejemplarizarlo en nuestro propio domicilio, en nuestra propia familia, en nuestra propia “historia personal”.

Y la intervención de marras, es muy fácil de resumir. Navidad hoy en día, por el marketing comercial y demás, son fechas de consumismo, de derroche comercial y de “agosto” para los comercios. Mientras, el frío helado de muchos hogares, se vuelve más gélido aún en algunos corazones que no llegan a alcanzar algunas necesidades básicas y menos aún para el derroche de estas fechas. ¿Cómo calentar, aquellos helados domicilios con la energía más económica, renovable e inacabable?. Sencillamente con la del calor humano.

¿Y como se produce este calor humano?. Con la solidaridad bien entendida. Así, en aquella familia que se exponía, los ahorros, las huchas eran abiertas en aquellas jornadas previas, y de los ahorros anuales, una tercera parte se invertían. Otra tercera parte sucumbían a los intereses mercantiles, y por fin, otra tercera parte era regalada para actos solidarios, regalada o simplemente invertida en dar calor humano.

Tal vez nos cueste de momento llegar a este extremo. Tal vez nos cueste llegar a privarnos de tantos beneficios materiales y no seamos aún capaces de desprendernos de nuestra visión consumista. Pero como en el andar, podemos aprender paso a paso, sin que por ello nos provoque lesión alguna. Podemos empezar a reciclar, regalar, obsequiar con los juguetes que ya no usemos, con los que se verán relegados a un segundo plano tras las visitas reales de estos días.
Para otros corazones, para otras miradas, aquellos juguetes usados, serán como obsequio de primera mano. Allí pues tenemos un negocio abierto a la esperanza.

Y no hablamos de reciclar para vender, ojo al dato. Hablamos de un reciclar para aprovechar, para servir…. , no para servirnos de…, sino todo lo contrario.

PUBLICADO EL 11 ENERO 2009, EN EL DIARIO MENORCA