UN ECONOMISTA EN FOMENTO

Portavoz y único miembro del Gobierno que no se ha ido de vacaciones, o al menos así lo parece. Y es que tras las últimas apariciones en los medios, a uno le da la sensación que el ministro Blanco es el único que sabe de economía en nuestro país. ¿Por qué tardaría tanto Rodríguez en darle entrada en su gobierno?.

La cuestión es otra, pero. Desde que una marca, publicitara un homenaje a las “elenas salgados” de nuestro país, verdaderas artífices de la economía doméstica –cosa que debería disgustar a la ministra de la Igualdad, por aquello de diferenciarlas de los hombres- , da la sensación que todos pueden hablar de economía. Es como si con la aparición de la nueva gripe, todos sin distinción de clases, estudios, trabajo o desempleo, nos dedicáramos a opinar sobre, ya no las políticas preventivas, sino incluso qué medicamento se debe de administrar para combatir dicha pandemia.

Y en economía parece que se siguen los mismos cauces. Si hace unos días, tras la desafortunada –enésima desafortunada- presentación en sociedad de la ayuda de cuatrocientos veinte euros para unos pocos desempleados; tras la oportuna enésima rectificación por parte de Rodríguez; tras la ampliación del déficit por cuestiones de los errores de cálculo…, se lanzaba el bulo de que las grandes fortunas deberían cotizar mayor porcentaje a la Hacienda pública. ¿Y dónde estaba la ministra de Economía durante todo este embrollo?.

A las pocas horas, alguien del ministerio –no la ministra, por cierto- con estadísticas en la mano, hace caer todo aquel castillo de naipes, o aquellos castillos de arena, o simplemente el más elemental sentido de la prudencia. Resulta que los ricos son muy ricos, pero pocos. O sea que no tiene sentido aumentar los impuestos a los ricos…..

Y en esta que el ministro de Fomento, que se le supone debe saber mucho de carreteras, aviones y trenes, pero poco o nada de dineros, corrige con otra declaración pública. O no corrige. Tal vez sólo amplia. ¡Vaya uno a saber!. Hace cálculos y les sale que dos millones y medio de funcionarios son más que todos los ricos juntos, y así, por las buenas –o por las malas- decide unilateralmente que –ya que hace mucho calor- congelará los sueldos a los funcionarios.

Y no es la primera vez que a los funcionarios les congelan los sueldos. Ya lo hicieron otros gobiernos socialistas. Pero sí será la primera vez que saldrá de boca de un ministro de las averías del tren de alta velocidad y de los apagones aeroportuarios. Más que una política económica, es una política de imagen. ¿Cuántos desempleados no verán con buenos ojos este castigo hacia los funcionarios? La envidia suele ser un motor que conduce nuestra sociedad. Y el funcionario suele estar en los ojos de los envidiosos en los momentos de incertidumbre económica y laboral.

No voy a defender al funcionariado. No necesitan de mi ayuda. Les sobra y les basta por si sólos el argumentar sus posiciones. Y si deciden contraatacar tal vez serán muchos los políticos que tendrán que retroceder sobre sus propias palabras. Tampoco voy a atacar a los ministros, diputados, senadores y demás políticos que viven a cuerpo de rey con tanto presupuesto público. ¿Acaso no lo sabemos todos y seguimos apoyando su permanencia en estos retiros dorados?

Tampoco lo dice todo el ministro Blanco. No dice que a los funcionarios les va a cambiar el aumento de sueldo con más días sin trabajar. Tampoco dice que estos días sin trabajar obligará a aumentar el número de funcionarios. Tampoco dice que como no van a ampliar las plantillas por aquello de la contención del gasto público, deberán ofertar a empresas privadas o subcontratar servicios a otras empresas, aquellos menesteres que se queden sin realizar por la disminución de personal en la administración. Aunque eso sí, los dineros para pagar dichas empresas privadas saldrán de otro capítulo del presupuesto que nada tendrá que ver con el de “personal”. Luego ya podrá venir un juez, una legión de ellos, un fiscal y demás y empezar a investigar, o al menos velar por si todas estas contrataciones se han o no hecho con la observancia que la ley obliga.

Lo que si voy a mencionar es un hecho. Dos hechos, mejor, o tres al final. Algo se cuece en el Gobierno. O no se cuece nada. Vaya usted a saber. ¿Dónde está la ministra de Economía? ¿Dónde está el presidente Rodríguez? ¿Qué estudios tiene el ministro Blanco para decidir la economía de los funcionarios?

Uno, que ya se las ve venir, pone en práctica el plan B. En vista que los funcionarios vamos a tener menos dinero el próximo año para sobrevivir, he decidido prescindir de la póliza del seguro médico privado. Intentaré solventar la disminución de ingresos con la disminución de gastos. Y así, sinceramente no creo que se arregle la crisis. Y todo gracias a un economista que trabaja en Fomento.

P.D. Sr. Blanco, tenga usted en cuenta que una cosa es la economía, otra Fomento –en mayúscula- y otra muy distinta, el fomentar la economía. De momento, su especialidad –o por lo menos, por la que cobra- es la segunda. No intente interferir en otras especialidades. En algunas profesiones, en las médicas por ejemplo, a eso se le llamaría intrusismo. Supuesta o presunta, claro está.
PUBLICADO EL 26 AGOSTO 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

BALANCE VERANIEGO

Podemos decir que el verano ya está en la recta final. Podemos decir pues, que es tiempo de balances. Muchas expectativas se trasladaron a este verano. Muchas ilusiones se posponían a estos resultados. Y el otoño, caliente o ventoso climatológicamente hablando, se prevé bochornoso política y socialmente hablando.

Hablar de balance es un algo difícil. Depende sobre todo de las fuentes consultadas. Quienes hemos tenido la suerte de disfrutar del descanso en la playa alternándolo con las idas y venidas al puesto de trabajo, hemos sido privilegiados. Y más aún, cuando este otoño se nos presenta con igual ir y venir.

No tan satisfactorias deben haber sido para quienes las vacaciones habrán sido forzosas y con continuidad. O a los que, el otoño se les presenta como el inicio de unas vacaciones distintas sin fecha de caducidad. O a quienes la incertidumbre pesa aún sobre sus nóminas, sus subsidios y todo el entramado que la sociedad no acaba de disipar por carencia de directrices.

Europa se va recuperando tras haber realizado los deberes, sus reválidas y superado sus traumas y fracasos. España volverá a suspender los exámenes de septiembre porque ya no en verano, sino durante todo el curso, ha sido incapaz de atender las explicaciones, efectuar los deberes, estudiar la lección…. España, sus dirigentes, vamos, se han dedicado todo el tiempo pensando en el fin de semana, en el tiempo de recreo y en las vacaciones de cada trimestre. Durante el resto de horario su atención ha brillado por su ausencia. Bob Esponja, los Simpson, Kuzko, han sido los referentes de quienes pretender esperar que el resto de Europa nos remolque antes de ponernos manos a los remos y guiarnos a nuestro propio destino.

Y como ejemplo no importa saltar el charco. Tenemos la desorganización más patente en el tema turístico. Nos quedamos sin coches de alquiler para prevenir la crisis a la vez que elevamos el coste del mismo para compensar las pérdidas. Denunciamos intrusismos cuando dejamos al turista a pie y sin bicicleta alguna. Denunciamos el temor al todo incluido cuando asfixiamos al comensal. Queremos aprovecharnos de la insularidad por cuando una vez aquí no pueden elegir otros destinos, y no perseveramos en la continuidad del veraneante, como garantía de un futuro prometedor.

Prohibimos, regulamos, protegemos en demasía…. Y esto en todos los sectores. Los foros empiezan a desdecirse de las corrientes políticas. Y lo dicen ya no opinadores sino gente capacitada, gente “sabia” en su materia y no meros apostadores de una utopía. Y los políticos siguen sin querer aceptar que el interés general, a veces no va ligado a sólo el de un sector, y de una sección de un sector. Que tiene que haber sacrificios, sí, pero con miras más lejanas.

Sacrificios regulados, organizados para que lo que se dice un futuro, esté cuando menos planificado, reglamentado y como no, diseñado. Más que mirar el balance actual –al que todos manifestarán negativo- deberíamos mirar el balance a medio y largo alcance. Habría tal vez que sacrificar cabezas políticas, colocar a gente más “enterada” , más metida en según que cuestiones, dejar que los tecnócratas dijeran la suya, y porque no, pasar el testigo a unas nuevas generaciones, sino de edades, al menos de talentos.

Un balance que debe pedir sangre nueva en la cosa pública. En la privada, tal vez lo contrario. Necesitados de experiencia deberíamos retroceder a aquellos personajes que en tiempos iguales o peores relanzaron la industria e hicieron posible su auge. Nos sobran pero los que quieren enriquecerse rápido y a costa de la calidad y de los trabajadores. Nos sobran las medidas públicas que así lo permiten. Nos sobran muchos de estos que saltan a la noticia por el pensamiento de una jornada y un debate de meses.

Y nos falta sobre todo trabajo, mucho trabajo y muchas ganas de trabajar. No me refiero al horario ni a la edad de jubilación que parece estar guiada la política actual. Me refiero al tesón de sentirse uno implicado en su labor, en su parte productiva. La nueva abeja, la Nueva Rumasa, es ejemplo aparente y presunto, de esta característica de antaño. Si a los gobernantes se les complicó aplaudir tal decisión, no debería serles incómodo a los demás llamados empresarios.

Y el balance es negativo, claro, y lo será, hasta que no nos decidamos a trabajar, y sobre todo, saber y querer saber, para qué trabajamos, y a donde queremos llegar. Qué queremos sacrificar y en definitiva, organizar nuestro futuro y el de nuestra isla.

Y eso es todo a lo que podemos aspirar. Decidir por y para nuestra isla. No pensemos atravesar el charco, porque de lo contrario moriremos en el intento. Arreglemos lo nuestro. Los demás, poco o nada harán a nuestro favor.

Aunque, eso sí, para ello, deberemos de eliminar tanta quinta columna que habita entre nosotros.
PUBLICADO EL 30 AGOSTO 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

LIO RESUELTO, GANANCIAS DE PESCADORES

No es que los chinos se hayan mezclado en el título ni que haya perdido la olla y los refranes salgan un poco turbios, no. Ni tampoco son los duendecillos o estas fe de erratas. Simplemente es un título doble, sin punto, vamos.

Y es que Federico acababa de descubrir todo el meollo de la cuestión. El PSOE, por una vez –según Federico- era inocente de toda la supuesta o presunta trama de escuchas ilegales al P.P. Otra cosa es que esta presunción no fuera tan presunta en cuanto al sigilo profesional al que ciertas personas –y que no hicieron estas presuntas irregularidades- se deben.

Así de afirmativo como de ambiguo aparecía la información vertida por Federico.
.-¿Acaso también ha sido usted de éstos que han realizado informes para la administración, y no precisamente a precios de crisis? Le pregunto un poco –mucho- inquisidor.
.-No hagas bromas, que hoy en día, cuando menos te lo esperas te abren un sumario.
.-Tranquilo, ahora se estilan las diligencias, las previas, por lo de simplicidad, vamos.
.-¿Simplicidad?, si es España los únicos que no van a ir al paro serán los jueces... trabajo no les faltará , no.
.-Bueno, a ver, explíquese , ¿como puede ser que el PSOE , o sus allegados, sean presuntos inocentes de las escuchas ilegales al PP, y a la vez, el mismo PSOE o sus allegados, sean presuntos culpables de no guardar el secreto profesional de estas escuchas?
.-Vaya, veo que no eres de los que tienen fe ciega en Z.P.
.-Lo que ocurre es que yo sí que lo escucho. Y por eso mismo, por escuchar a Z.P, detecto las ambigüedades, las faltas de concreciones –o de información, como diría Pepiño- y las incongruencias. Quienes no las encuentras, son precisamente quienes no lo escuchan.
.-O no lo comprenden. Que no es lo mismo oír, que escuchar, y mucho menos comprender.
.-Ah, ya, como el ver, mirar y observar ¿no?
.-Más o menos.
.-Explíquese y no se me vaya por la tangente.
.-Me iré por la secante. Para que luego digan que uno no da soluciones a nuestro invicto presidente Rodríguez. La solución es muy fácil. Vamos, que un estudiante de bachillerato de antes podría haberlo captado al instante.
Los servicios legalmente instituidos para investigar la trama tal o cual, con mandamiento judicial razonado, intervienen las conversaciones telefónicas de los implicados e imputados en tal o cual trama. Hasta aquí todo correcto. Ahora bien, estas conversaciones intervenidas no pueden ser filtradas de antemano. Y aquí es donde entra la polémica. Todo quien llame o sea llamado por un investigado quedará registrado y su voz grabada.

Imaginemos que un dirigente del P.P. llama a un presunto implicado, con teléfono legalmente intervenido. Imaginemos la conversación:
.-¿Quieres un décimo de la lotería del Niño?
.-Vale, y que termine en cuatro.
.-Vale, pues como el mío.

Imaginemos pues que sale publicado en uno de esos periódicos que se dicen afines al Gobierno, o en otro totalmente distante, que un dirigente tal del P.P. jugó en la lotería del Niño con un décimo terminado en cuatro. Y salta la noticia. El teléfono del dirigente de PP está pinchado. .... Pues no, otra cosa es que alguien comentara lo escuchado. Y aquí sí estaría la ilegalidad.

Y ahora, que Federico descansa tranquilo con el lío resuelto, viene en tema de la ganancia de los pescadores. Resulta que las noticias nos espantan con la mentira más grande jamás contada (excepto claro está las de época electoral, 23-F, 11-M, ...). Y es que nos dicen que los trabajadores ganamos una media de quinientas mil pesetas más que los empresarios y los autónomos. Ja, ja, y ja. Pero esto no es nada.

La mayoría se queja de que ZP les ha vuelto a mentir. Y siempre son los dichosos cuatrocientos euros de marras. Ahora les ha tocado a los parados. Y es que la falta de explicación, de información –como diría Pepiño- es otro de los errores de un gobierno que no cambia de sistema. Y la culpa la tiene el no tener portavoz oficial. Y es que como cada uno rema por su lado...... ¡Lástima que las elecciones estén aún lejos!. ¡Cuántos votos hubiera conseguido con estos cuatrocientos veinte euros virtuales!.

En un programa televisivo dan opción a que los telespectadores envíen mensajes SMS de opinión a dos euros, participar en un sondeo por cincuenta céntimos más barato. Y la gente, a pesar de la crisis, y de las mentiras, participa. Aún pero, no he visto a nadie que proponga la creación de un ministerio de propaganda. Tal vez, así, con uno de información –el de turismo a parte- y propaganda, al más puro estilo franquista, el pueblo llano estaría más informado.

O no. Tal vez no interesa que esté tan informado. Lo de la TDT, otras desinformación, dirán Pepiño. Otro negocio, dirá Federico.

De todos modos, quien esto escribe no piensa gastarse ningún euro en encuestas, ni mucho menos en TDT de pago. Ni en cafés, ni en tabaco. Y si seguimos así, -en crisis, vamos- la lista de privaciones irá en aumento.
PUBLICADO EL 24 AGOSTO 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

EL FONDO DE LAS GARANTÍAS Y LA GARANTÍA DE LOS FONDOS

Estos días cuando los países más avanzados de Europa – España no está entre ellos, por supuesto- anuncian que empiezan a recuperarse de la crisis, a España sólo se le ocurre subir el precio de los carburantes, por aquello de hacernos ver que la economía también se va recuperando en nuestras latitudes, pero a su vez, el gobierno de Rodríguez, nuestro “presi”, anuncia que unos trescientos mil parados que han terminado cualquier tipo de ayuda, se beneficiarán de una mísera ayuda de cuatrocientos y algo más de euros mensuales durante otros seis meses. Y se prevé que este plan durante más de seis meses, o sea, que tenemos crisis para todo el año y lo que quede del próximo.

Y para ello se habla ya de un fondo. Un fondo sin fondo o una multitud de fondos, vaya uno a saber. Pero el fondo no se crea por arte de magia sino por la imposición de dinero por parte de los trabajadores, de los empresarios, de los contribuyentes, de los asegurados…. Así hemos oído hablar de los fondos de pensiones, de las prestaciones para el desempleo, de la garantía de entidades financieras y como no, la del consorcio de seguros, del fondo de garantía social e incluso se ha llegado hablar para el pago de las manutenciones impagadas por parte de los conyugues.

El fondo más universal de todos, el del Consorcio de seguros, define claramente el espíritu de los demás fondos. Así, todos los vehículos asegurados en su recibo anual de la póliza pagan un porcentaje de este fondo. Si un vehículo, sin seguro, y además culpable del accidente , al que habrá que añadir la casi siempre declarada insolvencia de su conductor, colisiona contra el nuestro, mi aportación, la del vecino y muchos otros cuantos, aportarán el capital mínimo para poder arreglar –en parte- los desperfectos ocasionados.

Y sigue habiendo más fondos conocidos. Este es el caso que más me ha sorprendido cuando ha caído en mis manos una sentencia de un juzgado de lo social. Según se desprende de la lectura de la sentencia, una joven, y hace de ello un par de años, encontró trabajo de “canguro” por medio de una revista local. Cuando llevaba trabajando –sin estar asegurada ni nada- un mes y algo, encontró otro trabajo en el que la aseguraban, por lo que procedió a avisar a la madre del niño que cuidaba, de que al cabo de quince días dejaría de trabajar para ella. Y al principio todo muy bien.

Los problemas empezaron cuando tuvo que cobrar el mes y las correspondientes horas extras. Empezó a recibir largas de la susodicha madre, para terminar con el consabido de que era insolvente y que no pensaba pagarle la mensualidad. A la postre hay que añadir que la misma trabajaba en un negocio familiar, cobraba del paro ya que no estaba afiliada a la SS por su progenitor, y llevaba una vida de lo más progre, con sus salidas nocturnas y vehículo nuevo, aunque eso sí, seguía siendo insolvente.

Insolvente y desaparecida en combate. La misma no compareció ni a los requerimientos de conciliación ni a los del juzgado tantas veces como fue notificada. Y la sentencia se dictó en el sentido de condenar a la misma al pago del salario debido, extraordinarias incluidas y los intereses devengados, y las costas del juicio, claro. Aunque eso sí, sí compareció en la ejecución de la sentencia con la declaración de insolvencia. Ni coche a su nombre ni subsidio de desempleo ni mucho menos la paga del papá, figuraba en su declaración. Pero por suerte la estafada tampoco quedaba desprotegida. La ejecución de la sentencia dejaba opción a que la joven impagada pudiera presentarse ante el fondo de garantía social (FOGASA) para que este fondo se hiciera cargo de dicho pago. ¡Y suerte que la joven en cuestión también estaba en insolvencia y obtuvo el beneplácito de la justicia gratuita!. Que si no…..

Hasta aquí todo muy bien. Lo que ya no está tan bien, nada bien, es que entre todos tengamos que pagar este sueldo impagado y esta justicia gratuita, cuando el culpable, aquella madre irresponsable para con sus trabajadores, aquella persona que a pesar de cobrar el subsidio de desempleo estaba trabajando en el negocio familiar, aquella persona que a pesar de los pesares, necesitaba dejar a su hijo a cargo de una canguro para ella ir de juerga en horario nocturno, no satisfaga ningún fondo, ninguna contribución al estado de bienestar de la que ella se beneficia.

La declaración de insolvencia -en según que casos- llegará a ser patente de corso de difícil erradicación en una sociedad en la que de cada día más individuos se irán acogiendo, si alguien no tiene alguna brillante idea de ir acotando su ingreso en dicha sociedad.

Cada vez, puede que sean más los que se acojan a estas ayudas, los que eviten cotizar a la SS, los que eviten cotizar para el desempleo y para la jubilación. Mientras existan estos y otros fondos, mientras tengamos que pagar al conyugue del maltratador y éste se pasee por la calle; mientras tengamos que pagar la manutención de los críos del conyugue separado y deudor de la contribución alimentaria y éste se pasee con deportivo nuevo; mientras para cobrar de estos deudores tengamos que pagar dos veces la justicia –la de la víctima y la del delincuente-, España no irá bien. O lo que es lo mismo, perderá el tren.

Europa ya se recupera de la crisis. EEUU también. España, es más social, sí. O no. Vaya usted a saber. Cobramos menos que en Europa. Tenemos menos servicios que en Europa. Tenemos menos educación, menos medios, menos…. Aunque eso sí, según las noticias, tenemos más paro, más corrupción, más políticos imputados, en vías de estarlo, y muchos que se habrán librado por el momento dado el blindaje que imprime el no ser oposición.

Si hubiera tan sólo voluntad de que a estos declarados insolventes con coche y juerga incluida, se les tutelaran las pensiones, subsidios y haberes que obtuvieran, algo más equitativo sería la igualdad social en este país nuestro. Habría por tanto más garantía de que los sinvergüenzas, los estafadores de guante blanco, les resultaría más difícil beneficiarse de las aportaciones de quienes en definitiva vivimos más austeros que ellos mismos.
Agosto 2009

SALVO COMPLICACIONES

Término éste muy usado en todos los pronósticos médicos. Salvo complicaciones el paciente sanará o mejorará. Aunque también hay que decirlo, no solo los médicos son cautos en sus diagnósticos. Arquitectos y demás técnicos, profesionalmente relacionados con la construcción, suelen referirse a los “vicios ocultos” y en los temas jurídicos el “supuesto” y “presunto” también hacen de vía de escape ante la responsabilidad en los fallos de pronóstico.

Y no es que todos estos profesionales del variopinto abanico laboral de técnicos y profesionales tanto públicos como privados, no estén seguros de sus decisiones y afirmaciones, sino simplemente es dejar un comodín libre, por aquello de que si la previsión falla, dejar un tanto por ciento de casuística libre, a fin de explicar la contrariedad habida.

La gripe porcina, la “A” o la ya denominada como A/H1N1, nos tiene preocupados. Ya nos tuvo con aquello del negocio del cerdo y no digamos de la entrada de la temporada turística y la tan cacareada crisis. Pero lo superamos. Y ahora mucho más nos tiene preocupados la mala comunicación o incomunicación a la que se nos tiene postergados.

A fecha de hoy, da la sensación que vamos pasando días sin una política clara y segura de qué medidas hay que tomar, y sobre todo, como prevenirla. Hace ya semanas, salía publicado que en el Reino Unido para evitar el colapso de potenciales usuarios de la red de consultorios y hospitales, se había diseñado la estrategia de habilitar un teléfono al cual podrían acudir tanto pacientes como familiares, donde un especialista –en caso de confirmarse la enfermedad- emitiría un tratamiento, el cual sería tramitado directamente a la farmacia que se le asignara, evitando así el colapso en la red sanitaria. Hace pocos días, una comisión de expertos españoles se reúne con la ministra del ramo y se acuerda la creación de un teléfono dónde atender a los posibles afectados. ¿Para esto una comisión de expertos?.

Y la población sigue igual. Desorientada, alarmada o cuando menos preocupada. Y hay motivos para ello. Sobre todo tras la noticia emitida por la mismísima titular del ramo, quien predijo unas ocho mil victimas a causa de la gripe A, en España. ¡Toma ya! ¡Y aún no hemos llegado a la decena!, pensará alguno.

La vacuna ya está aquí. El cuarenta por cierto de la población será vacunada, -y sigue la noticia- si se confirma la efectividad de la misma. ¿Y el sesenta por ciento restante? ¿Acaso, salvo complicaciones, no se van a infectar? Peligro otra vez. La Comunidad de Madrid prohíbe las vacaciones durante el mes de septiembre a los profesionales sanitarios. Más alarma. Se habla de retrasar el inicio del curso escolar…. más alarmismo.

La vacuna ya está aquí, sí. Y el virus, casi. Habrá que esperar ahora al periodo normal de la gripe, no sea que nos adelantemos y dejemos al mismo fuera de nuestras fronteras. Y es que de allí nos vino, desde fuera de nuestras fronteras. Y más alarmismo cuando, una vez detectada la presencia en México, veíamos por la televisión como los aviones desde México, aterrizaban en Madrid sin ningún control, ni de identidad ni sanitario, incluso con la sorpresa de los viajeros ante la incertidumbre de si eran o no posibles portadores de dicho virus.

También desde sus inicios se propagó el rumor de que dicho virus había sido producto de un laboratorio y diversas fueron las supuestas causas que se propagaron como causa de esta, supuesta fuga.

Y la gripe no nos asusta. O no debería de asustarnos. Al menos si no se hubiera hablado o no hablado de la misma. Si la estadística mata a ocho mil españoles al año en cada visita anual de la gripe, ¿por qué preocuparnos por menos de una decena actual? ¿Qué hubiera pasado si nuestras autoridades de Madrid, hubieran sido más sensatas y hubieran aconsejado cómo prevenir la cepa de este año en vez de seguir el juego del alarmismo?.

Me imagino a otro titular de la cartera, y por supuesto a otro invicto presidente, diciendo que ante la que se espera nueva cepa de la gripe, se aconseja a la población que se vacune –eso sí, con el sobrecoste del total de la población, con crisis incluida- contra ella.

Además, podrían recomendar que se realizaran gestos profilácticos –que se laven las manos con asiduidad, que no se bese, ni se de la mano, que se use pañuelos desechables, etc……- E incluso, con el comité de expertos incluidos, que se informara que si aparecieran uno o varios síntomas como son de fiebre súbita a 39 º C, un dolor de cabeza intenso, frecuentes escalofríos, extremo cansancio, leve dolor de garganta, tos seca continua, intensos dolores musculares y/o intenso ardor de ojos; síntomas éstos que se diferencian de la gripe estacionaria, que extremara las medidas para evitar el contagio y que se dirigiera a un centro de salud.

Y ya estaba. Nadie se hubiera alertado. Es más, todos se hubieran prevenido en sus posibilidades, y a esperar la primavera. Pero no, somos así y no nos cambiarán. Nos gusta el morbo. Nos gusta medio decir, medio negar. Y así nos va. Media España –cuarenta por ciento- esperando ser vacunada. La otra media España esperando que el virus, el estornudo y el apretón de manos, le pase desapercibido.

Y al final, sólo será eso, una gripe. Ni más ni menos. Salvo complicaciones, claro.

Agosto 2009

EDUCAR CON EL EJEMPLO

En la playa. Unos niños juegan a la construcción de los típicos castillos y torreones de arena. Unos padres a cobijo de la sombrilla echan de tanto en tanto una ojeada a los mismos. Son catalanes, pero podrían ser de cualquier rincón de esta España nuestra. Aparece un helicóptero en escena. Es de los que se dedican a la extinción de fuegos forestales. La imagen cautiva la imaginación de los pequeños.

.-“De mayor quiero ser bombero de helicóptero” lanza al aire uno de los críos.
.-“Pues yo, quiero ser político, de estos que salen por la televisión y ganan mucho dinero”, ataca otro de los pequeños constructores de torretas y torreones.
El primero, por aquello de no perder la iniciativa que había emprendido justo divisar aquel helicóptero sobrevolando sus cabezas, incide en que él no quiere ser político, porque “para ser político hay que decir muchas mentiras. ¿verdad, papi?”.

Aquella ocurrencia del crío despertó una risa incontrolable de los mayores cobijados del sol, pero a su vez, un “arena trágame” debió sobrevolar las canas incipientes del progenitor del susodicho crío.

El progenitor de marras intentó aclarar el desaguisado aclarando la posición tomada por el crío: “No todos, pero algunos sí, hijo. No todos”. Y el padre salió airoso de aquella contrariedad, eso sí con la complicidad de los demás presentes. ¿Qué hubiera contestado un adulto en una encuesta anónima? Pues lo mismo, o elevado al cubo….. Pero el problema se planteaba otro.
El crío acude a un colegio público y en algún momento, alguien se interesará por su educación politico-social, por llamarla de algún modo. Y no sería políticamente correcto que contestara con tal afirmación en caso de pregunta. Ya se imaginaba que tras ésta, el profesor intentaría reeducarlo con una frase políticamente correcta, a lo que sin duda, el crío replicaría con el consabido “ No es verdad. Mi padre me dijo que los políticos dicen mentiras”, para tal vez añadir, “y mi papá lo sabe todo, todo, todo….” como dice el anuncio.

La anécdota fue motivo de debate entre los progenitores. Mientras, las progenitoras seguían en la faceta de elenas salgados arreglando la economía familiar, que ya es mucho. Ellos, en cambio, se encamisaron el papel de políticos y salió a debate el recién fallado archivo de la causa contra el presidente de Valencia.

Aquellos hombres de a pié no entendían como alguien podía anunciar a los cuatro vientos que estaba muy contento con el presidente del tribunal que conocería del tema, ya que el mismo era muy amigo suyo. Perplejos los dejó, tanto el comentario del presi , como de ser verdad este comentario, la no inhibición del presidente del tribunal. Pero eso no es tan importante como el fallo en sí. Al parecer el fallo viene a decir que, entiende que los trajes no los pagó el presi, pero que no tienen nada que ver con un pago solícito de favores. Pero la mentira está allí. El presi, había mentido en el juzgado, en las Cortes Valencianas, en los medios de comunicación, y donde hiciera falta. Y esto era una verdad, al menos, una verdad jurídica.

Y el crío tenía razón. Los políticos son mentirosos. El padre también podría tenerla. Algunos puede que lo sean. Ahora el juez lo ratificaba.
Entre fallo y noticia, entre sol y sol, aquellos progenitores se apresuraban a buscar soluciones. Lo que positivamente viene a decir “ocuparse y no preocuparse” del problema. De pronto repasaron el abanico nacional de casos y más casos de corrupción, y la cosa estaba chunga. El tema de Palma acababa de saltar a los medios y era el no va más. Necesitábamos una oposición fuerte, pero una oposición con poderes suficientes para el control de todo y de todos.

De todos es sabido que cuando una tendencia política pierde el poder, la nueva formación que toma las riendas del gobierno, destapa todas –o casi todas- las irregularidades habidas y por haber. Así, la alternancia en el poder, sería una solución, un seguro para el contribuyente. Pero ello –la alternancia- no sería ni legítimo ni democrático. Las urnas son quienes tienen que determinar la composición de los gobiernos. Pero a la oposición hay que darles más medios de control. ¿Por qué no obligar que la oposición sea cual fuere su número, fiscalizara el control del gasto público? Así en teoría, o todos mojarían de las ganancias –con el consabido reparto de dividendos- o simplemente se abstendrían de enriquecerse a cuenta del ciudadano.

Es más, restaban importancia a la noticia aparecida por la que el Consell tenía reglamentado el destino de los regalos, dádivas y demás que recibían los cargos públicos en ocasión de sus cargos. Y uno se pregunta qué se entiende como regalo a cargo público, ¿solamente el regalo que se recibe en un acto oficial o protocolario, o aquel regalo que pueda recibir el político de turno, en su domicilio cuando se acerca la Navidad?. ¿Acaso el que se recibe en el domicilio es en razón del cargo, o simplemente lo recibe como persona particular y privada? ¿ cómo averiguar cada caso?.
Y es difícil de creer, por cuanto algunos políticos ya empiezan de hablar de cantidades. Ha aparecido ya la cifra de setenta euros como límite aceptable. ¿Y si son varios de setenta cada uno?. Lo que sí está claro es que la educación es ejemplo. Y lo que si estaba claro es que antes de obligar a una educación para la ciudadanía a unos críos indefensos, mejor empezar por la clase política, alguna de ella, muy “mal educada”, según se desprende de algunas sentencias o fallos judiciales.

Y es que si hay que educar con el ejemplo, mal lo tenemos entonces. Hoy día, o se miente, como en el caso de Valencia, o se equivocan, como suele decir nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero por más señas. Al menos, la categoría tiene algo que ver en la resolución del caso. ¿Quien miente se queda en la comunidad y quien se equivoca, llega a la Moncloa?

Pensándolo bien, es un aliciente.
Buen ejemplo para las futuras generaciones.
Y eso que aún no está todo dicho, judicialmente hablando, claro.
PUBLICADO EL 11 AGOSTO 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

GRAN HERMANO ¿LA SOLUCIÓN?

Cuando en el año 1949 Eric Arthur Blair plasmó su condena a la sociedad totalitaria en su novela “1984”, ya nos alertaba de hasta dónde puede el ser humano ser esclavo de si mismo. Diez años más tarde, EKIN y ciertos sectores de las juventudes del PNV se fusionan y crean la mayor banda de asesinos que haya tenido España. Sesenta años del primero y cincuenta del segundo, ambos eventos aún están en la actualidad de nuestras vidas.

La televisión anuncia la aparición de la temporada número once del programa basura con dicho nombre. Casi en la misma fecha, la misma televisión y demás medios de comunicación, se ven obligados, por imperativo de unos mal nacidos, a retrasmitir los funerales de los dos últimos guardias civiles asesinados por la banda de asesinos.

Semanas antes, estos mismos medios de comunicación daban cuenta de unas pulseras para el control de los maltratadores. Semana más, semana menos, unos agresivos entran en una casa de campo y maltratan a sus ocupantes. La vieja creencia de que la insularidad es un seguro en cuanto a hechos delictivos por aquello del efecto ratonera, se demuestra en desuso. El presunto rumano ya se le supone fuera de nuestras fronteras por mucho que aquellas pateras que en su día no existieron llegaron a la orilla. Y es que la globalización existe para todos.

Los efectos ratoneras han pasado a operaciones jaulas y el resultado se le supone el mismo. Y en menos de setenta y dos horas, las voces ya clamaban para que el turismo no se resintiera. Y es que lo llevamos en los genes.

Tras el 11-S viajar en avión nos supone una merma en nuestra libertad y en nuestra intimidad. Tras el 11-M y después de cinco años y más, las compañías telefónicas que operan con telefonía móvil tienen la oportunidad, con la excusa de las detonaciones vía móvil, de conocer a tanto cliente anónimo que utiliza las recargas como sistema de ahorro. Ahora sólo restará que alguien, por aquello de la seguridad, de la prevención y demás, se le ocurra actualizar a George Orwell y llevarlo a nuestros días.

Me imagino con un chip colocado bajo la piel. Me imagino un satélite detector de cada chip. Me imagino un gran ordenador, un programa tipo Google Earth y una copia de seguridad con los movimientos de los últimos diez días, pongamos por caso. Me imagino que conocer la identidad de quienes entraron en la casa de campo, y conocer la actual ubicación de aquellos chips, no tendría por qué representar problema alguno. Tal vez ya habrían salido de la isla, si, pero su localización –y más ahora sin fronteras- estaría disponible al momento. Igual ocurriría con quienes usan el temporizador para hacer explosionar sus ansias de muerte y dolor. Retrocederíamos –iríamos al pasado, creerá alguno- y encontraríamos la respuesta en el presente.

Y muy por seguro que muchas voces levantarían la voz exigiendo legalidad, derechos e intimidad. Aquella misma intimidad a la que rehusamos cada vez que decidimos viajar a EEUU, a un país árabe o asiático, sería exigida para convivir entre nosotros, en una civilización de libertades, aunque cada vez está más cerca de la vía de extinción.

Pero el problema ya no sería el pasado ni el presente. Ni la intimidad ni los derechos. El problema sería que difícilmente aquellos chips señalarían el futuro de aquellos asesinos, o al menos, el futuro que nos gustaría conocer de ellos. El ministro de la cosa interior, dice que ahora ya no es posible el diálogo. ¿Cuál, el quinto, el sexto, o el undécimo?. Todos creemos saber cómo terminará ETA. Otra cosa es lo que deseemos.

Y creemos saber que no terminará precisamente entre rejas, no. Y es triste que tantos centenares de muertes hayan sido en vano, por mucho que nos lo repitan tras cada atentado. Es triste que individuos –no me atrevo a llamarles personas- que son capaces de matar a otro ser humano, y no mostrar ningún tipo de arrepentimiento ni remordimiento interior, puedan gozar de más derechos, de mayor calidad de vida, y seguramente de un mejor futuro que todos nosotros, y que los familiares de las víctimas, y que sus compañeros…

“1984” sin duda se refería a la sociedad comunista y al control de este estado comunista sobre el individuo. En el 2009 –y antes-, este control se ha impuesto, sí, pero no es el Estado, ni son los poderes. O al menos, en aquel sentido. Son otros quienes controlan nuestras vidas, quienes disponen de ellas.

El comunismo, a pesar de haber perdido poder y presencia en el mundo, aún le quedan reductos de éste, como es el caso de ETA. Reductos que nada tienen que ver con aquella filosofía de Marx ni Engels. Pero allí está, disfrazado de nacionalista, disfrazado de buscador de libertad, disfrazado de todo lo que, entre unos y otros, dejamos que sea. Igual ocurre con el terrorismo islámico, que también nos acecha. Y al que intentamos disfrazarlo de víctima lleno de rencor.

Y por ellos, por culpa de ellos, ya nos controlan en el aeropuerto, por ellos perdemos intimidad en nuestros desplazamientos, por ellos, quien sabe si nuestras conversaciones telefónicas están almacenadas, nuestros e-mails, nuestros ordenadores…. Y ellos siguen matando. Algo falla en este control. ¿Habrá que colocar más cámaras? ¿Habrá que cambiar de controlador?

La respuesta es más sencilla. Con sólo ejemplarizar el castigo, muchos actos delictivos se hubieran evitado. Con el cumplimiento de las penas impuestas, muchos no hubieran tenido ocasión de reincidir. Con haber despolitizado la justicia, muchas conductas seguirían siendo reprochables. ¿Tan difícil es que quienes ostentan el poder se preocupen por las víctimas? ¿Tan difícil es que quienes ostentan el poder, piensen que los próximos pueden ser ellos?.
Seguramente descartan esta opción. De lo contrario, tal vez este escrito no hubiera tenido razón de ser.
PUBLICADO EL 6 AGOSTO 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

UN PAÍS DE AUTÓNOMOS

Y va en serio, como siempre, vamos. España tendrá su salida a la crisis tomando dirección hacia los autónomos -Federico dixit- País, patria, nación, comunidad, estado, autonomía, tanto da el sentido que quiera dársele al término por parte de los partidos, a esta tierra en que de una manera u otra convivimos todos los que estamos, la solución viene por hacerse uno autónomo.

Y la historia no es nueva. Hace años que algunas empresas ya vienen utilizando este sistema en la contratación de personal. Tras el fallido o inesperado resultado que obtuvo aquel invento de las llamadas “empresas temporales” en las que el demandante de empleo en algunos casos parecía subastado al mejor postor, se pasó a la creación, eso sí, de una legión de autónomos cualificados, los cuales eran contratados por trabajos específicos previo coste estipulado y sin responsabilidad alguna en cuanto a costes sociales por parte de la empresa contratante. Y de esta forma muchas pequeñas empresas, sobre todo de tipo unipersonal y familiar, se fueron salvando de la quema, en un periodo pre-crisis.

Algunos años después, ahora, en plena crisis ya, el Gobierno, nuestro siempre invicto ejecutivo, deja a empresarios y sindicatos a la deriva, como si preparara, como si necesitara crear una nueva crispación en el ambiente, por aquello de los otrora otoños calientes. Y como no, sacar rédito de toda esta crispación. Devolvernos a las premisas que hicieron posible en su día, toda revolución de pensamiento, hacerse más necesarios y retroceder décadas y décadas de avances sociales. El talante –que no talento-, poco a poco se transforma en tirante. Y en ésta, estamos.

Federico desde que probó els raors del CIM, está menos agresivo en cuanto al partido en el gobierno. Parece como si aquellas dádivas de las que tanto se hablan hoy en día –ahora ya ponemos límite de los setenta euros-, aquellas sardinas, arenques, bolsos o vaya uno a saber, también hubieran visitado su teclado y le dejaran con menos argumentos con que disentir de las decisiones – o indecisiones- del ejecutivo.

Estos días, tras la reunión del ejecutivo en Palma en Consejo de Ministros, Federico le entró el gusanillo de antaño y vía e-mail les reprochó el gasto para las arcas del Estado de tanto viaje, de tanto traslado, pero no cuajó. Al poco, un avión militar de los usados en la campaña electoral de nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas, aterrizaba en el aeropuerto y trasladaba a nuestro ya invicto Federico a presencia del Consejo.

Ni raors ni ensaimadas, ni café ni puro. Estamos en crisis, le replicó la portavocía del mismo. ¿ Y qué hago yo aquí?, preguntaba a su vez un Federico un poco extrañado.
-Pues nada, le contestaban desde el ejecutivo. Nos ha llegado noticias de que tiene ideas acerca de solucionar la crisis, y antes que vaya a la competencia, queremos conocerlas y si acaso, ponerlas en práctica. –continuaron los encamisados veraniegos-
.-¿Desde cuando escuchan ustedes al populacho? ¿Desde cuando son capaces de aceptar que otros que no sean de su partido, puedan tener ideas positivas?, preguntó un Federico de antes, muy cambiado al actual.
.-Lo que ocurre –seguía insistiendo desde la portavocía- es que se nos ataca por sistema, sin dejar que expliquemos los motivos por los que actuamos de una forma y no de otra. Si se nos conociera mejor, muchas serían las voces ahora críticas que cambiarían de parecer.
.-No me convencéis, no. Pero al fin y al cabo, sin que vuestros votos lo autoricen nada podrán hacer otras voces, así que mejor que empecemos con vosotros, quienes ostentáis el poder del ejecutivo, del legislativo y quien sabe del judicial. La táctica es la que se empezó antes de la crisis oficial, pero que con la llegada de la misma se dio de bruces con el suelo.

Muchos empresarios intentan salvaguardar su empresa sacrificando si cabe a los empleados. Y es lógico que así sea. Antes de perder la empresa, sacrifican un número determinado de productores. Y a esperar tiempos mejores. Se ahorran pagos a la SS, los salarios mismos, y un montón de cargas de difícil previsión, dadas las actuales características del mercado. Y si la coyuntura económica lo permite, buscarán la participación externa sin compromiso contractual para llevar a cabo sus pedidos. Por tanto, si es capaz de contratar un producto externo, ¿porqué no exteriorizar al empleado?.

Así las cosas, todos los asalariados pasarían a ser autónomos, contratados según las necesidades de la misma empresa. Si no se contrata, pues no se trabaja ni cotiza. Si se contrata, se cobra un sueldo por horas trabajadas, sin retención, ni SS, ni descuento alguno. Será el propio autónomo-trabajador quien cotice a la SS y practique las retenciones que se determinen.

Los bancos ofertarán nuevos productos en planes de pensiones, subsidio de desempleo, y ellos mismos pondrán a la práctica oficinas de control de fraude. Será como reinventar el sistema, claro está, más acorde a la actual situación, con un control más externo y por supuesto, con unos parámetros más capitalistas que las actuales. ¿Acaso no es el dinero quien mueve al mundo, a la economía, a la crisis misma?.

También está claro que luego, a la larga, en el impasse entre que la cosa cuaja y que el Estado se fortalece, la educación –parte de ella-, la sanidad –otra parte-, se privatizarán –en parte- y cuando el Estado levante cabeza, seguro que algunas de estas tendencias quedarán arraigadas en manos capitalistas, pero ¿acaso no se nos amenaza desde hace años del co-pago en la sanidad pública?.

Y las pensiones y el desempleo también, claro. Donde haya más demanda de seguridad, allí estarán las entidades con dinero suficiente –prestado antes, eso sí, a fondo perdido por el Estado de todos-.

.-Si, ya, claro. Con un control detectivesco de las entidades bancarias hacia los trabajadores y no digamos cómo serán las políticas de contratación. Que si avales, que si curriculum vitaes, que si antecedentes profesionales, culturales, sociológicos…. Vamos, como en las peonadas andaluzas.

.-En teoría no habrá diferencia en el control, dado que éste debe de existir ¿no?. ¿Acaso no nos controla Hacienda sobre lo que tenemos y dejamos de tener? ¿acaso no existen tendencias o diferentes perfiles en la contratación de personal? Lo que ocurrirá es que en vez de producirse en una institución pública, será la privada la que controlará la contratación del personal. Será como si se exteriorizara la prestación de un servicio, tan de moda hoy en día en la administración. Como si se exteriorizara las antiguas oficinas de empleo, las mal llamadas actualmente, oficinas de desempleo, vamos.

.-Ya, y el coste, ¿que?. –fiscalizaban desde el ejecutivo.
.- Inferior al actual. Si hoy en día en un taller nos cuesta setenta euros la hora de un operario, y al mismo sólo se le abona veinte euros la hora, por aquello del beneficio industrial, el pago de la SS y demás cuartos y excusas, con este sistema el consumidor costeará estos veinte euros la hora, y el consumo aumentará, el trabajador cualificado seguirá trabajando y cobrando lo mismo. La seguridad social decrecerá ingresos y gastos, y los bancos, aumentarán beneficios.

-¿Y los menos cualificados, qué? –siguieron preguntando desde la portavocía.
.-Pues, si no trabajan bien, pues no van a ser contratados, o como mucho, serán los últimos en vestirse el mono, y por tanto no van a cobrar, así de sencillo, contestó un poco contrariado, un Federico que se daba cuenta que su proyecto había tocado fondo.
.-Pues puede usted volver a coger el avión, y volverse a casa. Esta propuesta antisocial, no nos interesa, le contestaron desde la portavocía. También le advirtieron que no intentara vender el producto a la competencia ya que ellos la vetarían.

Así, sin proyecto futuro, sin raors ni razón, sin ensaimada, fue despachado de un Consejo, del que no pasó del primer filtro. ¿Y para esto cuatro viajes de un avión militar? –se preguntaba a su vuelta a casa.

.-¿Y si les hubiera dicho la verdad?, se preguntaba Federico una vez recuperado del enfado primario. ¿Y si les hubiera contado que esta idea me vino observando la forma de actuar de un cabecilla del sur? . O del norte, según se mire…..

¿No me habré expresado bien? ¿Habrán confundido autónomo con autómata? No, seguro que no, que de lo contrario hubiera aceptado la propuesta. ¿Acaso la presentarán como suya en alguna reunión del consejo de política social?. Las dudas hicieron presencia en aquella mente que sólo buscaba un descanso veraniego. ¿Por qué tuve que recriminarles el gasto de aviones?, siguió recriminándose a si mismo aquel Federico que un día, intentó cambiar de talante.
PUBLICADO EL 2 AGOSTO 2009, EN EL DIARIO MENORCA.