UNA VEZ AL AÑO……..

Dice el refrán que …no hace daño, pero eso dependerá de qué es lo que se ha osado a hacer. En mi caso, será el de saltarme mi autocensura. Durante el resto del año he intentado no saltar aquella línea divisoria que cada uno nos marcamos y que a veces, incluso erramos.

Palmo más, palmo menos, suele significar que el políticamente sea correcto o no. Este escrito pretende ser incorrecto al cien por cien. A sabiendas, claro. No hay presunto ni supuesto que valga. Culpable, diría la valoración del fiscal. Inocente diría el reo conocedor de su derecho a la libertad de expresión. Interpretable, diría el gobierno de los jueces. Y el juez, ¿qué diría el interpretador nato de la ley? Pues difícil. Difícil sería adivinar lo que podría diagnosticar un juez, teniendo en cuenta que podría haber una interpretación por cada interpretador de la misma.

Hoy no toca hablar de jueces, hoy hablamos –escribe uno y leen los demás- de aconteceres de estas últimas fechas que a uno lo anonadan. Atontan más bien. Te enteras que el presidente de la CEOE, o sea, de la patronal, lo es también de Air Comet. Y que esta última ha dejado en tierra a miles de personas. Y lo que más te preocupa es que millones y millones de euros del erario público vayan a arreglar los desaguisados del fiasco de dicha compañía.

Tampoco te preocupa que la ministra del dinero público diga que Díaz Ferrán –siempre puede salir algún otro ministro, diciendo lo contrario- sigue siendo un interlocutor válido mientras siga siendo presidente de la CEOE, pero lo que si te preocupa es que la patronal siga representada por dicho señor. Pero la crisis, es la crisis. O al menos, la excusa de todo.

O de casi todo. Dónde no se usó como excusa, fue precisamente en las cuentas del Vive Menorca o cómo se venga en denominar actualmente. Y también me preocupó la contestación dada a la pérdida, extravío o quien sabe qué, de los veinte y tantos millones de pesetas que se fueron sin dejar rastro documental. Y no me preocupa la no contestación de los socios porque problema de ellos es. Me preocupa la no contestación de la administración pública.

Me preocupa como contribuyente, que tres administraciones a las que de una manera u otra mantenemos con nuestros impuestos, no hayan exigido una auditoría externa para conocer el destino de estos millones que pocos saben dónde han ido. Y me preocupa porque puede que algunos euros de éstos, hayan sido aportados –contra mi voluntad, también hay que decirlo-, por mi bolsillo.

Y me preocupa también, porque estas instituciones de la caridad bajo subvención, en cierta forma democrática, han sido constituidas con mi granito de aportación. Y ellos son quienes deben exigir transparencia. Y la justicia, como no, de oficio si acaso, estudiar este palmo más o palmo menos que separa la legalidad de la ilegalidad.

Y son muchos quienes deberían hablar en vez de callar. Pero hay crisis, la misma que provoca que muchos faltos de conocimientos, aptitudes y actitudes, se aprovechen del nombre y busquen excusa de su fracaso, enmascarando a quienes de verdad, se ven inmersos en tanto fracaso colectivo, de planificación, de resolución.

Y encontrándose uno ya en las últimas –palabras del escrito, me refiero-, intenta comparar situaciones nada lejanas. Los medios de comunicación vuelven hacerse eco de Haidar. Y a uno ya no le queda otro exabrupto mental que preguntarse si también hará alguna huelga de hambre para exigir su liberación o por el contrario culpará de nuevo a España de su situación. Y sus seguidores… ¿qué dirán sus seguidores?

Al final, todo seguirá siendo un tema interno. Tanto de la empresa, de la patronal, como del baloncesto, como de Marruecos. …

Y mi bolsillo interno, aquel que se queda ya sin fondos, le recomienda –sugiere, suplica- a nuestros iluminados mandatarios, que por eso mismo, por ser tema de alcoba, de puertas hacia adentro, procuren no malgastar estos dineros que tanta falta nos hacen. Y no intenten buscar el plan B, porque por desaguisados ya tenemos a los planes E, a la gripe A ¿?, y demás letras del abecedario.

Bueno, al final, uno no hace daño. ¿Y si son dos al año?

Bon Any 2010.
PUBLICADO EL 28 DICIEMBRE 2009, EN EL DIARIO MENORCA.