Recibí hace poco un e-mail de don Federico, y como asunto llevaba por título “soluciones a golpe de diccionario”. Me pareció extraño, más teniendo en cuenta que sus apariciones suelen ser en las antesalas electorales y aún faltaba algunos meses para las municipales, y no digamos para las generales. Lo abrí, y como texto, sólo había un enlace que me dirigía a una noticia comentada sobre los cambios que se proponen en la ortografía del castellano. Bueno, no esta mal, pensé. Pero algo no me cuadraba en aquel asunto. ¿Dónde estaban las soluciones?.
No tuve otra opción que pasar al plan B, por mucho que le pesara a la ministra de la cosa económica. Haciendo uso de la tarifa plana llamé a Federico –desde que se hizo progre, ha perdido el don- para que me explicara el significado de aquel e-mail, y del susodicho “asunto”. Tras las salutaciones de rigor, pasamos directamente al meollo de la cuestión. También es verdad que la provocación vino de mi parte….
.-¿Diccionario o talonario? , le pregunté para entrar ya en el tema
.-¡Diccionario!, me respondió, aunque el talonario también actúa, también. Pero el diccionario resulta más económico y más rápido. Y si no , tiempo al tiempo.
Uno ya no sabía que pensar. ¿Qué tendría que ver el diccionario, y el proyecto de algunas rectificaciones , con solucionar el paro, la crisis y tantas y tantas cosas como las que actualmente padecemos. ¿Acaso con cinco millones de diccionarios finiquitaríamos el paro?. Pero no. Federico lo veía mucho más fácil. Al menos, en dos de los temas candentes : el Sahara y el fracaso escolar.
.-¿Cómo va arreglar el tema del Sahara y el fracaso escolar, con un simple diccionario? ¿Acaso no se da cuenta que ni el gobierno de EEUU, ni el de Francia y menos aún el de España les importa un rábano lo que les ocurra a los saharauis? Y sobre el fracaso escolar ¿no se da cuenta que las dictaduras se mantienen con la ignorancia de sus súbditos?
.-Por eso mismo tengo la solución a ambos problemas. El problema del Sahara se soluciona de lo más rápido. Imaginemos que los sabios de la cosa, deciden eliminar del diccionario la letra “h”, por cuanto es muda, sorda y además no se la oye. ¿Para qué mantener una letra parásita?
.-Usted ya me asusta. Me parece estar oyendo a algún miembro del Gobierno hablando de los funcionarios y la productividad….
.-Dejemos a los ministros con sus mismos collares, que si algunos sobran en la administración….., ya sabemos quienes son. Que de hablar, hablan mucho, pero de producir…, de momento sólo han producido cinco millones de parados…. Pero sigamos con el Sahara y la hache, muda, sorda y demás. Si al Sahara le quitáramos la hache, quedaría Saara, y si quitamos la repetición de la vocal por aquello de la estética, nos quedaría el nombre de Sara. Ahora los problemas ya no serían de los saharauis, sino de los sarianos.
.-Ya, como el Mahón-Mahó-Maón-Maó-Mô.
.-Una cosa parecida. Así, un día, un señor decide quitar algunas letras, y la que montamos al cabo de años…
.-¿Y el fracaso escolar? ¿Qué tiene que ver el diccionario con el fracaso?
.-Igual. Los alumnos seguro que se hacen un lío con tanto catalán, castellano, inglés…. Y no digamos si la b y la v, que si la j o la g , que si la c, ss, s, z, ç , qu, …., que si los acentos a la derecha, que si a la izquierda, que si el apóstrofe, que la diéresis, que si los pitos o las flautas. Nada. Todo eliminado. Una letra para la b-v, una para la j-g, una para la s-c-ss-z-ç y otra para la c-qu. Al menos, el fracaso escolar en la rama de letras, quedaría bastante solucionado.
.-¿Y en los de ciencias?. ¿Eliminaría los números tal vez? ¿Por qué no elimina también las palabras “crisis” y “paro”? Sería una forma de arreglar también los problemas que más preocupan a los ciudadanos…
.-Preferiría borrar otros términos. Tal vez, con uno sólo, arreglaríamos muchos problemas.
.-¿Cuál?
.-¡Político!.
No tuve otra opción que pasar al plan B, por mucho que le pesara a la ministra de la cosa económica. Haciendo uso de la tarifa plana llamé a Federico –desde que se hizo progre, ha perdido el don- para que me explicara el significado de aquel e-mail, y del susodicho “asunto”. Tras las salutaciones de rigor, pasamos directamente al meollo de la cuestión. También es verdad que la provocación vino de mi parte….
.-¿Diccionario o talonario? , le pregunté para entrar ya en el tema
.-¡Diccionario!, me respondió, aunque el talonario también actúa, también. Pero el diccionario resulta más económico y más rápido. Y si no , tiempo al tiempo.
Uno ya no sabía que pensar. ¿Qué tendría que ver el diccionario, y el proyecto de algunas rectificaciones , con solucionar el paro, la crisis y tantas y tantas cosas como las que actualmente padecemos. ¿Acaso con cinco millones de diccionarios finiquitaríamos el paro?. Pero no. Federico lo veía mucho más fácil. Al menos, en dos de los temas candentes : el Sahara y el fracaso escolar.
.-¿Cómo va arreglar el tema del Sahara y el fracaso escolar, con un simple diccionario? ¿Acaso no se da cuenta que ni el gobierno de EEUU, ni el de Francia y menos aún el de España les importa un rábano lo que les ocurra a los saharauis? Y sobre el fracaso escolar ¿no se da cuenta que las dictaduras se mantienen con la ignorancia de sus súbditos?
.-Por eso mismo tengo la solución a ambos problemas. El problema del Sahara se soluciona de lo más rápido. Imaginemos que los sabios de la cosa, deciden eliminar del diccionario la letra “h”, por cuanto es muda, sorda y además no se la oye. ¿Para qué mantener una letra parásita?
.-Usted ya me asusta. Me parece estar oyendo a algún miembro del Gobierno hablando de los funcionarios y la productividad….
.-Dejemos a los ministros con sus mismos collares, que si algunos sobran en la administración….., ya sabemos quienes son. Que de hablar, hablan mucho, pero de producir…, de momento sólo han producido cinco millones de parados…. Pero sigamos con el Sahara y la hache, muda, sorda y demás. Si al Sahara le quitáramos la hache, quedaría Saara, y si quitamos la repetición de la vocal por aquello de la estética, nos quedaría el nombre de Sara. Ahora los problemas ya no serían de los saharauis, sino de los sarianos.
.-Ya, como el Mahón-Mahó-Maón-Maó-Mô.
.-Una cosa parecida. Así, un día, un señor decide quitar algunas letras, y la que montamos al cabo de años…
.-¿Y el fracaso escolar? ¿Qué tiene que ver el diccionario con el fracaso?
.-Igual. Los alumnos seguro que se hacen un lío con tanto catalán, castellano, inglés…. Y no digamos si la b y la v, que si la j o la g , que si la c, ss, s, z, ç , qu, …., que si los acentos a la derecha, que si a la izquierda, que si el apóstrofe, que la diéresis, que si los pitos o las flautas. Nada. Todo eliminado. Una letra para la b-v, una para la j-g, una para la s-c-ss-z-ç y otra para la c-qu. Al menos, el fracaso escolar en la rama de letras, quedaría bastante solucionado.
.-¿Y en los de ciencias?. ¿Eliminaría los números tal vez? ¿Por qué no elimina también las palabras “crisis” y “paro”? Sería una forma de arreglar también los problemas que más preocupan a los ciudadanos…
.-Preferiría borrar otros términos. Tal vez, con uno sólo, arreglaríamos muchos problemas.
.-¿Cuál?
.-¡Político!.
PUBLICADO EL 21 NOVIEMBRE 2010, EN EL DIARIO MENORCA.