Y no es que me haya vuelto apocalíptico. Tampoco es que la psicosis nuclear que actualmente recorre el mundo me haya afectado ni que los ataques a Gadafi me provoquen insomnio alguno, simplemente es una realidad palpable, y sino inmediata, en un futuro próximo.
El causante de todo ello, ha sido nuestro ya ex invicto presidente. Más que el término causante, podríamos utilizar el de benefactor, incitador, procurador de tal medida. Él y su ferviente convicción al apostar por la I+D+I ha provocado que España sea pionera en la investigación en cuanto a la total eliminación de estas tan molestas e incívicas defecaciones de perros que pueblan muchas calles y aceras de nuestras ciudades.
Y más que él, la Universidad de Oviedo, y los profesores, alumnos e investigadores que han participado en este proyecto co-financiado por el Ayuntamiento de Gijón y la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado de Asturias. Y el invento, la I+D+I ha sido muy sencilla o muy compleja, a saber. Han desarrollado una especie de chip, el cual además de portar el número de identificación del animal para su lectura, permitirá que dicha identificación sea trasmitida mediante un proceso similar a la utilizada en medicina nuclear, a las heces de los animales.
Así, según explicaron los investigadores durante la presentación del proyecto, con un lector similar al utilizado por los veterinarios para la identificación del chip que portan dichos animales, se podrá analizar-leer las heces depositadas en la vía pública y con ello la identificación del can causante de la deposición. El paso siguiente se concreta con la identificación y posterior denuncia de su dueño.
Pero las rosas suelen tener espinas, y cuando la psicosis mueve opiniones y cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina, la rosa es más espina que flor. O al menos esto opinan los ciudadanos de Gijón que veían con este artilugio un nuevo argumento con que hacer campaña de ser uno de los municipios más limpios de España.
Y la espina ha sido un informe presentado ante la Comisión de Bioética del Senado por parte de un grupo de científicos en el que se denuncia un presunto uso de material radiactivo en la fabricación del mentado chip. En dicho informe, que será estudiado en dicha comisión del Senado, se expone que de ser ciertos los parámetros aportados en el mismo, de producirse una rotura en la cápsula protectora del mentado chip, podría producirse una emisión radiactiva –aunque reconocen en dosis mínimas- durante las primeras horas de la rotura de la misma y que podría afectar principalmente a niños y mujeres gestantes.
Coincidiendo con la presentación ante la Comisión de Bioética del Senado de dicho informe, se ha dado a conocer otro proyecto I+D+I promovido por el Ayuntamiento de Oviedo en colaboración con el Centro Asturiano de la Sostenibilidad, en el cual tratan de producir una mutación en el gen GLUD1 de los caninos, a fin de la consecución de un mínimo diferenciador con el gen derivado de los felinos, responsable de los hábitos sanitarios de los mismos.
Así, según explicaron los responsables del nuevo proyecto, de conseguir esta mutación, los caninos adquirirían comportamientos similares en cuanto a la limpieza en las deposiciones que sus compañeros domésticos, los gatos. Este comportamiento implicaría que las deposiciones serían enterradas por el propio animal, evitando así los molestos encontronazos deposición-calzado que se vienen produciendo desde que el perro y el hombre conviven en un mismo entorno.
Pero las espinas volverían a hacerse presentes en esta semana de I+D+I. Las autoridades europeas ya han advertido a sus homólogos españoles que esta mutación en el gen puede contravenir la normativa comunitaria. El Comisario responsable de Salud y Política de Consumidores, ya ha advertido que este proyecto podría estar incumpliendo la resolución de la Comunidad Europea de octubre del pasado año, mediante la que se suspendió temporalmente y por un periodo de cinco años, cualquier clonación animal.
Así las cosas, el I+D+I no ha tenido éxito. O al menos, en Asturias. Si lo primero puede resultar dañino para la salud humana, lo segundo roza con el juego a creerse dioses. Lo más fácil, lo más económico, se procuró por la misma facultad de Ciencias Políticas de la universidad asturiana. El decano emérito de la misma, abogaba por la incorporación desde los primeros cursos de primaria de una educación para el civismo, y con ello provocar sin traumas y sin un vuelta atrás, un ambiente más civilizado en el entorno ciudadano.
Poco ha durado en la exposición pública dicha propuesta. Esta tercera alternativa, ecológica, sostenible y saludable, ya ha sido contraatacada por quienes la acusan de provocar encubiertamente una aniquilación a la actual Educación para la ciudadanía. La integración de actualizaciones acordes con el tiempo y las necesidades detectadas mediante ítems y marcadores societales – a esta última-, tampoco han dado sus frutos.
Dicen los más optimistas, que todo ello es fruto del periodo preelectoral que estamos viviendo. Auguran que después de las elecciones, cuando las ruedas de prensa y las inauguraciones volverán al espacio público, se volverá sobre el tema. Su lema, el principio del fin.
Los menos optimistas, todo lo contrario. Su lema, el fin de los principios.
PUBLICADO EL 1 ABRIL 2011, EN EL DIARIO MENORCA.
* El día 1 de abril, Menorca, dado sus antecedentes británicos, mantiene vigente aún la tradición del día d'enganyar, lo que vendría a ser el día de los santos inocentes español. Este escrito viene a dar testimonio de ello, y así, sólo decir que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.