ACOMPAÑANTE DE ALQUILER

 

Aunque el título de la columna de hoy pudiera llevar a alguno a pensar en los habituales enredos de ciertos personajes sanchistas con sus “sobrinas” y en el generoso dinero del erario que aparece misteriosamente en esas historias, juro —como si de un político en campaña se tratara— que nada tiene que ver.  Y es una pena, porque esas historias al menos tienen morbo y un final previsible: todos imputados, nadie condenado y todos recolocados.

El título de hoy es debido a la coincidencia en una parada de autobús con un autoproclamado “crítico medioambiental”. O así al menos se hace llamar, con ese aire de superioridad de quien dice ser “progre” y parece tener acciones en Greta Thunberg S.A. El hombre repartía a diestro y siniestro, atacando la movilidad, los residuos y cualquier cosa que se moviera o dejara de moverse.

Una “área de aportación cerrada de residuos” situada enfrente, encendió la mecha. Era -y sigue siendo- lo contrario de lo que prometía. Vamos, que de cerrada nada, parece más bien una jornada de puertas abiertas

Del basurero pasamos a los aparcamientos: saturados, inexistentes, abusivos. El menú habitual. Que si faltan plazas, que si sobran coches, que si hay que crear más o menos… Y claro, salieron a colación los veleros —donde el crítico vive, dicho sea de paso— y las autocaravanas. Y ahí, sorpresa: esas, por arte de magia, no contaminan. Son sostenibles porque, como todo el mundo sabe, los barcos funcionan exclusivamente con viento favorable y las autocaravanas son veganas, ¿no?

Nuestro héroe verde pedía más autobuses, menos coches con un solo ocupante y, en general, que todos nos volviéramos escandinavos de un día para otro. Eso sí: ni una palabra sobre limitar las autocaravanas ni los veleros, que por lo visto flotan con energía limpia y producen oxígeno mientras navegan.

Y ahí, en pleno discurso medioambiental, me vino la revelación divina: ¿cómo demonios harán la compra quienes viven solos? ¿Llevarán un maniquí de copiloto para cumplir con la “ocupación mínima”? ¿Sentarán al abuelo embalsamado con gafas de sol para no pagar multa? ¿Adoptarán un perro y lo registrarán en el padrón como ser humano para que compute? ¿O surgirá un nuevo negocio de alquiler de acompañantes cuya única función será sentarse en el asiento del copiloto a cambio de quince euros la hora? Negocio redondo: contaminamos menos y creamos empleo.

Sólo faltará que Europa nos lo agradezca con un tren lleno de Fondos Next Generation.  Y si no llegan, siempre tendremos dispuesto al ministro Puente para mandarles un tuit dando explicaciones del tren.  O culpando al PP de ello.

PUBLICADO EL 21 DE AGOSTO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

PUENTE SI, PUENTE NO

 Ya tenemos tema del verano. Del verano 2025.  Ahora nos faltará la rutinaria y periódica manifestación con el lema de que “Menorca no se destruye” y como no, algún tímido corte de la carretera ante las cámaras.  Todo ello en la esfera pública.  En la no pública -que no privada-, desconozco si habrá alguna acción, como la que supuestamente le llegó al ministro de Sumar o no, pero conociendo los antecedentes lo lógico es que aquel autobús que en su día se paró en el proyecto de puente, vuelva a ponerse en marcha y esta vez haga parada en algún que otro despacho en el extranjero.  ¡Que para eso existen los lobbies!

Soy partidario del puente.  De la rotonda a dos niveles.  De la seguridad vial.  Del progreso. De todo lo que priorice la seguridad vial. Y añoro, como no, que el primer boceto del proyecto, aquel que incluía un carril bici y peatonal segregado que unía Mahón con Ciutadella, no viera la luz y se hiciera realidad.  ¿Destruir territorio? ¿Qué territorio? ¿Acaso los pocos metros que se “destruyen” son pasto de animales o campos de cultivo? ¿Acaso el sector primario quebrará por ello?

Es cierto, hay mucho tráfico. Demasiado.  Y de cada vez, más.  Mucho más. ¿Acaso creen algunos que no aumentando la carretera disminuirán los coches? ¿Acaso no saben que el decrecimiento tiene que ser al unísono?  Disminuir presión significa disminuir población, y eso ni está ni se le espera.  Si no actualizamos los recursos al aumento de población, colapsamos.

Y la tendencia es que la población aumente.  Y aumenta.  Superamos los cien mil y nada indica que disminuya en el futuro. Y en esto nadie habla de prohibir, de restringir, de disminuir. Y faltará vivienda.  Y faltarán médicos.  Y policías. Y viviendas para los médicos y para los policías... Y sus familias.  Y escuelas.  Y profesores.  Y viviendas para los profesores.

Podemos parar un puente, sí.  Podemos destruirlo.  Dinamitarlo también.  Pero el problema no será el puente, no.  El problema será la sobreocupación.  La saturación.  El crecimiento desmesurado.  Y la saturación, el crecimiento desmesurado, aparece cuando la ecuación es desigual.  Si las infraestructuras crecieran o decrecieran al unísono que crece o decrece la población, hablaríamos de equidad, de igualdad en la ecuación.

Triste sería que la única forma para decrecer fuera dejar de ser patrimonio mundial. Seguro que hay otras opciones sin necesidad de perder el marchamo -y las condiciones- que algunos nos han impuesto.

Bienvenidos sean la población y las infraestructuras. Sin duda, todos ganaremos. Al menos, así queda bien uno, aunque piense lo contrario.

PUBLICADO EL 14 DE AGOSTO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

BIENVENIDO AGOSTO

Fiel a su cita anual, agosto vuelve a recordarnos que no todos sudan igual. Para algunos pocos este mes será una especie de paréntesis celestial. Para esos privilegiados residentes en la Moncloa y pasajeros frecuentes del Falcon, el recién estrenado mes habrá sonado como esa campana milagrosa que salva al boxeador antes del KO... aunque aquí el cuadrilátero sea morado y acolchado.

Y si el verano promete calor, el otoño vendrá con llamaradas. Entre anticiclones ideológicos y borrascas judiciales, el mapa político se mueve al ritmo de los platos precocinados en la cocina de Tezanos.  Sube la derecha extrema. Sube la extrema derecha y baja la izquierda toda.  Una mentira más, y todo para movilizar al electorado progre de que no se quede en casa. Ahora lo responsable es no quedarse en casa.

La oposición, que no había pedido tiempo muerto, se ha quedado mirando el marcador. Su vieja aliada, la judicatura, baja la persiana y se va de vacaciones a tomar el sol. El Gobierno, como buen maestro de ceremonias, marca el tiempo, el ritmo y, por si fuera poco, es árbitro, parte… y el que reparte.

En clave local, empezamos a descubrir que eso de la “saturación” es como la justicia: depende de quién la mire, y cómo se levante ese día. Porque aquí lo técnico y lo objetivo es más bien un estado de ánimo. Hoy sí, mañana no, el próximo también. Porque claro, hay miradas llenas de prejuicios, de lobbies, de estrategias invisibles y de políticas tan públicas como selectivas.

Y el agua… Ese recurso natural y gratuito antaño, ahora compite con los pisos de alquiler y el turismo de crucero en la carrera por la polémica del mes, del año, del siglo.  ¿Prohibimos, evitamos o recomendamos? ¿Regamos o rogamos? Por ahora, se opta por la elegante ambigüedad: prohibición no, evitamos sí, y una recomendación sugerida con cara seria. Porque claro, si se prohíbe ducharse habrá que importar botellas de agua mineral para este país y medio, y no está el supermercado para ese trote.

Mientras tanto, quien tiene piscina disfruta del nuevo estatus de noble acuático, y el turista en crucero se ducha con agua nitratada como si fuera un tratamiento spa. Eso sí, evitándolo claro, aunque sin prohibirse.

La Mareta ya tiene cita reservada. Habrá recarga veraniega de Zapatero, del titiritero mayor del reino… o de la república, que ya ni eso nos queda claro. ¿Qué trae entre manos esta vez? ¿Una entrega exprés del cupo catalán? ¿Una titulación universitaria homologada con sello y lacre? El tiempo lo dirá o tal vez no.  Aunque lo más probable es que esta parte se quede con el marido de la Begoña. Y de otros.

PUBLICADO EL 7 DE AGOSTO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

MITÓMANOS TITULADOS

No exagero si digo que se me hizo un nudo en el corazón al escuchar a nuestro siempre amado líder, en pleno acto con la sociedad civil en Santiago de Chile, confesar que su compromiso político nació al ver que sus abuelos vivieron y murieron sin saber leer ni escribir. Vamos, un drama. Un trauma intergeneracional.

Tampoco exagero si digo que ese enternecimiento me duró lo que tarda un tuit de Oscar Puente en ser contestado. Primero, porque hace ya bastantes años que la alfabetización dejó de ser un lujo de ricos. De hecho, sus padres, sin ir más lejos, ya nacieron en una sociedad con educación gratuita y universal. Y segundo, bueno, porque lo conocemos.

La semana nos ha dejado más noticias.  De educación, sobre todo, aunque parece más bien titulación a la carta. Formación, dicen unos. Cultura, otros. Y podríamos acudir al diccionario de la RAE, a la Wikipedia o a la IA, pero ¿para qué, si todo depende de la interpretación personal? Para algunos, cultura es conocimiento, pensamiento crítico. Para otros, basta con saber firmar un manifiesto en grupo y cobrar la subvención puntualmente. Todos sabios a su manera.

Y hablando de sabiduría, la congresista Noelia Núñez nos regaló un caso de manual. Y no de resistencia, sino todo lo contrario. Abandonó todos sus cargos tras ser “descubierta” en la travesura de inflar su currículum. Nada grave, solo dijo que tenía no sé cuántas carreras universitarias… que no terminó. Empezarlas sí, pero claro, en esto de las carreras, el mérito no es como el valor en la mili.

Lo más entrañable del caso -sí, he vuelto a enternecerme- es que esta pequeña travesura le ha costado su futuro político.  Al menos, ahora tendrá tiempo para terminarlas. Ya veremos si otros siguen su camino.  O son casos distintos.

Y claro, uno no puede evitar preguntarse: ¿de verdad es necesario mentir para llegar a un escaño? ¿No se puede, simplemente, con tener desparpajo y una cuenta en redes sociales? Y es que, en este país, estado, patria, nación, o como quiera llamársele, es así. Mentir, copiar, maquillar... son deportes nacionales. Aunque también hay quien no miente, simplemente cambia de opinión. O niega lo evidente. Nivel experto, licenciatura en mitomanía con máster incluido.

Y como guinda del pastel, Montoro. El único capaz de lograr algo verdaderamente extraordinario: que todos -sí, todos, desde el extremo izquierdo al rincón derecho- celebremos al unísono que lo investiguen. Aunque eso sí, con una duda: ¿cómo pudo mantenerse un secreto tanto tiempo, en un país donde hasta los secretos de confesión terminan en las portadas de los medios?

PUBLICADO EL 31 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA. 

Memoria Histórica (v3.0)

 

Desde que Zapatero empezó a reescribir la historia y el marido de la Begoña la ha llevado a la editorial, uno ya no sabe si el Quijote era manco o si fue Cristóbal Colón quien descubrió la Luna. Y ya se sabe lo que ocurre cuando un político se mete a científico.  Zapatero a tus zapatos -nunca mejor dicho- como diría Plinio el Viejo.

Y puestos a reescribir la historia ¿por qué no entramos en la máquina del tiempo y la cambiamos?  Imaginémonos que los del Frente Popular hubieran sido menos violentos y no hubieran provocado la Guerra Civil.  España, convertida en una dictadura del proletariado, se hubiera convertido en un país de países, satélite eso sí de la Rusia comunista.  Adornada con banderas rojas y retratos de Stalin en cada escuela, se convierte en el primer satélite soviético con playa. El Kremlin, encantado del enclave comunista frente al Atlántico, convierte a España en “la joya roja del Mediterráneo”.  Hasta aquí todo normal.

Podemos cambiar o reinventar nuestra historia, pero no la de los demás.  Hitler no se hubiera parado en los Pirineos teniendo a los comunistas tan cerca. La invasión nazi comienza con la entrada de la Wehrmacht por los Pirineos con el objetivo de liberar al pueblo español de la tiranía roja… y de llenar los cementerios.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, y como no podía ser de otra manera, los aliados se reparten Europa como si fuera una tarta de cumpleaños.  Alemania se parte en dos y España se unifica bajo la tutela de la Unión Soviética.  A imagen y semejanza de su homónima RDA, España se convierte oficialmente en la República Democrática Española (RDE), tan democrática como es ahora Corea del Norte.

Durante los siguientes 40 años, los españoles disfrutan de las bondades del sistema comunista. Y, por supuesto, de una Stasi ibérica que escucha hasta los pensamientos impuros hacia los camaradas dirigentes. Mientras tanto, en los colegios, los niños aprenden que Cervantes en realidad fue el primer comunista español y que Don Quijote luchaba contra los molinos de viento por ser símbolos del capital.  Y ya no digamos de Cristóbal Colón….

Por suerte, en 1989, cuando cae el Muro de Berlín y el mundo despierta de la pesadilla roja, España también despierta. La RDE desaparece en silencio, sustituida por una nueva república democrática que reniega absolutamente de todo su pasado próximo.  Las estatuas de Largo Caballero y demás dirigentes son destruidas tras el júbilo del populacho y toda referencia al Partido Comunista queda proscrito de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Y fin de la historia que no fue, pero que pudo ser.

PUBLICADO EL 24 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

SOBERANÍA NACIONAL

 

¿Se acuerdan de aquello? “¿De quién depende la fiscalía?” Pues eso, del marido de la Begoña.  En el caso de la “soberanía nacional” la Constitución lo deja clarísimo en su artículo 1.2: “La soberanía nacional reside en el pueblo español”. Eso sí, hasta que llegue alguien, se ajuste la americana, se maquille, ponga cara de estadista... y añada mentalmente: “...y el pueblo soy yo”. Vamos, una mezcla de Luis XIV y Barrio Sésamo.

Pero no colará. No debería colar. Al menos, no para quienes todavía tenemos alguna neurona sin anestesiar por la propaganda institucional, los informativos palmeros y contertulianos afines. La soberanía será nacional, pero no es suya. Y tampoco es "popular", por mucho que les encante disfrazarlo de progre.

Porque no es lo mismo “nacional” que “popular”. “Nacional” implica a todo el conjunto del pueblo español, como sujeto único. No la parte que a uno le gusta. Mientras que “popular” suena más a verbena asamblearia, a que cada pueblo, barrio, o república de vecinos puede decidir lo que le venga en gana.

Esto ya lo intentaron Arzallus y Unzueta en tiempos de la ponencia constitucional, con aquello de “los poderes emanan de los pueblos que lo forman...”. Y no coló. Eran otros tiempos. Otra gente. Y otro PSOE.

La manipulación ahora radica en que intentan que el Congreso suplante esta soberanía.  Nos quieren convencer de que como la soberanía reside “en el pueblo”, y el Congreso representa al pueblo, entonces el Congreso es el soberano. Vamos, como si fueran una especie de monarquía parlamentaria, pero sin el rey.  Aquí las premisas y la conclusión no concuerdan. 

El silogismo tiene más agujeros que una raqueta. El Congreso no es el único que representa al pueblo. También está el Senado, aunque lo traten como si fuera un florero o el geriátrico institucional. Y, por supuesto, está el pueblo mismo. Sí, ese que solo invocan cuando hay que salir al balcón para aplaudir o repicar con cacerolas, pero que molesta muchísimo cuando pide votar en referéndum.

Y mientras tanto, van colocando a sus "elegidos" en instituciones que antes eran independientes, como quien reparte cargos en una cena de amigos. Porque total, si ya con mayoría simple vale para todo, ¿para qué complicarse con eso de las mayorías cualificadas o el consenso?

 Y si de verdad creen que la soberanía reside en el pueblo… pues adelante: ¡Convóquese al pueblo! Pero al entero. No solo a los que les ríen las gracias.

Y la nación, patria, estado, país o como quieran que se le llame, no se debería partir a la carta, como si estuviéramos en una pizzería constitucional, con el todo incluido.

PUBLICADO EL 17 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

LAS CLOACAS DEL ESTADO

 

Siempre había sido muy escéptico con eso de las cloacas del Estado. ¿Cómo iba a existir algo así en una democracia? Pensaba en casos aislados, hechos puntuales, como solía decir otro Tejero. Como lo de Carrero Blanco. O lo de los GAL. Y lo del 23-F que ni ellos saben lo que pasó. Y luego, y de eso ya hace más de veinte años, el 11-M… otra casualidad histórica más. Todo perfectamente normal. Pero no. Estaba equivocado.

En este país, cada evento traumático tiene su recompensa política: tras la revolución del 34, el Frente Popular. Después del atentado de Carrero, el famoso “no hay mal que por bien no venga”. El 23-F trajo a Felipe González con su PSOE renovado. El 11-M le dio a Zapatero la llave de la Moncloa y del bar Faisán. Y tras la supuesta "policía patriótica", Sánchez. Casualidades de la vida. Pura estadística. ¿Lo próximo? ¿Otro virus? ¿Sabrá Soros de ello?

¿Y quiénes forman esas supuestas cloacas? Algunos insisten en que hay espías, policías, militares… Otros añaden a jueces, fiscales, periodistas y políticos, por aquello de las filtraciones.  Pero si existen, deben ser de lo más variados. Hablamos de una auténtica multinacional del lodo y del todo. Con tarifas cutres y servicios premium. Atacan a diestro y siniestro. Y a lo que pille en medio.

Del 11-M hemos tenido que esperar más de veinte años y aún no sabemos la verdad, y eso que lo vimos en directo. ¿Por qué no se investigaron los fallos de la instrucción y juicio por parte del PSOE? ¿Por qué no se investigaron los fallos de la instrucción y juicio por parte del PP? ¿Qué pactos hubo entre PSOE y PP para no investigar los hechos a fondo? ¿Por qué España no estaba preparada para saberlo? ¿Lo está ya ahora?

Nos merecemos saber qué pasó con el 11-M. Pero los grandes partidos no están ni estaban por la labor. Como algunos funcionarios policiales. Y no, no se trata de teorías conspirativas. Que nadie se asuste. Se trata de dignidad democrática.

Sin verdad no hay justicia. Sin justicia, no hay democracia. Y sin democracia, bueno… tenemos esto. Una tragicomedia de silencios, cloacas y pactos inconfesables. Aquí lo de "transparencia" es como lo de “ni está, ni se le espera”.

Por suerte, la verdad es que las cloacas no discriminan: gobierne quien gobierne, siguen fluyendo como el Manzanares. PP, PSOE, da igual. Lo único que les importa es desestabilizar.

Va siendo hora de abrir las ventanas. De ventilar este sótano institucional que apesta desde hace décadas. Y, sobre todo, de recordar que, mientras nosotros discutimos sobre etiquetas ideológicas, las cloacas siguen currando, día y noche. Festivos incluidos.

PUBLICADO EL 10 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

DERECHO A LA VIVIENDA

 

Que la falta de vivienda es un problema es innegable.  Que la política de vivienda es nefasta, más aún.  Y que cada vez será peor, indudable. Y que las mentiras que se vierten sobre el tema son dignas de un estudio psicológico o de doctorado, pues también.

El “famoso” derecho a la vivienda está contemplado en el capítulo de la CE “De los principios rectores de la política social y económica”, al igual que las pensiones y el retorno de los trabajadores españoles que trabajan en el extranjero. Tomen nota.

El desconocimiento por parte de la ciudadanía, la manipulación interesada por parte del sector político y la inacción cómplice de la administración ha propiciado que este principio rector constitucional que, como tal, actúa como un mandato a los poderes públicos obligándolos a definir y ejecutar las políticas necesarias para hacer efectivo dicho derecho, se haya vendido al populacho como el derecho a la “okupación” para satisfacer las necesidades de vivienda.  Ahora sólo faltará que el TC nos diga que la “okupación” es un derecho constitucional.  Apaga y vámonos.

La vivienda es cara, pues sí.  Y los alquileres, también.  ¿Y la construcción?  ¿Por qué no reducen el precio de la construcción? ¿Por qué no fomentan la construcción de viviendas en propiedad y no en alquiler? ¿Les interesa a los poderes públicos mantener la precariedad habitacional? ¿Por qué no fomentan la construcción de viviendas en régimen de propiedad a precios asequibles y reales?

¿Por qué la administración no actúa cediendo terreno público y que los propios ciudadanos promuevan sus propias viviendas? ¿Acaso saben que el ciudadano de a pie no podrá construirse su propia vivienda por el elevado precio de los materiales, mano de obra y licencias administrativas? Entonces, ¿Quién es el culpable? ¿Les interesa más tener amigos en las constructoras?

Es hora de dejar los intereses partidistas a un lado, y de ponerse a trabajar para facilitar medidas para que quien quiera pueda adquirir su propia vivienda. ¿Y cómo?, pues facilitando suelo público, abaratando los costes, bonificando las licencias, eliminado el IVA y como no, facilitando avales hipotecarios a coste reducido. Pero para ello también será necesario crear empleos estables y bien remunerados.

Vamos, menos hablar de la especulación de los propietarios y más actuar contra la especulación de las constructoras.  Y no se preocupen, que cuando todos sean propietarios, se habrá terminado con la especulación.  Y claro está, también se habrá terminado el problema habitacional.

Aunque tal vez eso ya no sea tan rentable, políticamente hablando, claro.

PUBLICADO EL 3 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

A DERECHA APRIETA

 

Y a izquierda afloja. Parece un chiste malo, de esos que cuentan en la barra del bar, pero no, resulta que tiene más sentido que lo de las manecillas del reloj o eso tan poético de la salida del Sol. Al menos, se memoriza con facilidad si uno piensa en política. ¡Ay, la política!  Menos mal que hace calor, porque si no, te la encontrarías hasta en la sopa... de letras.

He decidido exiliarme. Políticamente hablando, claro. Porque uno ya tiene una edad y unas decepciones. ¿Quién iba a imaginar que un partido con tanta historia, tanta dignidad, tanta bandera ondeando al viento… acabaría oliendo tanto a podrido? Pero bueno, lo de siempre: los corruptos no son los partidos, son las personas.  Pues sí, toda la razón.

Un día cualquiera. Estación de autobuses. Dos mujeres, la una aprieta y la otra afloja, matan el tiempo con entusiasmo de tertulianas. Una le susurra a la otra lo del día.  Y la otra, que afloja, pero con fanatismo, le suelta un “¡Y los otros qué!” Que si causas pendientes, que si los jueces, que si la hemeroteca. Se abren las puertas del bus y la discusión hace parada.

Me pica la curiosidad, pero me resisto. Me siento lejos. Cambio de canal. Intentaré mirar el parque natural desde la ventana del autobús. Ver el mundo como turista. Observar es otra cosa. No es lo mismo que opinar.

Los márgenes ya están llenos. Ni siquiera ha llegado julio y estamos hasta los topes. El turismo nos está matando -a disgustos-. Nos está despojando de todo lo que no sabíamos que teníamos. Derechos, comodidades, plazas de aparcamiento. Pero claro, ¿qué haríamos sin el turismo? ¿Vivir mejor? Tal vez sí.

Un jubilado sin turistas sería feliz. Volvería a esa infancia que solo existe en las películas en blanco y negro. El médico tendría tiempo, el pan no sabría a plástico, y el profesional estaría al abasto. Pero es utopía. Una fantasía. Porque detrás del turismo, ¿qué hay? Silencio. Y no por misterio, sino porque nadie ha hecho nada. Nadie ha querido hacerlo. ¿Industria? ¿En serio? ¿Cuál? ¿La del souvenir?

La derecha aprieta. La izquierda afloja. Y mientras tanto, nos invaden por aire y mar. Unos llegan en jet privado y otros en Low Cost. Unos traen el Lamborghini y otros el chucho en una cesta de bici. Menorca no crece, ni decrece. Solo se reparte como una pizza familiar en una cena de veinte. Chalé, adosado, hotel, hamaca, autocaravana o furgoneta camper. ¿Proteger o destruir? That’s the question. Que cada uno elija su forma de destruir el paraíso.

En el fondo, Rufián va a tener razón. Hay cutres y hay premium. Los hay con clase y los hay con clase turista. Ni Més ni menys!

PUBLICADO EL 26 DE JUNIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

LOS PELOTAS

 

Que se cree sexy y guaperas, no lo puede negar. Tampoco haría falta que lo confesara.  Lo lleva tatuado en la mirada. De hecho, lo dijo en una entrevista, por aquellos tiempos remotos en los que la televisión no era una extensión del comité central del PSOE. Eran tiempos en los que al encender el televisor no sentías estar asistiendo a una rueda de prensa gubernamental.

Ahora, con medio país mediático abonado al presupuesto público, ya no hay piropos que alcancen. El diccionario ha colapsado. Si quieren seguir adulándolo, tendrán que inventar un nuevo idioma que conjugue bien el peloteo con la bajada de bragas. Y de calzoncillos.

Pero dejemos el pasado glamuroso del "guaperas". Lo verdaderamente interesante no es él, sino su séquito. Esos que lo rodean, lo sostienen, lo aplauden, lo elevan... y, en algunos casos, lo chantajean. Y claro, mientras pague el precio del chantaje político, el suministro de palmaditas en la espalda está garantizado. Lo verdaderamente inexplicable es que haya quienes aún lo apoyan gratis, por convicción, por fe ciega o por pura alergia a la derecha.

Si uno tiene un mínimo de decencia democrática y no está enchufado a la nómina del PSOE -ni vive de una subvención—, cuesta entender cómo puede seguir dándole su voto. Pero claro, la decencia también parece haber pedido asilo en otro país. Para muchos, lo importante es que la derecha no gobierne jamás. Da igual el precio. Ya solo falta que añadan el lema de "¡No pasarán!" en las papeletas, como en la Guerra Civil.

Y aunque uno pudiera llegar a entender este delirio como estrategia electoral, lo que ya roza el surrealismo es que sigan teniendo como líder supremo a un tipo como él. ¿No decían que su partido era el ejemplo de honradez? ¿No hay en todo el PSOE una sola persona honesta, íntegra? ¿De verdad han llegado a ese nivel de dependencia emocional?

¿Qué se puede esperar de alguien que se hizo con el poder interno del partido escondiendo una urna? ¿De alguien que miente más que habla, y cuando habla… también miente?

Y he llegado al final sin mencionar su nombre. Tuvimos al misterioso “Señor X”, a aquel discreto “M. Rajoy”, y ahora al flamante “Número 1”. La diferencia es que este último sí tiene cara y peinado identificable.

Aunque claro… todo esto dependerá, como siempre, de la UCO, de la independencia judicial, y —cómo no— de la decencia democrática de los españoles y asimilados. Y de las ayudas públicas, claro. Porque como bien dice nuestra ministra favorita: “No es magia, son tus impuestos.”


PUBLICADO EL 19 DE JUNIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

BARBIE LLORONA


 

Que se cree sexy y guaperas, no lo puede negar. Tampoco haría falta que lo confesara.  Lo lleva tatuado en la mirada. De hecho, lo dijo en una entrevista, por aquellos tiempos remotos en los que la televisión no era una extensión del comité central del PSOE. Eran tiempos en los que al encender el televisor no sentías estar asistiendo a una rueda de prensa gubernamental.

Ahora, con medio país mediático abonado al presupuesto público, ya no hay piropos que alcancen. El diccionario ha colapsado. Si quieren seguir adulándolo, tendrán que inventar un nuevo idioma que conjugue bien el peloteo con la bajada de bragas. Y de calzoncillos.

Pero dejemos el pasado glamuroso del "guaperas". Lo verdaderamente interesante no es él, sino su séquito. Esos que lo rodean, lo sostienen, lo aplauden, lo elevan... y, en algunos casos, lo chantajean. Y claro, mientras pague el precio del chantaje político, el suministro de palmaditas en la espalda está garantizado. Lo verdaderamente inexplicable es que haya quienes aún lo apoyan gratis, por convicción, por fe ciega o por pura alergia a la derecha.

Si uno tiene un mínimo de decencia democrática y no está enchufado a la nómina del PSOE -ni vive de una subvención—, cuesta entender cómo puede seguir dándole su voto. Pero claro, la decencia también parece haber pedido asilo en otro país. Para muchos, lo importante es que la derecha no gobierne jamás. Da igual el precio. Ya solo falta que añadan el lema de "¡No pasarán!" en las papeletas, como en la Guerra Civil.

Y aunque uno pudiera llegar a entender este delirio como estrategia electoral, lo que ya roza el surrealismo es que sigan teniendo como líder supremo a un tipo como él. ¿No decían que su partido era el ejemplo de honradez? ¿No hay en todo el PSOE una sola persona honesta, íntegra? ¿De verdad han llegado a ese nivel de dependencia emocional de su Barbie llorona?

¿Qué se puede esperar de alguien que se hizo con el poder interno del partido escondiendo una urna? ¿De alguien que miente más que habla, y cuando habla… también miente?

Y he llegado al final sin mencionar su nombre. Tuvimos al misterioso “Señor X”, a aquel discreto “M. Rajoy”, y ahora al flamante “Número 1”. La diferencia es que este último sí tiene cara y peinado identificable. Pero su aura de Barbie llorona todavía le da cierto aire de víctima.

Aunque claro… todo esto dependerá, como siempre, de la UCO, de la independencia judicial, y —cómo no— de la decencia democrática de los españoles y asimilados. Y de las ayudas públicas, claro. Porque como bien dice nuestra ministra favorita: “No es magia, son tus impuestos.”

BOMBA LAPA

 AÑO 2100. España, siempre a la vanguardia, se convirtió hace años en una república hereditaria. Sí, una contradicción con corona reciclada incluida. La forma más avanzada de gobierno posible, según el Ministerio de la Verdad Verdadera.  Al frente del país, Begoño I —nieto del legendario Pedro I "el Guaperas"— preside el homenaje anual al glorioso fundador de su dinastía.

La emoción está a flor de piel. Los restos mortales de Pedro I, hasta ahora descansando en El Escorial, serán trasladados, bajo palio, con toda la pompa y el circo al Valle de Cuelgamuros, finalmente reacondicionado y desinfectado de falsas interpretaciones históricas.  Todo a la espera de que Francisco III lo eleve a los altares.

El país, ya no es lo que era. Ni falta que hace, dirán algunos. Los viejos, aquellos que aún recuerdan vagamente qué era tener libre albedrío, observan los acontecimientos con una mezcla de perplejidad, fatiga y resignación. Ya no confían en su memoria. Demasiado dopaje neuronal, demasiada IA desde la infancia. La nostalgia es una disfunción cognitiva, les dicen.

La existencia es predecible y apaciblemente monótona. Un algoritmo asigna el destino -que también es hereditario- a cada recién nacido. Desde el Big Bang de la bomba lapa, salida de la fábrica del fango de la Moncloa, todo quedó regulado: unos a mandar, otros a aplaudir.

La banda sonora de la vida es tan estimulante como obligatoria. “Canta y sé feliz” de Peret suena entre los discursos motivacionales del régimen, mientras “Esa Diva” de Melody ha sido elevada a himno sentimental de la clase media programada. Por si fuera poco, “La Internacional” marca cada jornada escolar con entusiasmo robótico. La felicidad es contagiosa.

Canarias... bueno. Algunos creen recordar que fue española, pero eso suena a leyenda urbana. Hoy es territorio marroquí gracias a un generoso acuerdo diplomático a cambio de resolver el molesto tema migratorio. Se regalaron también Ceuta y Melilla.  A los residentes se les dio la alternativa de mudarse a la España Vaciada o abrazar la marroquinidad. Y punto.

Las Baleares evitaron el canje gracias a las ONGs ERC y Junts. Ahora son un estado asociado a la República Catalana, a su vez federada a la República Federal Española. Pagando tributo sus nativos, eso sí, a Puigdemont III y a Begoño I.

Y Europa sigue existiendo en los libros de historia autorizados, pero ya no es lo que era, si es que alguna vez llegó a ser. En la práctica, es una colección de estados-preservativo: se usa cuando conviene -como siempre lo fue-.

Lo importante es que el régimen siga cantando. Y los demás aplaudiendo.

PUBLICADO EL 12 DE JUNIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

“FONTANEROS” CHAPUCEROS

 Primero fueron los cocineros. Ahora los fontaneros. Y eso es una falta de respeto hacia estos profesionales. Estos no cocinan ni arreglan cañerías, las revientan. No son “Pepe Gotera y Otilio”, no.  Hablamos de chapuceros a sueldo del erario. Unos cracs del desagüe democrático.

Y, por si fuera poco, todavía nos quedan años de "sanchismo", ese experimento sociopolítico entre "Gran Hermano" y "El Ministerio del Tiempo", donde todo se desmonta, pero con diversidad, inclusión y un buen relato. Sobre todo, que no falte el relato.

¿Y por qué? Porque no hemos querido —ni sabido— hacer nada.  El marido de la Begoña, su familia y sus socios están desguazando el Estado de Derecho con la sonrisa y la “agenda 2030”, mientras el personal mira a la pantalla esperando a que vuelva la Champions. Y ellos, claro, lo hacen a plena luz del día, con apagón incluido y con bulos de bomba lapa alimentada por la Sexta y sus ministros.

Son figurantes de su propia obra. Gente que, sin la política, estaría rellenando encuestas telefónicas del CIS. Pero ahora están gestionando presupuestos, nombrando cargos, y filosofando sobre democracia. Si mañana desapareciera el partido socialista sanchista, no tendrían ni un currículo para subir en LinkedIn.

Desde ZP, España ha ido cuesta abajo y sin frenos. Economía en picado, democracia en piloto automático y con marcha atrás, y la autoestima nacional por los suelos. Él y el marido de la Begoña, miembros del Grupo de Puebla, han trabajado codo con codo para convertir este país en un parque temático del socialismo bananero.

Y luego está Rajoy, un gallego que creyó que gobernar era esperar. Gallego hasta para desaparecer del mapa. Su aportación fue tan decisiva que apenas se notó su marcha.

Y ahora, el protagonista es un ser superior sin rival, porque Feijóo no quiso pactar con Junts, y ahora el marido de la Begoña les da hasta bombones de licor. Feijóo, debería dar un paso al lado, al fondo, dar media vuelta y seguir avanzando… ¡lo que sea!, pero desaparecer, con elegancia si puede, o por la puerta de atrás si no.

Pero cambiar a Feijóo no basta. Falta otro nuevo partido que una a socialdemócratas sensatos, liberales con remordimientos y conservadores sin nostalgia. Todos en una gran coalición que nos lleve a un futuro ilusionante. Una formación sin rencores ni trincheras, capaz de negociar y sumar mayorías.

Pero claro, primero hay que defenestrar a Sánchez y a toda su pandilla de zombis institucionales, y eso pasa por decantar a Feijóo, dinamitar la empresa familiar de “Zapatero & Sánchez S.L.”, y montar algo que no dé vergüenza ajena. Casi nada.

PUBLICADO EL 5 DE JUNIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

LAS PREGUNTAS Y LA RESPUESTA

 

El Gobierno de Sánchez es un prodigio del descontrol. Ya lo dijo el año pasado, mientras Mahón sollozaba: “Voy a hacer lo que me dé la gana”. Y lo hizo. Lo único que ha cumplido. Y ahora gobierna por decreto, por tuit o por rabieta.

¿Apoyo legislativo? ¿Para qué? ¿Y la oposición? Pues medio país ignorado, porque aquí su opinión cuenta tanto como una gota en el océano. Muda, pasiva y decorativa. Como los floreros, pero sin el agua.

¿Corrupción? ¿Koldo? ¿Santos Cerdán? ¿Begoña? ¿Air Europa? ¿El hermanísimo? ¿El oro de Zapatero? Pregunten, pregunten, la respuesta es siempre la misma: “cero Zapatero”.

Y su joyita, la Montero, que cuando le preguntan si alguien de su equipo había hablado con Víctor de Aldama, saca el comodín de género, ideología y geografía: “Deje usted de usar ese tono de superioridad moral… será porque soy mujer, socialista o andaluza. O las tres cosas”. Le faltó decir “y guapa, además”. Aplausos y fin de la función.

Mientras tanto, la apisonadora Sánchez & Armengol les pasa por encima. Y la oposición, en vez de levantarse con algo de dignidad, sigue haciendo como que debate. ¿Para qué? ¿Para qué les escupan otra ocurrencia sin sentido? Sería más digno apagar el micro e irse al bar del Congreso y tuitear con Puente. Que de eso sabe y mucho.

Este circo de politiquillos de tercera me inspira preguntas. No espero respuestas, claro. Ya me las conozco. Y ahí van algunas. El espacio es limitado.  El tiempo indefinido.

¿Por qué si Hitler y Mussolini eran socialistas, ahora los colocan como iconos de la extrema derecha? ¿Por qué nunca se habla de los cien millones de muertos por el comunismo? ¿No hacen buen trending topic?

¿Por qué este Gobierno critica la sanidad privada mientras algunos médicos militantes tienen consulta privada y se forran en ella? ¿Por qué critican la educación privada, si ellos fueron a centros religiosos, al igual que hacen con sus hijos? No sea que se vayan a mezclar, claro.

Marx, aquel aficionado a los prostíbulos londinenses, decía que la religión era el opio del pueblo, pero aquí no solo no se prohíbe, sino que se fomenta. ¿Será que ahora nos necesitan más adormecidos que nunca?

¿Por qué se habla de especies y no de razas invasoras? Y la IA... ¿es una ayuda para el ciudadano o es el ciudadano quien le facilita información y datos gratis?

¿Por qué no puedo llamar a mi lengua como me dé la gana? ¿Y a mi ciudad? ¿Qué será lo siguiente, decidir cómo tengo que pensar?

Y la respuesta ya la tengo. Mi voto ha cambiado. Y no, no será por correo. A estas alturas es como confiar las llaves del banco a un ladrón.  O a un político. Qué más da.

PUBLICADO EL 29 DE MAYO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

SÁNCHEZ, UN HUMANO MÁS

Pedro Sánchez, cohete de altos vuelos y marido de la Begoña — y presidente por insistencia y persistencia-, no es un político más. Es el político. No por sus ideas, que cambian como el tiempo en abril, sino por su capacidad sobrehumana para sobrevivir a todo: elecciones, mociones, pandemias, indultos, plagios y bochornos.  Y como no, a Eurovisión.

Nos lo vendieron como el líder de la regeneración. Era joven, guapo y hablaba con esa seguridad de quien no ha entendido la pregunta, pero sabe que la respuesta es él. En este país, patria, estado o nación, donde confundimos carisma con competencia y físico con fiabilidad, eso fue suficiente.  Y ahí sigue, pilotando el Falcon hacia los mundos de yupi.

Sus decisiones pueden provocar entusiasmo o arcadas, pero deben ser respetadas, porque así lo manda esa Constitución que todos juran cumplir con los dedos entrecruzados detrás.

Es cierto que miente. Y mucho. Con talento, sin rubor y hasta con estilo.  Pero es un político, y para ellos mentir no es una falta, es un arte refinado. ¿O es que alguien sigue creyendo que se llega a la Moncloa recogiendo firmas y diciendo la verdad? Por favor, que esto es España. ¿Quién podría resistirse a embellecer la realidad cuando la verdad no da votos? Ambición no le falta. Y si su sed de poder parece insaciable, no lo culpen: es hijo de su tiempo, donde el poder no se conquista, se exhibe como quien presume de coche nuevo. Y si es eléctrico, mejor.

Valoremos a las personas como el algoritmo manda, no como quisiéramos. Pedro no es el presidente que España necesita, pero es el que nos hemos ganado en la tómbola.

¿Que su hermano ha salido bien parado? Posiblemente. ¿Que su esposa también? Presuntamente seguro.  Pero ¿qué clase de desalmado no usaría el poder para beneficiar a su familia? Eso no es corrupción, es amor a la familia. El problema no es el nepotismo, es no tener familiares suficientemente capacitados.

Y qué decir de Yoli, su hada madrina, organizando peregrinaciones al Vaticano para que el Papa nos echara agua bendita, no vaya a ser que el CIS no alcance. Porque si algo demuestra que un gobierno es serio, es un selfi con Su Santidad. Lo humano se volvió divino y viceversa.

Y al final, como siempre, los tontos somos nosotros. Los que aún creemos que gobernar es servir, no servirse. Los que esperamos ética en vez de estética, hechos en lugar de eslóganes. Los que aún no entendimos que, en este país, patria, estado o nación, o como se diga, se premia al que promete y se olvida al que miente. Y Pedro, en eso, juega en otra liga. Una liga donde él reparte las cartas y los comodines.

PUBLICADO EL 22 DE MAYO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA. 

POPULISMO O EVANGELIO

 

La Iglesia sigue unida. Para algunos, Francisco en su emoción no calculó ni la velocidad ni la frenada.  Nos enseñó que la sotana blanca también podía ir acompañada de zapatos ortopédicos. Nos hizo sentir que todos estábamos incluidos, incluso los que no creían en nada. ¿Quedarán atrás aquellas entrevistas improvisadas en los aviones papales, donde la doctrina se veía comprometida en favor de titulares rápidos y frases ambiguas? La sonrisa constante de Francisco a veces escondía una verdad incómoda: el olvido del juicio, del pecado y, para algunos, incluso del infierno, pero claro, era jesuita.

No se trata de negar los méritos de Jorge Mario Bergoglio. Su pontificado representó un intento sincero por abrir puertas, derribar muros y mostrar el rostro misericordioso de la Iglesia. Lo hizo con convicción y valentía, pero también con una audacia que a veces desbordó la prudencia pastoral. Su estilo marcadamente horizontal, más cercano a una asamblea de comunidad de vecinos, ofreció una imagen de Iglesia abierta, pero también generó dudas sobre su identidad profunda. Para algunos creyentes, la doctrina parecía relativizarse, la liturgia desfigurarse y la tradición convertirse en una opción secundaria.

¿Un Papa popular o populista? ¿Fue Francisco el pastor que necesitábamos, o el que los medios reclamaban? ¿Un Papa para los católicos o uno mediático que cotiza en los termómetros de opinión?  ¿Fue un líder espiritual o una figura pública que cotizaba en bolsa? Y si Benedicto XVI no hubiera renunciado, ¿habría tomado la Iglesia tras su fallecimiento el mismo rumbo? La historia hipotética no se puede comprobar, pero la pregunta permanece.

La crisis está, pero no es uniforme. En Europa la crisis es doble: de fe y de institución. En otros continentes, sin embargo, la vitalidad eclesial sigue floreciendo. ¿Qué explica esa diferencia? ¿La fe arraiga mejor en contextos de mayor necesidad material o espiritual? ¿O simplemente la Iglesia en Occidente ha perdido la capacidad de hablar un lenguaje comprensible a su tiempo? ¿Necesitamos dos lenguajes?

En sociedades cada vez más individualistas y desarraigadas, ¿necesitamos líderes carismáticos o testigos auténticos? ¿Necesitamos un Papa que se mueva como un jefe de Estado, o uno que inspire como un discípulo apasionado?

La Iglesia no está llamada a agradar, sino a salvar. Quizás lo que se requiere no es cosmética ni estrategia mediática, sino una reforma profunda de las estructuras mismas. El verdadero desafío ya no es cómo ser más relevantes en el mundo, sino cómo ser más fieles al Evangelio. Trabajo no le faltará a León XIV.

PUBLICADO EL 15 DE MAYO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

SPAIN IN OFF

 

Qué gusto da vivir en un país, patria, estado, nación o como quiera llamársele, donde las sorpresas no existen… porque ya te las han avisado con antelación. Como el reciente apagón eléctrico, que pilló a todo el mundo por sorpresa… menos a quienes sabían que iba a pasar. Red Eléctrica, por ejemplo, que ya había sido advertida años luz de ello, y recientemente, horas antes de que algo se venía encima.  ¿No supieron o no quisieron actuar?

Y así, en un brillante ejercicio de contemplación energética, las alarmas sonaron y el país, patria, estado, nación o como quiera llamársele, se paró. Ni la peregrinación de los zurdos a Roma lo pudo arreglar. O no quisieron.  Y eso que supongo que todos debieron correr, presidenta incluida.

A las 12:33, como por arte de magia -o más bien de inacción-, quince gigavatios se perdieron como si fueran promesas electorales. La península entera, de pronto, se vio haciendo homenaje al siglo XIX: sin trenes, sin semáforos, sin teléfonos y con la nostalgia de unas velas y de un transistor a pilas, que muchos jóvenes debieron reconocer por primera vez.  ¡Y suerte de los kits de emergencias! ¡Gracias Europa al prevenirnos!

Pero no nos alarmemos. El comunicado oficial vino a calmar a las masas: “No ha sido un ciberataque, ni meteorología extrema, ni nada raro”. Bueno, la verdad es que tampoco tranquilizaron mucho, porque no descartaron nada.  Solo fue una cadena de eventos totalmente prevenibles.  Y gracias a la Corredor, porque si no, vaya uno a saber.  Pero la tranquilidad de saber que fue un fallo del sistema y no de un hacker ruso nos dejó dormir tranquilos.  Vamos, que ni cambio climático ni renovables.   Bueno si, las renovables puede.  Las nucleares, no gracias.

La ironía máxima, sin embargo, es la transparencia. Porque después del apagón, vinieron las ruedas de prensa. Con explicaciones técnicas que harían llorar de risa a un ingeniero de primero, pero no de carrera, de preescolar. Y una conclusión clara: el sistema está preparado… para colapsar de nuevo.  Ya se sabe, decrecer para crecer.  Y como siempre, salimos más fuertes.

 Y el marido de la Begoña ya tiene excusa para aumentar el gasto militar. El ciberataque fue tan bueno que ni se ha detectado.  Y las incapacidades detectadas son fantasmas de la derecha, de los negacionistas del cambio climático, de los fascistas, vamos.

Sabían que pasaría y decidieron observarlo como quien analiza la estrategia de la jugada de ajedrez. La próxima vez que se apague el país, patria, estado, nación o como quiera llamársele, por favor, háganlo de noche, o al menos que sea en horario de siesta.

PUBLICADO EL 8 DE MAYO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

MUNICIÓN DE FOGUEO

Munición de fogueo y facturas de plomo, podríamos titular el escrito de hoy. En mis tiempos se decía que una escopeta vacía daba miedo a dos: al que la empuñaba y al que estaba en el punto de mira. Hoy, eso ya no pasa: el enemigo siempre sabe más que tú. Especialmente si el enemigo está en casa. Vamos, el que compra los cartuchos.

Pedro Sánchez Pérez-Castejón, "el marido de la Begoña", vuelve a hacer de las suyas. Su Gobierno —ese circo que mantenemos a base de impuestos— firmó la compra de munición para la Guardia Civil a una empresa israelí. ¿Resultado? Presionado por sus socios ex podemitas, ha roto el contrato. ¿Conclusión? Siete millones de euros tirados a la basura. No hay munición. Solo hay pistolas inservibles. Y facturas. Y nosotros, a pagar.

Ahora, como las pistolas —miles de ellas— necesitan precisamente esa munición que sólo vende la empresa israelí, nos veremos forzados a comprar armas nuevas o a pagar un intermediario que nos clave un sobreprecio escandaloso. ¿Les suena? ¿Se acuerdan del "negocio" de las mascarillas? ¿Esta vez qué será? ¿Compras exprés en el mercado chino? ¿O un asesor de algún ministerio que se lleva comisión hasta por respirar?

Pero qué más da. Para ellos, siete millones son calderilla: llevan años fundiéndose miles de millones para mantenerse un minuto más en el poder. Dormir en la Moncloa. Volar en Falcon. El colchón nuevo que se compró Sánchez fue, comparado con esto, una anécdota de principiante.

Mientras tanto, Yolanda Díaz, la eterna figurante, dispara munición de fogueo para tapar el desastre. Mucho ruido, cero balas. Una cortina de humo, porque si Sánchez empieza a caer, ella no aguanta ni enchufada a un respirador. Y ambos lo saben.

Y del resto de contratos millonarios con empresas israelíes, silencio total. Más de mil millones de euros, y ni una palabra. PSOE y Sumar, dos caras de la misma estafa. Se ríen de nosotros en nuestra cara, mientras nosotros pagamos el pato, la pata y hasta a la suegra de la pata.  Y no es magia, son tus impuestos.

Pero eso sí, en un día como hoy y en cuanto levantan la mano, son capaces de llenar las calles de adeptos repitiendo mantras: que si las pensiones, que si la vivienda, que si el fascismo. Mentiras recicladas. El guion de siempre. El cuento de nunca acabar.

Con la suerte que gastan, no me sorprendería que en el Cónclave hicieran Papa a Pedro Sánchez y Mama a Yolanda Díaz.  Y a la Begoña, de camarlengo.  Y algún cargo encontrarían para Bolaños, Marlaska y como no, para García Ortiz y Conde-Pumpido.

En España ya hemos visto cosas peores.  Y con suerte, las que nos quedarán aún por ver.

PUBLICADO EL 1 DE MAYO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA. 

EL SAHARA ES MARROQUÍ

 

De vez en cuando es bueno afirmar lo que uno no cree porque en el transcurso del argumentario uno se da cuenta de que la posición mantenida hasta el momento puede que no fuera tan sólida como uno había creído.  Y también como no, sirve para despistar al adversario.

Hace muchos años que lo del “Sahara español” pasó a la historia.  La época colonial se acabó y los ecos de aquellos tiempos no deberían afectarnos.  Y no debería afectarnos porque así lo decidieron quienes nos echaron del lugar: los saharauis, los marroquíes, la ONU y el resto del mundo. Y nosotros mismos.

No voy a perder el tiempo en estudiar la historia para argumentar una posición u otra, sencillamente porque si una cosa nos enseña la historia es que al final, quien decide es el presente y los intereses políticos de cada momento.  Si en un Jueves Santo, el gobierno legalmente instituido del marido de la Begoña decide acordar con Marruecos que el Sahara Occidental es marroquí, pues bienvenido sea el acuerdo.  Y quien no esté de acuerdo, pues que se pelee por ello, pero que tengan en cuenta que son sociedades distintas.

Y no lo digo yo, ya lo dijo en 1993, Hassan II por aquel entonces rey alauí y padre del actual, en una entrevista a la televisión francesa donde remarcó que los marroquíes “nunca se iban a integrar en la sociedad europea porque son de otro marco religioso, cultural y de otro continente…” Más claro imposible.

También es verdad que nada dijo a la inversa, que fuera Europa la que se convirtiera con el tiempo musulmana.  Supongo que la periodista tampoco se atrevería a preguntárselo.  Son cosas de la política….

Y puestos a pensar, una vez Marruecos tenga solucionado el tema del Sahara, ya estaremos en condiciones de asimilar cuál será el próximo movimiento de ficha en el tablero.  Y hay que tener en cuenta que el artículo 6 del Tratado de Washington lo deja muy claro:  Estamos solos. 

Y mientras esté en vigor el artículo 30 de la Constitución y la actual L.O. de Defensa Nacional contemple la objeción de conciencia, a mí que no me busquen.  O todos o ninguno.  Que uno a esa edad ya tiene conciencia.  Y objeción también.

Si en su momento entramos en la OTAN entre otras cosas por el chantaje del MPAIAC, accidente de Los Rodeos incluido y la posterior neutralización de Cubillo, ¿cuáles habrán sido ahora las causas por las que el Gobierno de Sánchez está tan convencido y contento del paso dado? ¿Dónde están las fuerzas tan activas y ahora tan acalladas de la extrema izquierda apoyando al pueblo saharaui? ¿Dónde están los defensores de los Derechos Humanos? ¿Reman todos hacia el mismo lado?

PUBLICADO EL 24 DE ABRIL DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

EL PASTOR Y SU REBAÑO

 “Reunión de pastores, oveja muerta” dice el refrán.  Y lo notamos cada vez que nuestros “pastores” se reúnen para ordenar nuestras vidas.  No nos matan, pero diseñan nuestras apetencias, nuestros intereses y nuestros deseos.  Y la libertad, donde existe, es ficticia. Es una libertad reglamentada. Regida por cánones. Transferida y controlada. Diferida.  Lo bueno de uno puede no serlo para otro.  O al revés.

Las dictaduras son malas, por lógica definición.  Lo son hasta que el marido de la Begoña les rinde pleitesía, bien se llame Mohamed o Xi Jinping pongamos por caso, y es que el tiempo nos enseña que todo es relativo.  Lo malo de uno, puede no serlo para el otro.  O al revés.  Y lo que importa son los resultados, no los medios.  Pero ¿qué resultados? ¿qué medios?  ¿El fin justifica los medios? Ya lo dijo, según una leyenda urbana, Marx: “Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”.  Groucho, claro.

Puestos a filosofar, diría que los partidos políticos son auténticas religiones.  Y sus fanáticos, auténtico rebaño.  O al revés, que las religiones son como los partidos políticos. ¿Y su rebaño…?  ¿Pero qué ocurre con los disidentes?

¿Acaso todos los votantes del PSOE son devotos del marido de la Begoña? Alguno habrá que, de tapadillo, comería carne de empanada si se la pusieran delante en un viernes de cuaresma.  Y sin tener bula.  Ni bula ni bulo.  Vamos, que las Diez plagas de Egipto han empequeñecido tras los supuestos affaires del parador de Teruel o el Hat Bar de Palma en plena pandemia. Y es que la autoridad, impone.

Otro pastor, Jorge Mario Bergoglio o Francisco I para los católicos, también tiene su autoridad sobre sus fieles. ¿Fieles, fanáticos, devotos…?  ¿Y sobre su disidencia? ¿Puede haber socialistas que no sean sanchistas? ¿Puede haber católicos que no crean en la autoridad de este Papa? ¿Acaso ha sido elegido entre su rebaño?

Llegamos al final de la columna de hoy.  Es Jueves Santo. Conmemoramos la Institución de la Eucaristía en la celebración de los Santos Oficios. Más tarde, en la denominada hora santa, rememoramos la agonía y oración de Jesús.  Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.  La Iglesia ha cambiado.  La sociedad ha cambiado.  Demasiado postureo, demasiada imposición.  Demasiado lujo. Demasiado control férreo.

Volvemos al principio. Diseñan nuestras apetencias, nuestros intereses y nuestros deseos.   Y la libertad, donde existe, es ficticia. Es una libertad reglamentada. Regida por cánones. Transferida y controlada. Diferida.  Lo bueno de uno puede no serlo para otro.  O al revés.  O, todo lo contrario.

PUBLICADO EL 17 DE ABRIL DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

LOS ARANCELES DE EUROPA

 

El culpable es Trump.  Todos contra Trump.  Pero ¿qué ha hecho Trump? Sencillamente ha subido los aranceles a los productos que entran en los EE. UU. Vamos, que el queso Mahón, el AOVE, el jamón de bellota, el vino y los huevos, les saldrán más caros al consumidor estadounidense, así de sencillo, pero no.  Las alarmas se han disparado como ya ocurriera al inicio de la invasión rusa a Ucrania.

Cuando Rusia invadió Ucrania todo se encareció.  Los cereales, el aceite, el gas, la electricidad, el petróleo y todo lo que pudiera emparejarse con todo ello. Incluso la energía limpia, mira por dónde. ¡Ah!, y los consumidores nos hicimos cargo de pagar el bonus social, vamos que el Estado propuso y quienes tuvimos que poner del bolsillo fuimos nosotros, pero eso sí, los okupas vieron aplazados sus desahucios. Y ahora con Trump, pues otro tanto de lo mismo.

Ahora son los empresarios quienes temen perder negocio por la reducción de ventas en los EE. UU. y van a papá Estado para que les socorra. Y Pedro Sánchez, Montero y demás europeístas, van y sacan la billetera subvencionando la diferencia.  Vamos, más impuestos que pagaremos los trabajadores y asimilados.

Nada dice Europa de los aranceles que les imponen a los coches eléctricos chinos, porque claro, una cosa es predicar y otra es dar ejemplo.  Como tampoco mencionan todos los cánones habidos y por haber que pagamos los consumidores finales.  Europa si algo es, es un negocio.  Como lo son las guerras. ¿Se imaginan a Putin y Zelenski peleándose entre sí para dirimir el resultado final de la guerra?  Es difícil imaginárselo porque en las guerras quienes mueren son los soldados y resto de población civil fácilmente reemplazables.  De tener que pelearse entre los cabecillas, pocas guerras habría. ¿Por qué no se citaron ambos antes de invadir Ucrania y lo solucionaban a puñetazo limpio?

Y con las guerras económicas ocurre lo mismo.  Quienes van a pagar el pato, la pata y quien sabe si la suegra de la pata, serán los ciudadanos de a pie, los trabajadores y asimilados, quienes una vez más veremos reducir nuestro poder adquisitivo, nuestros ahorros, y una exponencial subida de los impuestos, y todo para que nuestro amado líder pueda seguir saliendo en la foto con la Ursula von der Leyen, y como no, Yolanda Díaz pueda seguir criticando con su tono dulzón a los empresarios.  ¡Ah! Eso sí, todos juntos en unión criticando a Trump.  Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid culpar a VOX de todo ello.

Y, por cierto, ¿por qué no se cargan aranceles a los productos venidos de Marruecos? ¿O es que también entran en patera?

PUBLICADO EL 10 DE ABRIL DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA

KIT DE SUPERVIVENCIA

 

¡Que viene el lobo! Pero ¿cuál de ellos? ¿Será Rusia, será EE. UU, será Marruecos, será Siria…? Nadie sabe.  Nadie contesta.  Pero eso sí, hagamos en pocos meses lo que no hemos hecho en cuarenta años.

Ahora necesitan militares, o al menos alguien que los defienda, que nos defiendan.  Pues muy bien, que empiecen por reclutar a todos estos colectivos que critican a los militares.  A mí que no me busquen.  No pienso dar mi vida por ningún político corrupto, mantenedores de prostitutas, terroristas, independentistas, militantes antimilitaristas, ni perroflautas predicadoras del amor libre, ni por supuesto a toda esta nueva tendencia de okupas, vividores y subvencionados por el estado del bienestar.

Nos vendieron la moto diciendo que Europa sería como los EE. UU de América. Una nación de naciones.  O de Estados.  Unidos todos.  Y Europa no es nada, ni lo uno ni lo otro. Ni unión, ni nación.  Europa sólo es un coladero para que nuestros impuestos vayan a manos indeseables, retiro dorado de políticos -buenos y malos- que sólo deciden si el tapón de la botella tiene que ser verde o quedar unida al envase. Y poner trabas a todo.  Y a todos.

Si en un país relativamente pequeño como es España vemos a diario los cientos de políticos corruptos que nos gobiernan, ¿cuántos políticos corruptos nos gobernarán en Europa?

Hacemos la parodia de votar en las elecciones europeas, nos peleamos entre nosotros para que salgan elegidos “los nuestros”.  Votamos PSOE, PP e incluso a “Se acabó la fiesta”, para que luego, el PP y el PSOE se unan en el Gobierno europeo, y aquí en España todo lo contrario. El PP y el PSOE se odian a muerte -o al menos, lo aparentan-.

Nos amenazan con retirar el efectivo y ahora van y añaden a la lista del Kit de Supervivencia dinero en efectivo porque tal vez quedemos sin el digital.  ¿Qué vamos a hacer con los coches eléctricos que no contaminan? ¿Tampoco se podrán recargar? ¿O deberemos ir con bicicleta a golpe de pedal?  Sólo con observar a la comisaria europea de Gestión de Crisis Hadja Lahbib presentando el kit, queda todo dicho. ¡Como se tiran los impuestos!

De todos modos y de ser necesario, los españoles siempre estaremos a salvo.  Recordemos las palabras del marido de la Begoña mucho antes de su visita relámpago a Paiporta: “Si necesitan ayuda, que la pidan”.

Y cuanto más pasan los días, más indicios hay de que todo es un bulo.  De ser verdad, nuestro amado líder habría incluido en el kit el “Manual de resistencia” escrito por Irene Lozano y por supuesto, papel higiénico.  Mucho papel higiénico.  A algunos les hará mucha falta.  Y no por el fango….

PUBLICADO EL 3 DE ABRIL DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

12.000 VIVIENDAS

 

Uno ya duda si la noticia es buena, o es todo lo contrario.  Me apunto sin duda a la parte negativa. Son datos sobre papel -o sobre pantalla-.  Datos que, aunque no sean firmados por Tezanos, no dejan de ser preocupantes.  Ciutadella no ha tardado en corregir los que les afectan a ellos.  Y la interpretación, diversa.

Faltan datos.  Doce mil viviendas nuevas con casi cincuenta mil nuevos habitantes -eso contando cuatro por familia, que si los contamos como pisos pateras, apaga y vámonos-, más de veinte mil nuevos turismos, con sus correspondientes plazas de aparcamiento; el tanto por ciento correspondiente al aumento de los casos delictivos, el aumento en el consumo de energía, y como no, del agua potable o no potable para las tareas domésticas. ¡Y los residuos sólidos y urbanos!  La demanda educativa necesitará de mayor número de plazas en la enseñanza.  Aumentará como no, la necesidad de plazas geriátricas y de centros de salud, incluido como no, la de un nuevo centro hospitalario.  Y centros sociosanitarios.  Y asistentes sociales.

Y, por ende, seguiremos con la falta de docentes, de personal médico y sanitario, de infraestructuras para satisfacer las necesidades de estos casi cincuenta mil nuevos inquilinos de la isla.  Faltarán policías que mantengan la sensación de tranquilidad necesaria para evitar males mayores, y por ende jueces que juzguen a los posibles infractores y de fiscales que, entre otras cosas, negocien rebajas considerables en sus penas a cambio de una confesión que permita acortar el proceso.  Y de abogados que los defiendan.  Y de cárceles dónde reeducarlos.

Y faltarán empresas que den trabajo a tanto nuevo trabajador.  Y de aviones y barcos que nos trasladen al exterior; de autobuses de población en población; de gobiernos, con o sin presupuestos, que nos garanticen el descuento de residente.  Y transportes de mercancías, reparto de correspondencia, farmacias y gasolineras….

Y aumento como no de las embarcaciones en la costa, porque vivir en una isla y no tener barca es pecado.  Y una segunda residencia de veraneo, o al menos el disfrute de las playas y cuanto más virgen mejor. Y seguiremos con el turismo como único motor económico de la isla.  Y con sus trabajadores de temporada sin solución habitacional.

Y saturación, antes y después.  Y desdoblamiento.  Y se me olvidaba, si esperamos a construir las infraestructuras necesarias una vez llenadas las doce mil viviendas, tendremos que seguir ampliando el número para dar cabida a tanto médico, profesor o policía que necesitaremos para dar servicio al aumento de ¿población o vivienda?

PUBLICADO EL 27 DE MARZO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

HEMEROTECAS QUE MATAN

 

Internet ya no es lo que era.  Me acuerdo de que al principio que tuve acceso a Internet, tecleabas un nombre y te salía hasta el número de zapato que calzaba uno.  Con el tiempo nuestro pasado se ha borrado.  Tras la irrupción de la IA su “memoria” además es selectiva.  Vamos que el PP es corrupto y el PSOE un ejemplo a seguir.

Por suerte, la libertad de leer libros y de momento, poderlos elegir, sigue vigente.  Igual ocurre con los artículos de opinión, de redacción y propagación, aunque en eso sí, uno debe elegir la cabecera a la que suscribirse, no sea que esté subvencionada con dinero público y al servicio del ministerio de Propaganda de Goebbels. Y por suerte o desgracia, existen también las RRSS.  En éstas hay de todo, desde las fábricas del fango unas, y de los bulos otras, hasta la ignorancia más descabellada o de la verdad irónica más real.

Es en estas mismas RRSS donde últimamente he podido consultar declaraciones de Irene Montero, por aquel entonces ministra de Igualdad del Gobierno del marido de la Begoña, en la que explicaba a una colaboradora suya de que la bajada de cifras en la manifestación del 8M de la COVID era debido al miedo de la gente por el virus, y afirmaba que ella no lo iba a decir por prudencia, porque no quería generar pánico, más teniendo en cuenta las decisiones drásticas que tomaban otras naciones y que estaban basadas más desde el sentimiento que por cuestiones médicas.

Otra declaración consultada ha sido la del ministro Puente cuando era alcalde de Valladolid y se burlaba del uso de la mascarilla como medida preventiva contra la COVID, y ahora cinco años después de aquel arresto domiciliario inconstitucional al que se nos impuso a los ciudadanos, y tras la puesta en escena del documental 7291, hace campaña contra Ayuso.  Vamos, que sólo le faltaba añadir, aquello de que “si necesitaban ayuda, que la hubieran pedido”.

Y ya para terminar, referirme al artículo publicado en estas mismas páginas por Manuel Aguilera “Lo mataron por llamarse como otro”, en la que relata el asesinato durante la Guerra Civil por orden del agente estalinista Heriberto Quiñones, marido de Aurora Picornell, de Pedro Vila. Son hechos documentados. Son hechos reales. Están perpetuados en libros y en la prensa.  Eso sí, hasta que los libros y periódicos sean proscritos y quemados e Internet borrado, censurado y acotado.  Luego, sólo existirá en la memoria de cada uno que haya tenido acceso a ello con anterioridad.

Terminada la memoria de uno, el virus del Alzheimer gubernamental pulirá otra memoria, histórica o histérica, democrática o autocrática.

PUBLICADO EL 20 DE MARZO DE 2025 EN EL DIARIO MENORCA.