UNA URGENCIA OFTALMOLÓGICA

Sirva la presente para agradecer el trato recibido en el Hospital Mateu Orfila.  Soy muy reacio a los médicos.  Siempre digo que si buscan encuentran, por lo que cuánto más lejos de ellos, mejor. Es una excusa, claro. El miedo mismo me hace contradecirme, aunque en el fondo sé que estoy equivocado. Más bien, intento engañarme. Y lo consigo hasta que la realidad me hace ver que mejor que encuentren algo a tiempo a que lleguen tarde. Vamos, que todo a su momento.

Y el momento llegó. Llegó el 25 de agosto por una dolencia ocular. El periplo ha hecho que estos últimos meses visitara el hospital más veces que en toda mi vida.  Pero por suerte con final feliz. El tour fue entretenido: visité el servicio de urgencias en dos ocasiones, el servicio de oftalmología -con optometristas y demás técnicos incluidos- en incontables ocasiones -y las que quedan-, el TAC, la Resonancia Magnética, el servicio de Neurología, el de Anestesia, y en otras dos ocasiones el quirófano de la CMA de oftalmología. Y llegado a este punto, creo que ya es hora de frenar y, sobre todo, de agradecer.

Agradecer al personal del Servicio de Urgencias y en especial a los turnos de noche de los días 25 de agosto y 3 de septiembre, y más concretamente a los equipos que dirigían las doctoras Eva Roldán y María Barona, respectivamente.  Gracias a ambas doctoras la estancia en el servicio fue tranquilo, sereno y relajado.  Al Servicio de Oftalmología, y en especial a los doctores Raquel Bañón, Maroun Nicolás Haddad, Fariel Camacho y de forma muy especial a “mi oftalmólogo de cabecera” el doctor Daniel Muñiz López-Gómez, quien hizo que las consultas y las intervenciones no fueran nada traumáticas y dignas de toda confianza.

A Ana Ramos de la recepción del servicio de Diagnóstico por Imagen por la ayuda e información que presta a los usuarios del servicio.  A los técnicos del TAC y de la RM que me atendieron.  Al personal del quirófano de la CMA de oftalmología de los días 30 de septiembre matinal y 27 de noviembre vespertino. Y como no, al Servicio de Atención al Usuario.  Todos ellos con demostrado perfil tanto profesional como personal para la asistencia y trato en un centro hospitalario.

Y como no podía ser de otra forma, a todo el personal anónimo que, de puertas adentro, trabaja para que el resto de los servicios funcionen adecuadamente.  El Hospital funciona como un gran equipo interdisciplinar en el que todos son necesarios para que el engranaje funcione. Y por suerte, funciona.

Gracias a todos y a todas, como dicen ahora.  Y aunque sea repetitivo, muy especialmente al doctor Daniel Muñiz, para mí fue una suerte que estuviera de guardia aquella noche y que me acompañara durante todo el proceso.  Siga así, no cambie.

Y como no, a mi familia, quienes “pistola en mano” me obligaron a acudir al Servicio de Urgencias y me han acompañado durante todo el proceso.

Gracias, muchas gracias a todas … y a todos. 

PUBLICADO EL 12 DE DICIEMBRE DE 2025, EN "CARTAS AL DIRECTOR" DEL DIARIO MENORCA.

MUJERES, NIÑOS Y JÓVENES

 

No voy a referirme al grito de “mujeres y niños primero”, ese lema de película que parece obligatorio en cualquier hundimiento digno de Hollywood, porque si hoy alguien lo pronunciara tal vez acabaría acusado de machismo.

De machismo, por cierto, también podría decirse cuando salen las noticias de bombardeos sobre Gaza. Ahí sí que es un festival diario del “entre ellos, mujeres y niños”, como si en las guerras solo estuviera permitido que murieran los hombres. ¿¡Cuándo entenderán que no debería haber ni guerras ni muertos!?

Y luego están las afiliadas al PSOE del marido de la Begoña, progresistas y feministas de libro hasta que el discurso choca con la testosterona desbordante de ciertos dirigentes sanchistas. El feminismo es cosa de progresistas, dirán. Y el fanatismo siempre tiene explicación para todo...

Desde hace ya algún tiempo, los políticos pusieron su objetivo en los jóvenes.  Sangre nueva, espíritu crítico y renovado, dijeron. Votos, debieron pensar. Y se olvidaron de ellos como se han olvidado de las más de ochocientas mil viviendas.  Y los jóvenes siguen allí, haciéndose mayores y apareciendo de nuevos. La cadena de producción no se detiene, aunque los genes van cambiando.  ¡Y lo que cambiarán!

Y en esto, jóvenes y mujeres acaban siendo casi lo mismo: grupos a los que se invoca mucho, pero se escucha poco. Como ejemplo la II República. La ironía se sirve sola. Clara Campoamor, convertida hoy en heroína socialista del voto femenino, resultó ser en realidad una diputada liberal. Cosas de la desmemoria selectiva. Y tuvo en su contra a Victoria Kent, diputada ella sí socialista de verdad, que se opuso al voto femenino porque las mujeres, según ella, estaban demasiado influenciadas por la Iglesia y podían votar mal. Esa es la memoria histórica auténtica y no la otra.

Con los jóvenes pasará igual. Hace años que se habla de bajar la edad del voto: si puedes trabajar y pagar impuestos con dieciséis, ¿por qué no poder votar? Muy lógico… salvo para los partidos, a los que ahora las estadísticas no les salen. Lo mismo que defendía la mismísima Victoria Kent, pero versión siglo XXI. Porque, si la idea viene de la izquierda, y el beneficio es para la derecha, no conviene. Los chicos son más de derechas, las chicas más de izquierdas. Las encuestas electorales vuelven locos a los estrategas.

Vamos, que antes de hacer algo sensato, mejor montar una comisión, pedir unas cuantas encuestas más y, con un poco de suerte, dejar que el tiempo lo entierre todo o, que Tezanos decida, como así suele ocurrir en esta España de las saunas del suegro y del parador de otros.

PUBLICADO EL 11 DE DICIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

LA IA LA LÍA

 

Mucho ha cambiado la sociedad desde que Miguel Ángel Rodero y Javier Castellano, en el año 1998, parieran el mítico Rincón del Vago. Miles de estudiantes aprobaron asignaturas gracias a aquellos trabajos “originales” que habían circulado más que un billete de diez euros.

Pero claro, la evolución es imparable. Los vagos siguen existiendo, pero su rincón ahora se llama Inteligencia Artificial —IA, para los más esnobs—. Versión premium y versión gratuita -universidad privada y pública, según los políticos-. Lo importante, sin embargo, es que la IA más o menos funciona. A veces sorprendentemente bien, y cuando no, pues finge con una elegancia que ya quisieran algunos ministros. En el fondo, no deja de ser un mega buscador muy convincente que solo sabe lo que alguien colgó en internet. Si no está en la Red, para la IA no existe. Y vaya si lo comprobé.

Lo comprobé cuando, inocente de mí, le pregunté por casos de corrupción en el Gobierno del marido de la Begoña, y la criatura me vino a decir que allí todo era puro y cristalino. A medida que le estrechaba el cerco, la IA seguía firme en que, al no haber sentencia firme, pues eso, impoluto. Curiosamente, cuando pregunté por el PP, de pronto la presunción de inocencia ya ni estaba ni se la esperaba, porque claro, Feijóo y la foto con Marcial Dorado son argumento más que suficiente. Vamos, que la IA parecía empeñada en aprobar unas oposiciones a diputado de la izquierda. Y tozudo de mí, que seguí.

Le pregunté entonces por la ideología de un escribidor de un diario local, alguien cuyas manías y pocas virtudes me conozco bien. Y la IA, sin despeinarse, lo tachó de “conservador” porque había pertenecido a un cuerpo de seguridad. Claro, si eres policía te encanta la ley y el orden, pues eso, son de derechas. Lógica aplastante. Y si a eso añadía los títulos de sus escritos, pues blanco y en botella. Entonces uno no puede evitar preguntarse: ¿para la IA todos los policías votan lo mismo? ¿Es el PSOE el partido del desorden para la IA?  Pese a ello no me rendí, y seguí.

La prueba final fue pedirle que me escribiera una novela. ¡Y me la escribió! La tituló como “La noche de los pasos rotos”. Y ahí empezaron los dilemas: ¿será inédita? ¿Será un remix descarado plagiado de mil novelas ajenas? ¿La puedo publicar sin que me persiga un ejército de abogados? ¿Cuántos políticos —de esos que escriben libros sin saber apenas escribir— no habrán usado ya la IA para parecer intelectuales? ¿Y esto es serio? ¿Dirigirá la IA nuestras vidas? ¿Nos dirá qué votar, qué creer y cuántas excusas usar para no ir al gimnasio?

Pues eso, un lío.

PUBLICADO EL 4 DE DICIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

DE FISCAL A CONDENADO

 

Habrá quienes digan que el tiro le salió por la culata; otros preferirán la versión de que eligió mal al contrincante o, dicho de otro modo, que no calibró demasiado bien a quién tenía enfrente. Sinceramente, creo que cayó en la provocación…y de cabeza. Y la respuesta, en vez de ser comedida y ajustada a derecho —que sería lo mínimo esperable viniendo del Gobierno— fue exactamente lo contrario. Pero claro, cuando la testosterona, la prepotencia y el servilismo al partido se juntan, la jugada rara vez sale bien.

Y el fiscal general del Estado dejó de parecer imparcial, casi sin esforzarse. Arropado por quien lo nombró y por la habitual camarilla del partido, resistió el embate hasta que unos jueces decidieron que ya estaba bien de teatro y rompieron el hechizo. La verdad jurídica, sorprendentemente, se impuso a la verdad emocional.

Y el capricho del destino —o de los jueces, quién sabe— eligió la fecha. El 20-N quedará marcado como el día en que el primer fiscal general del Estado juzgado conoció su condena. Al menos hasta que otra “Memoria Democrática” se anime a reescribir la “historia”. Tiempo al tiempo.

Las reacciones no tardaron. Los autoproclamados progresistas —aquellos comunistas vintage— desempolvaron su repertorio de comentarios guerra-civilistas, muy al estilo del Frente Popular Republicano. Enfrente, la parte conservadora -la derecha extrema, según los social-comunistas del Gobierno del marido de Begoña- clamaban por devolver la palabra al pueblo en las urnas. Ni lo uno ni lo otro: ni golpismo de despacho ni elecciones exprés. Punto y aparte. Nuevo nombramiento y sigan avanzando.

En medio del espectáculo, una voz socialista —pero no sanchista— decidió hacer algo insólito: pensar. Juan Lobato arrojó sensatez entre tanto ruido con su frase: “Estoy en desacuerdo con poner la lealtad partidista por encima de la ley y un partido no debería defender eso”. ¿Hay vida para el PSOE después de Sánchez? ¿Hay más Lobatos escondidos entre sus filas? ¿Resucitará Susana Díaz como líder del socialismo?

Habrá que esperar a más condenas para ver si Sánchez baja del Falcon. Todo se verá. La justicia es lenta, pero a veces, por capricho, incluso llega.

Y uno se pregunta: ¿qué habría sido de García Ortiz si en vez de un juez, la instrucción la hubiera llevado un fiscal, como pretende el Gobierno de Sánchez? Por suerte, el marido de Begoña llegó tarde a esa fiesta. 

Ahora, sólo debemos preguntarnos, ¿Qué será lo próximo, su indulto o su amnistía? ¿O será Conde-Pumpido quien diga la última palabra? Termine como termine, la fiscalía ha quedado tocada. Demasiado mal tocada.

PUBLICADO EL 27 DE NOVIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

¿ESTÁ FEIJÓO AMORTIZADO?

 

Tras la última aparición de Puigdemont anunciando que se alejaba del marido de la Begoña y del ofrecimiento de sus emisarios terrenales para una moción de censura “instrumental”, el rechazo público de Feijóo a los catalanes hizo que algunas voces —o conciencias— empezaran a preguntarse si Feijóo no estaría ya amortizado.

La respuesta es complicada. Primero, porque Feijóo es gallego y, por tanto, experto en ese arte de no decir ni sí ni no, sino todo lo contrario. Y no es que quiera compararlo con Rajoy —Mariano es pura comedia involuntaria—, pero parece que el tiempo no es un problema para alguien que se ha planteado a España como una carrera de fondo. Feijóo da la sensación de preferir que su adversario muera políticamente por causas naturales antes que arriesgarse a darle un balón de oxígeno en forma de urnas.

Porque a estas alturas, uno ya no sabe cuál es el adversario real de Feijóo. ¿Sánchez? ¿Abascal? ¿Ayuso? ¿O ambos tres? Y lo peor es que Feijóo ya está en ese punto en el que persona y personaje se confunden. Cuando hablamos de “Feijóo”, ¿nos referimos a Alberto Núñez o a Génova 13? ¿Su estrategia es la del personaje o el de la formación política que representa?

Mientras tanto, se le acusa —a él y al PP— de no tener proyecto político. O de tenerlo, pero escondido. O de seguir el de VOX. Pero ¿qué más da? ¿Por qué tener programa si luego no lo cumplen? El Partido Sanchista tampoco ha cumplido sus promesas electorales. ¿Desde cuándo hay obligación de cumplir un contrato electoral? ¿Acaso los ciudadanos no tenemos derecho a votar según nuestras manías, enfados o porque nos guste la corbata de uno?

Feijóo, en el fondo, es más listo de lo que aparenta. Prefiere el desgaste lento al degüello rápido. Muy Mariano todo. De hecho, Sánchez le está regalando, sin querer, la resolución del “problema catalán”. O, mejor dicho, del “problema Puigdemont”. Y ya lo dijo Rajoy en su día: “Cuanto peor, mejor para todos; y cuanto peor para todos, mejor; mejor para mí el suyo beneficio político”. Ese trabalenguas que aún hoy provoca carcajadas viene a resumir a la perfección no ya la estrategia del PP, sino la de Alberto Núñez. Su único obstáculo: la juventud.

Porque la juventud es impaciente e idealista por naturaleza. Son velocistas: quieren ganar un sprint, no una media maratón. En cualquier caso, PP y VOX están condenados a entenderse, o al menos a no odiarse. Y con Junts y el PNV también. Pero aún queda carrera por recorrer.

Y el marido de la Begoña tampoco tiene prisa. O sí. Todo dependerá de los jueces que miran a su entorno.  Tanto en el político como en el familiar.

PUBLICADO EL 20 DE NOVIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

SECRETO PROFESIONAL

En el juicio que se está celebrando en el TS y en cuyo no-banquillo -que eso es para los plebeyos judiciales- está sentado el fiscal general del marido de la Begoña, por un presunto delito de revelación de secretos, saltó la pieza teatral del momento.  Y es que en los juicios suele haber mucho teatrillo.

Pero eso es un detalle menor. A estas alturas, tanto da el pelo blanco de MAR como de quien amenaza con exiliarse o suicidarse. O el dilema moral del testigo. Pero, no nos engañemos: el debate no es sobre el derecho a guardar secreto, sino sobre la obligación de hacerlo. El delito no lo comete quien pregunta, sino quien, teniendo el deber de callar, decide abrir la boca.

En esta tragicomedia jurídica española, se mantiene la entrañable costumbre de exigir al testigo que diga la verdad, mientras el acusado puede mentir sin despeinarse. Lo curioso es cuando el que va de testigo acaba saliendo de investigado por tener la osadía de decir la verdad. ¿Dónde está la garantía procesal? Probablemente ni está ni se le espera. Por eso hubo quien usó y abusó del “no sabría decirle” en el Senado.

Otra reliquia es el secreto de confesión. Privilegio que permite al sacerdote guardar silencio sobre delitos porque, al parecer, ya se le pasará factura en su momento. ¿Por qué el cura puede callar y el periodista encubrir, mientras el resto de los mortales debe colaborar con la justicia? La libertad religiosa y el derecho a la información siempre han sido dos comodines. Gracias a ellos, algunos delitos se confiesan... pero no se castigan, al menos aquí en la tierra.

Y, sin embargo, los tiempos cambian. España ya no es católica. Franco murió, aunque el sanchismo nos lo resucite cada mañana, tarde y noche. La Iglesia ya no manda sobre el Estado, o al menos eso dice el guion. Aquellos curas que simpatizaban con ETA ya son historia, igual que los periodistas que jugaban con dianas, o los abogados que hacían de correo. Hoy los pecados son más domésticos: un poco de corrupción por aquí, un chanchullo por allá, y a correr.

Mientras tanto, Europa empieza a poner orden y legislar sobre el secreto profesional en los medios. Pero ¿qué hacemos con los canónigos? ¿Y con las demás religiones? ¿Qué pesa más, el alma o el cuerpo? ¿Y si fundamos nuestra propia religión con beneficios incluidos? ¿O un medio digital que informe de los hechos que nosotros mismos provocamos, para luego escudarnos en que nuestra fuente —o sea, nosotros— no quiere ser revelada?

Hecha la ley, hecha la trampa, solía decirse.  Ahora, se hace la trampa y luego se redacta la ley acorde con ella. Más legal, imposible.

PUBLICADO EL 13 DE NOVIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

RECONCILIACIÓN

 

Dos son los libros que tienen la entrada prohibida en mi biblioteca. Y no es por censura, sino por puro instinto de salud mental.

El primero, cómo no, es “El manual de resistencia” del marido de la Begoña, nuestro amador líder. Es obvio ¿no? El segundo está en máquinas: “Reconciliación”, del mismísimo emérito. ¿De verdad alguien cree que leyendo cualquiera de esos dos volúmenes saldremos de dudas? Más bien parece que están escritos para añadir un poquito más de niebla al panorama.

Porque, seamos sinceros, las memorias y autobiografías deberían estar en la sección de ciencia ficción. ¿Quién, en su sano juicio, se desnuda ante el populacho sin antes pasar por el Photoshop? Las memorias no son más que un espejo con filtro: reflejan lo que uno quiere que se vea, y lo demás... a la papelera.

¿De verdad alguien se va a creer el cuento del 23-F contado por uno de sus presuntos protagonistas? ¿O la versión autolimpiada de sus “presuntos” negocios? ¿Y qué decir de los affaires, esos que ya tienen más volumen que la enciclopedia Espasa?

Cuentan los medios que el rey emérito siente que le están robando “su historia”. ¡Pobrecito! ¿Acaso teme que alguien la cuente sin el barniz de su pluma regia? Claro que quiere escribir su historia, antes de que “la historia de su reinado” se la escriban otros, mucho menos controlable, y no digamos más real.

Hace tiempo que don Juan Carlos cambió el sacrificio por el egoísmo, el deber por el “yo, mí, me…”. Y con este libro, lo certifica con firma y dedicatoria. Flaco favor le hace a la institución monárquica, al rey Felipe, a su familia... y, ya puestos, a España entera.

“Los trapos sucios se lavan en casa”, dice el refrán. Pero parece que en Abu Dabi ya no queda lavadora que funcione. El emérito busca una popularidad que se le escurrió entre safaris y comisiones. La dejó caer él solo, y en lugar de aceptar su papel de figura retirada y decorativa, se empeña en hacer de su ocaso una tragicomedia en tres actos.

Su último servicio al país debería ser el silencio. Anonimato, discreción, y un retiro digno —como corresponde a quien tuvo un papel histórico, para bien o para mal—. Pero no: prefiere el foco, la nostalgia, y el aplauso que ya no llega. Ni le llegará.

Negarse a rendir cuentas es toda una declaración de principios, eso sí. Principios de impunidad, de desmemoria y de narcisismo.

Así que, ¿para qué leer estos libros? ¿Para “reconciliarnos” o para “resistirnos”? Vaya par de títulos: uno se cura en salud, el otro en soberbia. Dos ejercicios de autojustificación tan reales como la vida misma… o tan falsos como la portada que los sostiene.

PUBLICADO EL 6 DE NOVIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

¿VIVÍAMOS MEJOR?

 

Finalizamos octubre y sin casi darnos cuenta hemos desaprovechado el año.  Tenemos el año Franco casi finiquitado.  ¿Cuál será el próximo movimiento del amado líder? ¿Dedicará 2026 para cargarse a la Transición? Al menos, el “espíritu” de la misma ya se la cargó Zapatero. Y ya se sabe, de tal palo tal astilla.

Y no vivíamos mejor.  Con Franco, no vivíamos mejor.  Las cosas como son.  No teníamos ni ordenadores ni teléfonos móviles.  Por no tener, ni teníamos coches eléctricos ni éramos ecosostenibles.  Y pocas eran las viviendas que tenían ascensor.  Ni lavadoras que centrifugaban y te secaban la ropa.  Y ya no digamos de los aparatos de aire acondicionado.  Todo vino con la democracia.  Hay que decirlo bien claro.

Cuando Franco murió yo tenía doce años.  Muchos de los que ahora tanto lo odian, aún no habían nacido o mamaban de teta.  Incluso algunos debieron vestir el uniforme de la OJE, que de estos también haylos.  Otros, simplemente vivían a expensas del régimen.  Y sí, como no, algunos otros debían ansiar que Franco se muriera.

En casa no se hablaba de política.  No porque se temieran represalias, sino simplemente porque la política no existía. Éramos una familia más del montón, de las que el marido trabajaba, la esposa se encargaba de la casa y los hijos estudiaban.  Y de reciclar, se reciclaba.  Incluso en ropa. La felicidad completa. ¡Qué más se podía pedir!

Y tan felices que éramos que ni se pagaba IRPF.  Y las cosas cambiaron, pues sí.  Los Pactos de la Moncloa hicieron que empezásemos a pagar el IRPF y que viviéramos mejor.  Y gracias a Ozores llegamos incluso a ser ¡europeos! Sin levantarnos del sofá habíamos cruzado ya los Pirineos y se desterró aquel blanco y negro de nuestra infancia.

Teníamos ya vida en color.  Y ascensores que subían a los pisos.  Y dejamos de reciclar. Por fin estrenábamos ropa y zapatos.  Empezábamos a vivir mejor, sin duda.  Incluso había manifestaciones, huelgas y se podía votar.  Y no un tercio, sino entero. Y todos y todas.  Habla pueblo, habla. Y el pueblo habló. Y por suerte, seguíamos siendo felices.  Había trabajo y vivienda. Libertad de expresión.  Se empezaba a hablar de política.  Y a discutir de política. Y a enfadarnos entre nosotros.

Con el tiempo, seguimos viviendo aún mejor que antes. Tenemos móviles, internet y aire acondicionado.  Pagamos IRPF, también. Discutimos por todo.  Reciclamos todo. Pagamos por todo.  Vivimos mejor, sin duda, aunque algunos no tengan dónde ir a la lavar la ropa.  La casa ya no es casa, es sólo una habitación.

La pregunta ahora es otra: ¿Somos más o menos felices que antes?


PUBLICADO EL 30 DE OCTUBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

LO QUE DAS VUELVE

Desde hace semanas el ministerio de Marichús nos acribilla con el eslogan de que “Lo que das vuelve”.  Y llegan a ser tan cansinos como la titular de la cosa misma.  Y por fin llegas a entender que está próximo el segundo sablazo del IRPF y por ello te untan de vaselina. Aun así, las cuentas no te salen.  ¿Cómo es posible que el Gobierno del marido de la Begoña esté tantos años sin aprobar presupuestos y las cuentas aún cuadren? ¿O será que no cuadran?

Al menos los dineros no faltan.  Vamos, que eso que la economía va como un cohete será cierto, recaudan más de lo que verdaderamente necesitan, porque de lo contrario no estarían regalando pensiones a otros países cuando las de España están en precario. O al menos eso nos dicen.

Empieza a encajar el puzle.  La trampa está bien estudiada.  Aun así, lo que das no vuelve, al menos no vuelve todo.  Ni a ti, ni a los otros.  La campaña anual intenta mentalizarte de que con el IRPF se pagan los hospitales, la seguridad, los colegios e incluso el Falcon de Sánchez y el piano de su hermano. Y más. Mucho más.  Vivimos el día a día pagando los vicios ocultos del sistema español. Y no tan ocultos. Vamos, que hasta con el uso del papel higiénico estamos subvencionando a nuestros políticos y a las amigas de algunos de ellos.  Incluso el avión de regreso de los expedicionarios allende los mares.  Y quién sabe si alguna mina de oro en Venezuela.

Lo que das vuelve, insiste la campaña.  ¿Y quién no da, también recibe?  El sí y sólo sí, no funciona en esta ecuación, como en tantas otras ecuaciones del Gobierno del marido de la Begoña.  Las matemáticas de Marichús no son exactas. Pero no fallan, añadirán.  Si no que se les pregunte a los jóvenes que en su estreno en las urnas reciben unas cuantas lechugas para su ocio.  Casi una chistorra por cabeza como diría Koldo.

Y es que entre tantas chistorras, soles y lechugas tenemos el mercado lleno de productos exentos de control alguno.  Un mercado de proximidad, de kilómetro 0, anclado en el centro mismo de la cosa pública, en donde se decide cuantos enteros entregamos y cuantos regresan o se pierden misteriosamente por el camino.

Pero que nadie se queje, que dineros de haberlos haylos, aunque para la vivienda poco o nada. Pero a pesar de ser un bien escaso nadie hace una huelga general por ello.  Por otras cosas, sí.  Por la vivienda, ni está ni se la espera.  Es el descuadre del presupuesto y de lo supuesto.  Como el bochornoso ataque del Instituto Cervantes a la RAE.

Lo que das vuelve, le podrían decir a quien empezó la batalla, nombrado por el Gobierno de Sánchez, por cierto.

PUBLICADO EL 23 DE OCTUBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA. 

LA MUERTE DE UN AMIGO

 

Desde que el marido de Begoña desahució a Yoli del plató de la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros, ésta tiene que buscarse otros escenarios donde rentabilizar sus necesidades políticas. Si a esto le añadimos que, a la izquierda de este país, patria, nación o como quiera que se le llame, se le ha indigestado tanto la posible paz entre los terroristas de Hamás y el gobierno de Netanyahu, como la otorgación del premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, ya no digamos.

El “manual táctico de propaganda para la supervivencia política” ya detalla que cuánta mayor sea la cagada mental del titular de la cosa, mayor será el recorrido mediático de la misma.  Y Yoli lo sabe. No es la primera vez que en sus vacías alocuciones intercala una frase polémica.  Esta vez no ha llegado ni a frase.  Le ha bastado un solo vocablo para ello. Inocente, dirán algunos.  Lapsus, los demás.  Sin duda, Freud ha jugueteado esta vez con la vice.  Y se demuestra por sí misma.  Por el género mismo de la expresión.

Cuando Yoli anunció por su cuenta y riesgo que aprobaba la ampliación del derecho del trabajador a disfrutar de diez días de permiso retribuido por la muerte de un familiar o amigo, dijo precisamente “amigo”, cuando lo normal en ella hubiera sido que hubiera mencionado el palabro “amigues”.  Y la polémica se desató.

Se desató en el Gobierno y en la patronal. Pero esta polémica institucional es mínima.  Gana pocos enteros publicitarios.  Lo que Yoli busca es la polémica de calle, del populacho, del populismo como dirían los centrados. Del titular del voto. Y lo ha conseguido, al menos irónicamente. A estas alturas ¿quién se cree a la vice?  Y el juego de palabras ya circula en los memes y entre los contertulios desfanatizados.

¿Qué es un amigo? ¿Qué grado de amistad se considerará factible? ¿Amigo de roce, de Facebook, amigo de copas, de viaje, de confidencias o sólo al más íntimo? ¿Se incluirá el concepto compañero de trabajo, coincidente o simplemente de conveniencia? ¿El amigo de un amigo puede considerarse amigo, o solamente el amigo de la canción de Roberto Carlos? ¿Los amigos de mis amigas serán mis amigos, tal como cantaba el grupo español Objetivo Birmania?  ¿Dependerá de la antigüedad en la relación que se den más o menos días por el fallecimiento? ¿Inspirarán los Manolos con su “Amigos para siempre” para concretar la cuantía de estos?

La polémica está servida, pero no se hagan ilusiones. De momento la noticia no tiene más recorrido que pasearse por los platós llenos de contertulios vacíos de contenido. Y de “amigues” del régimen.

PUBLICADO EL 16 DE OCTUBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

¿ES EUROPA CONSCIENTE?

El nuevo orden mundial se está restructurando a marchas forzadas.  Y no es precisamente aquel que nos vendieron los negacionistas de la Agenda 2030, ni el de la propia Agenda 2030.  Va más allá.  O menos. Más lógico si cabe.

Creíamos que habíamos inventado el mundo ideal, un mundo feliz, aquel en que todos ganábamos, lleno de paz y de armonía.  Aquel mundo soñado en nuestra infancia, pronosticado en las series televisivas, llenos de artilugios que nos harían la comida y trabajarían para nosotros.  Pero por el camino nos olvidamos de que había otros mundos menos felices, otras películas futuristas llenas de esclavitud, en que los derechos desaparecían y que la riqueza seguía mal repartida. Peor repartida.

Europa no ha existido nunca como ente. Ha seguido siendo un mercado común y una fábrica de tapones de botellas. Nada más.  Se ha dormido en los laureles y a expensas del “sueño americano”.  La anexión de los satélites de la vieja URSS le hizo creerse poderosa, aunque la realidad ha demostrado que ha sido todo lo contrario.  Más a quien repartir, sin duda.

Nos pusimos, nos pusieron en brazos de EE. UU. y nos olvidamos de lo más esencial.  Que todo tiene un precio, un tiempo, unos intereses.  No podemos ir contra el sistema ni nadar contra corriente, más aún si no sabemos nadar.  Europa es como Baleares, sin duda.  Existe en el mapa, pero no en sentimiento. Y así nos va a los baleares. ¿Alguien sabe qué es sentirse balear?  No somos capaces de luchar por lo nuestro que algunos se creen más catalanes que otra cosa. Podemos ser europeos también, como decía Antonio Ozores, pero nada más. Palabras huecas, trabas administrativas y ganancias de algunos pocos.  Y todo gracias al IVA, o al menos así nos lo vendieron.  Nos lo cobraron, más bien.

Donald Trump ya ha negociado.  Trump ya ha iniciado el reparto. Su reparto.  EE. UU. se queda con la influencia sobre Sudamérica.  Europa la cede en parte a Rusia.  La otra parte, depende.  Depende de hasta dónde quiera llegar Putin y hasta dónde le deje Trump.

El romanticismo ya no es moda. Ni vende. ¿Seguiremos haciendo el amor y no la guerra? ¿Mandaremos a una flotilla de pacotilla o haremos una caravana de bicicletas y monopatines ecológicos? ¿Será necesario sacrificar el este de Europa para salvar al resto? ¿Volverá a decirse que Europa empieza en los Pirineos?

Nos faltan valores propios, y por eso mismo, parece que vayamos a importarlos. Y el pack vendrá completo.  Guste o no guste, queramos o no, nos hemos autoliquidados, o lo que diría otro más políticamente correcto, nos estamos muriendo de éxito.  Un exitus, vamos.

PUBLICADO EL 9 DE OCTUBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

NOBEL DE LA PAZ

Sin duda, Trump ya puede empezar a temblar. Y eso que muchos pensaban que lo del Premio Nobel de la Paz para él era un chiste de mal gusto… pero mira tú por dónde, había quien estaba dispuesto a plantarle cara en esa competición hacia el estrellato universal.  Tras el “supuesto” boicot en su visita a la sede de las Naciones Unidas, Donald Trump ha perdido muchos enteros.  Que la escalera mecánica se le frenara en seco y que el teleprompter presentara fallos en sus primeros momentos de su alocución le debieron señalar un antes y un después en su vida política.  Al menos así le pareció a él.

¿Y quién iba a ser el osado contrincante? Pues no, no es Putin, que anda ocupado salvando el mundo a su manera. Tampoco Xi Jinping, que bastante tiene con sus pandemias y sus globos espía. Ni siquiera Kim Jong-un, siempre tan discreto y preocupado por su corte de pelo. Ninguno de los tres necesita nada del mundo. Ellos ya son el mundo.  El contrincante viene de casa. Si, de casa nuestra. Sí, sí, made in Spain. Más cercano, más familiar… más de aquí. Vamos, nuestro amado líder, el presidente consorte como diría Patxi López. Más matrio, como diría Yolanda Díaz.

Ahora bien, no se vayan a creer que nuestro amado líder se ha postulado él solito. Eso sería demasiado descarado. Y más teniendo en cuenta la sencillez y discreción de que se rodea. Ha sido, según cuentan, un cantante y presentador francés llamado Claudy Siar. Porque claro, glamur tiene la cosa. Aunque eso sí, después vino la bomba: ministros desbordados de entusiasmo, asesores en éxtasis, y la legión habitual de fans sacando espuma por la boca. Que ya saben: donde hay premio, hay lametones.

Y claro, si esto cuela, ¿qué será lo siguiente? ¿Eurovisión? Hombre, seguro que arrasamos… al menos en votos patrios. Perdón, matrios. Aunque también habría que preguntarse si a alguien le sigue importando Eurovisión, ese festival donde da igual la canción: lo que cuenta es a quién quieres fastidiar en política exterior.  Al menos, director para la orquesta, seguro que conoce alguno muy cercano, en su propia familia, vamos, aunque eso sí, habría que darle los datos del lugar en GPS y un manual de instrucciones, para que no se pierda y localice su oficina.

Pero no nos engañemos: siempre se puede ir más allá. Imaginen que alguno de sus fieles —siempre tan incorruptibles, claro— le sugiriera presentarse a Míster Universo. Sería el no va más definitivo. A partir de ahí, poco más quedaría por ver…, a Papa ya no llegó a tiempo, pero siempre quedan los Grammy Latinos, Goya, Oscar…. Sólo es proponérselo.  Y seguro que acepta.  Y gana. 

PUBLICADO EL 2 DE OCTUBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

PULSERAS DE IGUALDAD

 

Hubo un tiempo en que, a Zapatero, en su circo particular, le crecían los enanos. A Sánchez, en cambio, no le crecen los enanos: le crece de todo. Hasta la nariz, en plan Pinocho Deluxe. Pero él, erre que erre, no piensa desmontar la carpa; la función debe continuar, aunque el público ya bostece. Motivos para echar el telón, desde luego, hay a montones.

El último numerito no es nuevo, aunque nos lo cuenten ahora. Resulta que las famosas pulseras para maltratadores —esas que deberían garantizar que el agresor no se acerque a la víctima— pasaron una larga temporada en plan “accesorio de moda”: bonitas, visibles… y poco más. Durante unos ocho meses, en muchos casos no funcionaron. Pero tranquilos, que la ministra de Igualdad lo minimiza: “solo” afectó a un uno por ciento de las usuarias. Ah, bueno, si es solo un uno por ciento se respira aliviado. Que se lo digan a esas pocas víctimas, seguro que entienden la estadística.

La explicación oficial es de manual: “problemas técnicos” en la migración de datos entre empresas subcontratadas. Como si cambiar de compañía de internet y quedarse sin WiFi durante medio año fuera lo mismo que dejar a una víctima sin protección. Y claro, nos enteramos ahora porque lo ha sacado en la memoria de la Fiscalía. Si no, aquí paz y después gloria.

Pero la versión de los trabajadores del Centro Cometa —los que de verdad saben cómo va la cosa— es bastante más terrenal. Dicen que cuando el Ministerio cambió de empresa decidió ahorrar, y claro, lo barato sale caro: afuera quedaron los terminales de renting que funcionaban bien, para dar paso a las pulseritas “made in AliExpress” con la fiabilidad de un reloj de los bazares chinos. Resultado: datos que no migraron como debían, dispositivos que no se emparejaban, y víctimas que llevaban un modelo distinto al del agresor, con lo cual en las pantallas del control solo aparecía uno. Como en los juegos de magia: ahora lo ves, ahora no lo ves

Y lo más divertido del espectáculo no es el fallo, sino la reacción: los técnicos reportaban las incidencias, pero los de arriba se hacían los sordos. Ni la Delegación del Gobierno contra la violencia de género ni el Ministerio de Igualdad se dieron por aludidos. Total, ¿qué más da un par de vidas en riesgo mientras los powerpoints sigan diciendo que todo va de maravilla?

Y luego, claro, los malos de la película no son quienes gestionan con dejadez algo tan serio, sino quienes lo denuncian. En fin, circo había, circo hay… y parece que aún queda función para rato.

Pero seguro que el populacho seguirá aplaudiendo.  Los payasos ya han salido a la pista.

PUBLICADO EL 25 DE SEPTIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

MAHÓN Y SU GRACIA

La estrategia es ganar el relato, aunque los argumentos brillen, ya no por su ausencia, sino por sus manipulaciones.  Achacan a Göbbels, responsable de la propaganda del régimen nazi, la frase de que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. Y sin duda, el tipejo sigue teniendo adeptos, al menos en el manejo de la estrategia de la manipulación.

Y para desmontar estas endebles manipulaciones no se necesita mucho intelecto, sólo usando el más barato y menos utilizado de los sentidos, sería suficiente: el sentido común. Pongamos como ejemplo a la ciudad más poblada de EE. UU., oficialmente denominada City of New York.  Si redactamos un escrito en castellano, la nombraremos Nueva York, o la ciudad de Nueva York.  Si en cambio lo hacen en catalán sin duda la escribirán como Nova York.  Hasta aquí todo correcto y normal, ¿no?

Pues para algunos lo que es evidente para Nueva York, no lo es para Mahón.  Si el nombre oficial de Mahón ahora es Maó, pues muy bien, aceptamos pulpo. Faltaría más.  Las leyes son para cumplirse. Y así lo pienso, aunque algunos fanatismos se escuden en que la desobediencia civil es necesaria para el avance de la sociedad.   Pero el mismo argumento que utiliza quien escribe Nova York en catalán, debería servirle para cuando escribe el nombre de la ciudad del levante menorquín en castellano. O al menos respetar a quien así lo haga. Pero no, el respeto no es mutuo.  ¿Por qué en catalán se dice Bilbao y no Bilbo?

Otro relato que se quiere ganar es el de las fiestas de Nuestra Señora de Gracia, de la Virgen de Gracia o de la Mare de Déu de Gràcia.  La excusa del momento fue que los mahoneses cuando se referían a la ermita mencionaban que iban a “Gracia” y como ejemplo pusieron el Cos de Gracia.

Menos mal que al gurú de turno no se le ocurrió acercarse un poco más a la ermita y copiar el ejemplo del camino del Cementerio, o simplemente del lugar, el Cementerio.  En vez de celebrar las fiestas de Gracia celebraríamos sin duda las “fiestas del Cementerio”.  Por suerte el asesor de turno no se pasó de frenada.

Puedo entender el repelús que tenía y sigue teniendo cierto sector político a todo lo que haga referencia a la religión católica.  Puedo entender la aconfesionalidad del Estado.  Pero ¿por qué no se atrevieron a llamar a las fiestas de la ciudad, simple y llanamente, como fiestas de Mahón o fiesta mayor? ¿O es que sabían que el relato lo tenían perdido y buscaron una forma desaguisada de contentar y engañar al unísono a creyentes y no creyentes, y de paso a los catalanistas?

¡Sería ya GRACIoso cantar el “Es Maó” en catalán!

PUBLICADO EL 18 DE SEPTIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA. 

LA FLOTILLA PUBLICITARIA

El tema de Gaza es muy grave.  Gravísimo si nos atenemos a las imágenes y testimonios que se nos hacen llegar. Me hubiera gustado titular el escrito de hoy con el título de “la flotilla humanitaria” dado que la columna de esta semana está motivada por la autodenominada “Global Sumud Flotilla”, pero quienes me conocen y me leen saben que no puedo traicionar mis principios.

Vamos, que no voy a ser hipócrita por intentar ser políticamente correcto.  Tampoco pretendo serlo cuando a mi entender los intereses personales de esta gente prevalecen sobre el interés general que debería ser el de ayudar a la población gazatí.

Y me he moderado en el título por motivos de espacio. Mi primera intención era titularla “la flotilla propagandística”.  La segunda moderación ha sido no nombrarla como “la flotilla provocadora” al no querer herir los sentimientos de quienes de verdad sí actúan por convencimiento altruista.

Con la primera salida con barcos, barquitos y demás, ya quedó demostrado que lo primero era la publicidad, la foto.  Cualquiera con un poco de sentido común, navegante o no, sabía que la flotilla no llegaría completa a Gaza.  Lo segundo, los apeaderos, las escalas para repostar o tomar una “pomadita”.  ¿Cómo es posible que se diga que una patera tarde dos días en llegar a Mallorca desde Argelia, y barcos más sofisticados no hayan sido capaces de salir en una semana de las aguas territoriales españolas?

Y los drones.  Vamos, ¿de verdad algunos creen que los servicios secretos israelíes van a mandar drones a sobrevolar Menorca para detectar y espiar a la flotilla?  Si de verdad los servicios de inteligencia israelíes quieren conocer sus movimientos los deben estar monitorizando desde los satélites espías, así como el control de sus mecanismos de comunicación, incluso con algún infiltrado entre sus miembros.  No hay que subestimar a los israelitas.

Y puesto que entre todos los navegantes también está la activista ambiental Greta Thunberg, sería bueno preguntarle si no cree que hubiera sido más beneficioso para el medio ambiente que la flotilla saliera de un punto más cercano a Gaza por aquello de la huella de carbono.  Comprar los víveres, o lo que lleven, desde un país más próximo, más barato y rápido.  Aunque claro, la rapidez no es compatible con la publicidad.  Tal vez, ese sea el motivo y no otro.

Solo un consejo les doy, que no se entretengan y que no tarden mucho en llegar, porque con tanto cambio climático, no sea que les salga alguna tormenta de las buenas y luego no puedan alcanzar el destino anunciado, si es que de verdad quieren llegar a Gaza, claro está. 

PUBLICADO EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

ISLAS TIERRA Y DE MAR

 

Aunque desconocidas para la mayoría de nosotros, las islas de Tierra y de la Mar existen. Y, para sorpresa de muchos, siguen siendo españolas. Por ahora, al menos.  Forman, junto con el peñón de Alhucemas, el archipiélago de las islas Alhucemas. Hasta aquí, todo dentro de la normalidad. O, al menos, según los estándares españoles.

Quizá precisamente por eso, por llevar la etiqueta de “made in Spain”, estas islas han saltado a la actualidad en las últimas semanas. Aunque más que noticia, ha sido un malentendido viral.  Un bulo, vamos. Una fake- new, como dirán los esnobs.

Se dijo que se habían arriado las banderas españolas en ambos islotes, sin comunicado oficial, sin explicación, sin nada. Un “no sabe, no contesta”. Aunque en este caso: “sí sabe, pero no contesta”. ¿Diplomacia o astucia?

Eso sí, cuando por fin se despejó la niebla informativa, la historia resultó bastante más sencilla. Las banderas ni se arriaron ni se izaron. Porque, simplemente, nunca se izaron. Por causas meteorológicas, parece ser. Del viento, dicen.  Así que, aplicando alguna ley de física: lo que no se iza, no se puede arriar. Y punto.

Pero lo preocupante aquí no es la bandera, sino el origen del bulo. ¿Vino desde Marruecos? ¿Fue un globo sonda desde algún despacho en la Moncloa? ¿Algún servicio de inteligencia extranjero haciendo puntos? ¿Trump estaba informado? ¿Estamos ante un nuevo episodio estilo Perejil? ¿Funcionará la pinza Marruecos-Francia?

Curiosamente, el rumor apareció justo cuando medio país estaba de vacaciones. Y el otro medio practicando la siesta. ¿Coincidencia? ¿O estrategia? ¿Otra cortina de humo?

Lo cierto es que la relación con Marruecos nunca ha sido fácil, y rara vez hemos salido beneficiados. Y si además se suman otros actores –como Francia, o EE.UU.–, la cosa se complica aún más.

No hay que olvidar que ya en los años setenta se barajaron fórmulas para ceder Melilla, y aplicar a Ceuta un estatus especial al estilo de Tánger. Así que ciertos movimientos actuales, aunque inquietantes, no son del todo nuevos. Todo es cuestión de tiempo. Y, sobre todo, de política. O, mejor dicho: de políticos. Y si es con título universitario homologado, sellado y rubricado, mejor.

Eso sí, hay quien puede dormir más tranquilo.  Y no me refiero al matrimonio con Iglesias, sino con Canarias, por ejemplo.  Canarias tiene el comodín llamado La Mareta. Mientras esté disponible para las vacaciones de nuestro amado líder, las islas podrán sentirse relativamente seguras. Porque si hay algo que ha demostrado el marido de la Begoña es su gran capacidad para resistir. Y de disfrutar resistiendo.

PUBLICADO EL 4 DE SEPTIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

PREVENIR LOS INCENDIOS

 

Con motivo de los incendios que se han ido extendiendo principalmente por Galicia, Extremadura y Castilla-León, todos los españolitos de a pie y nuestros primos asimilados nos hemos convertido en unos auténticos gurús forestales.  La culpa ya no es del pirómano que prende fuego intencionadamente en el bosque, sino por la falta de labores de conservación de los bosques.

Algunos añadirán a la lista de culpables al cambio climático.  Y no es que salvemos al pirómano, sino que le atenuamos la pena de telediario.  Un resentido, un enajenado mental, un juego, una imprudencia…  Una víctima de nuestro tiempo.  Una víctima de quien no recicla, de quien contamina y de los negacionistas climáticos como dirán los progres.

Te das cuenta de que el guion se repite.  Esta vez no ocurre en el Levante, pero da igual. La tragedia de nuevo se instala en comunidades gobernadas por los populares.  El Gobierno del marido de la Begoña ni está ni se le espera en las primeras jornadas.  Faltan medios y personal.  Y por lo visto, alguien competente.  Faltan inversiones y presupuestos. Falta prevención, y sobre todo sentido común.  Vamos, más cabras y menos machos….  Incluso en esto el feminismo nos da lecciones.

Y sobran muchas cosas también.  Sobra la soberbia, el oportunismo, el orgullo y el partidismo…  Y aquí es donde entra en juego la naturaleza, pero en minúsculas.  La naturaleza humana: la peor que existe.

Menorca en el tema de la prevención lleva ventaja.  Me consta que en su tiempo se trabajó y mucho en desarrollar planes de emergencia, de prevención.  Y aún así, no hay que bajar la guardia.  Un rayo, una chispa del tractor, la pólvora de un cazador es suficiente para provocar el desaguisado.  Y aún se podría hacer más.

¿Se imaginan, en plena transición ecológica, poner cargadores eléctricos en los aparcamientos de las playas menorquinas, bajo pinares que hacen sombra, para enchufar el Tesla del urbanita concienciado? El sentido común dicta que no, pero tranquilos, que aquí todo es posible. Porque si ya dejamos que las autocaravanas planten su chiringuito con cocinas y aires acondicionados en medio de estos pinares, ¿qué puede salir mal?

Y de paso, esos cables eléctricos que cruzan Menorca como si fueran guirnaldas de feria, de Norte a Sur, de Poniente a Levante, ¿por qué no soterrarlos? Ganaríamos en estética, en seguridad y en lógica. Pero, claro, igual resulta que son patrimonio de la Reserva de la Biosfera, herencia directa de los talayots y las navetas. Intocables -de momento- como todo lo absurdo.  Y nadie se queja.  ¿Serán las puertas giratorias esta vez las culpables?

PUBLICADO EL 28 DE AGOSTO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA

ACOMPAÑANTE DE ALQUILER

 

Aunque el título de la columna de hoy pudiera llevar a alguno a pensar en los habituales enredos de ciertos personajes sanchistas con sus “sobrinas” y en el generoso dinero del erario que aparece misteriosamente en esas historias, juro —como si de un político en campaña se tratara— que nada tiene que ver.  Y es una pena, porque esas historias al menos tienen morbo y un final previsible: todos imputados, nadie condenado y todos recolocados.

El título de hoy es debido a la coincidencia en una parada de autobús con un autoproclamado “crítico medioambiental”. O así al menos se hace llamar, con ese aire de superioridad de quien dice ser “progre” y parece tener acciones en Greta Thunberg S.A. El hombre repartía a diestro y siniestro, atacando la movilidad, los residuos y cualquier cosa que se moviera o dejara de moverse.

Una “área de aportación cerrada de residuos” situada enfrente, encendió la mecha. Era -y sigue siendo- lo contrario de lo que prometía. Vamos, que de cerrada nada, parece más bien una jornada de puertas abiertas

Del basurero pasamos a los aparcamientos: saturados, inexistentes, abusivos. El menú habitual. Que si faltan plazas, que si sobran coches, que si hay que crear más o menos… Y claro, salieron a colación los veleros —donde el crítico vive, dicho sea de paso— y las autocaravanas. Y ahí, sorpresa: esas, por arte de magia, no contaminan. Son sostenibles porque, como todo el mundo sabe, los barcos funcionan exclusivamente con viento favorable y las autocaravanas son veganas, ¿no?

Nuestro héroe verde pedía más autobuses, menos coches con un solo ocupante y, en general, que todos nos volviéramos escandinavos de un día para otro. Eso sí: ni una palabra sobre limitar las autocaravanas ni los veleros, que por lo visto flotan con energía limpia y producen oxígeno mientras navegan.

Y ahí, en pleno discurso medioambiental, me vino la revelación divina: ¿cómo demonios harán la compra quienes viven solos? ¿Llevarán un maniquí de copiloto para cumplir con la “ocupación mínima”? ¿Sentarán al abuelo embalsamado con gafas de sol para no pagar multa? ¿Adoptarán un perro y lo registrarán en el padrón como ser humano para que compute? ¿O surgirá un nuevo negocio de alquiler de acompañantes cuya única función será sentarse en el asiento del copiloto a cambio de quince euros la hora? Negocio redondo: contaminamos menos y creamos empleo.

Sólo faltará que Europa nos lo agradezca con un tren lleno de Fondos Next Generation.  Y si no llegan, siempre tendremos dispuesto al ministro Puente para mandarles un tuit dando explicaciones del tren.  O culpando al PP de ello.

PUBLICADO EL 21 DE AGOSTO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

PUENTE SI, PUENTE NO

 Ya tenemos tema del verano. Del verano 2025.  Ahora nos faltará la rutinaria y periódica manifestación con el lema de que “Menorca no se destruye” y como no, algún tímido corte de la carretera ante las cámaras.  Todo ello en la esfera pública.  En la no pública -que no privada-, desconozco si habrá alguna acción, como la que supuestamente le llegó al ministro de Sumar o no, pero conociendo los antecedentes lo lógico es que aquel autobús que en su día se paró en el proyecto de puente, vuelva a ponerse en marcha y esta vez haga parada en algún que otro despacho en el extranjero.  ¡Que para eso existen los lobbies!

Soy partidario del puente.  De la rotonda a dos niveles.  De la seguridad vial.  Del progreso. De todo lo que priorice la seguridad vial. Y añoro, como no, que el primer boceto del proyecto, aquel que incluía un carril bici y peatonal segregado que unía Mahón con Ciutadella, no viera la luz y se hiciera realidad.  ¿Destruir territorio? ¿Qué territorio? ¿Acaso los pocos metros que se “destruyen” son pasto de animales o campos de cultivo? ¿Acaso el sector primario quebrará por ello?

Es cierto, hay mucho tráfico. Demasiado.  Y de cada vez, más.  Mucho más. ¿Acaso creen algunos que no aumentando la carretera disminuirán los coches? ¿Acaso no saben que el decrecimiento tiene que ser al unísono?  Disminuir presión significa disminuir población, y eso ni está ni se le espera.  Si no actualizamos los recursos al aumento de población, colapsamos.

Y la tendencia es que la población aumente.  Y aumenta.  Superamos los cien mil y nada indica que disminuya en el futuro. Y en esto nadie habla de prohibir, de restringir, de disminuir. Y faltará vivienda.  Y faltarán médicos.  Y policías. Y viviendas para los médicos y para los policías... Y sus familias.  Y escuelas.  Y profesores.  Y viviendas para los profesores.

Podemos parar un puente, sí.  Podemos destruirlo.  Dinamitarlo también.  Pero el problema no será el puente, no.  El problema será la sobreocupación.  La saturación.  El crecimiento desmesurado.  Y la saturación, el crecimiento desmesurado, aparece cuando la ecuación es desigual.  Si las infraestructuras crecieran o decrecieran al unísono que crece o decrece la población, hablaríamos de equidad, de igualdad en la ecuación.

Triste sería que la única forma para decrecer fuera dejar de ser patrimonio mundial. Seguro que hay otras opciones sin necesidad de perder el marchamo -y las condiciones- que algunos nos han impuesto.

Bienvenidos sean la población y las infraestructuras. Sin duda, todos ganaremos. Al menos, así queda bien uno, aunque piense lo contrario.

PUBLICADO EL 14 DE AGOSTO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

BIENVENIDO AGOSTO

Fiel a su cita anual, agosto vuelve a recordarnos que no todos sudan igual. Para algunos pocos este mes será una especie de paréntesis celestial. Para esos privilegiados residentes en la Moncloa y pasajeros frecuentes del Falcon, el recién estrenado mes habrá sonado como esa campana milagrosa que salva al boxeador antes del KO... aunque aquí el cuadrilátero sea morado y acolchado.

Y si el verano promete calor, el otoño vendrá con llamaradas. Entre anticiclones ideológicos y borrascas judiciales, el mapa político se mueve al ritmo de los platos precocinados en la cocina de Tezanos.  Sube la derecha extrema. Sube la extrema derecha y baja la izquierda toda.  Una mentira más, y todo para movilizar al electorado progre de que no se quede en casa. Ahora lo responsable es no quedarse en casa.

La oposición, que no había pedido tiempo muerto, se ha quedado mirando el marcador. Su vieja aliada, la judicatura, baja la persiana y se va de vacaciones a tomar el sol. El Gobierno, como buen maestro de ceremonias, marca el tiempo, el ritmo y, por si fuera poco, es árbitro, parte… y el que reparte.

En clave local, empezamos a descubrir que eso de la “saturación” es como la justicia: depende de quién la mire, y cómo se levante ese día. Porque aquí lo técnico y lo objetivo es más bien un estado de ánimo. Hoy sí, mañana no, el próximo también. Porque claro, hay miradas llenas de prejuicios, de lobbies, de estrategias invisibles y de políticas tan públicas como selectivas.

Y el agua… Ese recurso natural y gratuito antaño, ahora compite con los pisos de alquiler y el turismo de crucero en la carrera por la polémica del mes, del año, del siglo.  ¿Prohibimos, evitamos o recomendamos? ¿Regamos o rogamos? Por ahora, se opta por la elegante ambigüedad: prohibición no, evitamos sí, y una recomendación sugerida con cara seria. Porque claro, si se prohíbe ducharse habrá que importar botellas de agua mineral para este país y medio, y no está el supermercado para ese trote.

Mientras tanto, quien tiene piscina disfruta del nuevo estatus de noble acuático, y el turista en crucero se ducha con agua nitratada como si fuera un tratamiento spa. Eso sí, evitándolo claro, aunque sin prohibirse.

La Mareta ya tiene cita reservada. Habrá recarga veraniega de Zapatero, del titiritero mayor del reino… o de la república, que ya ni eso nos queda claro. ¿Qué trae entre manos esta vez? ¿Una entrega exprés del cupo catalán? ¿Una titulación universitaria homologada con sello y lacre? El tiempo lo dirá o tal vez no.  Aunque lo más probable es que esta parte se quede con el marido de la Begoña. Y de otros.

PUBLICADO EL 7 DE AGOSTO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

MITÓMANOS TITULADOS

No exagero si digo que se me hizo un nudo en el corazón al escuchar a nuestro siempre amado líder, en pleno acto con la sociedad civil en Santiago de Chile, confesar que su compromiso político nació al ver que sus abuelos vivieron y murieron sin saber leer ni escribir. Vamos, un drama. Un trauma intergeneracional.

Tampoco exagero si digo que ese enternecimiento me duró lo que tarda un tuit de Oscar Puente en ser contestado. Primero, porque hace ya bastantes años que la alfabetización dejó de ser un lujo de ricos. De hecho, sus padres, sin ir más lejos, ya nacieron en una sociedad con educación gratuita y universal. Y segundo, bueno, porque lo conocemos.

La semana nos ha dejado más noticias.  De educación, sobre todo, aunque parece más bien titulación a la carta. Formación, dicen unos. Cultura, otros. Y podríamos acudir al diccionario de la RAE, a la Wikipedia o a la IA, pero ¿para qué, si todo depende de la interpretación personal? Para algunos, cultura es conocimiento, pensamiento crítico. Para otros, basta con saber firmar un manifiesto en grupo y cobrar la subvención puntualmente. Todos sabios a su manera.

Y hablando de sabiduría, la congresista Noelia Núñez nos regaló un caso de manual. Y no de resistencia, sino todo lo contrario. Abandonó todos sus cargos tras ser “descubierta” en la travesura de inflar su currículum. Nada grave, solo dijo que tenía no sé cuántas carreras universitarias… que no terminó. Empezarlas sí, pero claro, en esto de las carreras, el mérito no es como el valor en la mili.

Lo más entrañable del caso -sí, he vuelto a enternecerme- es que esta pequeña travesura le ha costado su futuro político.  Al menos, ahora tendrá tiempo para terminarlas. Ya veremos si otros siguen su camino.  O son casos distintos.

Y claro, uno no puede evitar preguntarse: ¿de verdad es necesario mentir para llegar a un escaño? ¿No se puede, simplemente, con tener desparpajo y una cuenta en redes sociales? Y es que, en este país, estado, patria, nación, o como quiera llamársele, es así. Mentir, copiar, maquillar... son deportes nacionales. Aunque también hay quien no miente, simplemente cambia de opinión. O niega lo evidente. Nivel experto, licenciatura en mitomanía con máster incluido.

Y como guinda del pastel, Montoro. El único capaz de lograr algo verdaderamente extraordinario: que todos -sí, todos, desde el extremo izquierdo al rincón derecho- celebremos al unísono que lo investiguen. Aunque eso sí, con una duda: ¿cómo pudo mantenerse un secreto tanto tiempo, en un país donde hasta los secretos de confesión terminan en las portadas de los medios?

PUBLICADO EL 31 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA. 

Memoria Histórica (v3.0)

 

Desde que Zapatero empezó a reescribir la historia y el marido de la Begoña la ha llevado a la editorial, uno ya no sabe si el Quijote era manco o si fue Cristóbal Colón quien descubrió la Luna. Y ya se sabe lo que ocurre cuando un político se mete a científico.  Zapatero a tus zapatos -nunca mejor dicho- como diría Plinio el Viejo.

Y puestos a reescribir la historia ¿por qué no entramos en la máquina del tiempo y la cambiamos?  Imaginémonos que los del Frente Popular hubieran sido menos violentos y no hubieran provocado la Guerra Civil.  España, convertida en una dictadura del proletariado, se hubiera convertido en un país de países, satélite eso sí de la Rusia comunista.  Adornada con banderas rojas y retratos de Stalin en cada escuela, se convierte en el primer satélite soviético con playa. El Kremlin, encantado del enclave comunista frente al Atlántico, convierte a España en “la joya roja del Mediterráneo”.  Hasta aquí todo normal.

Podemos cambiar o reinventar nuestra historia, pero no la de los demás.  Hitler no se hubiera parado en los Pirineos teniendo a los comunistas tan cerca. La invasión nazi comienza con la entrada de la Wehrmacht por los Pirineos con el objetivo de liberar al pueblo español de la tiranía roja… y de llenar los cementerios.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, y como no podía ser de otra manera, los aliados se reparten Europa como si fuera una tarta de cumpleaños.  Alemania se parte en dos y España se unifica bajo la tutela de la Unión Soviética.  A imagen y semejanza de su homónima RDA, España se convierte oficialmente en la República Democrática Española (RDE), tan democrática como es ahora Corea del Norte.

Durante los siguientes 40 años, los españoles disfrutan de las bondades del sistema comunista. Y, por supuesto, de una Stasi ibérica que escucha hasta los pensamientos impuros hacia los camaradas dirigentes. Mientras tanto, en los colegios, los niños aprenden que Cervantes en realidad fue el primer comunista español y que Don Quijote luchaba contra los molinos de viento por ser símbolos del capital.  Y ya no digamos de Cristóbal Colón….

Por suerte, en 1989, cuando cae el Muro de Berlín y el mundo despierta de la pesadilla roja, España también despierta. La RDE desaparece en silencio, sustituida por una nueva república democrática que reniega absolutamente de todo su pasado próximo.  Las estatuas de Largo Caballero y demás dirigentes son destruidas tras el júbilo del populacho y toda referencia al Partido Comunista queda proscrito de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Y fin de la historia que no fue, pero que pudo ser.

PUBLICADO EL 24 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

SOBERANÍA NACIONAL

 

¿Se acuerdan de aquello? “¿De quién depende la fiscalía?” Pues eso, del marido de la Begoña.  En el caso de la “soberanía nacional” la Constitución lo deja clarísimo en su artículo 1.2: “La soberanía nacional reside en el pueblo español”. Eso sí, hasta que llegue alguien, se ajuste la americana, se maquille, ponga cara de estadista... y añada mentalmente: “...y el pueblo soy yo”. Vamos, una mezcla de Luis XIV y Barrio Sésamo.

Pero no colará. No debería colar. Al menos, no para quienes todavía tenemos alguna neurona sin anestesiar por la propaganda institucional, los informativos palmeros y contertulianos afines. La soberanía será nacional, pero no es suya. Y tampoco es "popular", por mucho que les encante disfrazarlo de progre.

Porque no es lo mismo “nacional” que “popular”. “Nacional” implica a todo el conjunto del pueblo español, como sujeto único. No la parte que a uno le gusta. Mientras que “popular” suena más a verbena asamblearia, a que cada pueblo, barrio, o república de vecinos puede decidir lo que le venga en gana.

Esto ya lo intentaron Arzallus y Unzueta en tiempos de la ponencia constitucional, con aquello de “los poderes emanan de los pueblos que lo forman...”. Y no coló. Eran otros tiempos. Otra gente. Y otro PSOE.

La manipulación ahora radica en que intentan que el Congreso suplante esta soberanía.  Nos quieren convencer de que como la soberanía reside “en el pueblo”, y el Congreso representa al pueblo, entonces el Congreso es el soberano. Vamos, como si fueran una especie de monarquía parlamentaria, pero sin el rey.  Aquí las premisas y la conclusión no concuerdan. 

El silogismo tiene más agujeros que una raqueta. El Congreso no es el único que representa al pueblo. También está el Senado, aunque lo traten como si fuera un florero o el geriátrico institucional. Y, por supuesto, está el pueblo mismo. Sí, ese que solo invocan cuando hay que salir al balcón para aplaudir o repicar con cacerolas, pero que molesta muchísimo cuando pide votar en referéndum.

Y mientras tanto, van colocando a sus "elegidos" en instituciones que antes eran independientes, como quien reparte cargos en una cena de amigos. Porque total, si ya con mayoría simple vale para todo, ¿para qué complicarse con eso de las mayorías cualificadas o el consenso?

 Y si de verdad creen que la soberanía reside en el pueblo… pues adelante: ¡Convóquese al pueblo! Pero al entero. No solo a los que les ríen las gracias.

Y la nación, patria, estado, país o como quieran que se le llame, no se debería partir a la carta, como si estuviéramos en una pizzería constitucional, con el todo incluido.

PUBLICADO EL 17 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

LAS CLOACAS DEL ESTADO

 

Siempre había sido muy escéptico con eso de las cloacas del Estado. ¿Cómo iba a existir algo así en una democracia? Pensaba en casos aislados, hechos puntuales, como solía decir otro Tejero. Como lo de Carrero Blanco. O lo de los GAL. Y lo del 23-F que ni ellos saben lo que pasó. Y luego, y de eso ya hace más de veinte años, el 11-M… otra casualidad histórica más. Todo perfectamente normal. Pero no. Estaba equivocado.

En este país, cada evento traumático tiene su recompensa política: tras la revolución del 34, el Frente Popular. Después del atentado de Carrero, el famoso “no hay mal que por bien no venga”. El 23-F trajo a Felipe González con su PSOE renovado. El 11-M le dio a Zapatero la llave de la Moncloa y del bar Faisán. Y tras la supuesta "policía patriótica", Sánchez. Casualidades de la vida. Pura estadística. ¿Lo próximo? ¿Otro virus? ¿Sabrá Soros de ello?

¿Y quiénes forman esas supuestas cloacas? Algunos insisten en que hay espías, policías, militares… Otros añaden a jueces, fiscales, periodistas y políticos, por aquello de las filtraciones.  Pero si existen, deben ser de lo más variados. Hablamos de una auténtica multinacional del lodo y del todo. Con tarifas cutres y servicios premium. Atacan a diestro y siniestro. Y a lo que pille en medio.

Del 11-M hemos tenido que esperar más de veinte años y aún no sabemos la verdad, y eso que lo vimos en directo. ¿Por qué no se investigaron los fallos de la instrucción y juicio por parte del PSOE? ¿Por qué no se investigaron los fallos de la instrucción y juicio por parte del PP? ¿Qué pactos hubo entre PSOE y PP para no investigar los hechos a fondo? ¿Por qué España no estaba preparada para saberlo? ¿Lo está ya ahora?

Nos merecemos saber qué pasó con el 11-M. Pero los grandes partidos no están ni estaban por la labor. Como algunos funcionarios policiales. Y no, no se trata de teorías conspirativas. Que nadie se asuste. Se trata de dignidad democrática.

Sin verdad no hay justicia. Sin justicia, no hay democracia. Y sin democracia, bueno… tenemos esto. Una tragicomedia de silencios, cloacas y pactos inconfesables. Aquí lo de "transparencia" es como lo de “ni está, ni se le espera”.

Por suerte, la verdad es que las cloacas no discriminan: gobierne quien gobierne, siguen fluyendo como el Manzanares. PP, PSOE, da igual. Lo único que les importa es desestabilizar.

Va siendo hora de abrir las ventanas. De ventilar este sótano institucional que apesta desde hace décadas. Y, sobre todo, de recordar que, mientras nosotros discutimos sobre etiquetas ideológicas, las cloacas siguen currando, día y noche. Festivos incluidos.

PUBLICADO EL 10 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.

DERECHO A LA VIVIENDA

 

Que la falta de vivienda es un problema es innegable.  Que la política de vivienda es nefasta, más aún.  Y que cada vez será peor, indudable. Y que las mentiras que se vierten sobre el tema son dignas de un estudio psicológico o de doctorado, pues también.

El “famoso” derecho a la vivienda está contemplado en el capítulo de la CE “De los principios rectores de la política social y económica”, al igual que las pensiones y el retorno de los trabajadores españoles que trabajan en el extranjero. Tomen nota.

El desconocimiento por parte de la ciudadanía, la manipulación interesada por parte del sector político y la inacción cómplice de la administración ha propiciado que este principio rector constitucional que, como tal, actúa como un mandato a los poderes públicos obligándolos a definir y ejecutar las políticas necesarias para hacer efectivo dicho derecho, se haya vendido al populacho como el derecho a la “okupación” para satisfacer las necesidades de vivienda.  Ahora sólo faltará que el TC nos diga que la “okupación” es un derecho constitucional.  Apaga y vámonos.

La vivienda es cara, pues sí.  Y los alquileres, también.  ¿Y la construcción?  ¿Por qué no reducen el precio de la construcción? ¿Por qué no fomentan la construcción de viviendas en propiedad y no en alquiler? ¿Les interesa a los poderes públicos mantener la precariedad habitacional? ¿Por qué no fomentan la construcción de viviendas en régimen de propiedad a precios asequibles y reales?

¿Por qué la administración no actúa cediendo terreno público y que los propios ciudadanos promuevan sus propias viviendas? ¿Acaso saben que el ciudadano de a pie no podrá construirse su propia vivienda por el elevado precio de los materiales, mano de obra y licencias administrativas? Entonces, ¿Quién es el culpable? ¿Les interesa más tener amigos en las constructoras?

Es hora de dejar los intereses partidistas a un lado, y de ponerse a trabajar para facilitar medidas para que quien quiera pueda adquirir su propia vivienda. ¿Y cómo?, pues facilitando suelo público, abaratando los costes, bonificando las licencias, eliminado el IVA y como no, facilitando avales hipotecarios a coste reducido. Pero para ello también será necesario crear empleos estables y bien remunerados.

Vamos, menos hablar de la especulación de los propietarios y más actuar contra la especulación de las constructoras.  Y no se preocupen, que cuando todos sean propietarios, se habrá terminado con la especulación.  Y claro está, también se habrá terminado el problema habitacional.

Aunque tal vez eso ya no sea tan rentable, políticamente hablando, claro.

PUBLICADO EL 3 DE JULIO DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.