POST - NAVIDAD


Pues sí, un escrito pos-navidad, siempre y cuando a ello nos refiramos sólo al día de marras y no al periodo en sí. Si nos referimos al periodo, aún nos queda días para terminarla, para disfrutarla y como no, para saborearla. Sí, saborearla, porque la Navidad, a pesar de que cada vez hay más detractores a este vocablo, que intencionadamente se refieren al periodo vacacional intrínseco a una relación laboral e incluso a los periodos astronómicos, más que al propio significado que la cristiandad le ha otorgado, en el fondo, se aprecia un sentimiento generalizado muy distinto al de los “otros” periodos vacacionales.

Vacaciones y consumismo actual que nada tienen que ver con la que, mirando atrás, tuvimos en nuestra infancia –eso sí, quienes contamos con más de cuatro décadas de existencia- . Por suerte, por fortuna, aquel espíritu navideño de unión / reunión familiar perdura y sigue imponiéndose ante el resto de barbaries que intentan abrirse camino en cada celebración pagana.

El consumismo, este término relativamente reciente, que se ha ido apoderando de nuestra voluntad, se verá, gracias a la virtual crisis económica –intento desligarla a la supuesta mal llamada crisis energética-, transformada en el con-su-mismo del que durante generaciones disfrutamos y disfrutaron nuestros antepasados. Y señalo que “disfrutamos” porque cuando uno se “hace” a algo, se acostumbra y es feliz con lo que conoce. A veces, el desconocimiento de lo superfluo nos hace felices en la realidad cotidiana. Y la Navidad, durante muchos años, ha sido el límite de este conocimiento.

En Navidad se estrenaban traje, vestido y zapato y por supuesto se comía de extraordinario, y punto pelota. Cuando estos extraordinarios ya se hicieron aspectos cotidianos, se nos hizo necesario algún aspecto que denotara “algo extraordinario”. Así ampliamos las cenas fuera del domicilio, así adquirimos el Papá Noel, y como ambos venían con el apoyo incondicional del negocio bien orquestado, el consumismo, el despilfarro, entraron en aquella cadena cada vez más psicológica de representar el poderío económico de cada hogar, y como no, la necesidad enfermiza de aparentar en algunos casos, aquello que sólo visionaban en portadas virtuales de antaño.

El con-su-mismo futuro, o sea, el disfrutar con-su-mismo traje, con-su-mismo vehículo, con-su-mismo hogar, con-su-mismo sueldo, conllevará una carga psicológica, y como suele ocurrir siempre, aquellos quienes mejor capeen las frustraciones, más rápidamente se adaptarán a este incierto futuro que pasará una temporada entre nosotros. Los vivales, aquellos que con rostro han ido bordeando situaciones, bordearán ésta sin pena ni gloria. Los ricos y hacendados, igual de lo mismo. Los honrados, aquellos que intentarán jugar limpio, serán quienes tendrán que vencer y convencerse de tentaciones de no pasar al otro lado del juego; los marginados y automarginados, serán los que seguirán de lo mismo. Y así se escribe la historia. La nuestra, y la de los otros. Y la Navidad, por suerte de todos, seguirá existiendo. Volveremos tal vez, incluso, a ser más felices a la llegada de ésta. Nos volveremos a reunir en familia, volveremos a refugiarnos en los detalles más que en las cantidades, y como no, seguiremos haciendo un extraordinario.

Un extraordinario sencillo, pero especial. Un extraordinario saboreado, sentido, apreciado. También recordaremos a nuestros ausentes. Tomaremos un tiempo fuera del estrés diario, para que la nostalgia se apodere de nuestro pensamiento, para que el relajamiento de las neuronas, de las pocas neuronas que se resistan a utilizar las máquinas, puedan darnos un soplo de humanidad.

Y en este soplo de humanidad, dirigiremos nuestra mirada hacia los más desfavorecidos, como lo debía estar, dos mil y pico de años atrás, aquel Niño Dios nacido en Belén. Arropados por el único calor del que nada ni nadie puede corromper. Aquel calor del Amor de hogar, de aquella casa, de aquel hogar, que cada uno fabrica según sus obras, sus granitos de arena cotidiana.

Navidad es tiempo en que el individuo cede paso a la colectividad. Amor, familia, hogar, todo hace referencia a la suma y no a la resta. Al darse a los otros, a la voluntad de agradar, de ser buenos, de empatizar, pero la Navidad, no sólo es una fecha ni tiene por qué ser un periodo. La Navidad de cada uno, se va fabricando con la actividad diaria, con la suma de actitudes, de aptitudes, y como no de acciones y omisiones que vamos realizando.

Pretender que, por unos días, se nos olvide y se nos perdonen nuestras ofensas, tiene un límite. Pretender que, por unas fechas, todos perdonemos a nuestros deudores, también es una utopía, máxime cuando el Hombre, es cada vez más autosuficiente. Por tanto, en esta suma, en esta fábrica de voluntades, es necesario que cada uno, a cada acción , a cada entrega, pongamos nuestro grano de amor, de amistad, de esmero en hacerlo bien, en agradar, en apreciar a los demás, y en cierto modo, de ganarnos la Navidad.

Pero para ello, para ganarnos esta Navidad diaria, deberemos romper con muchos defectos adquiridos. No podemos hablar de crisis cuando a un señor se le brindan dos millones de euros anuales para hacer un spot publicitario. No podemos hablar de crisis cuando hablan de un tercio de presupuesto de difícil cobro. No podemos hablar de crisis cuando hablan de subsidios y subvenciones a doquier. Mientras no seamos capaces de romper con todo este malsano vicio de vivir a expensas del vecino, difícilmente seremos capaces de vivir una armonía con nuestro entorno.

Ahora es cuando entiendo aquellas vidas contemplativas, aquellos refugios enclaustrados ajenos a toda la enfermedad societal. Y ahora es cuando entiendo aquella felicidad de sus rostros. Alejarnos del mal, sin duda, aumenta la Felicidad. Y el mal, está ahora en la sociedad misma. Y además, lo vamos fabricando nosotros mismos, con nuestros votos, con nuestros apoyos, con nuestros impuestos, con nuestras desidias, con nuestras decisiones e indecisiones. Y la Navidad, este nacimiento, este vuelta a empezar, siempre es un buen momento, para apear algunas decisiones, algunos considerandos, y emprender un nuevo camino, para que la sociedad sea mejor. Y con una sociedad mejor, nuestra felicidad será más colectiva, menos individual.

Y aquí está la razón de ello: el individualismo, y en todos los sentidos. ¿Cómo pretender unir, crear familia, si priorizamos el individualismo en vez de la colectividad?. El belén, el nacimiento o pesebre en cada hogar, es la forma más sencilla de exteriorizar la unión de una familia. Cada miembro deja su huella, cada miembro participa en su confección. Y por ello mismo, lo mima, lo cuida, lo esmera. Y una familia, una sociedad, una colectividad debe funcionar al unísono, compartiendo responsabilidades y funcionamientos. Sólo con un índice adecuado de participación podremos hacer una familia estable y duradera. O una sociedad, una colectividad… Sólo de nosotros depende. No busquemos enemigos afuera. Busquémoslo en nosotros mismos.

Bon Any 2009.
PUBLICADO EL 28 DICIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA

EL CUPO DEL JUEVES

Pues sí, la historia empieza en un viaje en avión. Y es que Federico se ha vuelto un poco viajero. La semana pasada, tocó Valencia. La próxima quien sabe. Ahora se estila lo del viaje en comisión de servicios y Federico se ha apuntado a ello. Valencia, Torrent y Catarroja han sido los tres últimos destinos que ha visitado en este llamado “viaje en comisión de servicios….”. Pero lo que viene a cuento, la chorrada, como dirán algunos, no la encontró en estas tierras levantinas, sino en el mismísimo avión que lo trajo de regreso a su siempre apreciada roqueta.

En el avión, en los asientos ocupados delante del suyo, dos jóvenes con acento sudamericano estaban manteniendo una conversación que parecía la mar de interesante. Y no es que Federico sea cotilla, pero sí que algo curioso, eso sí que hay que reconocerlo, en honor a la verdad. Lo cierto también es que el ambiente estaba abierto, no estaba codificado en absoluto y era un lugar público de libre acceso, previo pago del correspondiente billete, claro está.

Así que puestas en órbita los pabellones auditivos, captaron parte de la conversación que se exponía en aquella confidencia a dos, conferencia a tres. El argumento era simple. Los exámenes y los cupos. Pero no eran los numerus clausulus que todos entendemos para el acceso a una determinada facultad, no. Se referían sencillamente a los exámenes para conseguir la “patente de carro” o lo que es lo mismo, a la licencia o permiso para conducir, tal como se estila en nuestras tierras.
Resulta que quien parecía más joven de las dos interlocutoras, relataba la anécdota de alguien quien iba ya por la tercera vez que acudía al examen práctico para la obtención del mentado permiso o licencia, la patente, como dirían y repetirían las mismas. Y la “patente” se le resistía. Pero no, no era la patente, insistían ambas a la vez.

Quien se resistía en aprobarlas, según la lengua acusadora de ambas, era el examinador en cuestión. A esto, Federico ya se alarmó. El tema podía alcanzar cierta seriedad si lo que oía era verdad. Más adelante pero, las dudas empezaron a abrirse camino en la composición de aquel diálogo, que Federico iba formando frase a frase. No acababa de tener claro dónde ocurría lo de la “patente”. ¿En Valencia, en Mahón, o en su nación de origen?. Seguía la duda, mientras la conversación seguía su ritmo.

Resulta que por desafortunado destino, quienes se examinaban en jueves, en aquel lugar aún desconocido, tenían estadísticamente más posibilidades de tener que volver a examinarse que quienes se examinaban en día miércoles o viernes. ¿Sería por aquello de ser centro de la semana?. Y los rumores ya se extendían. Incluso ponían en boca del examinador de marras, frases como “tenía que haberte aprobado, pero en la próxima, te aprobaré”, “nos equivocamos la semana pasada, pero esta vez te hemos aprobado”, y así otras de similares contenidos.

El asunto parecía serio. Incluso había quienes habían ideado un vehículo escolta con cámara de vídeo acoplada, grabando todos los movimientos del vehículo de aprendizaje. Así, querían poder detallar, como si de una moviola futbolística se tratara, los movimientos y reacciones del vehículo examinante. Pero no había tampoco ocasión para la revisión de examen. Era, por lo que parecía, una práctica segura, sin opción a la revisión, y con la amenaza siempre presente de la próxima ocasión, aunque eso sí, con la tasa bien satisfecha.

Y así que estaba con la mosca virtual detrás de aquellos ya agudizados pabellones auditivos cuando empieza a deducir que ni en Valencia ni en Mahón puede que ocurra ello. Sería delictivo que ocurriera tal semejante atrocidad. Delictivo y descarado. ¿A quién se le ocurriría en un país tan avanzado, tan democrático, tan controlado por los medios, como es el nuestro, que alguien tuviera tanto poder omnipersonal como para decidir quién entra y quien queda fuera del cupo de aquel jueves, pongamos por caso? Federico, por momentos estaba convenciéndose de que aquello ocurría en otros lares, en otros lares donde la misma costumbre llevaba intrínseco la normalidad de la norma practicada.

Pero el abejorro continuaba tras la oreja. ¿Y si ocurría en otros lares, a qué venía el comentario dentro del avión?. Siguió agudizando el oído, incluso incorporándose del asiento para facilitar tal acción. Así, con aquella posición más descarada, pudo oír como definían al examinador como “nativo” del lugar. La duda, seguía abierta. Y por fin…. , por fin, obtuvo el motivo. El motivo era sencillo, escueto y como no, creíble. El examinador, el presunto examinador de marras, había sido amonestado por ser “demasiado flojo” en otras ocasiones y mantenido bajo observación por parte de sus superiores. Y aquí estaba el modus operandi. Se obligaba a sí mismo, por un instinto mal adquirido de supervivencia, a imponer un cupo, una ley de máximos, y la cumplía a rajatabla. No valían cábalas ni otros artilugios. De cada cuatro, el orden de aprobado y suspensos no era aleatorio ni por sexos, ni por edades. Tampoco influía el número de convocatorias ni nada por el estilo. Era un estilo propio, personal, sin presunción de ocurrencia, ni por supuesto, de inocencia.

Federico, su orgullo de la lealtad y sobre todo, de la legalidad, pudo más que su, de cada vez menos declarada discreción. Así, los pabellones auditivos volvieron a sus posiciones iniciales y su lugar fue sustituido por una voz entrecortada…: ¿quién, dónde, cuando….? , les preguntó a aquellas jóvenes pretendientas de la susodicha patente. Y la respuesta, tras recuperarse del susto mayúsculo de haber sido “pinchadas” durante toda su conversación, fue evasiva: “Esté vos tranquilo. Ha sido trasladado de villa”. ¿pero dónde estaba, dónde está ahora?. Tranquilo, repetían aquellas jovencitas…. Ya no hay cupo….en jueves.

Y con las ganas, con las ganas de deshojar la margarita, se quedó aquel “curioso” Federico. Y la duda se le quedó en la mente, si en los exámenes de catalán se grababa la parte oral y se puede pedir revisión de examen, ¿por qué no grabar los movimientos de las prácticas para la obtención del carnet de conducir, o de la patente, y favorecer la revisión del examen, aunque sólo fuera para dar mayor credibilidad a los aprobados, y como no, a los suspensos…..?.

P.D. Al ir a recoger los equipajes, aquellas dos jóvenes, se le acercaron a Federico y le comentaron que estuviera tranquilo, que por suerte, en España no ocurrían aquellas cosas. A Federico aquello lo relajó, aunque la duda seguía patente. Por si acaso, obviaría examinarse en jueves.
PUBLICADO EL 19 DICIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA

PISTOLETAZO DE SALIDA

Todo está apunto. Llegan las fiestas navideñas y todas las instituciones se preparan para la entrada al nuevo año. Los presupuestos, esta pesadilla de todo político en el poder al llegar estas fechas, están ya horneados y a punto de tomar mesa. Sólo falta que los invitados al evento tomen asiento y sobre todo, que aquel horno haya cumplido con su misión; que ni el gas ni la electricidad haya tenido algún sobresalto y que aquel presente haya sido engordado al máximo.

Y aquí está el problema, el engorde. El engorde y también, como no, el número de comensales. Un buen engorde y un mínimo número de comensales, presupondrán que llegaremos a la sobremesa con postre, café y chupito. Lo contrario, irá reduciendo calorías y tiempo de sobremesa. Y alguno, porqué no, incluso practicará el ayuno voluntario-forzoso. Y en estas presuposiciones estamos.

Madrid, por no llamarlo de otra forma, dice estar generoso y desoye toda advertencia internacional. Parece como si hubiera puesto en funcionamiento toda la maquinaria de la fábrica de moneda y el dinero ahora sale a raudales. Sus destinatarios, sin distinción de color político por el momento, se frotan las manos. Mientras, las amenazas de cierre se acrecientan y muchos ya se huelen unas vacaciones más largas que de costumbre.

Los mecanismos internacionales intentan reconducir la situación, pero se topan con las empresas bancarias que no transmiten las consignas dadas. Al final, lo mismo. Zapatero tenía razón. Crisis no había, lo que había era una total falta de confianza. Han pasado los meses y empiezas a creer que tenía razón. Y los culpables, los bancos. Principalmente, los americanos. ¡Por fin!, he coincidido con nuestro invito Rodríguez, Zapatero para más señas. Y el negocio es el negocio, pensaron y seguirán pensando los banqueros.

Y si los banqueros yanquis erraron con los ninja (1), y los bancos europeos al prestárselo a éstos, por muchas normas de Basilea (2) que existieran, sólo sirvió para que aquella bola de nieve se hiciera mayor, y fuera incluso capaz de atravesar océanos. Y aquí está aquella bola de nieve, de hielo más bien, que se va implantando en nuestra sociedad.

Y aquí está nuestra invicta sociedad, que en vez de procurar políticas adecuadas y desmontar esta crisis virtual, se aprovecha de ella. Las bolsas de plástico se racionan, se suprimen o se costea por parte del cliente, por la excusa de la crisis económica. Ni siquiera han tenido la sensatez de hablar de sostenibilidad, de ecologismo, de productos naturales, no. Simple y llanamente del ahorro monetario.

Empresas con miles de millones de ganancias, cierran sus puertas. El Estado, vacía sus ya pobres arcas, en un intento de asegurar el voto con el tan consabido dicho de “pan para hoy, hambre para mañana” . Ya no es rumor, ya no es chantaje ni amenaza: de seguir así, las pensiones se terminaron. Y el mecanismo vuelve a surgir. Los planes de pensiones vuelven a recibir incentivos. Y poco a poco, estos temores cantados, infundirán dinero a la banca. Y el dicho de siempre: la banca siempre gana. ¡Hagan juego, señores!.

Y este dinero llega con condiciones. Deberán ejecutarse por empresas que contraten a personal sin empleo. Y aquí empezará la picaresca. Me imagino a empresas que despedirán trabajadores a fin de contratar a otros sin empleo. ¡Y todo culpa la crisis! ¡Y todo culpa las subvenciones! Y aquí estamos.

Pero qué bueno es el papá Estado, que nos felicita de tal modo las navidades. ¡Qué bueno que es!. Sí, bueno, pero atento al dato, como diría otro. El Observatori de Polítiques Locals, dependiente del Departament de Cooperació Local del Consell Insular de Mallorca ha editado un estudio titulado : Finançament municipal : análisis de la despesa no obligatòria dels ajuntaments de Mallorca. En dicho trabajo se estudia el porcentaje que satisface cada municipio en cuanto a competencias que le son propias y por tanto de obligado cumplimiento, y las que no lo son, pero que por aquello del dicho “uno por el otro … la casa sin barrer”, tiene que arrimar el hombro, y satisfacer las demandas vecinas ante el escaqueamiento de la administración competente. Y así resulta que en Mallorca, los pueblos con menos de cinco mil habitantes, de su presupuesto, el 46% va destinado a sufragar gastos de los que no tiene competencias. La cifra va disminuyendo a medida que aumenta el número de habitantes, y así, con una población similar a la de Maó o Ciutadella, “sólo” representaría un 23 %. Y aquí está el regalo de las navidades: un aguinaldo, que no es paga extra, ni paga doble, por supuesto.

Y ahora viene lo bueno. Necesitamos psicólogos, similares y afines. La crisis, la llamada a la crisis, está entrando en nuestras vidas, y por supuesto en nuestras mentes. Dícese que un mecanismo de defensa es la negación. Y allí estamos. Negamos de la crisis, por activo y por pasivo. Por un lado, nos invitan al derroche, no en vano, es la única forma de levantar lo hundido –continuarán diciendo-. Por otro, intentamos darnos un último capricho. ¡Hagámoslo hoy, que tal vez mañana ya no podamos!. Y así estamos. A oscuras y alumbrando.

Mi calle, al contrario de otros años, ha aparecido sin luz que denote la Navidad. Dos bocacalles más abajo, un tramo continúa bien iluminado. Faltan días aún para las fechas propicias, pero allí está el resultado de la crisis. Unos tienen, otros no. ¿Cómo le explico a mis hijos, que su, nuestra calle, no está iluminada y la de otros, sí? ¿Cómo pueden entender que la crisis sea la culpable de ello, si a doscientos metros sigue alumbrada?

La excusa, de momento ha sido el reparto. El año que viene, de seguir así, ya no convencerá. Tal vez, entonces, la crisis dejará de ser el motivo, y será sólo la excusa.

En cambio, nuestros ministros y su presidente, ya no son excusa, son sólo el disfraz de un mal rumbo, o la falta del mismo. A la deriva. Y el pistoletazo ya ha sonado. Algunos países ya se toman en serio sus economías. Aquí, en esta piel de toro, algunos se han cegado con el fogonazo. Seguimos dando golpes de ciego. Y sin maña, además.





(1) ninja : no income, no job, no assets; o sea personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades.
(2) Normas de Basilea: por ellas, se exige a los bancos de todo el mundo que tengan un capital mínimo en relación con sus activos.


PUBLICADO EL 14 DICIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

LA CRISIS DE LOS VALORES ( o la hipocresía elevada a la enésima potencia)

Primeramente debería lanzar un aviso a los navegantes, como suele decirse, navegantes por Internet, claro está, de que pueden apagar el dispositivo de búsqueda de la terminología, ya que esta crisis, no es la suya. Pero bueno, como cada uno es dueño de aprovechar su tiempo, y por supuesto, su aburrimiento, pues eso, que haga lo que dignamente, pueda uno.

Dejando atrás el preámbulo de des-presentación, porque presentación no haré ninguna, Dios me libre de tal osadía, pasaré al cuerpo del escrito, que no delito, ni mucho menos. Mi memoria, mi fatal y errónea memoria, de tanto en tanto, me manda algunos flashes motivado eso sí, por algunos recientes acontecimientos que hacen que alguna interconexión alcance la chispa necesaria para generar la energía suficiente, -perdón, no era mi intención darle excusa al docto escudado - que provoque que aquel flash vuelva a la retina de la mente.

Y vayamos de una vez por todas al grano. Mis recuerdos me trasladan a la época en que cursaba COU en el INEM –no confundan al entonces Instituto Nacional de Enseñanza Media, con la oficina actual de desempleados y similares-, y más concretamente a fechas inmediatamente anteriores a las que hubo el supuesto golpe del 23-F, y digo supuesto, porque soy del parecer de que nunca, la mayoría de nosotros, sabrá la verdad de aquel acontecer.
Hacía poco que se había cambiado la dirección del centro y por aquello de la casuística, hacía también poco que habían desaparecido de los encerados los crucifijos que presidían las aulas. Y mira por donde, una mañana de aquellas, el destino hizo que en una de las incursiones que solíamos hacer en el recreo en busca de los borradores que desaparecían de las aulas, topáramos con el escondite de un montón de crucifijos. Imagínense el espectáculo de encontrar una decena o más de crucifijos guardados debajo de la tarima del encerado en una de las clases del primer piso.

Y aquí no acabó la historia, no, como podrán imaginarse ustedes. Aquel destino hizo que no uno, ni dos, sino tres fueran los crucifijos que a partir de entonces presidieran la clase, aunque eso sí, duró poco el pulso al orden legalmente establecido –por imperativo legal, claro está-. Y duró poco, porque por aquellos días ocurrió lo del 23-F. Y no es que tuviéramos miedo al 23-F ni a los 24, 25, 26-F, siguientes, no. Un joven, un crío de entonces, de diecisiete años, no entendía de política ni de nada que se le pareciera. Éramos jóvenes felices, sin otra preocupación que estudiar, aprobar, llegar a casa y hacer los deberes y repasar la lección. ¡Cuánta diferencia veintisiete años vista!. Y por eso mismo, por ser jóvenes, y sin conocimientos políticos, pasó lo que pasó.

Una mañana al entrar en clase, nos encontramos que además de los tres crucifijos, las imágenes de los golpistas presidían la clase. Muy cauta la profesora, dijo que con aquellos “señores” presidiendo la clase, ella no daba la clase. Pero nadie hizo amago de retirarlos. En aquel impasse ,en aquel tiempo muerto de un silencio sepulcral, sonó un golpe sobre la mesa. Aquel golpe, aquella vibración, aquel destino, hizo que uno de aquellos crucifijos cayera sobre la tarima. Y allí terminó aquel pulso. Las fotografías de los golpistas fueron retiradas. Los crucifijos, también. Y la pregunta que me hago hoy en día es, si las fotografías de los golpistas no hubieran aparecido en el encerado, ¿cuánto tiempo habrían perdurado los crucifijos? ¿hubieran superado éstos, el primer fin de semana?.

Y la respuesta actual es satisfactoria. En Menorca dicen que no hay problema, porque sencillamente hace ya tiempo que los retiraron…. Pero ¿qué problema representan cuando nos “obligan” por decir algo, a seguir con las tradiciones cristianas?

Acabo de recibir el calendario laboral para el nuevo año y me encuentro con las siguientes fechas, que a todas tintas, por el mismo razonamiento, deberían de quitarlas de dicho calendario: 6 de enero, Reyes Magos; 9 abril, Jueves Santo; 10 abril, Viernes Santo; 13 de abril, Lunes de Pascua; 15 de agosto, Asunción de María; 12 de octubre, Fiesta Nacional, eso sí, porque es la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de España; 8 de diciembre, Inmaculada Concepción de María, 25 de diciembre, Navidad, y por último 26 de diciembre, segunda fiesta de Navidad. Y no se quitan, están allí. Y también están allí, las fiestas de Navidad y Pascua, con sus vacaciones escolares.

O sea que en los mismos centros escolares donde se reniega de los crucifijos, no reniegan de las vacaciones por las festividades del Nacimiento de Jesús, y en las que se celebran la Muerte y Resurrección de Jesucristo. ¿A qué jugamos?. Puedo entender que por la libertad religiosa se quiten los crucifijos de los centros públicos. Lo entiendo porque no me gustaría que me impusieran ninguna imagen de otra religión, ni ninguna otra costumbre que no fuera en la que me eduqué y me formaron. Pero no es de recibo, negar una parte, y aprovecharnos de la otra parte. Si somos, vivimos, formamos un estado aconfesional, lo somos con todas las consecuencias, no sólo con las que den al populacho carnaza con las que alimentarse, y por supuesto, tiempo libre para escarnio del alimento.

Si nuestro poder legalmente instituido quiere ser consecuente con su ideario, bien empezaría con dejar aparcada la hipocresía, y sobre todo, dejar de ser populacho, y centrarse en otras cosas, que más urgen al personal.
PUBLICADO EL 9 DICIEMBRE 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

EL ESPECULADOR

Hace unos meses, participé en unas jornadas que se realizaron sobre Agenda Local 21, y en el marco de éstas, en la última jornada de las mismas, los participantes en ella, hicimos una práctica de taller de AL21. En esta práctica, se nos propuso a cada uno de nosotros que representáramos a un sector de la sociedad para representarlo en una “reunión ficticia” de dicha agenda.

Se nos propuso una práctica sobre un hecho real, del que desconocíamos a priori el lugar concreto donde tuvo lugar, aunque eso sí, se nos aportó todos los datos necesarios para debatirlo. Así, conocimos que se trataba de una ciudad, con un casco antiguo con bastante vida, comercialmente hablando, con sus comercios, negocios y zonas de esparcimiento característicos de aquellos lugares, además de un polígono industrial, colindante con el perímetro de la ciudad, en uno de sus extremos, más concretamente hacia el noreste.

Y la práctica trataba sobre los pros y los contras del traslado de todo aquel polígono industrial a la afueras del perímetro visible, bastante alejado de la ciudad actual y ocupar aquellos espacios que antiguamente ocuparan el polígono industrial al noreste de la ciudad, para construir viviendas. Y no acababa aquí el tema, no. Todo el terreno al sur de la actual ciudad, con sus ruinas romanas, parques, riachuelo y demás, también sería urbanizable, formando una gran urbanización con chalets y casas unifamiliares, rodeados de jardines y con una altura de Pb + 1, que se unirían con el otro sector anteriormente descrito.

Puestos mano a la obra, y no precisamente en la del cemento y demás, pasamos a distribuirnos los roles que desempeñaría cada uno de nosotros. Así, aparecieron las figuras del presidente de la asociación de vecinos, del especulador que se encargaría de mover todo el entramado del negocio, del político quien poco a poco fue derivado como alcalde, del ecologista, del representante del pequeño comercio, de la gestora de minusválidos, de los sindicatos,…..

La coordinadora del taller, de la práctica más bien, fue brindando roles, y por aquello de no ser políticamente correcto, la figura del especulador, iba quedando desierta. Pero bueno, al final, ya pueden imaginarse ustedes quien ocupó tal “desagradable” rol .

Efectivamente, dado que no había voluntarios para ello, pues uno que en la intimidad, como diría Aznar, no le importa que se le acuse de “políticamente incorrecto”, se decantó por el perfil de “especulador”. Y allí empezamos las andanadas. No se porqué, pero el buen rollo con la figura de quien representaría primeramente al político y que acabó representando al alcalde de aquella localidad, fue inminente. Incluso a veces, los demás presentes confundían los papeles de cada uno. También es verdad que la confusión era provocada por la actitud manipuladora del especulador, valga la aclaración. Por unos momentos, me sentía Juan Guerra en aquel supuesto despacho de la delegación del gobierno. Y no era para menos.

Y sostenible, lo hicimos sostenible. Con anterioridad, es de suponer que el especulador había comprado los terrenos a un precio de saldo, y ahora faltaba que el pleno de la corporación recalificara los terrenos. Tanto aquellos en los que se ubicaría aquella nueva ciudad, como toda la zona exterior dedicada al polígono industrial. Prometiendo y volviendo a prometer, logramos hacer desaparecer el rechazo frontal a toda intervención urbanística. Además, con la crisis asomando la oreja, el desarrollo industrial y todo el entramado de la construcción era una baza que los sindicatos apoyarían sin ninguna duda. Prometiendo y volviendo a prometer, y sobre todo, haciendo uso y presupuesto de las ayudas oficiales que tan meritoriamente se ocuparía nuestro alcalde ficticio, favorecerían todo tipo de movilidad sostenible en la nueva versión de ciudad modelo. Así, el transporte público sería el encargado de los itinereres de los trabajadores. El transporte escolar otro que tal, con sus servicios de guarda y como no, la instauración de guarderías en las zonas de trabajo.

Las aceras protegidas, anchuras acordes con las necesidades, zonas peatonales y de prioridad inversa, centros comerciales, todo apuntaba hacia conseguir el beneplácito de la representante del colectivo de minusvalías, del representante de los colectivos vecinales e incluso de los ecologistas, con un gran pulmón que englobaría toda la zona de las ruinas romanas así como el riachuelo que cruzaba la ciudad.

Un gran despliegue de innovaciones sostenibles, reconducción de las aguas pluviales, aprovechamiento de las energías renovables, y un largo etcétera de proyectos pilotos, harían el resto.

Sólo la oposición del pequeño comerciante , hizo peligrar en su momento el mega-proyecto de aquella ciudad prototipo. El pequeño comerciante se resistía a abandonar el centro histórico de la ciudad, y dado que la población salía de aquel centro histórico, presumía que sus ingresos sufrirían un gran desfase con respecto a anualidades anteriores. Convencer al pequeño comerciante fue tarea ardua, y al final no se consiguió del todo. Los intereses particulares daban al traste con aquel desarrollo en el que casi todos, por no decir todos, estaban convencidos de que salían ganando. Desde las padres y madres trabajadoras con la creación de guarderías en las cercanías de su lugar de trabajo, con horario flexible en consonancia con la jornada laboral de los trabajadores; los trabajadores con el transporte público itinerere y escolar; los adolescentes con los nuevos terrenos y espacios deportivos, las nuevas infraestructuras escolares y mejor dotados; incluso para los más mayores con mejor acondicionamiento de sus movilidades y paseos. Todos, excepto claro está, el pequeño comerciante.

El especulador, la figura del especulador, ayudado por la coordinadora del taller, de la práctica mejor, incluso ofreció crear un centro comercial abierto, con franquicias y demás garantías de fáciles enriquecimientos. A pesar de ello, las reticencias del pequeño comercio, se hacía palpables. No obstante ello, los demás sectores de aquella ficticia población, acabarían dando apoyo a aquel macro-proyecto de crecimiento de una ciudad, que al final conocimos como Ávila.

Pues bien, han pasado como he dicho, varios meses de ello, y ahora, con la grandeza de la lejanía, te das cuenta que lo que empezó como un juego y con unas ideas predeterminadas acerca de cada sector de la sociedad, con el contacto, con el diálogo y con la negociación, el tira y afloja democrático, te fabrica una nueva visión de la sociedad. Está claro que los oponentes deben existir. Gracias a ellos, el equilibrio encuentra su lugar, y sobre todo, las minorías, pueden ser escuchas y tenidas en cuenta. A veces, la rutina, la normalidad aparente, hace que por desconocimiento mismo, marginemos a otros sectores, a los que escuchándolos, podemos integrar en el proyecto, en vez de dividirlos y oponerlos.

El especulador, o simplemente el empresario emprendedor, también es necesario en nuestra sociedad, como lo es el pequeño comerciante, el empleado y el jubilado. Negar uno u otro, es ya selectivo, discriminante,…. Otra cosa es que alguno, algunos artilugios políticos, hayan presentado a quienes el perfil no corresponde al empresario emprendedor y democrático, fabricándolo a su antojo y necesidad.

En la práctica del taller, si bien el especulador y el político, ganaban económicamente hablando en el trasvase de tanta construcción, la población como tal, tanto sectorial como particularmente, se beneficiaban de todo aquel entre maneje.

Lo negativo es cuando en la realidad, el especulador y el político, siguen ganando económicamente, no sólo a expensas, sino a espaldas de la población. Aquí está el verdadero problema, el verdadero peligro, de la sociedad actual. Y la medicina, el antídoto, es fácil: la participación. La participación de la población en las AL21, se hace necesaria, y cuanta más participación haya, mayor será el abanico de intereses que entrarán en juego, y por consiguiente mayor el número de sectores que se verán representados y por ende, favorecidos. Otra cosa, será cuando aquellos talleres, aquellas decisiones, no sean bien dirigidas –o demasiados dirigidas- , y /o no sean debidamente tenidas en cuenta por quienes deberían velar por la filosofía de una auténtica participación ciudadana.
PUBLICADO EL 2 DICIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

EL CHUBASQUEIRO DE LA CRISIS






Domingo gris, como toca en un día pre-invernal. En otras circunstancias más relajadas y con menos cargas familiares, uno se decantaría por quedarse en cama y cuidarse el resfriado, pero los cánones son otros. En este día de “barraca” como solía decirse antaño, tiramos del gasto energético y nos trasladamos a la zona de Ferreríes.

Allí nos espera una visita a un centro de jardinería. Jardinería, entretenimiento, adornos para el hogar, y por supuesto, un gran mercado en cuanto a objetos de ornamentación para estas Navidades. En pocos minutos, aquel aparcamiento se llenó de vehículos y la nave, mucho mayor de cuatrocientos metros, se llenó de gente de todas las poblaciones de la isla.

Bien pensado es una manera de llamarla oferta turística, de invierno. Y de verano, según comentan. ¿Dónde va el turista de invierno? ¿Qué oferta le brindamos? ¿Se creará alguna dirección insular sobre la oferta turística de invierno? ¿ y de verano?. Y ya puestos por qué no una de otoño y otra de primavera….. Al fin y al cabo, serían cuatro ciudadanos a los que restaríamos de la lista del paro…. Y ello, seguro que le gustaría a algún miembro del Govern.

¿Y por qué he hecho mención de estos cuatrocientos metros y no mil o dos mil?. Pues muy sencillo. El mismo domingo, en la prensa sale la invicta consellera Allés, y el comentario de una nueva ley del Comercio en la que se prohibirá que se abran comercios con superficies mayores a los cuatrocientos metros cuadrados. Y uno ya se pregunta, ¿a quién favorece tal medida? . La respuesta viene sola, sólo favorece a los comerciantes. No favorece ni a los trabajadores ni a los ciudadanos.

En el suplemento dominical, largas colas de parados, inmigrantes y demás, fabrican la portada. Y sólo son parte de ellos. Y visto lo visto, uno se pregunta ¿cómo crear más empleo, con una gran superficie o simplemente con cinco pequeños negocios familiares?. Sin duda, en una gran superficie. ¿Dónde habrá más facilidades de compra, en una gran superficie o en pequeños negocios familiares?, ¿Dónde habrá mayor comodidad de desplazamiento y aparcamiento, en una gran superficie o en unos pequeños negocios familiares? ¿Dónde habrá mayor flexibilidad horaria, en una gran superficie o en unos pequeños negocios familiares?.

Pero la pregunta que se hacen los políticos no son éstas, claro está. La pregunta no gira entorno a los intereses de los ciudadanos de base ni a los trabajadores en busca de empleo. Y así lo único que se fomenta es que el consumo disminuya. ¿Por qué comprar más caro, si en la península, si vía Internet, podemos comprar más barato?. ¿Acaso también nos prohibirán comprar vía Internet?

Pero la lógica no es generalizada, no. Por la misma lógica que utilizan desde el Govern y los Consells, para las grandes y pequeñas superficies, los hoteles deberían eliminarse y promover apartamentos de dos o cuatro plazas, para la oferta turística. Pero no, allí nos limita la protección del entorno y de la naturaleza. No podemos invadir la costa de cientos y miles de apartamentos individuales. Y de esto nos congratulamos todos. Y como no podemos invadir la costa de cientos y miles de apartamentos individuales, es preferible que la oferta hotelera se establezca en unos mega complejos, con todos los servicios adyacentes a su disposición. Tampoco importa que estos complejos hoteleros sean de capital peninsular o incluso extranjero, como tampoco importará que la mano de obra venga cada año de la península y que después de la temporada turística se vayan a disfrutar del paro en su propia tierra. Eso no importa, lo otro sí.

Te enteras por el periódico, que se habla de que se va a cobrar el IBI a los locales de ocio del puerto. Y atónito te vuelves a preguntar ¿acaso no se les cobraba? ¿Acaso aquellas tres visitas diarias que hacía el servicio de recogida de basuras, no las pagaban? ¿Acaso el resto de ciudadanía veía aumentada su canon al IBI con la excusa de los contratos con el servicio de recogida de basura, y nuestra subida era para pagar la de quienes no se les cobraba? ¡Y aún protestan!.

¿Acaso nos desgravarán nuestra contribución a las arcas comunes en las próximas consumiciones que hagamos en la barra respectiva, o por ello mismo, nos van a subir el tanto por el IBI y por la crisis respectiva? ¿Acaso se solventa una crisis, aumentando los precios?

Subes a la ciudad, y un referente hace que dirijas la vista hacia tu puerto de siempre. Los molinos , la central eléctrica, los depósitos de cemento, aquellos pantalanes que tanto ruido levantaron y que tan pronto se acallaron, y …. ¿dónde está aquel montículo?. Había desaparecido una porción de montaña, estaba ahora sí, explanada, a nivel del mar, y nadie había protestado. Nadie había levantado la voz de alarma. Y es que hay cosas que con talento y con talante, se arreglan ¿verdad?.

Y con tanta vuelta mental, llegas al surtidor de gasolina y te enteras que la gasolina ha bajado de precio. Ahora, confirmas que la crisis no era energética. La actual crisis es de papel, de aquel papel que justo llueve, se moja. ¡Y eso por no tomar precauciones!. ¡Un buen chubasqueiro…, hubiera evitado la crisis!. ¿Habrán sido las aguas torrenciales que habrán hecho desaparecer aquel montículo de tierra?. La duda empieza a merodearme. Tal vez, son los síntomas del resfriado, o de los medicamentos para atacarlo….

Un buen chubasqueiro tal vez lo hubiera evitado, el resfriado, claro.

PUBLICADO EL 30 NOVIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

EL AJEDREZ EN EL ÁMBITO ESCOLAR

“ El ajedrez es un juego útil y honesto, indispensable en la educación de la juventud. “
(Simón Bolívar)

Hace una semana, semana más semana menos, que al sintonizar una emisora de radio de cuyo nombre no puedo acordarme, escuché a unos tertulianos que hablaban del ajedrez y de su cada vez mayor introducción en el ámbito escolar. Uno de estos tertulianos, en un momento de su alocución mencionó el ejemplo de Menorca como uno de los pioneros lugares de España donde había tenido lugar la introducción de dicha práctica.

Por de pronto apareció ante mí algunos recuerdos de mis años escolares, en los que el ajedrez ya se practicaba como deporte, aunque eso sí, minoritario, pero deporte al fin y al cabo. Debía cursar por aquel entonces quinto o sexto de la antigua EGB cuando al preguntárseme sobre qué deporte practicaba, uno que nunca ha sido lince en deporte alguno, por aquello de salir del paso, mencioné que practicaba el ajedrez. Pues la salida aquella del paso, me proporcionó el tener que participar en un campeonato que saldamos contra el equipo del colegio de Sant Lluis, aunque eso sí, recurriremos al alzhéimer actual para obviar el resultado de tal competición.

Pero lo importante ahora, treinta y tantos años después, ya no es el resultado de aquella mini competición, que acabamos perdiendo, claro está, sino el que durante muchos años, incluso a mí me parecía exagerado llamarlo como deporte, al menos en comparación con los demás deportes escolares como podrían bien ser el fútbol, el baloncesto, el atletismo e incluso el tenis –recordando más viejos tiempos en el colegio Academus-. Pero poco a poco, el ajedrez ha ido ganando terreno -y en Menorca más aún, gracias a la figura del joven Vallejo- y lo que parecía ser el escaqueo a los deportes de riesgo –riesgo de golpes, moratones y algún que otra lesión- , ha pasado a ser un deporte intelectual. Y eso aunque suene raro, es así.

Si al principio era de los que pensaba que era difícil nombrarlo como deporte, ya que al mismo le faltaba una característica de la que creía venía intrínseca en la definición misma, que era la de conllevar un esfuerzo físico e incluso un riesgo en cuanto a lesiones, actualmente se trabaja con la definición de que el deporte –y en ésta si que quedaría integrada la definición del ajedrez- es una actividad formativa en el individuo que incide tanto en el aspecto físico como en el psíquico.

Habrá sin duda, quienes dudarán de la capacidad física del ajedrez, mientras que otros dudarán de la capacidad de formación psíquica en cualquier otro deporte de mayor riesgo físico, pero ello ya entrará dentro lo que podríamos englobarlo como “competitividad de ganar audiencia”. Al mismo tiempo, nadie podrá dudar que el ajedrez, como deporte, reúne unas cualidades en las que destacaríamos el ayudar formar un carácter y el de enfrentarse ante las frustraciones de perder, y como no, de las alegrías de vencer; además, de desarrollar una capacidad de pensar, concentrar, y decidir, capacidades que de cada día, se observan más decadentes entre nuestras jóvenes generaciones.

Es un deporte intelectual, no cabe duda. Dos personas, cara a cara, juegan por vencer una batalla legal, con unas reglas de juego conocidas de antemano, sin trampas y con el mismo número de combatientes. Nadie tiene ventaja sobre el otro, sino es en base a la inteligencia o la mala inteligencia del otro.

Rusia, Perú, y como no, España, son referencia internacional en este deporte. Y lo son más aún, si nos referimos al ámbito escolar. En España, Menorca, Canarias, Andalucía, y algún que otro más, fueron pioneros en la introducción del ajedrez en las escuelas. El acuerdo de 1995 en el Senado no tuvo demasiado éxito en el sistema educativo estatal, aunque la primera piedra ya estaba sobre el tejado de la educación. Faltaban eso sí, monitores quienes pudieran realizar esta tarea. Faltaba también, implicación de padres, docentes y como no, la sensibilidad política para llevarse a cabo.

Este mismo año ya estaba perfectamente arraigada la estructura extraescolar del ajedrez en Menorca. El curso escolar 96/97 fue la botadura de esta apasionante singladura. Diez horas por curso, y ya en horario lectivo, los alumnos de seis y diez años, entraban en contacto con este apasionante juego/deporte de la vida.

Juan José Arreola define al ajedrez, como “el duelo de un hombre contra otro, donde lo que es la personalidad del hombre queda comprometida. Cada jugador lucha contra su enemigo interior que es su torpeza o sus hallazgos”.

Pero es más. Según la Comisión de Ajedrez en la Educación de la FIDE , el ajedrez enseñado de una forma metodológica es un sistema de incentivo suficiente para acelerar el incremento del coeficiente intelectual en niños de ambos sexos de escuela primaria en cualquier nivel socio-económico.

Otros especialistas en la materia describen que el ajedrez inculca en los jugadores jóvenes un sentido de auto confianza y su autoestima mejora; incrementa la capacidad del niño a pensar racionalmente, mejora las habilidades cognoscitivas; fomenta la facultad de poder reconocer configuraciones, lo cual por ende da como resultados mejores notas, especialmente en las materias de inglés y matemáticas; hace que el niño aprenda el valor de trabajar arduamente, concentrarse y empeñarse, se de cuenta que es responsable de sus propios actos y que debe aceptar las consecuencias, y un largo etcétera.

Un largo etcétera que nos fabrica una juventud de otros años. Parece como si erráramos en la definición. Y es que las video-consolas, Internet y otros artilugios comerciales han ido fabricando niños consumistas, niños abducidos por las multinacionales en detrimento del contacto interhumano.

Estamos a tiempo aún. Tanto que se habla de crisis, tanto que se habla de desaceleración económica, ¿ por qué no escribir a los Reyes Magos para que en vez de video-consolas, traigan sacos y sacos repletos de tableros y figuras del ajedrez? Pero claro, también faltarán monitores en casa, padres y abuelos deseosos de jugar alguna partida con el hij@ y el niet@,

Y éste también es un problema, mucho más serio, que el propio que pueda tener el menor. La disponibilidad de que el progenitor/a tenga, pueda y quiera dedicar un tiempo a educar, conocer y como no, compartir con su hij@. El ajedrez en el ámbito escolar es bueno y necesario. En el hogar, también.



En la vida, como en ajedrez, las piezas mayores pueden volverse sobre sus pasos, pero los peones sólo tienen un sentido de avance. (Juan Benet)
PUBLICADO EL 27 NOVIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

LA PEQUEÑA CRISIS DE UN JUEVES DE OTOÑO

Por descontado que he empezado el escrito cuando la pequeña crisis se ha ido normalizando. Y es que si no, la cosa estaba cruda. Y muy cruda, la verdad. Y no me refiero a la crisis de la que todos tenemos en la cabeza y más aún en los bolsillos, no. Me refiero a la crisis que hemos padecido el jueves pasado, durante alrededor de dos horas. A esa que sí se le podría llamar crisis energética….

La solución hubiera sido desempolvar mi –ya antigua- Olivetti Lettera 32, de unos treinta y cuatro años de edad, suponer –es un decir- que la cinta no se hubiera secado desde la última vez que la repuse, y de ello hace…..la tira de años y, bueno, empezar a escribir y diccionario en mano y mil ojos vigilantes de no errar la tecla. Pero bueno, como no se llegó a tanto, incluso pudo uno comer caliente. Sí caliente, aunque parezca que ello no tenga nada que ver con la crisis, pues tiene mucho que ver. Poco a poco se han ido sustituyendo las cocinas a gas por las de vitrocerámica y hornos eléctricos, microondas, y demás artilugios eléctricos que hacen que nuestra vida sea más cómoda y por supuesto, más limpia. Y ¿qué ocurre cuando la electricidad no aparece? ¿Y aquel preparado que tenía uno en el congelador? . Pues nada, a hacer régimen. Una buena ensalada con su aceite y sus aceitunas, y fruta, mucha fruta.

Y hay más, mucho más. La telefonía móvil en según que casos quedaría sin repetidores; los inalámbricos, las centralitas, los televisores y las emisoras de radio, y los motores que nos bombean el agua hasta nuestros depósitos, y los calentadores de agua caliente, y la calefacción, y los semáforos, y esto si sólo ocurre en horario en que el astro Sol nos protege. Imaginémonos que ocurre sobre las seis de la tarde…….. Pero hay más.

Sí, hay más. No pretenda relajarse y abandonar sus tareas para aprovechar el tiempo yendo de compras, que la cosa es más seria de lo que parece en un primer momento. Que si bien dos más dos son cuatro, y de cinco euros le devuelvo uno, los grandes establecimientos lo tienen más crudo. Si al lector del código de barras , por aquello de la crisis energética le fallan las dioptrías, no pretenda usted llevarse la compra, que de allí no se va nadie. Y es que las máquinas han invadido tanto nuestros momentos que uno ya no sabe desenvolverse sin ellas.

Y por si algún espabilado comerciante supliera la máquina y quisiera solventar el entuerto, vaya usted con el dinero contante y sonante, que de Visa y demás tarjetas, nada de nada. Y no pretenda ir a su banco a sacar del cajero, que otro que tanto. Saque el ahorro de debajo la baldosa, y atrévase a cruzar el umbral. De todos modos, el cambio si se haya dentro de según que caja registradora, ésta, tal vez se oponga a devolvérselo hasta que no se haya picado el importe.

Y nos encontramos con el país, el patrio país, inmovilizado por una cuestión de la que hace treinta años nos hubiéramos reído nosotros mismos si se nos hubiera planteado. Y mientras te acostumbras a la penumbra, mientras te paraliza tu complejidad y tu atadura moderna, piensas en lo limitado que nos hemos ido fabricando nuestro futuro, y en el poco desarrollo alternativo al que nos hemos ido acoplando.

Levantas la vista y observas aquellos cuatro enormes aerogeneradores, y te preguntas ¿para qué?. ¿Para qué si en un caso como el del pasado jueves no es capaz de suministrar la energía para devolvernos nuestra libertad? Miras más hacia abajo, y te encuentras la central eléctrica con su renovada instalación, y vuelves a preguntarte ¿para qué si no es capaz de independizarse de Mallorca y darnos su propia luz?

Pero eres optimista y pretendes sacar provecho de la experiencia. Te imaginas un día incomunicado, sin televisión, sin radio, sin noticias de tal o cual imputado diputado o viceversa; te imaginas un día que te levantas al alba y te retiras a la primera que anochece, y te planteas el calor del hogar como terapia grupal. Aunque eso sí, sin calefacción, sin lumbre y con el único entretenimiento del recuento de las experiencias del día. Y día tras día, semana tras semana. Tal vez, algún día, cuando volviera a visitarnos aquella luz que en su día nos dejara por unas horas, la crisis, esta de la que tanto se habla y escribe, por no usársela, por no habérsele gastado su nombre, se hubiera esfumado, y quien sabe, si todos seríamos más ricos, más felices, un poco menos pobres.

Y un deseo, y un presagio. Un deseo que a ser posible, estas desaceleraciones energéticas, no se produzcan a finales de mes, no sea que más de uno, se quede sin que le hayan ingresado la nómina, por aquello de que la luz no llegó a alumbrar. Y el presagio, el mal presagio….. la compañía eléctrica anuncia que el recibo pasará a ser mensual en vez de bimensual.... , aunque eso sí, sin que suponga un aumento en el coste…… Me asusta. Parece como si se preparara un aumento de precio, aquel tan temido que en su día nuestro invicto gobierno desautorizó públicamente, mientras que internamente había otras versiones. Me preocupa que en este caso, con calculadora o sin ella, dos más dos, no sean cuatro. Y de los cinco, no nos devuelvan ninguno.


PUBLICADO EL 17 NOVIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

SI VIVIM ….. COSES VEUREM.

Esta vez me he visto obligado a dejar el teclado a Federico y a Mô. Vinieron con la lección bien aprendida y con unas ganas imperiosas de, no ya arreglar la crisis, sino beneficiarse de ella. No sirvieron para nada sermones ni coacciones ni invocar el espíritu solidario del que sobradamente suelen hacer gala. No. Esta vez, visto lo visto, había que sacar tajada de la crisis, seguían explayando, convencidísimos de su acierto.

.- ¿Por qué tanto empeño en ello?, interrogo manipuladamente.
.-Porque si no lo hacemos nosotros, lo harán otros. Contesta Mô.
.-Es que tenemos el apoyo del Gobierno, añade un Federico más directo…., al cuello, claro está.
-¿Del Gobierno?, pregunto ya desconcertado.
.-Sí, sí, del Gobierno. Responde Federico, no dejando opción a que Mô intentara suavizar el diálogo. El Gobierno necesita ayuda, por lo de la crisis…. , y nosotros, vamos a ayudarlo…. El Gobierno está preocupado con tanto parado, por lo del número y las estadísticas, por nada más, sólo por la estadística. Y para ello está creando legislación a fin de remitir este número elevado. Y nosotros vamos a crear una oficina para ello.
.-¿Van a crear una oficina que manipulará los datos de las encuestas?, les pregunto un poco incrédulo.
.- No, que va. De manipular nada de nada. Que esto ya está todo inventado. Sencillamente, vamos a ayudar a los ciudadanos a acogerse a las ayudas que está fabricando el Gobierno, matiza una Mô más moderada y políticamente correcta.
.- Al fin volvemos al cariz social y solidario que siempre les ha avalado –manifiesto intentando volver el diálogo a los cauces normales.
.-Ni solidario ni ocho cuartos, replica un Federico desconocido para mí. Resulta que el Gobierno va sin rumbo. Va chapuceando a cada nueva situación. Ahora, la crisis está en los pescadores, pues dinero a la mar ; que la crisis está en la construcción, pues dinero en el cemento, y así sucesivamente. ¿Acaso no está apoyando a los banqueros? ¿Acaso no está ayudando a los empresarios? ¿Acaso los bancos y los empresarios no sacan tajada a la crisis? ¿Acaso se abaratan los precios? ¿Quién puede prohibirnos que nosotros hagamos negocio ayudando a los obreros, y de paso al Gobierno?
.-¿Y qué negocio van a hacer? ¡Que la usura está prohibida!. -Intento despejar dudas y retornar el diálogo a cuestiones más sostenibles.
.-Mira, la última del Gobierno ha sido que a los sesenta años, los albañiles se podrán jubilar…., pero ojo, sólo los albañiles. Los tenderos, los electricista, los conductores, y demás trabajadores de esta España nuestra, no. Sólo los albañiles. ¿Y por qué? Pues sencillamente porque es el gremio en donde se ha registrado el mayor incremento en el número de parados. Y la solución, ¡pues que todos nos pongamos a trabajar de albañiles!.
.-Pero si no todos serviremos para ello. ¿Cómo vamos a trabajar de albañil, electricista o fontanero si no hemos aprendido el oficio? intento disuadirlo con la lógica que a uno le apetece aplastante.
.-Calma, calma, escucha y verás….. me corrige Mô, atenta a los comentarios de Federico.
.-El obrero, el asalariado, el trabajador, el productor o proletariado, como le guste a uno llamarlo, tiene que alcanzar la edad de cincuenta y nueve años y once meses trabajando en la empresa de origen. Cuando le falte el mes para cumplir los sesenta, pues entonces se pasa a la construcción. Cumplirá los sesenta trabajando en una empresa constructora y como regalo de cumpleaños se le otorga la jubilación con el cien por cien del sueldo. Y ya está.
.-Pero esto es fraude a la ley.
.-La ley dice que a los sesenta…. jubilados. Nada dice del tiempo en que debe uno estar activo en una empresa constructora.
.-¿Pero , qué empresa contratará a un trabajador con casi sesenta años?.
.-Pues aquí está el negocio….. Federico & Mô, empresa constructora , será la encargada de ayudar al Gobierno y a los obreros.
.-Más bien a los obreros ¿no?.
.-Pues mejor que mejor. Así nos aseguramos que los sindicatos no nos ataquen…
.-Pero sigue siendo un fraude de ley.
.-Que no, que la ley no dice nada de eso. Si acaso es una laguna. Pero ya se sabe…. Hecha la ley, hecha la trampa…
.-Y durante el mes en que el obrero estará contratado por vuestra empresa ¿De qué trabajará?.
.-Disfrutará del mes de vacaciones….
.-Ah!, ¡Y aún retribuidas!.
.-Bueno, el Gobierno también ayudará a las empresas por contratar a mayores de cincuenta años…, subvenciones de las consellerías, el finiquito y una pequeña contribución, claro está del trabajador…..
.-Me suena a chanchullo.
.-No te preocupes, que todo será legal. Incluso tendremos un asesor jurídico que nos asesorará para que no incurramos en alguna ilegalidad. Queremos beneficiarnos de la crisis, es cierto, pero sin perjuicio del trabajador.
.-Pero no se dan cuenta que lo que hacen es hacer diferencias entre los trabajadores. Que lo que hacen es beneficiar a unos, en detrimento de otros, que tendrán que pagar estas jubilaciones anticipadas?.
.-Esto no lo hacemos nosotros. Estas diferencias hacia los trabajadores lo está haciendo el Gobierno, no nosotros. Y el Gobierno lo hace por su interés de que las cuentas y los números cuadren…. , al menos dentro de unos años. Que para el dos mil veinte y tantos…., ya no lo cuentan. Nosotros sólo abrimos este mercado a más población. Además, no restamos, sumamos. Y esto, de alguna forma se nos tendría que agradecer.
.-Además, agradecérselo.
.-Pues claro, somos una empresa que da empleo, y además, ayudamos a que el paro disminuya…..
.-¡viva la crisis! ¿no?
.-¡Viva el Gobierno!.
.-Lo que hay que oír. Si vivim …. coses veurem
PUBLICADO EL 12 NOVIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

EL SUEÑO AMERICANO

Pues sí, parece que el sueño americano es ya una realidad. Barack Obama se ha convertido en el primer presidente de color de los EEUU de Norteamérica. En España éramos muchos quienes apostábamos por él, incluso el Gobierno, con ZP a la cabeza. Y esta vez, el hechizo ha fallado. Esta vez, no se ha gafado el asunto, por mucha intervención de nuestro invicto presidente….

Y lo cierto es que la igualdad proclamada por activa y pasiva durante los siglos de existencia de los EEUU, esta vez ha sido posible. Barack Obama se ha proclamado presidente del país más poderoso del mundo. Más poderoso y más intervencionista. Y aunque sentimentalmente a todos nos ha alegrado, parece que la reacción de las bolsas no ha sido la esperada. Si bien es cierto, que se ha terminado la incertidumbre del proceso electoral, también es más cierto que la economía no tiene por qué entender de sentimientos. Y así, en las tímidas subidas y en las moderadas bajadas, las aguas han quedado inmovilizadas. Cabrá esperar más jornadas para comprobar cómo se interpreta y entiende la política económica del nuevo presidente de los EEUU.

De momento, quien sí parece contento de haber subido varios enteros habrá sido sin duda nuestro siempre presidente ZP. Esta vez ha apostado por el ganador y ha ganado. Y ha ganado porque todos necesitamos tener un sueño, americano o español, pero sueño en sí. En España, nuestro sueño empieza a unificar formas y poco a poco vamos coincidiendo en el resto de la tipología del mismo.

Nuestro sueño sigue orientado hacia la política. La crisis sigue siendo secundaria gracias a tanta inyección económica. De padecerla queda aún tiempo en que las arcas se desmoronen, que los inyectables se terminen, y que los pacientes empiecen a cambiar de médicos.

¿Y cuál es nuestro sueño patrio?. Sencillamente tener unos políticos, unos dirigentes, que de verdad nos merezcamos. No nos merecemos ningún tipo de corruptela, ningún tipo de personalismo, ningún tipo de familiarismo. Pero también sabemos que en cierta manera, nuestro sistema democrático, nuestro sistema electoral ha propiciado que el político se aposente, se construya su feudo, y que desde allí, las cosas se aprecien de distinta forma.

¿Y qué requisitos necesitamos para fabricar este sueño español?. Primeramente necesitaremos tener noción de serlo. ¿Cómo vamos a soñar en un sueño español si somos incapaces de reconocernos como españoles?. Lo segundo, hacer limpieza. Limpieza de todo lo superfluo, de todo lo inmerecido. Se me presenta la figura de la transición española. También se me presenta la figura de los primeros ayuntamientos democráticos, donde en la mayoría de casos, todos sus miembros tenían competencias. ¿Se imaginan un ayuntamiento -excepto el de Ciutadella, claro está- en el que todos sus miembros tuvieran competencias y sobre todo, responsabilidades?.

Pues no es tan difícil de imaginarse. Si los ciudadanos somos capaces de entendernos incluso con el vecino, ¿por qué no podrían hacerlo a nivel político? Me imagino también, aunque me cuesta imaginármelo, un psicotécnico previo a los que deberían evaluarse los potenciales políticos. Y luego, unas listas abiertas y sin siglas. Pepito y Fulanito vecinos del quinto y del segundo segunda. Y basta. Ya no importa ningún dato más. Y cada uno, con su acierto o con su yerro, podrá individualizar la gestión, y cuestionar su continuidad o no en la representación de su pueblo/ciudad incluso en la comunidad.

Y de la corrupción pasaremos al superávit. Superávit en el ahorro energético, como por ejemplo la vuelta a la implantación de las guías y las horarias en la red del alumbrado público. ¿Se han planteado cómo ahorrar un veinticinco por ciento en la energía del alumbrado público? ¿Cuánto cuesta al erario público tal derroche? ¿Por qué no se sientan a discutir políticas sostenibles, en vez de tratar sobre insostenibles políticos?

Y nuestro sueño también se llamará transición. Ésta por la que incluso Alfonso Guerra ha levantado la bandera y ha defendido la reconciliación entre hermanos. Ésta misma a la que Santiago Carrillo ha vuelto a menoscabar con la presentación de su último libro, al mismo tiempo que un juez empieza a pedir certificados de defunción. ¿Acaso este espíritu del borrón y cuenta nueva, no ha calado en el razonamiento de muchos? ¿Acaso se investigará a Santiago Carrillo por lo que debió hacer en aquellos jóvenes años? ¿ O sólo se investigará los de un lado del pelotón de fusilamiento? Y este no es nuestro sueño, es nuestra pesadilla.

Mantener una memoria selectiva, mantener una historia inacabada, mantener aún vivas las dos Españas, es nuestra perdición. Nuestro sueño, nuestro descanso, se ve perturbado por quienes, para tapar sus mezquindades, necesitan descubrir las de los demás. Y así no avanzamos, no. Así, nos perpetuamos en un punto sin avance, y por supuesto, sin retroceso.

Nuestro sueño, nuestra pesadilla. Necesitamos sin duda, un nuevo motor, que haga posible que la gente se entusiasme. Barack Obama lo ha hecho realidad en los EEUU. En España, el horizonte aún está lejano. Aunque - también es cierto- en EEUU, llevaban muchas noches con pesadillas. En España, sólo algún sobresalto nocturno.
PUBLICADO EL 8 NOVIEMBRE 2008 , EN EL DIARIO MENORCA.

Y AHORA… LA REINA.

Pues sí, parece que la monarquía está desde hace un tiempo en el punto de mira de algunos. Y ahora le ha tocado a la Reina el tener que defenderse de unos comentarios, que se dicen “privados”. Y es que el tema de los “privados” suelen tener cola…. , sino que se le pregunten a Aznar y a Rajoy!. Pero el tema, es otro.

¿Acaso no puede la Reina decir lo que piensa? . Si , ya sé que me dirán que puede, pero que no debe, como ya bien se dejó claro el pasado sábado, pero soy de los que piensa que a la monarquía se le da demasiada importancia. Y no es que no la tenga, pero seguir el juego de las opiniones, es seguir el juego a la tradición monárquica. Y esta no es la tendencia ¿no?.

¿Monarquía o República?, parece ser el dilema que desde hace ya algunos años, aparece en cualquier ocasión. Particularmente me interesa que haya monarquía, y me interesa porque no soy político. De serlo, sin duda apostaría por un estado no monárquico, ya que éste sería el único camino para alcanzar la jefatura del Estado. Pero, como uno no es político ni pretende serlo, prefiere la monarquía. Pero no una monarquía cualquiera, no. Sólo la de Juan Carlos I, aunque uno tenga aún muchas dudas sobre él, y muchas lagunas oscuras sobre ciertos procederes. Pero a pesar de estas dudas, pienso que visto lo visto, es la única forma de dar cierta estabilidad, cierta garantía, ante tanto político desaguisado.

¿Se imaginan una República, la tercera, la cuarta o la quinta, como las velocidades de un turismo, con un presidente corrupto, embustero y demás?. ¿Se imaginan los políticos de la oposición, haciendo campaña y linchándose dialécticamente, movilizando las masas, proclamando la desobediencia civil y mil cuestiones más?. Es difícil imaginarlo tal vez en otros países, pero en el nuestro, no. Las lealtades desaparecen rápidamente cuando otros intereses entran en juego. Si no, con sólo mirar las hemerotecas y leer los comentarios que se le atribuyen a una conocida consellera menorquina sobre el “poder” que tiene el mismísimo presidente del Consell, ya asusta.

Pero a la monarquía tampoco soy partidario de darle un cheque en blanco, no. Eso tampoco es bueno para la salud de uno. Habría que plantearnos eso sí, qué papel tiene la monarquía dentro de la Constitución. Y lo que está claro y allí queda expuesto, refrendado, firmado y rubricado, y demás terminados que quiera uno en calificarlo, es que el Rey, es el Jefe del Estado. Y uno se pregunta ¿y la Reina?. Pues nada de nada. Sólo el artículo 58 de la Constitución Española, hace mención a la “Reina consorte o el consorte de la Reina”, añadiendo que “no podrán asumir funciones constitucionales, salvo lo dispuesto para la Regencia”. O sea, que tal como ocurre con la mujer del presidente del Gobierno, -que no es presidenta- ni la mujer de un alcalde –que no es alcaldesa-, el papel que debe desarrollar, constitucionalmente hablando, es ninguno. Otra cosa es que por lo que sea, por la tradición, por interés, por lo que quiera uno llamarlo, se le de.

Pero como lo que realmente vale, es lo que está escrito, sellado, rubricado y principalmente, refrendado, y eso es que la Reina no es jefe del Estado, sólo es la mujer de éste; sus comentarios, sus pensamientos, sus opiniones, deben de gozar de la misma libertad de expresión de la que pueda disfrutar cualquier otro ciudadano de este país-nación-estado, o como quiere llamársele. Otra cosa sería que estos comentarios los hubiera realizado el propio Rey. Pero no es este el caso que nos ocupa.

Si la Reina, en este caso opinó sobre los matrimonios gays, si opinó sobre el aborto o la eutanasia, simplemente hizo lo que hubiera podido hacer cualquier otro ciudadano de este libre país: opinar, o lo que es lo mismo, pensar en voz alta. ¿Acaso estamos dando la razón a quienes quieren mantener a la institución monárquica anclada en el siglo XIX?.

Pues lo dicho. Un diez a Pilar Urbano, porque con esta polémica, la única que habrá ganado habrá sido ella. Y por la monarquía, no se preocupen, goza de buena salud. ¡Y más como está el patio!.

P.D. Ya han aparecido aclaraciones desde la Casa Real, rectificando interpretaciones. ¿Acaso no se repasó el libro antes?. De todos modos, ésta debería ser la última entrevista concedida a la escritora, ¿no creen?.
PUBLICADO EL 3 NOVIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

UNA HORA, MÁS O MENOS

El domingo el ordenador me asustó. Estaba acostumbrado a que cuando el Gobierno decidía restarme una hora al tiempo que me queda de vida, el ordenador, antes de aliarse con el Gobierno, solía tener la deferencia de preguntármelo. Esta vez, no ha sido así. Por su cuenta y riesgo, aunque eso sí, amparado por la legitimidad del estado de derecho, y sin aviso previo alguno, él ya había hechos los deberes y había cambiado la hora.

Y esta vez no me había quitado ninguna hora de vida, sino todo lo contrario. Me había devuelto aquella que ya me había quitado a las puertas de la primavera. Sin intereses ni ocho cuartos, también hay que decirlo. Y con la amenaza, de que la disfrutara ahora, porque dentro de unos meses, volvería para quitármela de nuevo. Y esto te asusta, sencillamente porque es un anticipo a lo que, de una u otra forma nos espera. Un control mediante aparatos, diseñados para ayudarnos, pero que a la larga, demuestran que más que ayudarnos, se utilizan para controlarnos.

Pero tampoco hay que asustarnos en demasía, lo que tenga que ocurrir, ocurrirá, y ni un servidor, ni cientos de servidores podrá evitarlo. Es como lo de la crisis, que por mucho que hablemos, seguirá su curso hasta que alguien se de cuenta de que la crisis es real, que todo el entramado virtual que la ha desatado, se ha vuelto, por una vez, real. No ha sido necesario colocarnos unas gafas ni colocarnos ante el monitor, no. Sencillamente, de unas maniobras virtuales, de unos despilfarros que tanto los especuladores como los bancos, y la sociedad en sí, ha ido hinchado a medida que avanzaban las horas, ha resultado un “algo” del que nadie sabe o quiere meterle el freno. De momento….. nos quedamos sin jubilación.

Y el tema de hoy no era de la crisis ni de la jubilación, no. Era de esta dichosa hora que nos quitan y nos ponen. De la hora, y de su engaño. Sí, engaño. Uno ya ha tragado suficientes años con el cuento de que gracias a ella, se ahorra. Y puede que se ahorrara hasta el pasado fin de semana, pero lo que es ahora, nada de nada. ¿Cómo ahorrar energía si a las seis de la tarde ya es de noche? ¿Acaso a las seis de la tarde, ya estamos en cama durmiendo?

¿Acaso se creen que por la mañana, las fábricas y demás centros de producción tendrán las luces apagadas? Quien mantenga estas suposiciones, demuestra claramente que nunca en su vida ha entrado en una fábrica, taller o empresa. Quien mantenga las suposiciones de que se ahorra, falta a la verdad. ¿Por qué tanto interés en cambiar la hora? ¿Acaso es por imperativo europeo? ¿O simplemente por desconocimiento de nuestros mandatarios?

No hay que desesperarse. Hay solución. Plantearlo ante las Cortes, es una, la más difícil… la otra, la difícil, es mentalizarnos, ponernos de acuerdo todos los ciudadanos, y crear nuestro propio horario. ¿Se imaginan que las escuelas, los negocios, las oficinas, las empresas, se rigieran por un “tiempo” made in Menorca?.

Sólo faltaría ponerle el sello de denominación de origen. Incluso sería reclamo turístico. Podríamos vender relojes con la hora menorquina, podríamos programar excursiones a un “hipotético” reloj que fuera el reloj patrón, y allí, junto a un obelisco con los distintos usos horarios, fotografía, restaurante y bailes folklóricos. La crisis y el tiempo se habrían parado. Exportar la tranquilidad menorquina, esta vez iría acompañado con el tiempo haciendo cola en la oficina de empleo, de desempleo, como bien viene a titularse últimamente.
PUBLICADO EL 29 OCTUBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

OCTUBRE DESCAFEINADO (sin nitratos y sin bacterias coliformes)

Da la sensación como si estuviéramos a punto de cruzar una calle de una ciudad importante, con tres o cuatro carriles por sentido de circulación, glorieta central, cruce de vías, y todo lo que la ingeniería de tráfico pudiera aconsejar. El tráfico en cuestión sería, como no, todo el noticiario que invade fecha a fecha nuestra intimidad hogareña. El peatón, nosotros mismos. A este retrato de la situación, sólo nos faltará aplicar los factores atmosféricos para que la fotografía incluso adquiera realismo.

Unos, corriendo de refugio en refugio. Otros, atónitos esperando que aquellos semáforos cambien a la fase verde. Pero ni lo uno ni lo otro. Los vehículos son muchos más, los tiempos de las fases semafóricas no contemplan a los peatones y los más atrevidos, intentan cruzar a la otra orilla de aquel “charco” que separa el trabajo de la vivienda, el colegio del hogar. Los más osados y preparados consiguen su objetivo. Los cautos, los precavidos, posponen sus acciones.

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Octubre tenía fama de ser un mes conflictivo, un mes caliente. Y nos hemos quedado con las ganas. Este año, que de verdad había –hay- motivo para calentar el terreno, resulta que los sindicatos no abren ni boca. El Gobierno ya ha lanzado la noticia del año, y de muchos años más. En cierta manera, nuestro ahora ya, invicto Gobierno, nos ha dicho a usted y a mi, y a miles y miles, por no decir millones, de españoles, asimilados y simpatizantes, que se olviden de jubilarse. Mejor dicho, nos ha dicho, que de pensiones, nada de nada. Que en el año dos mil veinte y algo, la caja estará vacía. O sea, que la habrán vaciado. O lo que es lo mismo, que tanto apoyo a los descubiertos bancarios, tanto apoyo a quienes no paguen la hipoteca, y no son capaces de apoyar a su propia caja. Nuestro tanto por ciento de lo que se nos ha ido quitando mes tras mes, durante décadas y décadas de trabajo, el tanto por ciento de lo que se les ha ido quitando mes tras mes, durante décadas y décadas a nuestros empresarios, se han esfumado. Y la culpa, pues para el Gobierno, la crisis.

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Y digo que la crisis, versión Gobierno, porque hace años que se habla de la fecha de caducidad de las pensiones. Y ahora, aparece la excusa en bandeja. De alguna forma les han de cuadrar las cuentas. No lo harán no, gastando menos, que esto puede ser perjudicial para la salud del voto. No. Mejor, haciendo retroceder nuestra memoria histórica a tiempos anteriores a los estudiados por Garzón. Ahora, que tanto justiciamos a buenos y a malos, retrocederemos a los años en que la jubilación no existía, y los mayores subsistían trabajando hasta que el esqueleto resistía, y después, del sustento de los hijos.

Y la economía riñe con la austeridad. Todos proclaman congelación de sueldos. Y uno se pregunta. ¿Para qué cobran cinco millones de pesetas anuales los consellers de la oposición? Pero claro, la respuesta viene a continuación ¿porqué cobrar, diez o más millones los conselleres del gobierno insular?. Ahora parece que ya no hablamos del PP en el tema de la corrupción. Ahora le toca el turno a UM. Y es que, aunque de honrados, los haya, cuesta mucho encontrarlos. Cuesta mucho, pero con un revolcón electoral salen, no los buenos, sino los malos. ¿Se imaginan una alternancia en el poder? ¿Se imaginan una consellería o una concejalía, dedicada sólo a fiscalizar todo lo hecho, cobrado y dejado sin hacer, del mandato anterior? Tal vez, ello propiciaría un mejor autocontrol en las acciones u omisiones. A no ser…., que alguien inventara los acuerdos a varias bandas……..

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Pero tampoco hay que preocuparse mucho por la situación. Si uno fuera mal intencionado, podría llegar a decir incluso, que desde que Juana Barceló está al mando de su consellería, el paro ha aumentado más de un ciento veinte por cien. Pero no. La crisis en general, y el paro en particular, era previsible para todos, excepto para el Gobierno. No obstante, las cuentas sí les salen a nuestra invicta consellera y portavoz gubernamental. Resulta que hay más paro, porque hay más personas ocupadas. Y es que no le falta razón. El problema ya no es de tantos por cientos, sino de número de desempleados. Pero los números no engañan. Y si no, que esperen unos meses cuando estas inyecciones de capital toquen a su fin. ¿Qué dirá entonces la portavoz del Govern?.

Y tampoco hablan de estrechar cinturones. La economía doméstica ya entiende de esto. Pero al Gobierno, a nuestro invicto gobierno, no le interesa que se abrochen cinturones. Para ellos, la economía debe seguir creciendo, gastando, provocando mayores desequilibrios entre sectores de la sociedad. Dividirla es buena estrategia. Ahogarla, mejor aún.

Una economía doméstica no cambiará una bombilla por el sólo motivo de ahorrar dos euros anuales, si tiene que invertir doce euros en su compra. Y no digamos la luminaria entera. Otros sí que podrán hacerlo. Y no sólo la bombilla, no, la farola entera si se tercia. Y a eso se le llama austeridad. ¿Qué cambiaría uno si no estuviéramos en crisis?

Pero de momento, octubre, sigue siendo un mes descafeinado, aunque eso sí, con agua embotellada., libre de bacterias coliformes y de nitratos, por supuesto. ¿Cuál será el próximo mes caliente del año? ¿Será la cuesta de enero o el corto y frío febrero?.

Con un poco de suerte, tendremos que esperar hasta el año que viene para enterarnos……
PUBLICADO EL 28 OCTUBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

LA CULPA ES DE LAS VACAS…… FLACAS

¿Saben aquel dicho del circo que le crecieron los enanos? ¿O el otro de que al perro flaco, todo le son pulgas? Pues bien, la semana fue movidita. Por un momento la crisis quedó aparcada y lo suyo fue el problema del agua y como no, los impuestos.

Y es que el tema del agua, preocupa. Preocupa, al parecer ahora. Pero viene de lejos….. no tanto, como para darle la culpa a Franco, pero si se lo proponen seguro que alguno lo intentará… También es cierto que algunos, esgrimiendo la bandera ecológica, intentará lanzar las culpas a los agricultores por el uso de pesticidas y demás…. ¡pero si el campo está vacío!. Según dicen, esta vez la crisis y el cambio climático no van a ser encausados. Y al parecer, nadie lo va a ser… ¿Por qué no crear una comisión investigadora del porqué el agua de Mahón-Menorca está contaminada con tantos nitratos?.

Tal vez, el resultado de esta comisión no fuera lo que se viene en llamar “políticamente correcto”. Imaginemos, sólo haciendo un ejercicio probabilístico, que alguien descubriera que muchos de estos nitratos provienen de desechos industriales y de alcantarillados perversos. O sea, de aquellos pozos “ciegos”, que se engullen todo lo que se les echa…. Y claro, en tiempos de crisis hacer cerrar industrias o habitáculos destinados al uso turístico, no es políticamente correcto, ni mucho menos. Y no digamos si otra lumbrera, añadiera como causante de esta invasión de nitratos, la filtración y contaminación provocada por las heces del ganado vacuno. ¿Sacrificaríamos a todo el ganado, o simplemente les impondríamos hacer sus necesidades fisiológicas mayores, en un lugar adecuado, protegido de filtraciones y canalizado hacia una depuradora?

El agua potable ya no es potable, o al menos para un grupo de la población. O sea que para los demás, la hemoglobina se verá afectada, pero sin anemia, sólo tal vez, con un menor rendimiento que posibilitará ralentizar el trabajo, suavizar los niveles de estrés y por ende, ganar en calidad de vida. Esta ralentización, provocará que seamos poco a poco más sostenibles y con ello ganaremos en la llamada “sostenibilidad” que también vende en esta época. Pero lo que verdaderamente sostiene la economía y sobre todo la doméstica, es la relación entre el debe y el haber. O sea, lo que entra por nómina -y “otros” - y lo que sale en comida, coche, luz, alquiler, hipoteca, ropa, colegio, médicos, e ….. ¡impuestos!. Sí, que los impuestos se llevan una parte o la totalidad de los ahorros familiares.

El siempre rumor de la subida de un diez y tantos por ciento en la factura del agua, parece que ha tenido frenazo por cuestión, clara está de la no conveniencia política y de su potabilidad. Pero ojo. Pagamos el agua no por su coste, sino por el castigo de que en una familia seas cuatro individuos. Si eres cinco, aquello ya tiene su recompensa…. Y aquella agua que el año pasado podías beberla y cocinarla, ahora, la pagas igual de cara, pero sin beberla ni comerla… ¿No sería una medida políticamente correcta el de abaratar su coste al de su uso y disfrute? . Pero eso ocurre igual con el I.B.I.

Ahora resulta que dicen que la presión bajará…., vale, pero las cuentas ya nos dicen que será más caro que el año en curso. ¡Suerte que la bajan, que si no ya me dirán….!.Pero aquí tampoco utilizan el factor de la crisis. Resulta que en su día subieron el valor catastral de las viviendas porque el mercado inmobiliario estaba muy elevado y el valor catastral estaba infravalorado. Bien, correcto. Y ahora, que las viviendas -no es que bajen, es que nadie las quiere comprar- han perdido valor, ¿por qué no bajan el valor catastral de las mismas y su vez, se bajará el IBI?.

Pues no. El IBI sigue en su brecha. Si algunos -principalmente empresas- domicilian los vehículos en municipios donde la presión fiscal es menor, otros muchos deberemos plantearnos el trasladar nuestro domicilio a estos mismos municipios. A la larga, aparecerán municipios vacíos con arcas repletas. Serán municipios fantasmas en los que sólo existirán en los papeles, y no en territorio. Los otros seguirán manteniendo territorio, con menos ingresos, eso sí.

Y si la diferencia entre el castigo o la redención del agua se estila en los cuatro miembros de una familia, en el tema del IBI, estiba en cuanto a la calle dónde habite uno. Así, no es de extrañar que algún potentado viva en una calle de menor “categoría” con su antigua casa señorial y entrada en años, y muy por seguro que pagará tres o cuatro veces menos que una casita de aperos –en términos comparativos, claro está- que esté ubicada en una calle normalita, de estas de nueva generación. Y luego viene la excusa del tema de la basura….. Quien más paga por la “casita de aperos”, y aunque sea un solo habitante, pagará mayor cantidad en concepto de basuras, que el potentado que sea familia numerosa con personal de servicio incluido, si sigue habitando en aquella vivienda centenaria. Y esta es la realidad y no otra. Dividirnos cada vez más. Y no es que la culpa no es de unos ni de otros, simplemente de las vacas flacas, como seguirán pensando algunos.
PUBLICADO EL 20 OCTUBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

ALARMAS SOCIALES

Crear alarma era lo que parecían querer evitar cuando, antes -eso sí- de las elecciones, el tándem Solbes-Rodríguez negaban y renegaban de la crisis. Ahora, asentadas sus posaderas en la poltrona y ante la evidencia mundial de que el papel está mojado y el susto es mayúsculo, no hay problema en cambiar el chip, y dar un giro de ciento ochenta grados. No ya cuarenta y cinco o noventa, no. La crisis nos amarga la existencia y el asunto es grave. Ahora sólo faltará que la influencia de sus primeras vacaciones menorquinas tras la subida al estrellato, le recuerden aquella frase de que “s’operació ha anat, bé, però madona és morta.”.

Pero mientras esta economía nuestra -y la de los demás- está en coma inducido y alzando votos para que esta coma no se indigeste ni se convierta en un punto y final, las semanas anteriores rozan la ironía en cuanto a los planteamientos que desde el poder se intenta transmitir al populacho.

Y digo populacho, porque es el término que más se debe asemejar a lo que el poder debe pensar de nosotros. Y siguiendo con los términos médicos, el gobierno, con su invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas, investido para la ocasión de DUE, no encuentra otra solución, ya no para la crisis , sino para devolver la confianza a la plebe, de un inyectable de un cinco y muchos, muchísimos ceros. Lo peor del caso no es este cinco y estos muchos, muchísimos ceros; lo peor está en que justo una semana anterior, las noticias económicas daban resultados extraordinarios en cuanto a beneficios de las entidades financieras del país. ¿Cómo es posible que, en un estado de crisis como es el actual, anuncien a los cuatro vientos, los miles de millones de beneficios? ¿Acaso no pueden sufragar sus “presupuestadas” futuras pérdidas con el superávit presupuestario del periodo anterior?.

Y es que aquí está la base de la pirámide del problema. Estos miles de millones no son, evidentemente, para que los bancos se recuperen, y devuelvan la confianza al mercado, no. Estos miles de millones son, simple y llanamente para que esta plebe, encuentre la tan buscada confianza, y además, sobre todo además, nos dediquemos al gasto superfluo y exponencial y así, las empresas, el capitalismo del país, puedan aguantar el embolado. Los ricos más ricos, los pobres más pobres.

Y la alarma ya invade los domicilios. Lo que hace un tiempo no era más que un juego de palabras: que si desaceleración, que si canalización, que si resfriado económico, hasta llegar al ingreso actual en la UVI, con respiración asistida y monitorizado constantemente. Y es que el paciente está fastidiado, y aunque nadie espera un fatal desenlace, es bien cierto que espera algunas amputaciones y demás secuelas que, de una u otra forma, se manifestarán en un futuro inmediato.

Centenares y centenares de menorquines, asimilados y adoptivos, hacen cola en la oficina correspondiente. Centenares y centenares de menorquines, asimilados y adoptivos se manifiestan por la ciudad. ¡Sorpresa!. La alarma social sigue en pie. En ningún momento se manifiestan por la falta de trabajo, en ningún momento propugnan medidas que revitalicen la economía.

Eran cientos y cientos. Muchos más que aquellos ciento diecinueve que cada año, cada primero de mayo, se citan para pasear algunas banderas y pancartas solicitando empleo. Ahora, como frente común, como lema, están las sesenta y más horas.

Y uno se pregunta, ¿se manifiestan contra una imposición europea o contra un gobierno débil? ¿Acaso se manifiestan porque desconfían de que un gobierno socialista, sucumbirá a las órdenes de sus compañeros de aposento, y obligarán a trabajar más horas, cuando lo que sobra son horas?. Pues muy seguro que ni lo uno ni lo otro.

Pero al gobierno le va bien que unos cuantos salgan a la calle, lanzando los balones hacia el tejado europeo, buscando nuevos horizontes de lucha y nuevos enemigos potenciales. Amenazar con trabajar más, preocupa y mucho. Mucho más que quedarse uno aumentando las listas del desempleo. Y es que, en el primer caso, la repercusión económica es seria. Muchas jornadas actuales pasarían a denominarse “medias jornadas”, y las nóminas “medias nóminas”. En cambio el desempleo está subvencionado, y no digamos si eres inmigrante y estás dispuesto a volver a tu país de origen para montar un negocio y convertirte en empresario.

Y el desempleo no preocupa. Preocupa más la futura situación de las asistencias sociales, del futuro y distribución de las ayudas, del reparto equitativo o desigual de las mismas….. , y es que el menorquín y el asimilado, desconfían de tanto dinero público, desconfían de tanto noticiario de corruptelas, de cuentas amagadas y tanta ayuda desigual.
Pero el sistema no se inmuta. Siguen políticas de promoción a la construcción, al sistema inmobiliario y no digamos al aseguramiento de los beneficios bancarios, y uno tras otro, empiezan a preguntarse ¿Por qué no invertir en los servicios sociales? ¿Por qué no invertir en el tema de la Ley de Dependencia y hacer posible que se reciban las ayudas antes de ocupar un nicho en perpetuidad? ¿Acaso no creen que también así se crearía empleo?

Pero el empleo, no es lo que importa. Lo que importa es el movimiento del dinero. Dinero fácil y escurridizo. Tan fácil y escurridizo que se nos va de las manos a los pocos días de haberse ingresado en nómina…… Y eso sí que les importa al Gobierno, la movilidad - sostenible, claro- del dinero.
PUBLICADO EL 18 OCTUBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

DOS FOTOGRAFIAS, DOS DIFERENCIAS
















Las dos con faltas de ortografía, claro está, pero con diferencias. La una, es de suponer que involuntaria, sin la conciencia de su autora de que estaba mal escrita. La segunda, manipulada por sujetos ajenos al autor. La sensación en ambas, la misma, un fuerte golpe que te deslumbra y te ciega.

La primera, con camisetas de “rallas” preparaba todo un espectáculo de piratas. Sólo faltaba saber qué tipo de corrector debía corregir aquel escrito. Pero el sitio ya estaba gafado. Poco más de un mes después, en el mismo colegio, y a los pocos días de la inauguración del curso escolar por Su Majestad el Rey, la placa conmemorativa tuvo que ser retirada. La incógnita ahora es si esta placa, o su sucesora rectificada, retornará o quedará en el recuerdo de la hemeroteca.

En la segunda, entran en juego varios vectores. Al autor se le supone, como en la mili el valor, su correcta interpretación y ejecución de las normas ortográficas. No así, su conocimiento de las normas que deben acompañar a la advertencia intrínseca del aviso. “Se avisa a grúa” ¿y qué?, se pregunta uno. ¿Para que va a avisar a la grúa, si no hay placa de vado que autorice su utilización ni su reserva de aparcamiento?.

Y analizando el aviso, aparecen otros dos sujetos en la oración. Uno de ellos, coloca la “h”, aquella muda que nada ya vale y por la que muchos lucharán años y años. Al mismo tiempo, intercala una “y” por aquello de incordiar, diría uno. El otro, el más colaborador de los dos, asiste al aviso y añade que además se va a llamar al “gruero”, no sea que aparezca el coche fantástico retirando vehículos y a alguno le de algún soponcio.

Pero estos avisos son temporales, sus faltas, también. Lo que ya no es tan temporal, lo que va ganando adeptos en la sociedad serán estos mensajes sms, estos telegramas a quince céntimos. Y estos mensajes o similares, ocultan un sinfín de faltas de conocimientos ortográficos. Ocultan, y a la larga provocarán mayores desconocimientos en sus usuarios. Y cuando el traductor simultáneo, cuando el chip memorístico intentará traducir el texto en un documento Word o similar, provocará un cortocircuito que ni el “cortar y pegar” de los primeros auxilios actuales, enmendará tal desaguisado.

Pero puestos a elegir, me quedo con la segunda, con la del aviso al gruero y a la grúa. ¿Motivo?, simplemente porque tiene su gracia, e incluso las faltas se pusieron a sabiendas, enmascarando la imagen, provocando fugaz rechazo a la lectura, pero con conocimiento de causa. La primera, peligrosa por la imitación que pueda conllevar en un centro de enseñanza. La placa, con el comentario de Su Majestad, fue suficiente. La fiesta de los piratas, tuvo que esperar que el tiempo lo despegara…..
PUBLICADO EL 16 OCTUBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA

ERA EL DÍA DE LA FIESTA NACIONAL…..

Normalmente dicen que no hay dos sin tres, y por supuesto los “momentos oportunos” aparecen cuando deben aparecer. Y en esta que estaba uno recopilando “momentos” para traspasar esta esfera entre lo privado y lo público, cuando Rajoy -sí esta vez ha sido Rajoy y no ZP, quien me ha brindado un nuevo añadido a este comentario- ha hecho de las suyas. Y es que para Rajoy también hay una esfera pública y una privada, muy privada, por supuesto. Si Aznar lo de la privacidad era amparo para hablar en catalán, lo de Rajoy, ya no digamos. Resulta que para Rajoy lo del desfile de las Fuerzas Armadas, lo del Día de la Raza, del de la Hispanidad, o simplemente el Día de la Fiesta Nacional, es un c…., aunque eso sí, en la esfera privada. En lo público, Rajoy es más papista que el Papa. Y es que de patriota, nadie le gana, o al menos, esta es la imagen que pretende vender.

Y es que en la política, el marketing de ventas traducido en votos, es lo que cuenta, y no lo que pueda pensar individualmente uno en su esfera privada. Dejemos pero, a los duendecillos de los micrófonos que se desencajen a carcajadas, y nos centraremos en otras verdades, no menos importantes. Uno, no pudo presenciar dicho desfile, pero de haberlo hecho suele ser de los que se emociona al paso de la Legión y de la Guardia Civil, y como no, se hubiera sonreído al paso de Rudo. Como tantos otros ciudadanos de a pié, ni más ni menos, pero ¿qué llegará a ocurrir en un futuro próximo?.¿Qué ocurrirá cuando en un futuro próximo, la mayoría de potenciales asistentes sean de esta nueva generación que no ha hecho la mili, y de los que la asignatura de la Educación para la Ciudadanía, nada bueno les habrá contado de estos desfiles?
Dejaremos por unos instantes de adivinar el futuro, no sea que alguien me tilde de pitoniso, y me centraré en este presente -que dicen que dura tres segundos-. Leo en la prensa la trágica noticia de que en Albacete, un niño de nueve años muere al caer de un edificio. Añade la noticia que se baraja la posibilidad que la causa del suceso fuera recientemente haber visto una película de “Spiderman”. Y de este presente trágico me remonto al pasado; pasado ya lejano para uno, y me centro en aquellas “maléficas” películas de entonces. En mi memoria sólo aparece Tarzán como precursor actual de tales elencos de imitación por parte de la infancia de aquellos tiempos. Tarzán y Chita sólo podían propiciar algún morado, si la liana en cuestión se rompía o se deshacía el nudo. Poco más podía ocurrir, o la de darnos un bocado contra el tronco del mismo árbol, en el viaje de retorno.

Pero los niños de ahora nacen protegidos, super-protegidos dirán algunos. Derechos de tal , derechos de cual, y todos piensan en los niños, sí. Todos piensan, sí , pero no crean que es para beneficio de ellos, sino simplemente para poder sacar más beneficio de ellos. La semana pasada, en una consulta médica, un crió esperaba su vez, enganchado y nunca mejor dicho, a una video consola. Parecía ausente de la realidad y cuando le tocó su turno, entró enganchado a aquel nefasto artilugio.

Llegarán tiempos de compras, por mucha crisis que se colee por las calles de nuestras ciudades. Las video-consolas o como se llamen dentro de unos meses, seguirán haciendo furor. Compañías de telefonía móvil harán su agosto con sus clientes menores de edad. El Gobierno, bajo la presión de los vendedores de ciclomotores, anula el decreto que debía elevar la edad para la conducción de dichos artilugios, y así las ventas seguirán su ritmo.
¿Por qué no se defiende a estos menores de edad, y menores de menor edad de tanto mercantilismo, de tanta venta incontrolada? ¿Por qué con tanto defensor del menor, nadie prohíbe que se entregue una herramienta tan perjudicial para el menor? ¿Acaso prevalece el negocio del adulto, sobre el interés propio del menor?

Y te llegas a preguntar ¿qué hacía más daño, un desfile de las Fuerzas Armadas o una video-consola en la que desarrollar la tercera o cuarta guerra mundial en sus manos?. Resulta que al Estado, a la Patria de antaño, se la servía prestando sus servicios, y entre ellos, el servicio militar. ¡Y muchos eran los que gracias a aquel tiempo se instruían y como no, se enderezaban, conocían qué era la disciplina, y como no, aprendían de las frustraciones……!. Ahora, ni disciplina ni frustraciones. Ahora se arregla todo –o no- con el psicólogo y con dar los quince días de preaviso y a cobrar del paro!. ¡Y así nos va!.

Pero claro, lo caqui, actualmente no vende. Y aunque se les cambió el caqui por el verde NATO, tampoco. Y eso que lo verde, ahora si vende…..
PUBLICADO EL 14 OCTUBRE 208, EN EL DIARIO MENORCA.