¡NOS ENGAÑAN!

Cuando llegan estas fechas uno se vuelve más sensible.  En mi caso, esta sensibilidad se vuelve  desconfianza.  Uno ya duda si es porque el día de los Santos Inocentes está por llegar o porque la experiencia acumulada no hace más que hondar en ello.

Podría referirme a muchas cuestiones.  Desde la Lotería de Navidad en la que todos nos abocamos y es la que menos beneficios deja al participante y ya no digamos de las participaciones en la que –aunque no salga premiado- la ganancia segura es para el depositario, a la llamada Navidad del pobre.

Me resisto a participar en la propaganda encubierta de ciertos establecimientos de alimentación en la que incitan a la solidaridad de sus clientes para que donen algunos alimentos en estas fechas. Y me resisto porque lleva el mismo patrón que  el recargo del que hablaba en el párrafo anterior de las participaciones de la lotería.  El cliente solidario paga a precio de venta su solidaridad, mientras el establecimiento va acumulando beneficio por aquel aumento de compra.  ¿Por qué no venden  los productos que se donarán a precio de coste? O mejor aún, por debajo del precio de coste.  De esta forma el establecimiento también participaría solidariamente.  ¡E incluso seguro que desgravaría!

Te llamarán de ONGs para una aportación extraordinaria para estas fechas.  ¡Pero si ya no llegarán a tiempo para la Navidad!  Te viene a la memoria aquellas recolectas que se hacía en los colegios y el comentario de que dado que el transporte encarecía el traslado a los países pobres, los productos se vendían en España para poder entregar el dinero a sus destinos.  Piensas que poco ha cambiado la situación: la carestía del transporte y como no, la estrategia de vender a bajo precio.   ¿Por qué no pedían directamente dinero?

Las compañías de telefonía habilitan un número al que, si mandas un sms,  parte de su coste se destina a una fundación.  Igualito con la recogida de productos alimenticios.  Vamos, ahora sólo falta que vengan las eléctricas y te vendan arbolitos de navidad con sus luces para que ilumines la Navidad de los necesitados.

Y luego vendrá el invento de las rebajas para acabar de liquidar el presupuesto doméstico.  O para endeudarlo aún más.  Aunque en esto de los presupuestos mejor no abrir boca.
 
No abrir boca, porque está aún demasiado reciente los pluses a altos cargos  podemitas aprobado por el Govern de Francina Armengol.

¿Será el espíritu navideño o la solidaridad con el resto de pueblos de las Españas?


Bones Festes a tothom!

PUBLICADO EL 26 DE DICIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

SOBERANÍA DEL PUEBLO

Cuando llegan tiempos en que todos opinamos de la Constitución –y muy por seguro que muchos ni la han leído y otros ni la han comprendido- te das cuenta dónde están unos y por dónde van los otros.

Si hay un artículo en el que todos deberíamos estar de acuerdo –partiendo de la base de que nos creemos demócratas- es sin duda el primero.  Y más concretamente donde dice que “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”.

Nada podrá haber más sano y democrático que seamos nosotros,  el pueblo, los propios ciudadanos, quienes seamos dueños y señores de nuestro destino, de nuestras decisiones, de nuestro futuro.  De subir a los altares a un dirigente y de mandarlo al infierno en menos de cuatro años.   Así de claro y así de conciso.  Lo demás es puro relleno.  Pero no.

Las cosas de la democracia no funcionan de esta forma, deben entender algunos.  Algunos muchos, ya empiezo a pensar.  Cuando el futuro de todos los españoles está en manos de una decena de sediciosos encarcelados y huidos, es que algo no funciona.

La capitulación, presunta y futura, de Sánchez con la minoría catalana, nos llevará a un nuevo formato, del que pocos o ninguno podía imaginar tras la entrada del interino de la Moncloa por excelencia, en la vida política.  En términos religiosos ya estaríamos hablando de un anticristo.  En términos civiles, mejor mantener la boca cerrada –y el teclado mudo-.

Los sediciosos catalanes quieren cambiar ya de entrada este artículo primero.  Da la sensación, de que no les gusta que la soberanía resida en el pueblo.  Y eso que se dicen demócratas y alguno incluso, se declaró cristiano ante el Tribunal Supremo.  Vamos, que al pueblo –a los ciudadanos- lo quieren cambiar por el territorio –por las piedras, vamos-.  Así no es raro que aquellos que defienden la ensoñada república catalana a golpe de adoquín, no encuentren repudio alguno  por parte de los dirigentes catalanes.

Vamos, que si la soberanía reside en el territorio, alguien deberá definir qué es el territorio. ¿Tal vez una calle, un municipio, una barriada, una masía del Maresme,  una comunidad autónoma o un simple huerto urbano?  También deberán especificar quién representa al territorio.  ¿Acaso pretenden que la soberanía recaiga en un presidente de una asociación de vecinos o en un alcalde pro-sedicioso?


¿Querrán volver a los tiempos feudales, donde se hacía y deshacía al antojo del señor feudal?   ¿Se habrán confundido los términos federalismo con feudalismo?

PUBLICADO EL 19 DE DICIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO DE MENORCA.

CUMBRE DEL CLIMA

Dicen quienes me lo contaron que la Cumbre del Clima está siendo un éxito.  Que incluso sospechan que la mano de nuestro interino por excelencia, debe estar  detrás del rotundo éxito que viene acumulando jornada tras jornada, porque de lo contrario no entienden el apoteósico éxito.  

Me comentan  que los acuerdos y resoluciones tras tantos días de debate, son el no va más.  Y me lo creo, porque noto a mis interlocutores tan excitados como si del Black Friday se tratara.  No me cuentan mucho más.  Supongo que observan mi cara de póker que intenta, sin conseguir, disimular mi ignorancia –y mi apatía-  sobre esta cumbre.

Mientras dura el arrojo  de tanta información intento  ordenar por carpetas en mi disco duro  lo que ha sido añadido, lo que realmente ha ocurrido y lo que roza el vasallaje político.  Mucho adorno y poca credibilidad.
Me refería antes a mi apatía sobre esta cumbre, y tengo mis motivos.  Supongo que Pedro Sánchez no habrá prometido que si resulta investido dejará de usar los Falcon para ir a los conciertos, ni que tampoco los sediciosos utilizarán más plástico amarillo con que engalanar sus puentes.

Y muy por seguro que Greta, la niña estrella subida a los altares del clima, no  dejará de viajar con tren ni se dedicará a ir a la escuela, para así poder ganarse la vida sin vivir del contribuyente.

Y ya que estamos, ni  Vigo ni Madrid, se habrán comprometido a no competir por quién enciende primero la bombilla de Navidad.  ¡Las millones de bombillas!  Ni tampoco los hogares españoles dejarán de colocar el infiltrado árbol de Navidad –ya sea éste de plástico o natural-.  Plástico porque contamina, y el natural porque priva de crear un pulmón verde.

Me imagino los criaderos de estos abetos que durante tantos años crecen para el disfrute de unas pocas semanas, sin ser arrancados de su tierra, de crecer años y más años y repoblar territorios de la España abandonada.  Y  también de la España súper poblada.  Me imagino un planeta verde y azul.

Me imagino, porque no? unos ecologistas y unas ONGs que no se disgusten porque las energías alternativas se alimenten de placas solares y de aerogeneradores.  Ni que el Gobierno de turno nos imponga impuestos por usar estos mismos medios a nivel doméstico.

Ya imagino mucho. Y es que de niño, devolvías el casco de los botellines y vendías el cartón y el papel de diarios y de  revistas al chatarrero.  Ahora, pagas para que lo recojan.  ¡Y en lugares está prohibido recogerlo particularmente!


Por eso, tal vez soy apático.

PUBLICADO EL 12 DE DICIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

ME TOO

“Yo también” diríamos en España.  Diríamos, porque al parecer, en España, somos más selectivos.  Cuando empezó el movimiento  Me Too en Estados Unidos, contra los abusos –llámeseles agresión, abuso o acoso- sexuales,  por parte de algunos –más muchos que pocos- productores, directores, artistas del mundo del cine, se extendió como la pólvora e incluso saltó el charco y afectó a muchas caras y nombres conocidas.

Nadie dudó de las palabras de aquellas mujeres  que -una a una- denunciaban a los presuntos agresores.  Es más, nadie se atrevía a defender al presunto agresor,  de quien sin necesidad de juicio,  ya había sido desterrado del estrellato.

Gracias a este movimiento, gracias a la pérdida del miedo de tantas mujeres, muchos de estos idolatrados monstruos han caído del pedestal y han quedado señalados de por vida –y de por muerte-.  Todos no, pero.

Llegó el turno a un conocido cantante español.  La acusación del “Yo también” le afectó cuando una mujer también se atrevió a –públicamente- relatar su propia experiencia.  La gira del cantante por tierras americanas se vio involucrada en el escándalo y allí parecía que acababa su trayectoria.  Pero no.  España, como suele decirse, aún es diferente.  Aquí fue recibido con aplausos y parabienes.  El “Yo también” tiene dos caras, dos varas de medir.

Mientras a los partidarios de Vox les aplican el cordón sanitario, al cantante español nadie lo destierra del escenario.  Paradojas de una hipocresía mediática, vasalla, sumisa…  Y hay más.

Dejamos el mundo del espectáculo profesional y la noticia nos lleva a otro espectáculo, esta vez animalista.  La noticia tiene lugar en Ibiza.  Allí un grupo de activistas, defensores, o como quiera llamárseles, de los animales, protestan por el posible traslado de un grupo de perros podencos ibicencos hacia Mallorca, dada la escasez de plazas en las perreras ibicencas.

La protesta se motiva porque hay temor de que los perros sean sacrificados en Mallorca.  El ayuntamiento recapacita y da marcha atrás.  En vez de los podencos ibicencos serán trasladados un número determinado de los que denominaríamos  “mil leches”.  Allí las protestas se terminaron.  El podenco ibicenco se salvó, sí o sí.  Los otros, no saben, no contestan.

Podríamos continuar sacando nombres, hechos y más gente de la política y del  espectáculo, que caminan sobre la frágil línea que bordea el límite entre lo correcto y lo incorrecto. Del bien y del mal. 


Aunque eso de momento en España,  sería una pérdida de tiempo.

PUBLICADO EL 5 DE DICIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

SE VENDE

El inmueble tiene buen potencial. Además de la edificación habitable propiamente dicha, cuenta con solárium,  terraza cubierta, almacén adjunto,  zona de parking, piscina y terreno –mucho terreno- adyacente. Y con su IBI correspondiente.

Más que un inmueble es una comunidad vecinal la que últimamente se ha puesto a la venta.  Una comunidad heterogénea.  Eso sí, con vistas al mar y a la sierra.  Con derecho a vuelo y bien conectada tanto por tierra, mar y aire.  Y su cuota de comunidad.  De tener, incluso dispone de servicio de seguridad propio.  Y ajeno.

Más que una comunidad vecinal, viene a ser una urbanización.   Son varias las comunidades vecinales que conforman la misma.  Un núcleo urbano regido por sus propios estatutos, su junta de propietarios, su asociación de vecinos y su centro cívico.  Y  su cuota de la asociación.  Y turismo, mucho turismo.  Ricos  y menos ricos.

Más que una urbanización viene a ser un distrito o barriada extramuros del casco urbano del municipio al que pertenece.  Su ayuntamiento,  el pleno de la corporación y su junta de gobierno municipal,  mantienen contactos periódicos con los representantes vecinales que conforman el conglomerado urbano de la ciudad, con sus ordenanzas y sus reglamentos.  Con sus tasas y precios públicos.

Más que una ciudad, es una comarca.  Y más que una comarca es una provincia.  Y una comunidad autónoma.  Y por qué no, España misma. Con sus leyes, también. Y con su IRPF.

Desde un tiempo a esta parte, a algunos nos da la sensación de que no es un inmueble el que se vende, sino la propia España la que se comercializa, o parte de ella. Y quién sabe si a precio de saldo.  Si de particular a particular o con intermediario relator por en medio.

Uno ya duda si la inmobiliaria será una optimización por enjambre de partículas versión española –PSOE- o simplemente un enjambre de partículas –PS-.  O  que con las  Iglesias de Sancho habremos topado.  Si es que vamos borrachos, drogados, torrados o  que simplemente somos unos rufianes. Si es España la que está en venta o sólo una parte de ella.  Si una comunidad de vecinos o una urbanización entera.

Los rumores de que capital extranjero estaría interesado en las negociaciones de compra-venta te asusta.  Se habla incluso de que la mafia rusa podría estar tras las maniobras de presión y desestabilización habidas y por haber.  Y de presunto  blanqueo de  capitales y de huidos en paraísos fiscales y judiciales. 


Todos juntos en unión…. , para la desunión, faltaría añadir.

PUBLICADO EL 28 DE NOVIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

LA PESADILLA DE SÁNCHEZ

Por suerte o por desgracia no milito en partido político alguno.  Por suerte,  porque ello me da libertad de criticar a unos y a otros, o de alabarlos si se da el caso.  Si uno se da cuenta, el militar en un partido político tiene como consecuencia que pierdes parte de tu libertad de expresión.  Y por desgracia, porque nunca podrás beneficiarte de favores ni de ayudas públicas cuando tu partido esté en el poder.  Vamos, que seguirás siendo un pringado toda tu vida.

Estos días pienso con Pedro Sánchez.  Con él, y con los militantes, simpatizantes y votantes de su partido.  Un partido con historia y con gran bagaje a sus espaldas.  Con líderes que demostraron ser grandes hombres de Estado –Felipe González sin ir más lejos- y otros a quienes  la duda siempre planeará sobre sus cabezas  –Largo Caballero, Negrín, Zapatero, etc –

Pedro Sánchez siempre me ha creado desconfianza.  De él, me he quedado con el  semblante de un personaje egoísta capaz de vender al prójimo en beneficio propio.   Ahora, tras las últimas elecciones, cuando todos sus miedos e insomnios se han convertido en abrazos y besamanos, cuando el dije digo, se ha convertido en Diego, y cuando la convivencia está en peligro de estallar por los aires, esta desconfianza se acrecienta.

Y se acrecienta porque lejos de intentar  pactar una gran coalición de Estado, o en minoría con apoyos puntuales, lo hará pactando posiblemente con la anti-España.  Lo hará con los nietos de un Carrillo a quien  siempre le perseguirá la memoria de las víctimas de Paracuellos;  lo hará también con quienes robaron y engañaron a los catalanes,  con quienes vitorearon al entorno de ETA, en definitiva con quienes a España les importa un rábano.

¿Será que a Sánchez se le ha olvidado todo lo que dijo en fechas previas  a la jornada electoral? ¿O será que nos engañó a todos? ¿Embuste, engaño, traición, olvido…?  ¿Qué dice de ello el militante socialista? ¿Le gustará ser engañado por su ídolo terrenal?

Creo que el militante, simpatizante  y votante socialista, se merece mucho más respeto.  Y el resto de los españoles también.  Porque una cosa es que él consiga dormir en su colchón de Moncloa y otra cosa muy distinta es que el noventa y cinco por ciento de españoles tenga que tomar orfidal para conciliar el sueño.

Por suerte, Sánchez no me ha quitado el sueño –de momento-.  Desconozco si estaré en este cinco por cierto que decantó o que simplemente mintió, se equivocó o erró en los porcentajes.


Tal vez, Tezanos  sepa algo de esto.  


PUBLICADO EL 21 DE NOVIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

EL VOTO ROBADO

Escribo este artículo en plena jornada de reflexión –por decir algo-.  No creo que a estas alturas aún haya gente que de verdad reflexione el voto, si acaso el abstenerse o no, pero eso ya es harina de otro costal.

Me paseo por la red en busca de noticias que alteren la tranquilidad de la jornada. Más que noticias busco anécdotas.  Poco o nada me importan los mensajes al voto útil y al miedo a la llegada del hombre del saco.  Mi decisión ya la tengo tomada. Votaré por simpatía y  por interés.  O lo que es lo mismo,  por cercanía a las urnas y por la necesidad de mantener al día la colección iniciada ya hace años.
 
Y la anécdota encontrada viene de Melilla.  En ella se contaba que días atrás, una mujer había sido detenida portando  una treintena de votos por correo.  Algunos de ellos supuestamente robados a una cartera.  ¿Y los otros, te preguntas? ¿Se la investigará  por robarlos o por intentar sustituirlos? ¿Y qué ocurriría si los votos de su interior fueran a la misma formación a la que se pretendía supuestamente votar?

¿Y nadie se pregunta cómo funciona la custodia del voto emitido por correo? ¿Es seguro el voto por correo?

Por un momento mi reflexión empieza a perder interés.  Que  el voto no se pueda vender ni comprar no te parece justo.  ¿Por qué tengo que regalar mi voto a un partido si al final, quien se beneficiará de él será una persona que ni me conoce ni me lo agradecerá? ¿Y si mi voto sirve para que otros negocien con mi decisión?  ¿Acaso no se compran o venden votos de diputados y senadores? ¿Acaso no se venden –o cambian-  por ministerios o vicepresidencias?

¿Robo, hurto o engaño?, te preguntas.  ¿Acusará el fiscal o éste obedecerá las consignas del presidente interino?  Sigues ponderando tu respuesta.  Dicen algunos que el cansancio hace estragos.  Otros,  que la soberbia.   O la chulería.  Al final, debió ser el subconsciente.

Si lo escribía en reflexión,  hoy el lector ya tiene el veredicto en sus manos.  Sabe –o debería saber- si el voto que introdujo o el que dejó de introducir valió para algo.  Sin duda, y antes que algún inspirado quisquilloso pretenda corregirme, diré que todos los votos son útiles y válidos, incluso los que no se producen, siempre que la elección tomada sea en pleno uso de la libertad de uno.


Otra cosa muy distinta, será el uso  -o mal uso- que se haga de este voto depositado.  Y ahí es a dónde iba.  ¿Se cumplirá el contrato entre elector y político o simplemente será otra versión de aquel voto “robado” mediante engaño?

PUBLICADO EL 14 DE NOVIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

DERECHAS E IZQUIERDAS

Buenos, malos y viceversa.  La ignorancia entra en las escuelas cuando el adoctrinamiento está presente en los libros de texto o en la libertad de cátedra.  Y sale a la calle, cuando reniegan  de la libertad del vecino e imponen su voluntad al otro.

Este domingo,  las urnas volverán a sonreír a los visitantes que se les acerquen para depositar sus votos, sus esperanzas, sus deseos.  Será en los colegios, que no escuelas.  Y podrán participar todos, sin exclusión ni coacción.   Buenos, malos y peores.

La manipulación orquestada abandonará por una jornada la actividad publicitaria.  Porque  haberla, hayla.  Y seguirá en la misma noche electoral.  Los buenos, los malos y los peores seguirán peleándose por defenestrar más al enemigo que al adversario.  Y llegará –si no ha llegado ya-  el momento en que todos seamos enemigos del adversario.

Populares, Ciudadanos y Vox se les sitúa a la derecha y se les atribuye el término fascista.  Al PSOE, a Unidas Podemos y a las fuerzas independentistas y nacionalistas se les sitúa a la izquierda y ellas mismas se atribuyen el término progresista.

Y hasta aquí llega la ignorancia y la manipulación.  Desde siempre, por definición, por sus acciones y reacciones, los nacionalistas son y seguirán siendo derecha radical.  Y si además niegan los derechos democráticos y de libertad, deben ser llamados fascistas.  Y no observo a ningún político progresista que llame a los soberanistas ni a los independentistas catalanes ni de otras tierras,  de  fascistas.  ¡Y mucho menos, de derechas!

A quienes se posicionan a la izquierda del PSOE, tampoco observo que se le cuelgue el sambenito de comunistas, cuando en realidad  es lo que son.  ¿No será que quieren evitar que alguien les recuerde a sus homónimos en países donde la pena de muerte arregla muchas disidencias?

Y el peligro no es que ganen los fascistas –como algunos los llaman-, no.  Ni los comunistas.  El peligro es que Pedro Sánchez, por aquello de no querer cambiar de colchón,  es capaz de aliarse -con todas las bendiciones democráticas de las que se quiera ungir -  con los comunistas e incluso con los fascistas catalanes, que es peor.  Y todo por ignorancia de unos y de otros.

Ignorancia, porque no sabemos o no queremos saber nada de pactos, sólo de colchones.  Y porque somos desleales, engañosos y  embusteros por naturaleza.  Una mayoría PP-PSOE  tendría más razón de ser que una forzada alianza con comunistas y sediciosos.


Pero para eso, ambos tendrían que renunciar a los colchones.

PUBLICADO EL 7 DE NOVIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

EL DOMINIO DEL PSOE


Desconozco si todo el entramado que circula por las neuronas de nuestro invicto interino presidente Sánchez -Pedro para más señas- está reflejado o no en su particular “Manual de resistencia”, pero lo que sí debe ser cierto es que, o él o su asesor de cabecera, son unos cracks.  O eso, o que el ombligo les mira hacia arriba, como solemos decir por estas tierras.

Y lo son porque durante una semana a Cataluña se la ha borrado del mapa.  Al menos, desde fuera de ella.  Y lo curioso del caso es que Sánchez se ha tenido que aliar con Franco para ello. No se han necesitado ni  las tanquetas ni los antidisturbios ni mucho menos la Guardia Mora; solamente cumpliendo con la última voluntad del Caudillo de unos, del dictador de otros.

Y Sánchez  además le ha ganado el pulso a Franco.  Con la excusa de la intimidad, lo ha dejado sólo, como a un apestado para que nadie se le acercara, y al mismo tiempo, ha dado la publicidad adecuada para que el mundo mundial fuera testigo de ello.

Y Sánchez también les ganó el pulso a sus homónimos políticos, al convocar a los medios de comunicación una vez finalizado el espectáculo televisivo, para retransmitir en diferido lo que había sido una mañana preelectoral en toda regla.

Y continuó el show electoral justo después de la exhumación de Franco.  El invito interino, adelantó jugada al rendir tributo a las Trece Rosas ante el monumento erigido en el madrileño cementerio de la Almudena.  Y aunque también fue un acto íntimo, allí sí que se permitió la presencia a pié de lápida de los medios de comunicación para que difundieran “urbi et orbi” la actuación de Sánchez.  Una actuación que uno duda si fue como secretario general del PSOE o como presidente interino de todos los españoles.

Pero en un principio, el título de hoy nada tenía que ver con el dominio –versus poder- que se le pueda atribuir o no al PSOE.  O tal vez sí.  O todo lo contrario.  Al fin y al cabo, lo uno lleva a lo otro, y viceversa.  La intención era el dominio de internet  “ahoraespaña.com” que el PSOE imprimió en millones de folletos, y la cual  hasta hace pocos días figuraba a nombre de Compromís y era gestionada por ellos.

Vamos, que mientras Franco volaba en helicóptero, los simpatizantes del PSOE que visitaban la web, en vez de encontrar las arengas de un partido afín, se encontraban con las críticas vertidas por sus oponentes.  Al menos, con Compromís hubo acuerdo y cedió el dominio.

En Baleares, ocurre lo contrario.  Es el PSOE  quien cede el dominio a los de Més.



PUBLICADO EL 31 DE OCTUBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

SOM GENT DE PAU. VENIUUUU


Soy de los que cree que de las adversidades, siempre hay que quedarse con la parte positiva.  Vamos, igualito a lo de la botella medio llena y medio vacía.  Y aunque también es verdad que últimamente es difícil encontrar partes positivas con tanto tarado suelto, rebuscando siempre podremos transformar aquella desilusión en una fuerte carcajada.

Cataluña ha perdido el norte, el sur y el resto de puntos cardinales.  Y la mitad de catalanes, también.  Sus jefecillos van divididos a la deriva.   Unos, los que por ideología miran hacia la derecha fascista hitleriana, esperando el regreso prometido de su dios menor huido a Bélgica.  Los otros, los que ideológicamente virarán hacia el comunismo venezolano, esperanzados con un milagro de la providencia terrenal.

Y la otra mitad de catalanes, amb seny,  resisten en silencio las aberraciones de sus convecinos, de sus alcaldes, y como no, de su ya menos, molt honorable.

Y la culpa no es ni de Cataluña ni de los catalanes.  La culpa es del sistema mismo que lo permite.  ¿Cuántas incoherencias no observamos diariamente y ya las hemos incorporado a nuestro ritual doméstico?  Las instituciones fallan por doquier y no es hasta cuando la aberración del sistema llega a tal extremo, que no lo valoramos.

Ejemplos, miles.  Instalas una alarma antirrobo y te obligan a colocar un cartel en el exterior, ¿será para que el presunto ladrón esté avisado de que pueden pillarle? Pones una cámara de vigilancia y también tienes que avisar que los estás grabando, ¿será para que no pilles a alguna presidenta  con  cremas en el bolso?

Y hay más.   Los terroristas callejeros que tiran adoquines a los policías van tapados y sin identificación alguna.  En cambio, las víctimas -los policías- tienen que llevar su número de identificación bien visible para poder ser identificados en cualquier momento.   Los adoquines son auténticos;  las pelotas, de material viscoelástico para no causar daño a los malos.   Lo próximo serán porras de goma eva.

La okupación, no es allanamiento.  En cambio, evitar que te gasten agua y luz, es coacción.   Pasa un furgón de los Mossos por Tarragona y dicen que son gent de pau y ya es motivo por pedir dimisiones.  Habla el ya no tan Molt Honorable y dudas de su polaridad.

Ahora sólo faltará que algún ingenio catalán patente la venta de suvenires con  los  adoquines lanzados contra la policía.  Y cuidado, que no añada  la leyenda: ¡A por ellos!  Y mientras, los asegurados españoles pagaremos los destrozos.

De juzgado, vamos.

PUBLICADO EL 24 DE OCTUBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

MIGRACIÓN: ENFERMEDAD Y REMEDIO


El título no es sinónimo de que tenga la solución al problema de tantos migrantes, no.  El título es por aquello de empezar con el consabido lema de “políticamente correcto” que tanta hipocresía levanta en la sociedad actual.  Mi primera disposición era la de titularlo “las mafias de las migraciones  y las ONGs necesarias”, pero por cuestión de espacio y por aquello de que a uno no le empiecen a insultar antes de hora, lo he resumido en tres palabras -y una conjunción- .


Quienes me conocen saben muy bien que soy un inconformista en cuanto a las manipulaciones legales –con apariencias legales, más bien-. No obstante ello,  saben también que –actualmente- la prudencia es mi guía.  Que cada palo aguante su vela, y con ella, sus penas y sus alegrías.  Vamos,  que la experiencia –cuando uno ha recibido palos bien que el resto miraba hacia otro lado-  y la necesidad de supervivencia, han transformado aquel romanticismo en una sumisión interesada.

Esta sumisión ante la vida, no implica que uno no disienta de todo ello.  Siempre me he preguntado el porqué de las pateras habiendo otras formas menos lesivas.  Al final uno llega a pensar que si no lo hacen es simplemente porque uno se ha equivocado en el planteamiento y por tanto debe ser técnicamente imposible.  ¿Acaso tantas ONGs –con tantos millones de euros en subvenciones de lo público- no habrán  sido capaces de darse cuenta de ello?

El martes de la semana pasada la sección Menorquines con acento de Es Diari me daba la razón.  En la entrevista a Abdoulaye Ndiade, éste manifestaba que había salido de Senegal con visado de turista, tal como lo hacían antes.  Había mafias, evidentemente,  a las que se les pagaban los visados y todo el entramado.  Pero sin muertos.

Y uno se preguntará ¿por qué con tanta ONG que vive de las ayudas del Gobierno, no  hay ninguna que se le haya ocurrido informar -en los puntos de origen- a los potencialmente migrantes, que vengan a Europa mediante visados turísticos, en avión y con todas las garantías de llegar con vida?

Uno no quiere ser mal pensado y nunca pensará que no lo hacen para no perder las subvenciones, pero alguien podría llegar a pensarlo y sin duda esta actitud nada favorecerá al reconocimiento a  la labor que realizan.  E incluso, quien sabe, en vez de armar barcos podrían crear una compañía aérea con la que ofrecer los paquetes turísticos. 

Y entre horas, podrían incluso aliviar la falta de conexión de Menorca con el resto del mundo mundial.

Piénselo, si les interesa, claro.


PUBLICADO EL 17 DE OCTUBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

SOPLAR Y SORBER


Dice el refrán que “soplar y sorber, no puede ser”, pero el dicho ya ha quedado anticuado.  Al menos, en la España de Sánchez sí que es posible hacer las dos cosas al unísono. O al menos decirlo.  Si alguien lo dudaba que se pase por las librerías y observará como pronto  los libreros estarán arrinconando tanto el Arte de la Guerra  del supuesto  Sun Tzu  como   El Príncipe de Maquiavelo, y en su lugar repondrán el Manual de resistencia, de nuestro invicto interino presidente  Sánchez, Pedro para más señas.

Mientras los socialistas en Madrid dicen blanco, en Barcelona dicen negro, o al revés, o todo lo contrario.  Pero da igual. Nadie parece querer darse cuenta de que son conceptos antagónicos. Pero ni los suyos ni los contrarios lo corrigen.  Es más, juegan la prórroga esperando la tanda de penaltis.  Saben que poco o nada va a cambiar.  Incluso Albert Rivera vuelve a jugar con la ambigüedad de jugar con ambas camisetas. Pablo Casado con el centralismo extremo y el otro Pablo, pues esperando los resultados de su hijo pródigo.

Y de Pedro pocos deben conocer su próxima jugada.  Ni él mismo lo debe saber.  Esperará el movimiento ajeno para desarrollar el suyo propio.  En la manga tiene aún a un Franco deseoso de que le ayude a cumplir su último deseo de ser enterrado en el Pardo.  En el olvido quedó también el desafortunado intento de celebrar funerales de Estado para todas las víctimas de la violencia machista.  Han desaparecido los viernes sociales y de las cifras del desempleo mejor no nombrarlas.

De momento,  quienes están contentos son los presidentes autonómicos quienes han visto cómo   los dineros se han descongelado y con un poco de suerte llegarán antes del día de las elecciones.  Vamos, que si el chantaje antes era  la investidura, ahora es  el voto.  Vamos  que seguimos soplando y sorbiendo a la vez.  ¡Y uno sin enterarse!

Otro que puede estar contento es el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dado que fue capaz de realizar unos presupuestos que al paso que vamos, durarán años y años.  Poco debió pensar él y sus ayudantes, de que años después de dejar el cargo, sus cuentas aún seguirán marcando el rumbo de nuestros bolsillos.

Y aún nos quedan muchas sorpresas, muchos conejos en la chistera, y muchas cartas en la manga.  ERC es el aliado más fiel que podrán tener.  Y ambos lo saben.  Y ambos se necesitan. Volverán –ya no las banderas victoriosas ni las oscuras golondrinas-, pero sí  las políticas del soplar y sorber.  Al menos, después del 10N.

PUBLICADO EL 10 DE OCTUBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

¿VALIENTE O TRAIDOR?


Pues dependerá de quien opine.  Los independentistas lo llamarán traidor a la causa.  Los constitucionalistas, terrorista en grado de tentativa -al igual que a los otros presos-. Y los más entendidos le añadirán aquel atenuante de colaborar con la justicia.  Mártir no lo será, seguro. Ni para unos ni para los otros.  Y el de traidor y cobarde, seguro que ya se lo han colgado con lazo amarillo incluido.

Por mi parte, lo tengo claro.   Me creo lo que se ha publicado que dicen que ha dicho. Vamos, que me lo creo más que cuando sale la portavoz del Gobierno a tirar de evasivas compuestas. Y lo creo porque eso sí  tiene verosimilitud y no lo que dice la vice.

Conociendo algunos nombres que en mayor o menor medida pertenecieron a Terra Lliure, ¿cómo dudar de las palabras de este presunto terrorista?  ¿Cómo dudar que quien desde todos los medios habidos y por haber, ha alentado a los CDR a que aprieten, no tendrá algo que ver con la “Operación Judas”?

¿Qué tratan de esconder desde las instituciones catalanas al negar las evidencias? No sólo las niegan, sino que llegan a escudarse en un contubernio del más puro estilo judeo-masónico,  de antaño. Y como no, incluso piden la expulsión de la Guardia Civil.   Vamos, que quieren una policía y una justicia hecha a su propia imagen y semejanza.  E independentista, por supuesto.

Y la estrategia estaba clara, o al menos para mí.  Mientras el  Gobierno de España se encuentra en defunción perpetua y su titular –presuntamente, claro-  más preocupado en salvar su ego que a los españoles, van unos cuantos por el parque de la Ciudadela, entran en el Parlament, lo ocupan –sin k-, se produce un alboroto internacional con  salida de presos de las cárceles, incluido.  Y tras los hechos consumados y por aquello del no derramamiento de sangre, bueno, el gobierno en defunción cede, o se rinde que es igual.   Luego, a dialogar, negociar o firmar el armisticio, como quieran decirlo.

Y no nos olvidemos de la  presencia de mediadores internacionales en las negociaciones.  Y de prestigio, sobre todo –algún terrorista arrepentido, alguno proveniente de algún país bananero y porqué no, algún otro,  representando algún  paraíso fiscal-. Pero no, de momento, estos no pasearán por el parque de la Ciudadela.  Y no ocuparán –ni con k ni sin ella- la sede del Parlament. 

Eso sí, según muchos –unos dos millones- dirán que todo es una artimaña del Gobierno de España.  Y muchos más –muchos millones más- pensaremos que los estamos dejando a su suerte. 



PUBLICADO EL 3 DE OCTUBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

PINOCHOS EN CAMPAÑA

En el Manual de Resistencia seguramente se vetó un nombre: Abraham Lincoln.  Y una frase: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.” De no ser así, ya podemos ir pidiendo cita para el psiquiatra, porque el asunto es más serio de lo que uno se piensa.

Desconozco si Redondo, el asesor de cabecera del ya invicto presidente en funciones Sánchez      -Pedro para más señas- le habrá hecho alguna referencia a la temperatura de la nariz al susodicho y a sus ministras y ministros –también en funciones-, pero de no haberlo hecho, le aconsejo –y gratis- que lo haga y cuanto antes mejor.   Y se lo digo con base científica, vamos por prescripción facultativa, como suele decirse.

Resulta que –y hace de ellos ya algunos años- dos investigadores de la Universidad de Granada descubrieron que  la nariz de uno, al mentir,  cambia de temperatura.  Vamos, que no les crece como a Pinocho, pero sí que se producen cambios térmicos.  Y ojo al dato, estos cambios pueden ser observados mediante un termógrafo.

Y de eso, Pedro y sus ministras saben mucho.  Hace unas semanas el chantaje era claro. Las autonomías no verían ni un céntimo hasta que el invicto no fuera investido.  Del chantaje puro y duro por imperativo de la ley, claro está, han pasado a encontrar un resquicio legal para desbloquear casi cinco mil millones de euros.   Casi cinco mil millones, que casualmente aparecen tras la convocatoria de una nueva cita con las urnas.

Si del chantaje han pasado a la compra de voluntades, está claro que nos mintieron.  También nos mintieron y nos siguen mintiendo con el tema de los descuentos en el transporte.  Nos miente Madrid y nos mienten sus lacayos de Palma.  Vamos, que tal vez el cambio climático no tendrá nada que ver con tanto cambio térmico.

¿Acaso Ábalos, fontanero del PSOE, profesor de EGB y afincado en lo público,  hijo de torero y de restaurador de muñecas y además,  nieto de un Guardia Civil que estuvo en la represión de  la Revolución del 34 en Asturias, y por ende, ministro en funciones,  no sabe de ínsulas, península y descuentos?  De descuentos, tal vez no, pero de cuentos, al parecer sí.

No será necesario recurrir a cuentos chinos, no. Ni el presidente pensaría con los ansiolíticos para dormir por la noche.  Les bastaría con recurrir a los cuentos italianos, para no ir tan lejos.  Con el de Gepeto, ya se darían por servidos. 


Y a nosotros con una cinta métrica nos bastaría.


PUBLICADO EL 26 DE SEPTIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

POLÍTICAS DE IGUALDAD


Llegado a esta tercera –y última- entrega, y con  la premisa de que los extremos son perjudiciales para la salud, la conclusión no puede ser otra  que tanto  los términos lingüísticos de machismo como de feminismo –entendido éste como el antagónico al machismo-, son términos que mejor estarían fuera del diccionario o  en la papelera de reciclaje.

Ni políticas machistas ni políticas feministas, ni anti-unos ni a favor de otras.  Lo que necesita una sociedad avanzada que se precie de serlo,  son unas verdaderas políticas de igualdad, y mejor aún si éstas ya no fueran necesarias, pero aún queda.  Y queda, porque lo anti-machista y lo feminista, vende.  Vamos que algunos salen ganando llenándose la boca con tanto vocablo.

Es como cuando en las campañas electorales en tiempos de Felipe González aparecía Alfonso Guerra y amenazaba con que si las ganaban las derechas,  los pensionistas se quedarían sin pensiones. O que vendría una nueva Guerra Civil.  O como resucitar a Franco, cuarenta y tantos años después, en el copia y pega personal del siempre invicto –más que invicto, interino- presidente Sánchez, Pedro para más señas.

Una política de igualdad no debería diferenciar ni géneros ni sexos –uno ya no sabe qué es lo uno y qué es lo otro-. Y si se cree  necesario crear unos vocablos únicos, para cada concepto, pues se crea y se trabaja para la integración.  Y si hay que copiar del sistema inglés, pues se copia.  Con tanto presunto plagio que corre por las universidades e instituciones del Estado, no tendríamos por qué sentirnos avergonzados de copiar alguna gramática al uso.

Y que no se preocupen los responsables de las políticas de igualdad por sus puestos de trabajo, que éstos no peligran. Vamos que se jubilarán sin verse afectados por ERE alguno –otra cosa es que la SS tenga dinero para pagársela y no precisamente por la premonición de Alfonso Guerra-.  No es cosa de una generación ni de dos, pero el cronómetro tiene que empezar a moverse, a sumar avances o restar tiempos, según plazca. Y a educar. Y a exigir.

Sin duda en este concepto de políticas de igualdad se está trabajando mucho y bien, desde hace ya tiempo. Como también se trabaja en las políticas de sostenibilidad energética y aún se oyen voces reaccionarias  en contra de los parques solares.  Vamos, que hay muchos frentes que combatir, y muchos muros que derribar.

El machismo en cualquiera de sus estados y el feminismo enfermizo, dos ejemplos más a tener en cuenta en esta larga lista de muros a reciclar.

PUBLICADO EL 19 DE SEPTIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

¿POLÍTICAS FEMINISTAS?


La pasada semana, hablaba –escribía más bien- en este mismo espacio sobre las políticas machistas.  O al menos así titulaba el artículo.   Y con interrogantes, claro.  Y puestos a poner interrogantes, mantendremos los mismos en esta segunda entrega de la trilogía. Y la duda también.

Siempre he manifestado que en un juicio me hubiera gustado ejercer de abogado defensor, de fiscal y de juez, todo a la vez. Y el motivo es sencillo.  Si todos actuaran conforme a la ley y con un único objetivo de buscar la verdad, con uno de ellos bastaría.  En cambio, como últimamente da la sensación que la búsqueda de la verdad no es precisamente la prioridad que se  da en un juicio sino a que   se llegue a un acuerdo, pues todos encuentran argumentos a favor de su parte. Y así entre partes, se reparte.

Igual ocurre con la política.  Y si el término machista –y con toda la razón- nace ya con un cariz negativo, el feminista nace con todas las bendiciones a su favor.   El malo y el bueno, por decirlo de forma abreviada.  No obstante, creo –y lo pienso- que el término feminista está mal definido, siempre en comparación con el de machista –hablando de términos y no de políticas, que quede claro-.

Así, por definición el feminismo tendría que ser toda aquella acción que procurara la superioridad  del género femenino sobre los restantes y por ende, de la reducción al mínimo exponente del resto.  Vamos, que si las fiestas de Sant Joan fueran  machistas por no dejar que las mujeres participen como caixeres en la colcada, las de Mahón, si se diera el caso de que se prohibiera –pongamos por caso- que los hombres pudieran participar como caixers, éstas serían tildadas de feministas. 

Pero no. Resulta que por definición actual, y por aquello del políticamente correcto, esta actitud de superioridad de unas sobre los otros, se la encuadraría en el término recientemente acuñado por el populacho a nivel calle, de feminazis.

Y uno que es un poco retorcido a veces, se pregunta: ¿cómo es posible que a estas alturas en que la sociedad civil representada por tantos estamentos y políticos que se llenan la boca de tanta igualdad y a favor de la supresión de tanta desigualdad entre géneros, no son capaces de legislar –y sobre todo, ejecutar lo legislado- para hacer desaparecer de la realidad cotidiana estos términos, estas conductas, estas discriminaciones, de la que desgraciadamente se es noticias día sí, día también?

 Ya han hablado las defensas y las acusaciones.  La próxima semana, el veredicto.

PUBLICADO EL 12 DE SEPTIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

¿POLÍTICAS MACHISTAS?

Para quienes hemos visto y vivido desde la normalidad la igualdad entre hombres y mujeres, sea en cualquiera de los ambientes cotidianos, nos asombra que últimamente –décadas, ya- aumente esta sensación de machismo en las nuevas generaciones y por supuesto, se mantenga en las anteriores. Vamos, que como la energía, el machismo ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Y se adapta.

Da la sensación que cuánto más se habla de un tema, más se produce el efecto contrario. Hablo de sensaciones y no de estadísticas. ¿Acaso no nos da la sensación que cuánto más se habla de la violencia doméstica, más crímenes machistas se producen?

Hablar de machismo e igualdades sin que no le salpiquen a uno sus opiniones –si éstas salen del formato estándar- suele ser difícil, como suele serlo cuando se habla de mafias migratorias sin que le tilden a uno de racista. Parece ser la respuesta fácil y escrita en algún manual de resistencia al uso. Serán sin duda las nuevas técnicas del autoritarismo democrático del siglo XXI. Y digo democrático, por aquello de ser incorrecto –y nada político, por supuesto-.

Y hablando de sensaciones, capto algunas similitudes en el abanico político que me confirman esto mismo: que de haberlo, haylo. Un consejo de ministras capitaneado por un presidente; una formación morada donde su líder terrenal amaga con dar poder a su compañera de viaje; unos líderes de la cosa pública que colocan a mujeres en sus segundos puestos….

Sin duda son sensaciones. Y son sensaciones extrañas: ¿Las ministras han sido elegidas a dedo por su presidente por su valía o por ser mujeres? ¿El líder de la cosa morada delegará en su compañera por ser su compañera de partido o de emparejamiento? ¿Y el resto de segundos puestos, lo serán por cumplir leyes, por no quedar atrás o simplemente por rédito político?

Y hay más, por supuesto. ¿Acaso no son conscientes algunos gobiernos regionales que obligando por ley a discriminar positivamente a la mujeres, con valía o sin ella, que estas discriminaciones, por muy positivas que sean, crearán un efecto contrario? ¿Serán los brazos abiertos para el mantenimiento de este mal endémico llamado machismo? ¿Serán conocedores, inconscientemente claro, de ser colaboradores necesarios para el mantenimiento de estas mafias y estructuras sociales? Y ya lo descuadra todo cuando lo encabeza una mujer…

Y ya para terminar, la pregunta del millón, ¿quién es más machista? ¿El que lo practica, el que lo permite o quien lo fomenta?


PUBLICADO EL 5 DE SEPTIEMBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

EN EL AUTOBÚS

En el autobús hay que ir despierto y con la tarea hecha. Quien suscribe suele utilizarlo una vez al año, por aquello de que no hace daño y siempre coincide en época estival con alguna gestión que no permite demora. Y simplemente porque hay fechas en las que uno no quiere jugársela en perder la plaza de aparcamiento que con sudor y lágrimas le habrá costado obtener con tanto coche invasor.

Y es que prefiere uno abonar el servicio público –aunque le salga más caro que la gasolina- a tener que ir a aparcar en destino. Vamos, que si viaja la familia completa, ya no digamos. Pero claro, con el turismo no hay invasión. Ni ecotasa que se le aplique a tanto coche que inundan prados, tanques y adyacentes.

Y decía al principio de ir con la tarea ya hecha porque el trayecto es el mismo de cada día, sea invierno o verano. No vale despistarse mirando el girar de aquellos molinos sin un Quijote que los atosigue. La mente se relaja y los oídos se ponen atentos. No tienes nada más que hacer. Oyes el comentario de un trabajador de la restauración y de sus setenta horas semanales. ¡Un promedio de diez horas diarias y sin ningún día de libranza! No acabas de creértelo. Y es más, es un pacto establecido con el beneplácito de ambas partes. Ambos ganan, dice.

Sigo pensando que el trabajador pierde. Él y el que se encuentra en la cola del INEM. Y lo que más te indigna es que ocurra bajo gobiernos que se dicen progresistas.

El trayecto es corto pero aún da tiempo para que alguien comente el tema de los fallos judiciales. La primera se sitúa en Ciutadella, donde un taxista presuntamente atropelló a su ex –pareja y la otra apunta a los juzgados que en su día negaron la compensación por alimentos a una abuela. En este tema, uno hace un punto y aparte. Prefiere no opinar sobre los fallos judiciales, pero se alegra de que cada vez seamos más libres para opinar sobre interpretaciones que hasta hace poco eran impensables.

Por la tarde, me veo obligado a utilizar el vehículo particular y ¡vaya por Dios!, al regreso aparco en la misma plaza que había dejado anteriormente. Y eso no fue todo, que va. Un veraneante de estos que se dicen catalanes y que se pasan el verano en tierras nuestras –y que había aparcado más distante- irónicamente comenta a su descendencia que la suerte acompaña a los arriesgados. Me dejó mudo.

De lo contrario le hubiera dicho que si ellos no vinieran a invadir territorio, tal vez los nativos no iríamos tan estresados ni explotados.

PUBLICADO EL 29 DE AGOSTO DE 2019, EN EL DIARIO DE MENORCA.

LETRAS CONTRA CIENCIAS

Aunque científicamente no pueda demostrarlo, no por la imposibilidad de hacerlo, sino sencillamente porque ello conllevaría un trabajo a todas luces innecesario, me da la sensación de que el mundo de nuestros días se mueve más por gente de letras que por los llamados de ciencias.

Sólo hay que dar una vuelta por los ayuntamientos y administraciones insulares y nos daremos cuenta que la mayoría de quienes mueven los hilos en este teatro de títeres y marionetas en la que hemos convertido nuestra sociedad, de tener estudios, lo son de la rama de las letras. Así no es raro que se cuestione lo evidente o que a la redacción – o al dictado- se le dé un giro de ciento ochenta grados.

Incluso la historia, esta rama que podría considerársela la parte más científica de las letras, se ve reescrita por tanto manipulador de la verdad ajena. Y nos dirán que las vidas cambian y que el mundo evoluciona y que debemos adaptarnos a ello. Mientras, miras alrededor tuyo y el área del cuadrado sigue siendo su lado al cuadrado.

Así no es raro que las cuentas no salgan y los coches colapsen carreteras, caminos y playas. El “venid y vamos todos” de filósofos y filólogos, chocan contra el numerus clausus de los geógrafos, físicos y ecologistas. No obstante, se observa una suerte de simbiosis entre ambos extremos y de tanto en tanto suele aparecer una especie de híbrido entre ellos, dando lugar a unas contradicciones metafísicas en grado contemplativo, que ni son, ni se las esperaba uno.

Uno ya no sabe si es más ecologista quien promueve energía alternativa o quien simplemente la prohíbe. Es el no es no, que cotiza en alza.

Y si en vez de coches, carretera y manta, propusiéramos el tema de vivienda, palabra y obra, nos encontraríamos con otro atasco en las puertas del INEM y en el cobro de las pensiones, ayudas, subsidios y asimilados.

Vamos, que el aceite no conjuga con leche, aunque la vaca nos la sirva en bandeja de plata.

Otro que sí nos la sirvió en su día con bandeja de plata fue un químico que se especializó en filología. Vaya usted a saber por dónde debía correr el oxígeno y por dónde el hidrógeno. Dice la historia aún no retocada, que se llamaba Pompeu Fabra y vivía por la España decadente y analfabeta de principios de siglo pasado, y que inventó -por decirlo en términos científicos- la nueva Gramática de la lengua catalana. Así, de un plumazo y por generación espontánea, perdíamos la hache intercalada en nuestro Mahón de toda la vida.

Una hache con cierta química.

PUBLICADO EL 22 DE AGOSTO DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.

¿CORDERITOS? JA, JA, JA

Si una cosa tiene este verano es que a falta de noticias, no falta día en que  alguna tontería  sea portada.  Las dos últimas vienen con el mismo sello: los políticos y el hacerse notar.  Vamos, lo que en otros tiempos y en otros perfiles, se diría “mostrar la oreja”.

Por un lado, y con su manual de resistencia bajo el brazo, Sánchez  –Pedro, para más señas-,  el invicto presidente en funciones, llega con casi una hora de retraso a su despacho con el rey.  Y su retraso no es achacable a Vueling.  Y su excusa, una más  de mal pagador.  No en vano, no es la primera vez que Pedro, el amigo de Pablo, deja plantado al jefe del Estado.  Son conductas personales que nada pueden achacarse a un partido en concreto.

Pocas horas después, una desconocida para el resto de mortales, gana popularidad y se hace un sitio en esto de ser trending topic.  Y siempre a costa de la monarquía.  Y uno se pregunta ¿qué harían estos personajes si no existiera la monarquía? La verdad es que no me imagino a la vice criticando o cuestionando a su presi o a la mujer del presi –que tanto monta, monta tanto-.  Y si lo duda, siempre está a tiempo de hablarlo con  Errejón, antiguo compañero de filas, que fue defenestrado por jugar a demócrata en su propio partido.

Eso sí, la vice –voy a intentar no usar su nombre para no darle más popularidad de la que merece- dice que acudió a la recepción por –podríamos incluso decir- imperativo inherente a su cargo institucional, vamos que uno ya no sabe si fue para mantener el sueldo y las dietas, o por salir en la foto. 

Lo cierto es que en una cosa tengo que darle media razón. Media, porque toda no se la doy.  De lo contrario sería uno más de esos corderitos. No me parece justo a estas alturas que se te imponga un tipo de ropa por asistir a una recepción. Pero siempre abogo por jugar con las reglas de juego, y más si estas son conocidas con anterioridad.  Y de no aceptarlas, siempre está la libertad –parece ser que esta palabra no encuadra en algún vocabulario personal de alguno-alguna- de no participar en el juego, en este caso, el de no asistir a la recepción.

¿Rabieta, pulso, falta de notoriedad? Personalmente me ha parecido una chiquillada. Un “voy porque me obligan”. También un acto propagandístico del que estamos tan acostumbrados que aparezcan desde ciertos posicionamientos políticos.


Y desde estas líneas le recordaría a nuestra vice, que lo es más por acuerdos que por votos directos. ¿En este caso concreto, quién es corderito de quién?


PUBLICADO EL 15 DE AGOSTO DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.


CENSURA DEMOCRÁTICA

Dirían los viejos del lugar que en tiempos de aquel demoniado dictador, las tijeras de la censura cortaban  escritos y  cabezas.  Pero como de viejos ya quedan pocos, ahora lo  hablarán  los jóvenes de oídas y con pulso político.  Digo pulso por no decir impulso, que en este caso vendría a ser lo mismo.

Pulso, por aquello de ver quien la dice más gorda, o simplemente por marcar terreno, por retar al contrincante, por acallar al de enfrente.   Impulso, por cuanto a la carrerilla que uno toma sin el starting blocks, éstos invaden  carriles y empujan al contrincante que se les ponga delante.  Y no es culpa de ellos, no.  Tienen imagen y semejanza a quien copiar y pegar.

Existe también la autocensura, que más que un auto propio viene condicionado por miedo a un auto judicial que te cante las cuarenta y te imponga el pago de costas y costes siempre que tu comentario disguste al prójimo a quien  te hayas atrevido a mencionar, por muy cierto que sea tu verdad, aunque no comulgue precisamente con  la verdad que ellos siempre fallan.

Pero aquí no va de fallos, sino de no enfadar al prójimo.  Y sobre todo, de quién sea el prójimo. Aunque en algunos casos,  más que censura sea olvido. 

Olvidos como el que da la sensación de que no interesa que sea noticia que muchas plazas a profesorado no se cubran precisamente por no aprobar los opositores el examen. Y la presión para que se baje el nivel de éstas, aunque con ello se pierda nivel en la enseñanza.  O en el caso de la enfermería pública.

También se olvida uno que la presión, esta vez humana,  alcanza números exagerados, pero nadie habla de ponerle  techo, tope o númerus clausus, aunque el número de parados no descienda sino todo lo contrario.   Para algunos les es más fácil masificar que regular, aunque aquellas fotos paradisiacas sean un timo a la verdad.  O que, por ejemplo, vengan foráneos sin trabajo a repartirse beneficios sociales. O a aumentar las penurias propias de los isleños.

En cambio sí es noticia que una exconsellera del Govern estudie emprender acciones contra un tuitero por un comentario a raíz de los miles de euros con que el Govern subvencionó un concierto en el que actuaba un rapero -penado y huido de la justicia-.  En este caso, la crítica vulnera otro derecho que no es criticado por los mismos.  La paja y el ojo ajeno también salen a colación.


Y uno ya no sabe si debe callar o debe acallar.  En ejercicio  a la inteligencia humana, me callo. Cada uno será esclavo de sus meteduras,  no de sus silencios.

PUBLICADO EL 8 DE AGOSTO DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.